Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

martes, 2 de febrero de 2016

Así, cuando tu mente y tu cuerpo están en permanente alerta te cansas, te estresas y puedes ver en el rostro de gente decente la intención de atracarte, pero te descuidarás ante el adolescente de facciones angelicales, que de repente te apunta a la cabeza con un hierro automático de fabricación rusa. Ahí comprendes la magnitud (si sales ileso) del mal que te han inoculado, estando, como estás, atenazado por el miedo, el caos y la distorsión de la realidad.

Del mal que te han inoculado

ROBERTO GIUSTI |  EL UNIVERSAL
martes 2 de febrero de 2016  12:00 AM
Cuando los países enfrentan problemas básicos, vinculados a la sobrevivencia, es muy difícil pensar u obrar en otra cosa que no sea su urgente solución, un lugar común útil, sin embargo, para referirse a la tragedia que vive el país. Quiero decir con esto que si estás, como la inmensa mayoría de los venezolanos, en riesgo permanente de convertirte en una de las víctimas que pierden la vida cada media hora en hechos de violencia o debes de afrontar una cola sin fin para ver si te dan chance, primero de entrar al supermercado, segundo de encontrar lo que no sabes si tienen en existencia (generalmente lo mismo detrás de lo cual anda la multitud que te rodea) y tercero verificar que la plata no te alcanza para casi nada porque una latica de atún anda por las nubes,  pollo no hay , carne mucho menos y ni hablar de la leche, pues bien, si todo eso es así, será imposible que, agobiado por tanta desdicha, escasez y carestía , tengas la serenidad necesaria para interesarte en algo tan lejano y vano como los resultados de las elecciones primarias entre republicanos y demócratas de Estados Unidos, la muerte de dos ballenas en Alaska, el matrimonio gay en Guatemala o la expansión del agujero de ozono.

Así, cuando  tu mente y tu cuerpo están en permanente alerta te cansas, te estresas y puedes ver en el rostro de gente decente la intención de atracarte, pero te descuidarás ante el adolescente de facciones angelicales, que de repente te apunta a la cabeza con un hierro automático de fabricación rusa. Ahí comprendes la magnitud (si sales ileso) del mal que te han inoculado, estando, como estás, atenazado por el miedo, el caos y la distorsión de la realidad. Pero, peor aún, si andas en la búsqueda desesperada y estéril de un medicamento o, para  ponernos menos dramáticos, te ordenan hasta las veces en las que no debes usar la pasta de dientes o te estipulan el tiempo de tu baño diario con el  agua que no sale del grifo, ya no solo te deja de importar cuál es el campeón del béisbol profesional o el último libro, digamos, por ejemplo, de Pérez Reverte, que de todas maneras ya no llega a las librerías. Y eso es así porque vas comprendiendo cómo pretenden secuestrarte ya no solo la vida confortable y previsible, sino la vida misma (de la cual, en teoría, tienes el derecho de disponer como te venga en gana). En fin, toda una operación de sometimiento para robarnos la capacidad de pensar por nosotros mismos, el deseo de saber, la inquietud por ver más allá de las narices y convertirnos a la uniformidad y a la pasividad total. Algo, que, por lo visto el 6D estuvieron bien lejos de lograr.

@rgiustia

El dilema de Nelson Merentes tras el robo de su casa en Tanaguarena

Nelson Merentes | Foto: Referencial
Nelson Merentes | Foto: Referencial
Tal y como lo reseñó en su blog, el periodista de El Nacional, Javier Ignacio Mayorca, señaló que el presunto hurto del que fue objeto Merentes ha tenido desde el principio, varias interrogantes, una de ellas, es el porqué se ha negado a formalizar la denuncia de lo sucedido 
Desde que se conoció el supuesto robo del que fue víctima el presidente de Banco Central de Venezauela (BCV), Nelson Merentes, en una casa ubicada en el estado Vargas, las especulaciones sobre lo acontecido no se han hecho esperar.
Tal y como lo reseñó en su blog, el periodista de El Nacional, Javier Ignacio Mayorca, el presunto hurto del que fue objeto Merentes ha tenido desde el principio, varias interrogantes, una de ellas, es el porqué se ha negado a formalizar la denuncia de lo sucedido. Muchos afirman que se encuentra en una encrucijada, pues si lo hace tendrá que precisar datos de lo sustraído y si no lo hace, el delito quedará impune y podrá repetirse.
"Desde un principio, la información llegó cruzada y aderezada con datos de imaginario popular. Que los hampones se metieron en una casa de Naiguatá utilizada los fines de semana por el presidente del Banco Central de Venezuela; que la incursión en realidad fue en un apartamento de Tanaguarena; que fueron $300.000 en efectivo, mantenidos como especie de caja chica del funcionario; que la cantidad era 40.000 euros" dijo Mayorca.
Además del hermetismo que hay tras el caso, Mayorca sostuvo que el presidente del BCV a admitido en su entorno que ha sido víctima del hampa en dos ocasiones en la misma vivienda donde supuestamente ocurrió el hurto. No obstante, lo sustraído han sido prendas y electrodomésticos, nada de dólares o euros.
"Igualmente, a propósito del escándalo de las últimas semanas ha admitido la existencia de una relación “de varios años” con la joven modelo varguense y en general con su familia. No ha especificado el tipo de nexo, aunque sí ha aclarado que él no ha usado su dinero para financiar las cirugías estéticas de estas damas, cuyos resultados ya son públicos, notorios y comunicacionales". acotó.

No hay comentarios: