Capriles pide a López que levante la huelga de hambre
El gobernador de Miranda cree que el gobierno podría dejar morir al exalcalde de Chacao
El líder opositor venezolano Henrique Capriles dijo que se suma a los que pide a Leopoldo López que levante la huelga de hambre, debido a que el gobierno podría dejarlo morir.
"Yo no soy quién para juzgar una decisión personal como esa pero me sumo a la voz de muchos otros que han pedido que se levante esa huelga de hambre, los necesitamos vivos, fuertes", dijo Capriles.
El también gobernador del estado Miranda asegura que no le preocupa que el encarcelado Leopoldo López, que cumple cuatro semanas en huelga de hambre, le reste protagonismo como líder opositor. "El Gobierno es capaz de dejarte morir", destacó.
"Nunca le he visto como competidor", asevera e insiste en que en este momento no piensa en una posible candidatura a las presidenciales sino en las elecciones a la Asamblea Nacional, que serán, augura, "el segundo punto de quiebre del cambio" tras las de hace dos años.
Capriles destacó que si la oposición "hace las cosas bien, con candidatos en la calle que hablen a la gente de sus problemas, lo tiene todo para ganar" en las elecciones parlamentarias, que según el dirigente de Primero Justicia serán el 27 de septiembre.
"Hay que acompañar a nuestro pueblo más pobre todos los días en sus reivindicaciones, por ahí pasa el cambio en Venezuela. Urge un nuevo pacto con los pobres, un nuevo acuerdo social para los próximos años", afirma Capriles, consciente de que para ganar las elecciones en el país se debe contar con los sectores populares.
El dirigente opositor, que perdió ante Nicolás Maduro la elección presidencial de 2013 por un estrecho margen del 1,49 por ciento de los votos, estima que para "evitar cualquier tipo de fraude" es necesaria "una participación y votación masiva, una brecha contundente".
Capriles dice tener información desde dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE) que apunta a que las elecciones serán la última semana de septiembre, tres meses después de que el gobernante Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) celebre sus primarias.
A su juicio, el Gobierno considera que es "más costoso no hacer las elecciones que perderlas" por lo que "aprovechará el momento menos malo, generando la sensación de que disminuirá la escasez de productos" antes de la tradicionalmente alta inflación de los meses de noviembre y diciembre.
Cree que el cambio en Venezuela pasa por "la construcción de una mayoría poli-clasista que incorpore principalmente a los barrios, a las zonas pobres" y no por "un estallido social que afectaría a todos y puede dejar al país en una situación mucho peor que la que hoy nos encontramos".
En este sentido, reitera sus críticas a protestas como las de comienzos de 2014 promovidas por la iniciativa denominada "La Salida", que impulsaron López y otros opositores como Antonio Ledezma o María Corina Machado y que se saldaron con 43 muertos.
"La calle no es un fin, es un medio", dice al tiempo que recuerda que, tras las elecciones de 2013, él desconvocó una movilización ante el CNE "porque parecía que el Gobierno iba a preparar un escenario de violencia". "Eso es parte de la responsabilidad del liderazgo, anticipar hechos que después pueden ser muy costosos", subraya antes de recalcar que la mayoría que buscan "tiene que tener un piso sólido y eso no puede ser a base de un conflicto".
Capriles considera que la escasa afluencia en los últimos meses a las manifestaciones opositoras se debe a "un cortocircuito entre la convocatoria y la agenda del venezolano" preocupado más por "sobrevivir a la inseguridad y a la crisis económica".
"No menosprecio ninguna protesta porque hay una clase media muy golpeada pero, seamos honestos, cuando usted ve que la protesta está en una clase social y no conecta, pregúntese por qué, no culpe a los que no se suman", dice.
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