El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)
jueves, 31 de marzo de 2011
Espiritualidad y política.
jueves 31 de marzo de 2011
Mercurio retrógrado hasta el
23 de abril (actualizado)
Por Susana Colucci
miércoles 30 de marzo de 2011
Este 30/03 en su día, Mercurio empezó a verse retrógrado. Sus anuncios advierten que desde aquí hasta el 23 de abril mejor ser cuidadosos con las comunicaciones, firmas, compra-venta, documentos, traslados o actividades comerciales especialmente si asociadas con vehículos, armas, discusiones, golpes, caídas, motivación, fuego, objetos cortantes, lo que es caliente, deportes (de velocidad, defensa personal o impacto), rojo o picante porque las acciones que se lleven a cabo tienen mas probabilidad que otras veces de salir al revés de lo que esperas, generar devoluciones o retroceder si ya habían avanzado. Como todo tiene dos lados si te deben algo al respecto, cuidando las forma en que lo dices podrás pedir que te lo devuelvan. Dice la tradiciónastrológicaque con Mercurio retrógrado hay que cuidarse de ataques de piratas y que estos 24 días serán ideales para adentrarse dentro de uno mismo y meditar sobre el silencio interior, emprendiendo la búsqueda del Alma tal como lo hizo Hércules en su oportunidad. También sobre la forma en que quieres verte, como encontrar el factor activador de lo que te falta por hacer, que tesoros podrás empezar a buscar y lo que quieres iniciar. Tal como están las cosas, con este Mercurio retro se incrementa la probabilidad de ocurrencia de sismos, noticias que hablan de violencia o de guerra, hurtos especialmente a mano armada, crímenes, accidentes de tránsito y la tendencia a ser soeces, a irse a las manos o a ser agresivos al hablar o torpes al manipular objetos, así que será mejor no realizar acciones que puedan provocar en otros lo anunciado y estar pendientes nosotros de nuestros actos y de tragar cuatro veces antes de hablar, no solo porque la agresividad y la grosería no llevan a ninguna parte sino porque con ella contribuimos a formar cúmulos de energía negativa.
Namaste susana colucci Espiritualidad y PolíticaCristóbal Cervantes
31/03/11
El Castillo de Naipes del Norte de África y
Oriente Medio, por Juan Trigo
Mucho se está escribiendo y televisualizando
hoy sobre las
revueltas en los países árabes.
Recomiendo especialmente,
y ahora con más razón que nunca,
sintonizar Al-Jazeera. Y
aunque la historia, esa gran mentirosa
que escriben los
vencedores, es machacona al insistir
que las revoluciones las
termina un dictador, Napoleón, Stalin,
Khomeini, etc., y que
se comen a sus hijos, Marat, Danton,
Trotsky, Zinoviev,
Gobsadegh, etc., hay que hacerlas.
No hay más remedio,
porque, aunque se trate de una película
que acaba mal (
sin olvidar lo que dijo no hace mucho
Gabriel García Márquez,
de que la mayoría de lo que vemos
por la pantalla no existe)
lo que la película de las revoluciones
oculta, no por mala intención
sino por pereza, como la de Paris Mayo
del 68, la Primavera de
Praga, etc., es el estallido de libertad en
los corazones de la
gente que toma la calle.
Para mí, que he pisado tantas veces la
Avenue Bourguiba, la
plaza Tahrir, la explanada de los Omeidas,
etc., fue un
estallido de emoción ver por la televisión
(con permiso de
García Márquez) los rostros enfervorizados
de la gente
convertirse, de sufridos héroes luchando
en silencio por
llegar al final del día, en titanes capaces
de cambiar el
mundo. Ese momento es impagable,
ese momento en que
tu corazón estalla y estás convencido
de que es posible,
cambiar el mundo es posible, y su
magia es tal que a estas
alturas de la película – quiero decir,
con tanta historia a
cuestas – aún creo que es posible.
Naturalmente primero
hay que cambiar la vibración de
nuestros corazones, por
aquello de que la fe mueve montañas,
y es absolutamente
real. Pero hay que hacerlo cortándole el
paso a toda tentación
de ponerse una venda en los ojos, es decir,
tomándole el pulso
a la realidad descarnada de deseos,
promesas y falsas expectativas,
porque lo que queremos es ganar,
no distraernos.
Emociones a parte, pero sin apartarlas del
todo porque es
lo mejor que tenemos, se da en estas
revoluciones del mundo
árabe un fenómeno distinto: “
¿Son compatibles el Islam y la
democracia” (tema de un debate que vi
hasta el final en
Aljazeera), quiero decir, ¿serán capaces
estas revoluciones
de crear estados con la separación de
poderes iglesia-estado?
Es decir, una vez muerto el dictador y que
la gente se vea libre
para andar por sí misma, ¿ocurrirá la
misma paradoja de la
segunda mitad del Siglo XX hasta nuestros
días sintetizada
en la obra del ex secretario general del
partido Comunista
Francés, Roger Garaudi, “Dios a
Muerto” (aunque años más
tarde él mismo se convirtiera al islam
pre-khomeiniano), por
la cual a la gente te coge el terror a
la libertad (lean “El Miedo
a la libertad” de Erich Fromm”) y corre a
refugiarse bajo
las tenazas de cualquier otra forma de
alienación; otra vez la
religión, las sectas, el dogma marxista-leninista,
etc.? Con lo
cual no hemos ganado nada, substituimos al
dictador por otras
corrupciones con fachada de parlamento
democrático. Tal vez
por eso el príncipe Kropotkin adjetivara
sus últimos escritos
anarcosindicalistas como “la revolución
es permanente”.
En ese debate en Al-Jazeera oí decir a uno
de los contertulios,
próximo a los Hermanos Musulmanes, que
el Islam no tiene
nada que ver con la democracia, y que ésta
es un engendro de
la sociedad occidental malsana. Ya empezamos.
Si alguna cosa
buena tiene la democracia es que cada
uno puede acudir al
dios que quiera, o bien a ninguno.
La clave de estas revoluciones dentro de
mundo islámico la
tienen los “niños de Internet”, los modernos
centauros hombre-máquina,
como leí hace pocos día que los definía una
famosa pedagoga que
siento no acordarme de su nombre, porque
en la red los dogmatismos
religiosos se esfuman como un vertido de
petróleo en el mar.
Aunque tengamos que recordar que si ese
vertido ha ocurrido
cerca de la costa hay que luchar con todas
nuestras fuerzas para
desviarlo de la playa, ya que siempre quedaran
restos de intolerancia
sobre las rocas de la Costa da Morte.
Aunque lo más difícil de digerir es que esos
países árabes no
solamente tienen en común la presencia
abrumadora del Islam,
sino que jamás fueron una democracia,
y por lo tanto no saben
lo precioso pero también extremadamente
costoso que resulta
desarrollar las libertades individuales en un
mundo complejo.
¿Recuerdan el famoso “desencanto” de los
años siguientes a la
transición española? ¿Sí, verdad? Ese virus
filtrante que atacó
a los párvulos impacientes y que tuvo grotescas
formas como
aquello de que “Con Franco vivíamos mejor”.
¿Quién se acuerda ahora de tales infantilismos?
Y es que la adultez
tiene un largo recorrido, la libertad y
autodeterminación
personal
es una responsabilidad y a la vez placer
absolutamente intransferible.
En otras palabras, desearíamos no augurar l
os peligrosos precipicios
por los que han de transitar los recién nacidos,
Egipto y Túnez,
como aquellas huelgas de camioneros que
hicieron caer al gobierno
socialista de Salvador Allende, que en Egipto
pueden tener la forma
de huelgas de empleados de turismo, tercera
fuente de ingresos del
país, o plantes sindicales de todo tipo, inspirados
en la obvia falsedad
de que en dos días se arregla la economía del país
y ya se pueden
exigir aumentos salariales disparatados. En fin
ese tipo de presiones
ejercidas desde la reacción o de los grupos que,
cual nuevos 18
Brumarios de Napoleón Bonaparte, pretenden
hacerse con el país
a golpe de pancarta reivindicativa por derechos
sociales que no
disfrutan ni los alemanes.
Desde luego ni Egipto ni Túnez son Irak o
Afganistán, desde luego,
pero si España tampoco lo era en 1976 y pasamos
toda una década
sobre la cuerda floja, hay que ponerse a rezar a
dioses imposibles
para que hombres de buena fe se pongan al lado
de los internautas,
estudiantes e intelectuales, y vayan entiendo
que la democracia es
tan frágil y evanescente como la libertad;
y por tanto hay que
entenderla bien. Las libertades civiles son
un arma de dos filos
para los sedientos de poder, hábiles en vender
atajos e ilusorios
paraísos y que logran dar por real aquello que
los Queen cantaban
hace dos décadas: “Lo quiero todo y lo quiero
ahora”. Letal candidez.
Y en los escenarios que nos ocupan hemos
de contar además con
la masa crítica típica del oriente profundo,
cuya educación básica
en los medios rurales y no tan rurales no ha
salido jamás de un
entorno oscurantista de dogmas ancestrales
indiscutidas, verdades
cristalizadas y normas medievales que no
resistirían un mínimo
análisis tangencial, pero que esas masas creen
como dictados de
fe de su dios, por más que Allah es, por definición
coránica, el mismo
que el de los cristianos y judíos, aunque desde
luego no lo parezca.
Y es que en todas estas cuestiones, desde
Teherán a Alabama pasando
por Aswan o por Kairouan, el fundamentalismo
religioso no entiende
de lógicas humanistas, ni de autoestimas, ni
desarrollos personales,
ni de gran parte de los postulados de la Declaración
Universal de los
Derechos Humanos, por más que sus gobiernos
los hayan firmado.
Nunca soy pesimista, peco de lo contrario,
de visionario soñador
en mundos capaces de ser cambiados por la
voluntad individual,
pero lo de los países árabes pinta complicado
e incierto, i el
efecto contagio puede extenderse
indefinidamente, porque
los vientos del cambio son muy
fuertes.
Juan Trigo es ingeniero industrial con
el grado de doctor y se
dedica profesionalmente desde hace más
de 30 años al comercio
de productos españoles en países de Oriente
Próximo. Empezó a
estudiar astrología a los 15 años, ha publicado
manuales técnicos
de astrología, es presidente de la Sociedad
Española de Astrología.
Su afición es la literatura, ha publicado
cuatro novelas de temas
iniciáticos. Entró en contacto con el sufismo
en 1980 por medio
de la literatura del género y grupos de
trabajo dirigidos por
Idries Shah. Actualmente es discípulo de
la Orden Oveyssi
que tiene su "Hanegha" cerca de Barcelona.
Libros publicados: "Desierto de Niebla y Cenizas" ,
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