DOMINGO, 10 DE MAYO DE 2015
Venus renace en el vientre cósmico
Venus acaba de entrar a Cáncer, signo de agua asociado al líquido amniótico, a la gestación, lo que nos conecta energías ancestrales que dibujan nuestra memoria afectiva, nuestros arraigos kármicos, amores de vidas pasadas, situaciones pendientes que debemos resolver.
Tendremos la oportunidad de dejarnos influir por nuestra herencia afectiva, y de recomponer nuestra forma de amar, a través de experiencias que pueden asociarse a un renacimiento, para lo cual primero tendremos que desandar caminos y regresar al origen de nuestras vidas de alguna manera.
Es también momento propicio para experimentar la energía de las almas gemelas y las relaciones kármicas.
¿No te ha pasado que cuando conoces a alguien, te parece como si lo hubieras conocido desde siempre? ¿Por qué queremos a ciertas personas y a pesar de que vivamos dificultades, no podemos desprendernos de ellas y siempre las recordamos?
¿Por qué hay gente que marca una huella en tu vida y te la cambia para siempre, hasta el punto de que nunca puedes olvidarla? Esas son relaciones kármicas, el alma de esa o esas personas estuvo unida a la tuya en vidas pasadas; hay asuntos pendientes entre ustedes y en esta vida vinieron a encontrarse de nuevo para darle solución.
Los encuentros con esas personas no son casuales, es el destino que nos lleva a reencontrar a esas personas cuyas almas ya habían estado unidas a la nuestra.
Las almas gemelas son las nacidas de una misma llama espiritual en el principio de los tiempos, por eso bien puede asociarse esto a Venus en Cáncer, ese vientre materno de donde sale esa llama espiritual.
De esa llama se dividieron en dos almas que a través de sucesivas reencarnaciones fueron adquiriendo experiencias propias, y también en diversas vidas, volvieron a reencontrarse hasta que temporalmente, la “muerte”, los separó.
Todos tenemos nuestra alma gemela y la fuerza del destino nos lleva a encontrarla. No siempre el encuentro con el alma gemela significa una relación fácil, muchas veces hay dificultades y desencuentros, que forman parte de nuestro crecimiento espiritual y del cúmulo de experiencias que debemos experimentar en cada una de nuestras reencarnaciones; pero el encuentro con nuestra alma gemela siempre es impactante e inolvidable.
Russ Michael en su libro “Cómo encontrar a su alma gemela”, señala que la imagen que tenemos de nosotros mismos determina nuestro éxito o fracaso en cualquier cosa, y especialmente en la relación de pareja y la búsqueda del alma gemela.
Toda persona que logra atraer su alma gemela es una persona con una buena autoimagen, es también la clase de persona realizadora, que hace que los deseos se hagan realidad actuando sobre ellos.
Ese es precisamente el trabajo individual que cada alma debe realizar por su lado antes de encontrarse ambos; pueden cruzarse en el camino antes de tiempo, vivir una corta e impactante experiencia, pero la desincronización que hay entre ambos mientras no hayan evolucionado, los lleva a separarse hasta alguna nueva oportunidad.
Pueden ser iguales pero eso es contraproducente con poca evolución: dos seres intolerantes, por ejemplo, son similares, pero terminan no soportándose. Deben crecer primero.
MARTE SE CRUZA CON SATURNO
Esta energía ancestral de Venus que viviremos hasta el 5 de junio, nos favorece, pues contrarresta de alguna forma el tumultuoso efecto que puede provocar Marte al entrar a Géminis en la noche del 11 de mayo, y que se cruzará con Saturno retrocediendo en Sagitario. Ambos astros, uno frente a otro, forjarán un tenso eje de energías contrapuestas.
Por una parte, Marte, pugnando por el desorden, las revueltas, el movimiento de calle, y por la otra. Saturno, intentando controlar, someter, poner orden. El 12, 13 y 14 de mayo serán días de alta intensidad, movilidad desordenada, junto a la posible acción de cuerpos de seguridad, militares y autoridades.
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