ANDREA SANTOLAYA, FOTÓGRAFA ESPAÑOLA
Historias detrás de un click
"Para poder realizar un proyecto, siempre he necesitado una implicación personal"
 |
La artista muestra 56 fotografías en la muestra "Y cuando abrí los ojos, ya estaban allí", en la Galería Freites de Las Mercedes OSWER DÍAZ MIRELES
DUBRASKA FALCÓN , ANDREA SANTOLAYA , FOTÓGRAFA ESPAÑOLA | EL UNIVERSAL
sábado 12 de mayo de 2012 12:00 AM
Andrea Santolaya (Madrid, 1982) dice ser incapaz de retratar a alguien del que no conozca, por lo menos, cómo se llama y qué hace. La fotógrafa española asegura ser una profesional de la cámara a quien le gusta involucrarse cuando trabaja y contar historias a través de sus imágenes.
Y los hechos lo demuestran. Por ejemplo: para capturar a los boxeadores del gimnasio Gleason's de New York convivió, primero, seis meses con ellos. ¡Hasta se entrenó como boxeadora! Y solo cuando consiguió la complicidad entre los deportistas, sacó su cámara e hizo click.
"Para poder realizar un proyecto, siempre he necesitado una implicación personal. Siempre me involucro. En la fotografía se nota cuando alguien se involucra con su entorno. Cuando yo siento que tengo complicidad es cuando empiezo a trabajar. Claro, al principio tomo algunas imágenes. Pero casi siempre van a la basura. No sale nada interesante. Por ejemplo, los primeros seis meses en boxeo no salía nada (risas). En el momento en el que empecé a entrenar, eso se quebró. Soy incapaz de retratar a alguien si no se cómo se llama, quién es, qué hace, o si no saben qué hago yo y por qué lo quiero hacer. Hay una conversación previa, digamos una necesidad de estar ahí", cuenta.
Esas historias que narra Andrea Santolaya, cuyo abuelos, por cierto, son venezolanos, serán vistas por primera vez en Venezuela en la exposición Y cuando abrí los ojos, ya estaban allí, que inaugura mañana en la Galería Freites de Las Mercedes.
Ahí muestra 52 imágenes, algunas de más de metro y medio de altura. Para la muestra seleccionó sus últimos tres proyectos: Prelude, Manolo Valdés. Esculturas en Nueva York y Around. "Es necesario contar una historia. Y a mí eso es lo que más me cuesta. Componer en una fotografía te sale solo, te lo pide el ojo. Pero crear un proyecto y una historia, no. Yo lo paso fatal, os confieso. Cada vez que termino digo: '¡No más!'", apunta entre risas.
El último proyecto que realizó tuvo como escenario el Teatro Mikhaylovsk, en San Petersburgo, Rusia. Ahí Andrea Santolaya retrató el antes y el después de los bailarines que salían a escena. "Es una serie inédita", se adelanta a comentar acerca de las 26 imágenes de Prelude.
"Me baso en su vida cotidiana: sus familias, hijos, casas. Todo lo que tenía que ver con el ballet, la danza y la escenografía lo he dejado de lado, porque eso ya lo conocemos, y tampoco voy a aportar ninguna novedad o un punto de vida distinto. Me he basado más en lo que está detrás de los escenarios. Son retratos de ellos en primer plano. Solamente sus caras maquilladas, con sus personajes de principios de siglo. Aquí hay seis retratos principales como pilares de la exposición. El resto son imágenes para situar al espectador", aclara.
La segunda serie se centra en la convivencia que tuvo Nueva York durante nueve meses con las esculturas del español Manolo Valdés. A Andrea Santolaya le interesaba la interacción que tenían las obras, ubicadas en la calle Broadway, con la ciudad. De ahí surgieron 20 imágenes que expone. "La cultura mira, observa e interacciona. En un momento nos centramos no en tomar una foto de la escultura sino en capturar la interacción de ella con la ciudad. Era muy interesante ver cómo la gente la interpretaba. Incluso, juraban que las piezas estaban hechas con los restos de las Torres Gemelas!", dice.
La última serie, Around, reúne 12 imágenes de boxeadores. "Se muestran con todo su aparato de boxeo: guantes, medias y zapatos, pero en ningún momento se retrata al boxeador de manera clásica", dice la artista, que al final convivió dos años con los boxeadores del gimnasio Gleason's de New York.
Y los hechos lo demuestran. Por ejemplo: para capturar a los boxeadores del gimnasio Gleason's de New York convivió, primero, seis meses con ellos. ¡Hasta se entrenó como boxeadora! Y solo cuando consiguió la complicidad entre los deportistas, sacó su cámara e hizo click.
"Para poder realizar un proyecto, siempre he necesitado una implicación personal. Siempre me involucro. En la fotografía se nota cuando alguien se involucra con su entorno. Cuando yo siento que tengo complicidad es cuando empiezo a trabajar. Claro, al principio tomo algunas imágenes. Pero casi siempre van a la basura. No sale nada interesante. Por ejemplo, los primeros seis meses en boxeo no salía nada (risas). En el momento en el que empecé a entrenar, eso se quebró. Soy incapaz de retratar a alguien si no se cómo se llama, quién es, qué hace, o si no saben qué hago yo y por qué lo quiero hacer. Hay una conversación previa, digamos una necesidad de estar ahí", cuenta.
Esas historias que narra Andrea Santolaya, cuyo abuelos, por cierto, son venezolanos, serán vistas por primera vez en Venezuela en la exposición Y cuando abrí los ojos, ya estaban allí, que inaugura mañana en la Galería Freites de Las Mercedes.
Ahí muestra 52 imágenes, algunas de más de metro y medio de altura. Para la muestra seleccionó sus últimos tres proyectos: Prelude, Manolo Valdés. Esculturas en Nueva York y Around. "Es necesario contar una historia. Y a mí eso es lo que más me cuesta. Componer en una fotografía te sale solo, te lo pide el ojo. Pero crear un proyecto y una historia, no. Yo lo paso fatal, os confieso. Cada vez que termino digo: '¡No más!'", apunta entre risas.
El último proyecto que realizó tuvo como escenario el Teatro Mikhaylovsk, en San Petersburgo, Rusia. Ahí Andrea Santolaya retrató el antes y el después de los bailarines que salían a escena. "Es una serie inédita", se adelanta a comentar acerca de las 26 imágenes de Prelude.
"Me baso en su vida cotidiana: sus familias, hijos, casas. Todo lo que tenía que ver con el ballet, la danza y la escenografía lo he dejado de lado, porque eso ya lo conocemos, y tampoco voy a aportar ninguna novedad o un punto de vida distinto. Me he basado más en lo que está detrás de los escenarios. Son retratos de ellos en primer plano. Solamente sus caras maquilladas, con sus personajes de principios de siglo. Aquí hay seis retratos principales como pilares de la exposición. El resto son imágenes para situar al espectador", aclara.
La segunda serie se centra en la convivencia que tuvo Nueva York durante nueve meses con las esculturas del español Manolo Valdés. A Andrea Santolaya le interesaba la interacción que tenían las obras, ubicadas en la calle Broadway, con la ciudad. De ahí surgieron 20 imágenes que expone. "La cultura mira, observa e interacciona. En un momento nos centramos no en tomar una foto de la escultura sino en capturar la interacción de ella con la ciudad. Era muy interesante ver cómo la gente la interpretaba. Incluso, juraban que las piezas estaban hechas con los restos de las Torres Gemelas!", dice.
La última serie, Around, reúne 12 imágenes de boxeadores. "Se muestran con todo su aparato de boxeo: guantes, medias y zapatos, pero en ningún momento se retrata al boxeador de manera clásica", dice la artista, que al final convivió dos años con los boxeadores del gimnasio Gleason's de New York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario