Ángel Sánchez se apropia del color de Patricia van Dalen
El nacional 12-May de 2012Carmen Victoria Méndez
El diseñador presentó la colección Concepto, inspirada en una obra que la artista hizo con teipes en tonos neón
El alemán Joseph Beuys decía que cada acto es una obra de arte. Incluso levantarse en la mañana y ponerse algo tan sencillo como una franela y un jean, añadiría Ángel Sánchez a la frase del fallecido creador. El diseñador de moda se inspiró hace unos años en el movimiento cinético para crear su ropa y el jueves presentó la colección Concepto 2012, en la que reinterpreta el color de las piezas de Patricia van Dalen.
Sánchez, residenciado en Nueva York, asegura, minutos antes de que comience el show room en su corner de la tienda Beco Millenium, que el arte venezolano es una de las referencias de su educación creativa.
"Desde que era adolescente veo la obra de Jesús Soto, de Alejandro Otero, de Carlos Cruz-Diez.
Es parte de mi memoria visual y lo he aplicado de alguna u otra manera en mis diseños. En esta ocasión ha sido un privilegio trabajar con un artista vivo (de los cinéticos sólo sobrevive Cruz-Diez), que tiene una obra en proceso. Me identifico con el trabajo de Patricia van Dalen. Creo que esta colección es una bonita comunión entre arte y moda".
La idea surgió de la instalación Fragmented Light, que llevó a Van Dalen a intervenir las escaleras del edificio de la Biblioteca Virtual de la Universidad de Georgia, Estados Unidos, con teipes de colores.
Había presentado una obra similar en la Sala TAC del Trasnocho Cultural, en la muestra Color fragmentado, y en el cafetín de la Universidad Monteávila.
Su propósito es continuar su investigación del arte público en lugares inusuales (como un jardín o la autopista de Prados del Este). "La colección Concepto nació cuando Sánchez vio mi trabajo y decidió apropiarse de sus referencias para llevarlas a la moda de calle, del día a día. Eso coincide con mi deseo de llevar el arte a todo el mundo, a las personas que transitan por un lugar, esta vez en forma de faldas, pantalones y franelas", dice Van Dalen.
Las piezas se inspiran en el colorido de las obras, en su manera de crear franjas en tonos neón y en los ángulos que nacen de sus composiciones. Hay grises (sacados de los fondos de los trabajos), lo mismo que azules, naranjas, rosas, verdes y amarillos. "El arte de Patricia van Dalen me inspira porque es gráfico y colorido. Me gusta llevar lo abstracto a una prenda de vestir sencilla. Creo que ese concepto tan hermético del arte, que era simplemente para museos, ya pasó. El valor del arte hoy en día está en que puede llegarle a más gente y, en ese sentido, la moda es un recurso válido", expresa Sánchez.
Además de participar de manera virtual en el proceso creativo del diseñador (se comunicaban por correo electrónico), Van Dalen elaboró siete instalaciones con materiales efímeros y las colocó en los diversos corners de Concepto dentro de las tiendas Beco. "Me gusta continúa la artista porque siento que el color activa el espacio. Es algo que permite ver arte contemporáneo amigable, en el que la obra no necesariamente tiene que estar alejada de las personas, bien sea de manera física o incluso intelectualmente. Con estas piezas procuro mover momentáneamente la sensibilidad de la gente".
Sánchez, residenciado en Nueva York, asegura, minutos antes de que comience el show room en su corner de la tienda Beco Millenium, que el arte venezolano es una de las referencias de su educación creativa.
"Desde que era adolescente veo la obra de Jesús Soto, de Alejandro Otero, de Carlos Cruz-Diez.
Es parte de mi memoria visual y lo he aplicado de alguna u otra manera en mis diseños. En esta ocasión ha sido un privilegio trabajar con un artista vivo (de los cinéticos sólo sobrevive Cruz-Diez), que tiene una obra en proceso. Me identifico con el trabajo de Patricia van Dalen. Creo que esta colección es una bonita comunión entre arte y moda".
La idea surgió de la instalación Fragmented Light, que llevó a Van Dalen a intervenir las escaleras del edificio de la Biblioteca Virtual de la Universidad de Georgia, Estados Unidos, con teipes de colores.
Había presentado una obra similar en la Sala TAC del Trasnocho Cultural, en la muestra Color fragmentado, y en el cafetín de la Universidad Monteávila.
Su propósito es continuar su investigación del arte público en lugares inusuales (como un jardín o la autopista de Prados del Este). "La colección Concepto nació cuando Sánchez vio mi trabajo y decidió apropiarse de sus referencias para llevarlas a la moda de calle, del día a día. Eso coincide con mi deseo de llevar el arte a todo el mundo, a las personas que transitan por un lugar, esta vez en forma de faldas, pantalones y franelas", dice Van Dalen.
Las piezas se inspiran en el colorido de las obras, en su manera de crear franjas en tonos neón y en los ángulos que nacen de sus composiciones. Hay grises (sacados de los fondos de los trabajos), lo mismo que azules, naranjas, rosas, verdes y amarillos. "El arte de Patricia van Dalen me inspira porque es gráfico y colorido. Me gusta llevar lo abstracto a una prenda de vestir sencilla. Creo que ese concepto tan hermético del arte, que era simplemente para museos, ya pasó. El valor del arte hoy en día está en que puede llegarle a más gente y, en ese sentido, la moda es un recurso válido", expresa Sánchez.
Además de participar de manera virtual en el proceso creativo del diseñador (se comunicaban por correo electrónico), Van Dalen elaboró siete instalaciones con materiales efímeros y las colocó en los diversos corners de Concepto dentro de las tiendas Beco. "Me gusta continúa la artista porque siento que el color activa el espacio. Es algo que permite ver arte contemporáneo amigable, en el que la obra no necesariamente tiene que estar alejada de las personas, bien sea de manera física o incluso intelectualmente. Con estas piezas procuro mover momentáneamente la sensibilidad de la gente".
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