¿Cuál es el libreto del gobierno?
Las encuestas más recientes demuestran el crecimiento del rechazo a la gestión del gobierno durante los últimos dos meses. Nicolás Maduro severamente castigado por los resultados de su primer año de mandato y el manejo de la crisis surgida a partir del 12 de febrero baja el perfil y la exposición mediática, y el ministro Miguel Rodríguez Torres asume la vocería en dos semanas en las que los allanamientos del Sebin a opositores arreciaron hasta el punto de desmontar los campamentos de protesta pacífica. El diálogo y las mesas de paz pasaron a ser actores de reparto. ¿A quién conviene el protagonismo del conflicto?
Tiene puesto un collar de colores, como los que reparten en ³la hora loca² de las bodas, que le dieron en un acto horas antes y no se quitó. Usa una chaqueta con los colores de la bandera de Venezuela visiblemente abultada en la franja azul y está sentado en una silla sin investidura ni medida para acompañar el tamaño de su figura. Como no hay mesa, tiene unos papeles sobre la rodilla derecha mientras habla de las casas construidas por el gobierno, con un cuadro de Hugo Chávez y otro de Simón Bolívar colgados en una pared a su espalda. Aunque el equipo del ministro de la Vivienda su único acompañante tenía preparado 14 pases a distintos estados del país para informar el avance de los ³Jueves de vivienda², él pidió hacer solo tres.
Parece un hombre cansado, con una agenda grande de problemas para cenar. Es Nicolás Maduro en cadena nacional el mismo día del desalojo de los campamentos, el diferimiento de la audiencia de Leopoldo López, Marco Coello y Christian Holdack, y el asesinato del polinacional Jorge Colina en la urbanización Los Palos Grandes. Cuando le tocó hablar del funcionario, confundió el nombre con el del director de Polichacao y después rectificó.
Hace casi un mes Maduro cumplió un año como presidente de Venezuela. Se cumplían, también, dos meses de protestas y era el corte económico del primer trimestre de 2014. Varias encuestadoras revelaron en días cercanos los resultados sobre la percepción de la coyuntura y también la gestión del jefe de Estado. En IVAD, Datanálisis y Venebarómetro la desaprobación de Nicolás Maduro era mayor a 50% y en todas era señalado como el principal responsable de la crisis del país por amplio margen, lo que no sucedía con su antecesor, frecuentemente salvado de culpas. En algunas encuestas, incluso, la calificación de su desempeño tiene visos más preocupantes: 57% consideraba que Maduro no había dado la talla y se estaba convirtiendo en un dictador, de acuerdo con IVAD. Solo Hinterlaces le daba al primer mandatario 57% de valoración positiva. La suma de todos estos porcentajes pesaban sobre su chaqueta tricolor la noche de los desalojos.
Violencia o nada. A partir del primer aniversario del gobierno, la publicación de las encuestas, el inicio del diálogo hoy se cumple un mes del primer y único debate, y esta semana se postergaron por segunda vez las reuniones, las apariciones de Maduro bajaron de intensidad. En el mismo período del año pasado hizo 30 actos televisados y este año, 16.
Parece un hombre cansado, con una agenda grande de problemas para cenar. Es Nicolás Maduro en cadena nacional el mismo día del desalojo de los campamentos, el diferimiento de la audiencia de Leopoldo López, Marco Coello y Christian Holdack, y el asesinato del polinacional Jorge Colina en la urbanización Los Palos Grandes. Cuando le tocó hablar del funcionario, confundió el nombre con el del director de Polichacao y después rectificó.
Hace casi un mes Maduro cumplió un año como presidente de Venezuela. Se cumplían, también, dos meses de protestas y era el corte económico del primer trimestre de 2014. Varias encuestadoras revelaron en días cercanos los resultados sobre la percepción de la coyuntura y también la gestión del jefe de Estado. En IVAD, Datanálisis y Venebarómetro la desaprobación de Nicolás Maduro era mayor a 50% y en todas era señalado como el principal responsable de la crisis del país por amplio margen, lo que no sucedía con su antecesor, frecuentemente salvado de culpas. En algunas encuestas, incluso, la calificación de su desempeño tiene visos más preocupantes: 57% consideraba que Maduro no había dado la talla y se estaba convirtiendo en un dictador, de acuerdo con IVAD. Solo Hinterlaces le daba al primer mandatario 57% de valoración positiva. La suma de todos estos porcentajes pesaban sobre su chaqueta tricolor la noche de los desalojos.
Violencia o nada. A partir del primer aniversario del gobierno, la publicación de las encuestas, el inicio del diálogo hoy se cumple un mes del primer y único debate, y esta semana se postergaron por segunda vez las reuniones, las apariciones de Maduro bajaron de intensidad. En el mismo período del año pasado hizo 30 actos televisados y este año, 16.
Las últimas semanas el regente de la crisis derivada de las protestas ha sido el mayor general y ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres: fue el vocero de los allanamientos en El Güire con ocho menores de edad detenidos y del desalojo de los campamentos pacíficos, justamente cuando las manifestaciones en la calle eran menos frecuentes y con menos hechos de violencia y la MUD estaba pidiendo que se evaluaran caso a caso los expedientes de los estudiantes detenidos. Las acciones militares lideradas por Rodríguez Torres y su insistencia en calificar de terroristas a los manifestantes parecían ir en contrasentido a la voluntad de entendimiento que se espera del diálogo. ¿Quién escribe el libreto del gobierno?
³El libreto es el mismo que el de Chávez, a quien siempre le favoreció polarizar, crear un enfrentamiento fuerte, visible.
Al gobierno no le interesa la protesta pacífica, le hace muchísimo daño porque centra la atención en el por qué, en el problema. En cambio, la violenta le pone cara a un enemigo, eso cohesiona a su misma gente y polariza. Para el gobierno de Maduro, o la protesta es violenta o no hay protestas, porque la pacífica le hace mucho daño², dice Felix Seijas Rodríguez, directivo de la encuestadora Delphos y quien también es vocero del IVAD.
El especialista dice que, a falta de una opción mejor, el gobierno decidió jugársela y desmontar los campamentos. ³Las cosas se empezaron a calmar, al menos en apariencia, y siguieron los campamentos que no han traído violencia y en ese momento, mientras está enfrentando otras cosas como la decisión con Leopoldo López, el gobierno se la juega en medio porque pareciera que este escenario de protestas es antidesgaste; se apaga aquí y se prende por allá.
Cuando la administración de Maduro decide atacar a los estudiantes lo que está es jugándosela, recurriendo a un recurso al que no quisiera, pero ante las posibilidades considera que es el de menor costo².
Otros lo ven más sencillo. Humberto Berroterán, del partido del Polo Patriótico UPV y cercano a Diosdado Cabello, dice que con el desalojo de los campamentos el gobierno solo buscaba hacer cumplir la ley. ³Las guarimbas tenían que tener un final. Lo que ocurrió reactivará las protestas por unos días, pero el gobierno está preparado. Van a responder para que se entienda que la ley se hizo para hacerla valer. Chacao estaba imposible de transitar².
Una fuente del PSUV-Caracas asevera: ³Con lo de los campamentos se busca que los manifestantes agarren miedo. Apuestan a que eso termine de calmar la cosa. Legalmente, van a tratar a los detenidos con mucha dureza y sin contemplaciones, a fin de que los otros reculen².
243 jóvenes fueron sacados de las carpas instaladas frente al PNUD, la plaza Bolívar de Chacao, la plaza Alfredo Sadel de Las Mercedes y Santa Fe. Al día siguiente se iniciaron las masivas audiencias de presentación.
Berroterán cree, incluso, que los campamentos eran molestos también para la oposición. ³Ya Primero Justicia, Copei y AD estaban tranquilos por la activación de la mesa de diálogo. La única forma que quedaba para controlar a los otros sectores que seguían en protesta era la mano dura. A la MUD le interesa que el nombre de Leopoldo López vaya saliendo de la agenda pública porque les roba espacios. Sienten que él les jugó adelantando y que ahora su partido se ha apropiado de buena parte del liderazgo opositor². La mañana siguiente, después de los allanamientos, Rodríguez Torres calificó de ³veleta² a Ramón Muchacho, alcalde de Chacao. Ni él ni el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, se acercaron al lugar. El ex candidato presidencial reaccionó a través de su cuenta en Twitter: ³Todos los días nuestro golpeado país amanece con más muertos, más desaparecidos, más represión, más detenidos por protestar. ¡Basta ya!².
Una acción militar amparada por la nocturnidad no es, para el consultor político John Magdaleno, un hecho meramente de orden público. ³¿Qué busca el gobierno con esta nueva estrategia que pudimos ver hace unas noches? Algo que vengo sosteniendo desde que se iniciaron las protestas: irritar a sectores de oposición, inducir o profundizar las divisiones ya existentes en ella y permitir que los sectores extremistas ejerzan más influencia, y no me refiero a los que protestan pacíficamente, porque ellos sí están haciéndole bastante daño al gobierno, que está intentando inducir errores estratégicos de envergadura en el seno de la oposición².
El secretario general de Copei y participante del diálogo de paz, Roberto Enríquez, considera que los desalojos fueron un acto de ³brutalidad tremenda². ³Fueron una operación de asalto militar. Cuando le sumas una campaña de fusilamiento moral, resulta una repetición de la acción de gobierno militares de Suramérica. Esas cosas las hizo Pinochet un montón de veces.
Las manifestaciones eran pacíficas y no estaban vinculadas con incidentes violentos. La de Las Mercedes ni siquiera obstruía el tránsito y en Chacao había una vía alterna. Lo que se hizo fue una salvajada. Lo que hacen es reciclar la protesta, que ahora puede ser más poderosa².
Seijas piensa que el gobierno no solo busca bajar el costo de la represión entre sus seguidores, también busca subir el costo de la protesta para que cada vez se atrevan menos a hacerlo. ³La señal es que así seas menor de edad, tengas algún tipo de discapacidad, marches pacíficamente, te pueden llevar².
Vocería. La preeminencia de Rodríguez Torres en la vocería tampoco es de extrañar para Seijas ni representa para él una fricción interna dentro del alto gobierno o un enfrentamiento entre el ala civil y la militar. ³En este momento Rodríguez Torres es el vocero que está asumiendo el costo de confrontar a los estudiantes y lo será hasta que llegue otro. Cuando Maduro aparece está más interesado en el tema económico, que le está corroyendo las bases. Él necesita no perder más apoyo y polarizar, pero la principal debilidad de todo esto es la economía. Lamentablemente, el nuestro es un pueblo con una cultura utilitaria. El caso de 2002 lo pinta perfecto: Chávez perdía una elección 60-40 fácilmente, creó las misiones y volteó el resultado. Hay un 20% muy utilitario que se va a mover donde vea algo. Han perdido la confianza en el gobierno de Maduro, pero aún no se han pasado a la oposición y si mañana aparecen productos por todos lados, un nuevo plan de becas, los números se revierten².
Maduro identifica la crisis económica como el enemigo principal. Ha hablado del tema todos los días que ha salido en pantalla desde que comenzó su segundo año, además los únicos acercamientos que ha tenido con opositores desde entonces fueron con empresarios. Sabe que la producción nacional debe ser reactivada y para ello ha firmado convenios con el sector privado y ha anunciado planes para liquidar viejas deudas de Cadivi. Todo eso, así como las denuncias de guerra económica, lo hace en público. Es su forma de demostrar a la gente que trabaja para salir del problema.
Asumir la conducción del tema económico tampoco garantiza réditos. ³Si lo resguardas de la conflictividad política y Rodríguez Torres asume el costo político por el intento de contención de las protestas estudiantiles, en la medida en que Maduro asuma la responsabilidad de lo económico, dudo que se produzca una recuperación sostenible de su imagen², señala Magdaleno.
Enríquez, sin embargo, dice que el asunto no está vinculado con el pragmatismo y la división de temas. Piensa que hay un poder militar administrando los espacios de poder. ³Rodríguez Torres es uno de los actores más importantes de ese sector militarista del gobierno. Viene de los lugares más siniestros, como la inteligencia. En la administración pública hay una especie de Œvladimiros putinitos¹ que quieren gobernar autoritariamente. En la mesa de diálogo no se ha hablado del tema de la actuación de Rodríguez Torres. Sí se ha abordado el tema del militarismo. El gobierno apuesta a que la mesa se levante del diálogo para descalificarla².
Berroterán no ve posibles divisiones en el chavismo y asegura que es un error de la oposición sacar esa cuenta. Seijas advierte que a pesar de contradicciones en el discurso chavista todos actúan en función de la
continuidad: ³Aunque las dudas del mismo chavismo en torno a las capacidades de Maduro se empiezan a confirmar, a ninguno dentro de su equipo le conviene su desplome porque no hay elementos que le aseguren a ellos mismo seguir en el poder. Maduro fue investido por Chávez en vivo y en cadena , la mano en el hombro, diciendo: "Este es¹. Eso es difícil de desarmar rápidamente".
Enfoque económico y nuevos voceros
Sábado 19 abril
³El libreto es el mismo que el de Chávez, a quien siempre le favoreció polarizar, crear un enfrentamiento fuerte, visible.
Al gobierno no le interesa la protesta pacífica, le hace muchísimo daño porque centra la atención en el por qué, en el problema. En cambio, la violenta le pone cara a un enemigo, eso cohesiona a su misma gente y polariza. Para el gobierno de Maduro, o la protesta es violenta o no hay protestas, porque la pacífica le hace mucho daño², dice Felix Seijas Rodríguez, directivo de la encuestadora Delphos y quien también es vocero del IVAD.
El especialista dice que, a falta de una opción mejor, el gobierno decidió jugársela y desmontar los campamentos. ³Las cosas se empezaron a calmar, al menos en apariencia, y siguieron los campamentos que no han traído violencia y en ese momento, mientras está enfrentando otras cosas como la decisión con Leopoldo López, el gobierno se la juega en medio porque pareciera que este escenario de protestas es antidesgaste; se apaga aquí y se prende por allá.
Cuando la administración de Maduro decide atacar a los estudiantes lo que está es jugándosela, recurriendo a un recurso al que no quisiera, pero ante las posibilidades considera que es el de menor costo².
Otros lo ven más sencillo. Humberto Berroterán, del partido del Polo Patriótico UPV y cercano a Diosdado Cabello, dice que con el desalojo de los campamentos el gobierno solo buscaba hacer cumplir la ley. ³Las guarimbas tenían que tener un final. Lo que ocurrió reactivará las protestas por unos días, pero el gobierno está preparado. Van a responder para que se entienda que la ley se hizo para hacerla valer. Chacao estaba imposible de transitar².
Una fuente del PSUV-Caracas asevera: ³Con lo de los campamentos se busca que los manifestantes agarren miedo. Apuestan a que eso termine de calmar la cosa. Legalmente, van a tratar a los detenidos con mucha dureza y sin contemplaciones, a fin de que los otros reculen².
243 jóvenes fueron sacados de las carpas instaladas frente al PNUD, la plaza Bolívar de Chacao, la plaza Alfredo Sadel de Las Mercedes y Santa Fe. Al día siguiente se iniciaron las masivas audiencias de presentación.
Berroterán cree, incluso, que los campamentos eran molestos también para la oposición. ³Ya Primero Justicia, Copei y AD estaban tranquilos por la activación de la mesa de diálogo. La única forma que quedaba para controlar a los otros sectores que seguían en protesta era la mano dura. A la MUD le interesa que el nombre de Leopoldo López vaya saliendo de la agenda pública porque les roba espacios. Sienten que él les jugó adelantando y que ahora su partido se ha apropiado de buena parte del liderazgo opositor². La mañana siguiente, después de los allanamientos, Rodríguez Torres calificó de ³veleta² a Ramón Muchacho, alcalde de Chacao. Ni él ni el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, se acercaron al lugar. El ex candidato presidencial reaccionó a través de su cuenta en Twitter: ³Todos los días nuestro golpeado país amanece con más muertos, más desaparecidos, más represión, más detenidos por protestar. ¡Basta ya!².
Una acción militar amparada por la nocturnidad no es, para el consultor político John Magdaleno, un hecho meramente de orden público. ³¿Qué busca el gobierno con esta nueva estrategia que pudimos ver hace unas noches? Algo que vengo sosteniendo desde que se iniciaron las protestas: irritar a sectores de oposición, inducir o profundizar las divisiones ya existentes en ella y permitir que los sectores extremistas ejerzan más influencia, y no me refiero a los que protestan pacíficamente, porque ellos sí están haciéndole bastante daño al gobierno, que está intentando inducir errores estratégicos de envergadura en el seno de la oposición².
El secretario general de Copei y participante del diálogo de paz, Roberto Enríquez, considera que los desalojos fueron un acto de ³brutalidad tremenda². ³Fueron una operación de asalto militar. Cuando le sumas una campaña de fusilamiento moral, resulta una repetición de la acción de gobierno militares de Suramérica. Esas cosas las hizo Pinochet un montón de veces.
Las manifestaciones eran pacíficas y no estaban vinculadas con incidentes violentos. La de Las Mercedes ni siquiera obstruía el tránsito y en Chacao había una vía alterna. Lo que se hizo fue una salvajada. Lo que hacen es reciclar la protesta, que ahora puede ser más poderosa².
Seijas piensa que el gobierno no solo busca bajar el costo de la represión entre sus seguidores, también busca subir el costo de la protesta para que cada vez se atrevan menos a hacerlo. ³La señal es que así seas menor de edad, tengas algún tipo de discapacidad, marches pacíficamente, te pueden llevar².
Vocería. La preeminencia de Rodríguez Torres en la vocería tampoco es de extrañar para Seijas ni representa para él una fricción interna dentro del alto gobierno o un enfrentamiento entre el ala civil y la militar. ³En este momento Rodríguez Torres es el vocero que está asumiendo el costo de confrontar a los estudiantes y lo será hasta que llegue otro. Cuando Maduro aparece está más interesado en el tema económico, que le está corroyendo las bases. Él necesita no perder más apoyo y polarizar, pero la principal debilidad de todo esto es la economía. Lamentablemente, el nuestro es un pueblo con una cultura utilitaria. El caso de 2002 lo pinta perfecto: Chávez perdía una elección 60-40 fácilmente, creó las misiones y volteó el resultado. Hay un 20% muy utilitario que se va a mover donde vea algo. Han perdido la confianza en el gobierno de Maduro, pero aún no se han pasado a la oposición y si mañana aparecen productos por todos lados, un nuevo plan de becas, los números se revierten².
Maduro identifica la crisis económica como el enemigo principal. Ha hablado del tema todos los días que ha salido en pantalla desde que comenzó su segundo año, además los únicos acercamientos que ha tenido con opositores desde entonces fueron con empresarios. Sabe que la producción nacional debe ser reactivada y para ello ha firmado convenios con el sector privado y ha anunciado planes para liquidar viejas deudas de Cadivi. Todo eso, así como las denuncias de guerra económica, lo hace en público. Es su forma de demostrar a la gente que trabaja para salir del problema.
Asumir la conducción del tema económico tampoco garantiza réditos. ³Si lo resguardas de la conflictividad política y Rodríguez Torres asume el costo político por el intento de contención de las protestas estudiantiles, en la medida en que Maduro asuma la responsabilidad de lo económico, dudo que se produzca una recuperación sostenible de su imagen², señala Magdaleno.
Enríquez, sin embargo, dice que el asunto no está vinculado con el pragmatismo y la división de temas. Piensa que hay un poder militar administrando los espacios de poder. ³Rodríguez Torres es uno de los actores más importantes de ese sector militarista del gobierno. Viene de los lugares más siniestros, como la inteligencia. En la administración pública hay una especie de Œvladimiros putinitos¹ que quieren gobernar autoritariamente. En la mesa de diálogo no se ha hablado del tema de la actuación de Rodríguez Torres. Sí se ha abordado el tema del militarismo. El gobierno apuesta a que la mesa se levante del diálogo para descalificarla².
Berroterán no ve posibles divisiones en el chavismo y asegura que es un error de la oposición sacar esa cuenta. Seijas advierte que a pesar de contradicciones en el discurso chavista todos actúan en función de la
continuidad: ³Aunque las dudas del mismo chavismo en torno a las capacidades de Maduro se empiezan a confirmar, a ninguno dentro de su equipo le conviene su desplome porque no hay elementos que le aseguren a ellos mismo seguir en el poder. Maduro fue investido por Chávez en vivo y en cadena , la mano en el hombro, diciendo: "Este es¹. Eso es difícil de desarmar rápidamente".
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