Guerra a la información
Ataques a medios y periodistas, censura, hostigamiento judicial, control económico, cierre y compra de medios, son los mecanismos que han generado el cerco informativo. Por Francisco Olivares
Durante la gestión de Nicolás Maduro las violaciones a la libertad de expresión se triplicaron, especialmente en cuanto a ataques, censura y cierre de espacios independientes. GUSTAVO BANDRES
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EL UNIVERSAL
domingo 11 de mayo de 2014 12:00 AM
"La libertad de expresión es la cancha donde se está jugando la democracia" expresaba el periodista colombiano Omar Gerardo Rincón, invitado especial en el seminario, "Repensar el país", que organizó el área de postgrado de la UCAB la pasada semana. La imagen descrita por Rincón nos lleva a un campo abierto donde se produce un violento enfrentamiento entre, comunidades, medios de comunicación y periodistas, frente a la hegemonía política que se pretende desde los gobiernos con todo su aparato de propaganda, medios, represión y leyes.
Sostiene el experto colombiano que ello no es un fenómeno exclusivo del régimen que impera en Venezuela, sino que se ha ido implantando en Latinoamérica a partir del auge de modelos presidencialistas que han pretendido controlar el mercado de la opinión pública.
En última instancia, concluye, que sin libertad de expresión no hay democracia y ese es uno de los mayores peligros a los que se enfrentan en la actualidad sociedades sometidas por este tipo de sistemas hegemónicos.
Estos gobiernos son entes "hiper comunicadores" y han convertido en crimen el derecho a informar y opinar, en una suerte de "crimen de lesa majestad" donde la autoridad es intocable. Sostiene el periodista Rincón que en estos últimos tiempos, estos gobiernos han sido exitosos en la imposición de la agenda, haciendo que los medios vayan detrás de sus constantes alocuciones. De allí que -señala- hay que fortalecer la agenda de las comunidades, "el mundo de la gente" y no el de los presidentes.
El Gobierno de Hugo Chávez siempre tuvo muy claro este principio y desde los primeros años se propuso la llamada "hegemonía comunicacional" contemplado en los programas del partido y planes socialistas, profundizados ahora en el Plan Patria. Todo ello fue acompañado de un plan de creación de medios oficialistas, cierres de medios tradicionales, censura y ataques a los comunicadores.
Recordemos que en 2009 el Gobierno ordenó el cierre del circuito radial de CNB con gran penetración en los sectores populares junto a 32 emisoras en todo el país, que unido a la salida del aire de RCTV constituyó un fuerte golpe a la amplia población popular, para quienes su más importante medio de información eran la radio y en particular Radio Caracas Televisión, ya no solo a través de los noticieros sino de las telenovelas y programas humorísticos.
Cuatro fórmulas fueron aplicadas por el gobierno de Chávez para lograr tal hegemonía: Las leyes restrictivas, el cierre de medios, censura y auto censura y compra de medios a través de testaferros alineados al Gobierno. Ese avance de la guerra por el control de la información se ha hecho más profundo en el año que lleva Nicolás Maduro al frente del Gobierno.
Agresiones y hostigamiento
En el año 2013 se produjeron 289 violaciones al derecho a la libre expresión, de acuerdo al registro que lleva la organización de derechos humanos, Espacio Público. Esas violaciones contemplan: ataques a periodistas y medios de comunicación, censura, intimidación, hostigamiento judicial y verbal, amenazas, entre otras.
Es de destacar que cuando se producen situaciones de protesta como las ocurridas el 14 de abril de 2013, cuando fueron dados los resultados electorales y las denuncias de fraude, las violaciones aumentaron de 10 en el mes anterior a 45 casos en abril. Lo que indica que el Gobierno actúa contra la libre información con mayor ensañamiento cuando ocurren sucesos que son fuertemente reprimidos por las fuerzas públicas y colectivos civiles armados.
Describe el informe de EP, que se ha agredido físicamente y hostigado a periodistas que son constantemente descalificados e insultados por funcionarios públicos y presionados en función de su línea editorial si no se ubican a favor de la postura gubernamental.
A los reporteros gráficos y camarógrafos se les ha forzado a eliminar el material informativo, robado o destruido sus equipos.
Asimismo se terminó con la transmisión de programas de televisión y radio cuya característica común era la crítica política a la gestión de Gobierno.
Esta censura se aplicó también a páginas web que fueron bloqueadas desde la CANTV.
Dado el escape de la información, generada por infociudadanos a través de las redes sociales, a numerosas personas que protestan, activistas, o personas procesadas como el caso de la jueza María Lourdes Afiuni, se les prohíbe el uso de las redes sociales.
A través de "salas situacionales" o redes manejadas por grupos oficialistas, se hacen bases de datos que identifican a personas o blogueros, responsables de difundir imágenes e información que documentan violaciones a los derechos humanos o protestas contra el Gobierno. Luego son ubicados y en algunos casos detenidos y bloqueadas sus cuentas. Esa red no sólo ataca a quienes informan sino que se extiende a caricaturistas, humoristas, trabajadores del teatro etc.
Los principales victimarios contra la libertad de expresión son los funcionarios del Gobierno con 73% de los casos. Es de resaltar que durante 2013, 10% de estas violaciones las ejecutó directamente Nicolás Maduro.
Protestas y libre expresión
Durante los primeros cuatro meses de 2014 se registraron 325 violaciones a la libertad de expresión (EP). Esta cifra representa un incremento de 240% respecto al mismo período de 2013. Hay que destacar que ya en esto primeros cuatro meses van 36 casos más que todo el año 2013, es decir 112% más que todo el años 2013.
Las denuncias recopiladas por Espacio Público incluyen: 37 detenciones, 67 agresiones, 32 robos, 1 herido de bala y una persona fallecida, que fue el ingeniero Alejandro Márquez, golpeado por la GNB la noche del 19 de marzo, en Caracas, cuando grababa en su celular la represión del organismo militar en contra de los manifestantes.
El significativo de aumento de las violaciones a la libertad de expresión están relacionadas al auge de las manifestaciones que se registraron en el país desde el 4 de febrero cuando varios estudiantes de Táchira fueron reprimidos y detenidos al protestar contra la inseguridad. Estas manifestaciones se extendieron a partir del 12 de febrero cuando dos personas fueron asesinadas por funcionarios del Sebin durante una manifestación en Caracas. Solo en el mes de febrero se registraron 85 ataques a la libertad de expresión.
Las cadenas
Un elemento constante en el manejo de la agenda pública ha sido el uso excesivo de las cadenas. De acuerdo a los datos aportados por el Centro de Investigación de la Comunicación de la UCAB, entre 1999 y 2012 Hugo Chávez mantuvo un promedio de 23 minutos diarios en cadena nacional.
En 2013 Nicolás Maduro lo supera al promediar intervenciones por 28 minutos diarios.
A partir de las manifestaciones del 12 de febrero, el uso político de las cadenas aumentó significativamente. Entre el 12 y el 26 de febrero de 2014, Nicolás Maduro habló en un promedio de 112 minutos por día.
Cabe destacar que el uso de las cadenas incluso se ha dado por motivos de poca relevancia como graduaciones de médicos integrales o entregas de viviendas.
Compra de medios
Otra modalidad que se ha profundizado durante la gestión de Maduro, promoviendo un nuevo tipo de autocensura ha sido la compra de medios tradicionales por parte de grupos económicos alineados al Gobierno. Estos medios ahogados por leyes laborales, inspecciones y el control de cambio que les limita o impide la adquisición de divisas para la compra de papel y equipos para la renovación tecnológica, terminan siendo vendidos. Destacan los casos de Globovisión, la Cadena Capriles y algunos portales.
twitter: folivares10
Sostiene el experto colombiano que ello no es un fenómeno exclusivo del régimen que impera en Venezuela, sino que se ha ido implantando en Latinoamérica a partir del auge de modelos presidencialistas que han pretendido controlar el mercado de la opinión pública.
En última instancia, concluye, que sin libertad de expresión no hay democracia y ese es uno de los mayores peligros a los que se enfrentan en la actualidad sociedades sometidas por este tipo de sistemas hegemónicos.
Estos gobiernos son entes "hiper comunicadores" y han convertido en crimen el derecho a informar y opinar, en una suerte de "crimen de lesa majestad" donde la autoridad es intocable. Sostiene el periodista Rincón que en estos últimos tiempos, estos gobiernos han sido exitosos en la imposición de la agenda, haciendo que los medios vayan detrás de sus constantes alocuciones. De allí que -señala- hay que fortalecer la agenda de las comunidades, "el mundo de la gente" y no el de los presidentes.
El Gobierno de Hugo Chávez siempre tuvo muy claro este principio y desde los primeros años se propuso la llamada "hegemonía comunicacional" contemplado en los programas del partido y planes socialistas, profundizados ahora en el Plan Patria. Todo ello fue acompañado de un plan de creación de medios oficialistas, cierres de medios tradicionales, censura y ataques a los comunicadores.
Recordemos que en 2009 el Gobierno ordenó el cierre del circuito radial de CNB con gran penetración en los sectores populares junto a 32 emisoras en todo el país, que unido a la salida del aire de RCTV constituyó un fuerte golpe a la amplia población popular, para quienes su más importante medio de información eran la radio y en particular Radio Caracas Televisión, ya no solo a través de los noticieros sino de las telenovelas y programas humorísticos.
Cuatro fórmulas fueron aplicadas por el gobierno de Chávez para lograr tal hegemonía: Las leyes restrictivas, el cierre de medios, censura y auto censura y compra de medios a través de testaferros alineados al Gobierno. Ese avance de la guerra por el control de la información se ha hecho más profundo en el año que lleva Nicolás Maduro al frente del Gobierno.
Agresiones y hostigamiento
En el año 2013 se produjeron 289 violaciones al derecho a la libre expresión, de acuerdo al registro que lleva la organización de derechos humanos, Espacio Público. Esas violaciones contemplan: ataques a periodistas y medios de comunicación, censura, intimidación, hostigamiento judicial y verbal, amenazas, entre otras.
Es de destacar que cuando se producen situaciones de protesta como las ocurridas el 14 de abril de 2013, cuando fueron dados los resultados electorales y las denuncias de fraude, las violaciones aumentaron de 10 en el mes anterior a 45 casos en abril. Lo que indica que el Gobierno actúa contra la libre información con mayor ensañamiento cuando ocurren sucesos que son fuertemente reprimidos por las fuerzas públicas y colectivos civiles armados.
Describe el informe de EP, que se ha agredido físicamente y hostigado a periodistas que son constantemente descalificados e insultados por funcionarios públicos y presionados en función de su línea editorial si no se ubican a favor de la postura gubernamental.
A los reporteros gráficos y camarógrafos se les ha forzado a eliminar el material informativo, robado o destruido sus equipos.
Asimismo se terminó con la transmisión de programas de televisión y radio cuya característica común era la crítica política a la gestión de Gobierno.
Esta censura se aplicó también a páginas web que fueron bloqueadas desde la CANTV.
Dado el escape de la información, generada por infociudadanos a través de las redes sociales, a numerosas personas que protestan, activistas, o personas procesadas como el caso de la jueza María Lourdes Afiuni, se les prohíbe el uso de las redes sociales.
A través de "salas situacionales" o redes manejadas por grupos oficialistas, se hacen bases de datos que identifican a personas o blogueros, responsables de difundir imágenes e información que documentan violaciones a los derechos humanos o protestas contra el Gobierno. Luego son ubicados y en algunos casos detenidos y bloqueadas sus cuentas. Esa red no sólo ataca a quienes informan sino que se extiende a caricaturistas, humoristas, trabajadores del teatro etc.
Los principales victimarios contra la libertad de expresión son los funcionarios del Gobierno con 73% de los casos. Es de resaltar que durante 2013, 10% de estas violaciones las ejecutó directamente Nicolás Maduro.
Protestas y libre expresión
Durante los primeros cuatro meses de 2014 se registraron 325 violaciones a la libertad de expresión (EP). Esta cifra representa un incremento de 240% respecto al mismo período de 2013. Hay que destacar que ya en esto primeros cuatro meses van 36 casos más que todo el año 2013, es decir 112% más que todo el años 2013.
Las denuncias recopiladas por Espacio Público incluyen: 37 detenciones, 67 agresiones, 32 robos, 1 herido de bala y una persona fallecida, que fue el ingeniero Alejandro Márquez, golpeado por la GNB la noche del 19 de marzo, en Caracas, cuando grababa en su celular la represión del organismo militar en contra de los manifestantes.
El significativo de aumento de las violaciones a la libertad de expresión están relacionadas al auge de las manifestaciones que se registraron en el país desde el 4 de febrero cuando varios estudiantes de Táchira fueron reprimidos y detenidos al protestar contra la inseguridad. Estas manifestaciones se extendieron a partir del 12 de febrero cuando dos personas fueron asesinadas por funcionarios del Sebin durante una manifestación en Caracas. Solo en el mes de febrero se registraron 85 ataques a la libertad de expresión.
Las cadenas
Un elemento constante en el manejo de la agenda pública ha sido el uso excesivo de las cadenas. De acuerdo a los datos aportados por el Centro de Investigación de la Comunicación de la UCAB, entre 1999 y 2012 Hugo Chávez mantuvo un promedio de 23 minutos diarios en cadena nacional.
En 2013 Nicolás Maduro lo supera al promediar intervenciones por 28 minutos diarios.
A partir de las manifestaciones del 12 de febrero, el uso político de las cadenas aumentó significativamente. Entre el 12 y el 26 de febrero de 2014, Nicolás Maduro habló en un promedio de 112 minutos por día.
Cabe destacar que el uso de las cadenas incluso se ha dado por motivos de poca relevancia como graduaciones de médicos integrales o entregas de viviendas.
Compra de medios
Otra modalidad que se ha profundizado durante la gestión de Maduro, promoviendo un nuevo tipo de autocensura ha sido la compra de medios tradicionales por parte de grupos económicos alineados al Gobierno. Estos medios ahogados por leyes laborales, inspecciones y el control de cambio que les limita o impide la adquisición de divisas para la compra de papel y equipos para la renovación tecnológica, terminan siendo vendidos. Destacan los casos de Globovisión, la Cadena Capriles y algunos portales.
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