EL DRAMA CONTADO DESDE ADENTRO DE FUKUSHIMA
"Si estamos en el infierno, sólo podemos escalar hacia el cielo"
Un empleado de Tepco envió una serie de mails en los que relata cómo pasan los días en la planta. Habla de agotamiento "físico y mental" de los trabajadores y culpa a la empresa del desastre.
Una serie de mails enviados por un empleado de la planta nuclear de Fukushima muestran la dramática situación que viven día a día los hombres que trabajan para contener la crisis radiactiva en Japón. Allí asegura él y sus compañeros están al "límite físico y mental" y culpa a la empresa Tokio Electric Power Co. (Tepco) por el desastre que ya toca las tierras de Inglaterra y Estados Unidos.
Los correos del operario de la empresa fueron publicados este miércoles por el diario The Wall Street Journal.
Ya mediáticamente conocidos como "los héroes de Fukushima", los trabajadores de la empresa, encargada de la gestión de la central nuclear, trabajan sin descanso para enfriar los reactores de la planta y evitar una catástrofe nuclear en Japón.
Los correos electrónicos publicados por el diario son entre un trabajador de la compañía que se encuentra en la central y un compañero de la sede general en Tokio. Y permiten hacerse una idea de cómo la tragedia minó la moral de los operarios que intentan controlar la situación.
También los problemas a los que se enfrentan los trabajadores que operan desde la sede, radicalmente distintos a la tragedia del interior: "Hay mucha gente luchando bajo circunstancias extremas en las plantas nucleares", se lee en los correos.
El operario de Fukushima agradeció el apoyo de sus compañeros y explicó que lo único que quiere es que los ciudadanos entiendan que "hay mucha gente luchando bajo circunstancias extremas en las plantas nucleares", agregó que "no hay tiempo que perder llorando, llorar es inútil" y remató: "Si estamos en el infierno, lo único que podemos hacer es escalar hacia el cielo".
Además, recordó que los empleados también son víctimas: el pueblo del operario desaparecó y ni siquiera sabe donde está su familia, pero tuvo que quedarse en la central desde el terremoto y trabajar. En los mails explicó también que los trabajadores de la segunda planta están pasando por "un momento duro" y reveló que el escenario parece "una zona de guerra". Finalizó diciendo: "Todos los empleados están trabajando al límite, físico y mental".
En sus correos, el empleado no dudó en culpar a la empresa Tepco de la radiación de la zona: "El terremoto es un desastre natural. Pero Tepco debería ser culpada por la emisión de materiales radiactivos procedentes de las plantas nucleares". Y convencido dijo "El sentimiento que predomina en el fuero interno es que incluso el terremoto ocurrió por culpa de Tepco".
Su compañero del exterior, le pidieron que resista, y le recordaron que todo el país respeta y reza por los que tratan de controlar la situación en la central. "Te pido que resistas", y añade: "Es poco lo que puedo hacer por ti. Pero cuando llegue el momento, nos encargaremos de protegeros a todos".
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