Tomás Guanipa: Nicolás Maduro se convirtió en una vergüenza nacional
El diputado afirmó que el principal problema de los venezolanos es el mandatario nacional, debido a que rechaza propuestas como el proyecto de amnistía e insulta a Lorenzo Mendoza
El diputado opositor Tomás Guanipa dijo que el presidente Nicolás Maduro se convirtió en una vergüenza nacional. La declaración la hizo en referencia a que el mandatario nacional rechaza propuestas como el proyecto de amnistía o insulta a Lorenzo Mendoza por recomendar claves a favor de mejorar la economía.
"El principal problema que tenemos los venezolanos es Nicolás Maduro. Uno se pregunta si él está claro de lo que pasa en Venezuela", expresó en entrevista ofrecida a Globovisión.
Sobre la amnistía, introducida ayer a la Camara Plena de la Asamblea, el parlamentario señaló que si el jefe de Estado no la firma, lo hará la directiva del Parlamento. "El mismo Hugo Chávez hizo una ley de amnistía. No se puede pensar que esta pueda ser devuelta (...) Esta ley es un compromiso con los electores. La gente votó por nosotros para que fuera aprobada", añadió.
País democrático con medios controlados por el gobierno
Guanipa dijo que no se puede entender que un país que, se supone, es democrático, tenga medios de comunicación controlados por el gobierno. Reiteró que la visita técnico - administrativa de Conatel a Globovisión obedeció a las amenazas de Maduro, debido a que dos días después de sus amenazas (en las que incluyó a Televen) acudió una comisión del organismo al canal.
"Conatel es el censor del gobierno para amedrentar políticamente a los medios de comunicación", afirmó. Recordó que la Comisión de Medios de Comunicación de la Asamblea, de la que es presidente, revisará la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión con el objetivo de regularizar las conceciones. También recalcó que se investigará a Hugo Cabezas, presidente de la corporación Maneiro, por la monopolización del papel periódico, lo que ha causado que medios de comunicación impresos hayan dejado de circular.
"El gobierno tiene como política de Estado desinformar y manipular a los venezolanos", agregó.
El diputado indicó que la composición de Conatel debe ser verificada porque esta tiene que ser una comisión técnica, que sirva a los venezolanos y no al gobierno.
Debate sobre cambio de gobierno
Tomás Guanipa dijo que en el Parlamento se analizan las distintas vías constitucionales para que haya un cambio de gobierno. Destacó que la acción puede llevarse a cabo a través de enmienda o referéndum.
"Creo que lo que está abierto es un debate. Tiene que ser una discusión a lo interno. Lo que uno recoge de la calle es que Maduro no tiene capacidad para resolver la situación del país".
Ya nadie espera algo del Gobierno
FRANCISCO OLIVARES | EL UNIVERSAL
sábado 6 de febrero de 2016 12:00 AM
Pareciera que el chavismo ha quedado atrapado en un mundo ficticio de glorias imaginarias, de paraísos de esplendor que solo germinaron en la propaganda y en la palabra fabricada. En eso Hugo Chávez fue un experto y para ello despilfarró miles de millones de dólares.
El pasado 4 de febrero salió nuevamente la cúpula gobernante a conmemorar el golpe de Estado convertido en fecha patria y en gesta heroica. Uniformados con vestimenta militar se destacaba la "máxima felicidad" de dos o tres rostros de quienes encabezaban la modesta marcha. El resto caminaba cumpliendo la orden del "jefe de división" de algún organismo público quien "lista en mano" dispuso del tiempo de quien debe resguardar su puesto de trabajo.
Allí no estaba el pueblo, pues éste ha estado ocupado buscando medicinas y alimentos, enterrando a un fallecido caído por el hampa o rebuscándose algún dinero para poder pagar los 600 bolívares que cuesta una cebolla.
El mundo imaginario del chavismo no asimila que su tiempo se ha vencido. Veinticuatro años después de aquel intento de golpe que consecuencialmente los llevó al gobierno los ha convertido en la cúpula de poder que antes cuestionaron. De allí la risa que exhiben frente a un país desbastado por su incompetencia, corrupción e ideología
Mientras marchaban para escuchar el desgastado mensaje del líder designado, los "pranes" armados tomaban una buena parte de la ciudad de Maracay declarando una suerte de "estado de sitio" mientras daban sepultura a uno de sus líderes. Algo semejante ocurrió hace unos días en Margarita.
Del presidente Maduro, analistas y ciudadanos intentan descifrar por qué tiene tres años con el país paralizado. Algunos sostienen que es incompetente; otros aseguran que está atrapado en la ideología del legado chavista y los más benévolos dan por cierto que sus "asesores" le informan mal para que termine de hundirse y salir de él.
Lo cierto es que cada vez que le habla al país se disparan los precios, el dólar paralelo sube sin control y la incertidumbre ciudadana promueve la idea de que lo único que queda es irse del país.
Como si fuera un líder que arrastra tras de sí una gran masa de seguidores, Maduro exclama con vehemencia que se declara en rebelión contra la ley que le otorga títulos de propiedad a quienes habitan en los inmuebles de la Gran Misión Vivienda Venezuela. No hay manera de imaginar la confusión de quienes allí habitan. Y más adelante arremete contra Lorenzo Mendoza, uno de los pocos empresarios que tiene sus fábricas produciendo al 100% y cuyos productos son los más apreciados por los venezolanos.
Ante ese tipo de reacción surge la cuarta tesis según la cual el propósito del Gobierno es terminar de acabar con lo que queda del aparato productivo del país. "Entrégales tus empresas al pueblo". Le dice Maduro a Mendoza, pero ya todos saben que para el chavismo el pueblo solo son ellos y también sabe que en sus manos quebraron 1.200 empresas.
Relegado el chavismo a una minoría que se estima por debajo de 20% casi todos los sectores económicos y especialistas en las distintas materias, grupos sociales y organizaciones no gubernamentales, no observan ninguna posibilidad de que el Gobierno rectifique.
La idea del cambio toma fuerza en toda la dirigencia no oficialista y ya comienzan a debatirse los caminos constitucionales para generar un cambio. Es muy factible que hasta desde el mismo chavismo se agreguen corrientes que comprenden que el cambio es inevitable antes de que se genere una implosión social.
Mientras la cúpula vive en su burbuja imaginaria, el país está aceptando que este modelo ha conducido al país a una crisis de carácter humanitario y que cambiarlo es la única opción.
Twitter: @folivares10
El pasado 4 de febrero salió nuevamente la cúpula gobernante a conmemorar el golpe de Estado convertido en fecha patria y en gesta heroica. Uniformados con vestimenta militar se destacaba la "máxima felicidad" de dos o tres rostros de quienes encabezaban la modesta marcha. El resto caminaba cumpliendo la orden del "jefe de división" de algún organismo público quien "lista en mano" dispuso del tiempo de quien debe resguardar su puesto de trabajo.
Allí no estaba el pueblo, pues éste ha estado ocupado buscando medicinas y alimentos, enterrando a un fallecido caído por el hampa o rebuscándose algún dinero para poder pagar los 600 bolívares que cuesta una cebolla.
El mundo imaginario del chavismo no asimila que su tiempo se ha vencido. Veinticuatro años después de aquel intento de golpe que consecuencialmente los llevó al gobierno los ha convertido en la cúpula de poder que antes cuestionaron. De allí la risa que exhiben frente a un país desbastado por su incompetencia, corrupción e ideología
Mientras marchaban para escuchar el desgastado mensaje del líder designado, los "pranes" armados tomaban una buena parte de la ciudad de Maracay declarando una suerte de "estado de sitio" mientras daban sepultura a uno de sus líderes. Algo semejante ocurrió hace unos días en Margarita.
Del presidente Maduro, analistas y ciudadanos intentan descifrar por qué tiene tres años con el país paralizado. Algunos sostienen que es incompetente; otros aseguran que está atrapado en la ideología del legado chavista y los más benévolos dan por cierto que sus "asesores" le informan mal para que termine de hundirse y salir de él.
Lo cierto es que cada vez que le habla al país se disparan los precios, el dólar paralelo sube sin control y la incertidumbre ciudadana promueve la idea de que lo único que queda es irse del país.
Como si fuera un líder que arrastra tras de sí una gran masa de seguidores, Maduro exclama con vehemencia que se declara en rebelión contra la ley que le otorga títulos de propiedad a quienes habitan en los inmuebles de la Gran Misión Vivienda Venezuela. No hay manera de imaginar la confusión de quienes allí habitan. Y más adelante arremete contra Lorenzo Mendoza, uno de los pocos empresarios que tiene sus fábricas produciendo al 100% y cuyos productos son los más apreciados por los venezolanos.
Ante ese tipo de reacción surge la cuarta tesis según la cual el propósito del Gobierno es terminar de acabar con lo que queda del aparato productivo del país. "Entrégales tus empresas al pueblo". Le dice Maduro a Mendoza, pero ya todos saben que para el chavismo el pueblo solo son ellos y también sabe que en sus manos quebraron 1.200 empresas.
Relegado el chavismo a una minoría que se estima por debajo de 20% casi todos los sectores económicos y especialistas en las distintas materias, grupos sociales y organizaciones no gubernamentales, no observan ninguna posibilidad de que el Gobierno rectifique.
La idea del cambio toma fuerza en toda la dirigencia no oficialista y ya comienzan a debatirse los caminos constitucionales para generar un cambio. Es muy factible que hasta desde el mismo chavismo se agreguen corrientes que comprenden que el cambio es inevitable antes de que se genere una implosión social.
Mientras la cúpula vive en su burbuja imaginaria, el país está aceptando que este modelo ha conducido al país a una crisis de carácter humanitario y que cambiarlo es la única opción.
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