Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

lunes, 7 de mayo de 2012

"Decidí trabajar con la 'Carta de Jamaica' porque me ofrecía una dualidad (...) de la incomprensión entre discurso y audiencia"


ENTREVISTA ALEXANDER APÓSTOL, ARTISTA PLÁSTICO

"La historia urbana explica lo que somos"

"Caracas se reinventa de forma acelerada y apoteósica, pero también rimbombante" "Decidí trabajar con la 'Carta de Jamaica' porque me ofrecía una dualidad (...) de la incomprensión entre discurso y audiencia"

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El artista expone desde ayer "Yamaikaleter" en Faría+Fábregas Galería. Son dos series fotográficas y un video CORTESÍA ALEXANDER APÓSTOL
DUBRASKA FALCÓN , ALEXANDER APÓSTOL , ARTISTA PLÁSTICO |  EL UNIVERSAL
lunes 7 de mayo de 2012  12:00 AM
Una improvisada oficina municipal de Caracas fue el escenario que escogió Alexander Apóstol (Venezuela, 1969) para reunir a un grupo de dirigentes populares de diversas tendencias políticas. Ahí les entregó la Carta de Jamaicaque Simón Bolívar escribió en 1815 explicando las razones de la pérdida de la Segunda República. Cada uno debía leer frente a una cámara la misiva que el Libertador le enviaba a Henry Cullen. Pero el documento fue redactado en inglés, y ninguno de los involucrados sabía cómo leerla. 

El resultados fue un balbuceo de palabras que creó un video en 16 milímetros de 21 minutos de duración. Esta obra la exhibe por primera vez en Venezuela en la exposición Yamaikaleter, que inauguró ayer en Faría+Fábregas Galería, en la Urbanización Chuao. La muestra además incluye también dos series fotográficas:Yamaikaleter (2009) y Residente Pulido. Invasión (2009). 

"Mi proyecto consiste en un film 16 milímetros de la lectura íntegra de la carta realizada por dirigentes comunales de Caracas. Estos son dirigentes populares con orígenes y formación políticas divergentes, pero que coinciden en las labores sociales y en su interés por la historia y la figura de (Simón) Bolívar. El texto habla sobre aspectos fundacionales de la política venezolana desde entonces hasta temas que apuntan a diversos aspectos, entre ellos el de la inclusión social. Los dirigentes que participaron no hablan inglés, por tanto la lectura del texto original es inentendible tanto para ellos como para el espectador. Todos estamos excluidos del texto y por tanto de las ideas allí expresadas. Solo nos quedamos con la parafernalia verborreica (sic) y carismática que cada uno de ellos le impregna a su lectura como discurso", asegura vía correo electrónico desde Madrid Alexander Apóstol. 

-¿Qué es Yamaikaleter? 

-No es más que el sonido de Jamaica Letter, pero escrito como suena y jugando además con la nomenclatura autóctona e indígena. Por otro lado, es un guiño a la larga lista de nombres femeninos venezolanos que comienzan por Y. 

-¿Por qué tomar la "Carta de Jamaica" que escribió Simón Bolívar en 1815 para realizar la obra "Yamaikaleter"? 

-Este proyecto surgió hace tres años. Fui invitado por el Instituto Goethe para una exhibición itinerante que giraba en torno a los bicentenarios independentistas latinoamericanos. Esta exposición se mostró en la última Bienal de Venecia dentro del pabellón Latinoamericano. Decidí trabajar con la Carta de Jamaica porque me ofrecía una dualidad que aproveché como metáfora de la incomprensión entre discurso y audiencia. Ese documento fue escrito por Bolívar en inglés y a partir de ello creo mi acción. 

-Incluye en la exposición el tema de la decadencia con la serie "Residente Pulido. Invasión". Al parecer no era un trabajo de denuncia, sino un trabajo que fórmula preguntas... 

-Residente Pulido. Invasión es el tercer trabajo de la serie Residente Pulido que trata sobre la relación que tenemos con la modernidad vista desde el desfase que ésta tiene con la sociedad actual. Son cinco edificios residenciales modernos e invadidos que han sido transformados en su arquitectura, dinámica y función. Pero además está resignificando su entorno inmediato y su función en el contexto de la ciudad. La pieza también resignifica lo fotografiado al mostrarla en un formato íntimo y cálido. En principio me interesaba la relación tú a tú que uno puede establecer con el edificio. En la primera serie tenían nombres de casas de porcelana. Por eso la palabra "Pulido". 

-¿Cómo surge su interés por los temas ideológicos venezolanos? Sobre todo porque en sus trabajos mira desde afuera detalles que los artistas que viven en Venezuela no ven o no quieren tocar... 

-Efectivamente mi trabajo actual, y desde hace algún tiempo, está asentado sobre aspectos históricos, sociales y políticos, pero que necesariamente no coinciden con temas ideológicos. Para ello me valgo principalmente de la Historia de la Arquitectura y del Arte que, a mi parecer, reflejan la capacidad que tiene una sociedad de reinventarse y definirse. El hecho de vivir afuera y en una sociedad como la española, que continuamente se cuestionan por un lado, y se evade por el otro, me permite explorar a través de distintas perspectivas ciertos puntos o referentes de mi propio espacio e historia. 

-Ha tocado esos temas de forma sarcástica y a través de la parodia. ¿Son rasgos de su obra? 

-Hay rasgos inevitables cuando uno habla. Si uno se esmera, puede controlar su dicción o escoger o no ciertas palabras o modismos. Pero la esencia de tu visión y pensamiento difícilmente lo puedes disfrazar. A través de la ironía, el humor y la parodia termino enfocando no solo muchos de mis trabajos sino incluso aspectos de mi vida personal. 

-¿Por qué mira la modernidad como un proyecto utópico de América Latina? 

-La modernidad no solo creó edificios y avenidas, sino una línea de pensamiento, y por tanto de política en las ciudades y países donde tuvo mayor presencia. Caracas se reinventa de forma acelerada y apoteósica pero también rimbombante. 

-¿Cree que Venezuela se quedó estancada en la modernidad de los 50? 

-Depende de lo que signifique estar estancado. Creo que la historia urbana venezolana, donde Caracas es protagonista, nos explica fuertemente lo que en el fondo somos. A la larga, como en el lenguaje, las formas no pueden esconder los contenidos. Tengo una pieza que habla sobre esa dualidad, Los 4 Jinetes (no está en la muestra). Lo que ahora vemos así somos. 

-¿Cómo se siente al tomar como centro de su trabajo la decadencia política que vive Venezuela? 

-Estamos viviendo un período de desencanto político en muchas latitudes: Europa y Estados Unidos no están viviendo sus mejores días, y países vigorosos como China o los países árabes no tienen la mejor cara. Para muchos, aquí y sobre todo allá, lo que se está viviendo en Venezuela es un renacer o una tercera vía. Para mí es un depositario de intenciones, devenida en una ansiosa Yamaikaleteraceitada con mucho dinero. 

-¿Le va bien eso de "una de promesas del arte contemporáneo venezolano"? 

-¿Quién prometió qué? 

-Con la reinterpretación que hace de Centeno Vallenilla busca desmitificar las figuras del orgullo nacional. ¿Por qué esa perspectiva? 

-Ensayando la Postura Nacional trata sobre la relación que tenemos, desde la orilla perezjimenista hasta el proyecto chavista, con nuestra historia y la obsesión con los héroes patrios pasando por el componente racial y social. Me interesa señalar que nuestro devenir político está más enraizado a nuestras propias debilidades emocionales, religiosas, culturales e históricas que a factores razonados o ideológicos. Eso lo vemos ahora, pero de alguna manera ha estado siempre presente. Trabajé con el imaginario del pintor oficial de Pérez Jiménez, Centeno Vallenilla. Fue un trabajo ambicioso y extenso, filmado en cine y fotografía. Lamentablemente, no sé cuándo podré mostrar ese trabajo en Venezuela.

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