Capriles: A Chávez se le puede derrotar con hechos y corazón
Capriles es el político opositor más popular de Venezuela. (Foto Archivo)
Venezuela (AFP).- Henrique Capriles huye de la política convencional, las corbatas, los despachos y los largos discursos. Convertido en el líder opositor más popular de Venezuela, este gobernador cree que sólo recorriendo el país casa por casa se derrotará a Hugo Chávez en 2012.
Inmerso en las malolientes calles de tierra de una violenta barriada del estado Miranda, donde gobierna desde 2008, este político de 38 años se niega por ahora a comportarse como un candidato presidencial, pero muchos detractores del presidente Chávez ven en él al líder que necesitan con urgencia.
"No estoy obsesionado con una posición de poder. Mi popularidad es más bien un compromiso. Estoy dispuesto a estar a la altura de la responsabilidad que me toque y estaré listo y preparado para asumirla", estima, misterioso sobre sus intenciones políticas, en una entrevista con la AFP.
Cuando se convirtió en gobernador, Capriles era recibido a pedradas en esta zona de Cartanal, a unos 70 km de Caracas, una región tradicionalmente chavista, recuerda su equipo. Dos años y medio después, este político es acogido con fiesta por decenas de personas que lo llevan en casa por casa contándole sus problemas, sus proyectos y sus necesidades.
"Mi trabajo es hacer, no hablar. Tengo claro cual es el camino (...) Se puede derrotar a Chávez con corazón y haciendo política cuerpo a cuerpo. El país hay que recorrerlo así. Esta es la política que se necesita", asegura.
"Cuando la gente me dice que debo lanzarme a la presidencia es porque estamos construyendo un Estado donde se trabaja para todos. Yo no entro en una casa y pregunto de qué partido son", afirma, sudoroso y arrastrado por la multitud.
Según todas las encuestas, Capriles es el político opositor más popular de Venezuela. La oposición, tradicionalmente desunida, celebrará primarias para elegir un candidato único que haga frente a Chávez en las presidenciales de 2012, cuando el jefe de Estado, que goza de un fuerte apoyo tras 12 años de gobierno, aspira a un tercer mandato.
"En la oposición hay conciencia de la necesidad de una unidad electoral. Pero no hay una oposición, sino varias: hay quienes creen que nada ha cambiado en Venezuela y quienes creemos que este país se transformó y hay que empujarlo hacia el futuro", precisa. "Pero Venezuela necesita unirse para avanzar. La construcción de una nueva Venezuela pasa por incluir todas las visiones en un gobierno de unidad nacional", agrega.
Vivienda, educación, salud, empleo y lucha contra la inseguridad son los pilares de la gestión de Capriles, quien trabaja en una especie de frenesí los siete días de la semana.
"Como una especie de cura o misionero", bromea. Y en el Estado Miranda, donde los recursos financieros son escasos, hay poco lugar para la improvisación: Cada bolívar se presupuesta, cada proyecto que recibe un crédito es estudiado por expertos que acompañan a Capriles en sus desplazamientos.
"No creo en la política convencional. Mi trabajo es mi razón de vida pero yo me siento un servidor público que hace política de Estado, no politiquería. Esta es mi forma de demostrar al pueblo el compromiso que tengo como gobernador", explica.
"Yo voté dos veces por los chavistas pero Capriles es diferente. El viene aquí, anda con la gente. Así se consiguen los votos", dice Yoiker Vargas, un obrero de 40 años que ha pedido al gobernador un crédito para construir su casa.
"El es una esperanza. A otros nunca les vimos la cara por aquí. Y es terrible verse abandonados", corrobora Carmen García, una anciana de la barriada.
Con una carrera fulgurante que le hizo ser presidente de la Cámara de Diputados, alcalde y ahora gobernador, Capriles asegura que el proyecto político para Venezuela debe ser una "democracia con un profundo contenido social".
"Chávez se comporta como el jefe de un partido no como un jefe de Estado. Pasó de un proyecto colectivo con mensaje social a un proyecto personalista, faraónico y mesiánico", resume.
"Pero creo que Venezuela está en camino de abrir un nuevo ciclo. El próximo presidente debe ser un nuevo liderazgo y su primera tarea debe ser unir de nuevo a este país que Chávez ha dividido permanentemente", concluye.
El mismo corazón de los estudiantes
Y el mártir olvidado: Franklin Brito
Rafael García Marvez || Pórtico
Los estudiantes vencieron montados en el ring
Indudablemente que la actitud de los estudiantes que se mantuvieron en huelga de hambre durante casi cuatro semanas es un hecho de una extraordinaria significación política.
Es conocido de sobra que estos jóvenes le propinaron al gobierno nacional en menos de tres meses tres derrotas consecutivas: por una parte la Ley de Universidades, luego la libertad de un grupo de detenidos políticos y por último esta semana que pasó lograron importantes reivindicaciones de orden financieras para el mejor funcionamiento académico de estas casas de estudios y salarios más justos para los profesores y trabajadores.
Ahora, no tiene cabida en ningún análisis que se haga sobre este hecho que se diga que esas victorias fueron como consecuencias de que el gobierno quiere vender la idea hacia adentro y hacia fuera de que es un gobierno democrático y por tanto accedió a las solicitudes que se le hacía.
Nada más lejos de la verdad. Sencillamente los estudiantes se mantuvieron firmes en el ring, digámoslo así, peleando por sus ideales y el gobierno autoritario no le quedó más camino que acceder ante unas peticiones justas exigidas con mucho ímpetu.
Marciano, político chavista de vieja data que escribe con ese seudónimo, ex vicepresidente de la República, viejo columnista, avispado analista del tema político, mantenía la semana pasada que el gobierno no podía permitir que cuatro pelagatos le agarren las nalgas, para apuntarlo textualmente, porque según él esto significaría una profunda debilidad del gobierno que le traería nefastas consecuencias en el futuro.
Y eso es cierto. Pero el hecho es que el gobierno no tiene como soportar esas presiones a pesar de los 100 dólares por barril petrolero porque hace rato perdió la credibilidad del pueblo y eso es letal para un mandatario.
No dispondrá tampoco de los recursos para cubrir las exigencias ni la prodigalidad voraz de los funcionarios del gobierno chavista. Es innegable que día a día viene perdiendo músculo, su respaldo popular está en abierta decadencia, ya no es el mismo de años atrás y es natural entonces que estas debilidades sean fatales, indistintamente de que cumpla o no, por ejemplo, con el acuerdo que firmó con los estudiantes la madrugada del sábado.
También podemos sacar como conclusión de esa huelga de hambre que el aparato comunicacional y las presiones del gobierno son perfectamente superables si en la pelea no se claudica, si hay firmeza y decisión.
Allí quedó demostrado asimismo que todas las cadenas comunicacionales, las amenazas del Presidente y sus ministros se estrellaron contra una firme voluntad de lucha. No funcionó la estrategia del miedo y como desenlace de todo esto al chavismo les será de muy poca utilidad lo que antes le reportaba incuestionables gracias.
De manera que más allá de los beneficios muy merecidos para la casas de estudios superiores, más allá de todo eso, allí hay un elemento político donde el gobierno salió muy mal parado y que le augura a partir de ahora un terrible calvario.
Lo más importante que tenemos los venezolanos por delante, la labor titánica, el objetivo más sublime y de mayor trascendencia en estos momentos, es que nos debatimos entre un gobierno que quiere imponernos a rajatabla un régimen comunista a la cubana y por otra parte una sociedad democrática que lucha y se resiste que ello no sea posible. No hay ningún hecho para los venezolanos más importante que ese.
Las elecciones presidenciales de 2012 es un acto superior donde los estudiantes, los jóvenes, representan tanto cuantitativa como cualitativamente un factor que será fundamental para obtener la victoria el próximo año. Desde ya las encuestas que se han publicado registran que 70% de ellos se anotan y esperan un cambio de gobierno.
Por cierto, en su momento debe iniciarse una campaña de concienciación para que los nuevos votantes se inscriban en el Registro Electoral y posteriormente llevar a cabo una cruzada para que asistan a votar.
Los estudiantes tienen esa otra batalla por delante y nadie mejor que ellos para ser escuchados por sus coetáneos. Para que esa masa de nuevos votantes que se cuentan en cientos de miles se inserte en este trabajo de rescate de la dignidad y la libertad en una contienda maniquea que está planteada entre comunismo y democracia, repito.
Para rematar esta nota debo apuntar que esta no es una lucha sólo de una clase en particular. Aquí todos tenemos que dar nuestro aporte, hay que abrirse hacia el resto de compatriotas y organizaciones sociales que nunca antes estuvieron de este otro lado y que por muchos años se identificaron con un proyecto que finalmente los defraudó, a ellos hay que incorporarlos, integrarlos.
Los partidos políticos hay que considerarlos, mejor dicho, son fundamentales en esta gran empresa por el rescate del país y nadie pude desconocerle el titánico trabajo, el extraordinario esfuerzo que están llevando a cabo para que regrese la civilidad y el progreso por el que claman millones de venezolanos.
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