Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

sábado, 12 de mayo de 2012

Todo esto sucede en nombre del hombre nuevo que han querido imponernos como objetivo los BADULAQUES que nos gobiernan en nombre del Santo papa negro: Fidel Castro...


Adriana Azzi : “No veo a al presidente Chávez ni de candidato ni releecto”

6to.Poder

La astróloga Adriana Azzi, que diariamente utiliza su cuenta en la red social Twitter para lanzar sus predicciones diarias, dedicó la de este 02 de marzo al Presidente Hugo Chávez, señalando textualmente: “No veo a al presidente Chávez ni de candidato ni releecto”



Conozca a las personas que crecieron y se consolidaron como los nuevos millonarios hechos en socialismo



Semanario 6to.poder
Caracas, 20 de diciembre de 2011. No encabezan la lista de la re­vista Forbes, pero sus fortunas en dólares seguramente levanta­rían envidias entre quienes co­mienzan la carrera bursátil en Venezuela. Entre el brillo de los palos de golf y el campanear de los hielos de un “en las rocas”, es­tos poderosos hombres encon­traron la forma de subirse en el arcoíris y llegar hasta la olla re­pleta de oro: un negocio con el Estado venezolano.
Pactar con un gobierno no es algo pecaminoso. La historia de Venezuela y de muchos otros paí­ses demuestra que en el poder político se cuelan los empresa­rios, los operadores e interme­diarios financieros. De estas an­danzas, algunos con fortunas ya producidas logran consolidarse, mientras que otros tienen su gol­pe de suerte y la construyen con el comercio y la transacción gu­bernamental. En Venezuela, esto tiene además un agregado: la bo­nanza petrolera que ha acompa­ñado a la era democrática del país y que convirtió, décadas atrás, a medianos empresarios de provincia en grandes magnates, a su arribo a la capital y al gobierno nacional.
Pero, por qué el gobierno ac­tual los atrae, aún cuando tiene un mensaje contra el capital. Ya los gobiernos de Acción Demo­crática y Copei tenían grupos y élites en el sistema financiero, en los seguros y en las empresas. Cuando comienza la adminis­tración de Hugo Chávez, los ofi­cialistas se plantean sacar del juego a los viejos nombres por dos razones: porque no les inte­resaba mantener negocios con la “vieja escuela” y porque que­rían salir de algunos que estuvie­ron envueltos en la crisis banca­ria de 1994. Aún bajo esas condi­ciones, al principio, hubo un es­quema tradicional que imperó en los gobiernos anteriores. Se estima que entre 1999 y abril de 2002 el empresariado venezola­no logró invertir más de 5 mil mi­llones de dólares en la construc­ción de grandes centros comer­ciales, imponentes torres finan­cieras, importantes empresas de alimentos y hasta adquiriendo equipos de beisbol. Esta inver­sión se logró ya que en un prin­cipio el gobierno no amenazó a la propiedad privada.
Muchos fueron los que ayuda­ron al gobierno a salir de la crisis de abril de 2002 y del posterior paro petrolero de dos meses en­tre diciembre del mismo año y el 2003. Es ahí cuando aparecen quienes, directa e indirectamen­te ayudaron a mantener a flote un gobierno que llegó a sentirse des­amparado. Algunos magnates no sólo hicieron negocios con el go­bierno, también se mimetizaron con él y aspiraron a más: al poder. Ahora, otros han perdido toda re­lación con el país, aunque sus ne­gocios en el exterior todavía si­guen intactos. Terceros siguen trabajando en casa, dirigiendo importantes y posicionadas em­presas para el bienestar de la eco­nomía nacional.
Danilo Díaz Granados
Incursionó desde muy joven en el negocio de la correduría de bolsa y se empleó en InverUnión (Banco de inversión en acciones de bolsa perteneciente al antiguo Banco Unión). Se casó con la hija del empresario Ignacio Salvatie­rra, que históricamente ha sido el dueño del Banco Unión. Su co­nexión con el gobierno -según una fuente que prefirió no ser identificada- es a través de José Vicente Rangel, quien lo ayudó a conseguir contratos en el ámbito de la construcción, de las impor­taciones y de las colocaciones fi­nancieras. Su fortuna, que esti­man se logró con el negocio de los bonos de la República y calcu­lan en 400 millones de dólares, se basó en la compra de bonos a de­terminados organismos del Esta­do y su posterior venta a otras ins­tituciones. En cada transacción se ganaba entre cuatro y cinco puntos porcentuales del monto total. El informante también ex­presa que su negocio más renta­ble fue la colocación de notas es­tructuradas, donde se hacían cu­pones con deudas extranjeras. “Esto era muy rentable para quien compraba la nota, porque la com­praba en bolívares ‘subsidiados’ y después la vendía en dólares”. Asimismo, se indica que junto a Moris Beracha llegó a tener una oficina personal en el mismo Mi­nisterio de Economía y Finanzas. Luego de seis meses y de pronos­ticar que le tenderían una tram­pa, se desligó por completo de los negocios en Venezuela. Actual­mente vive entre Panamá, Miami y Nueva York. Es un hombre muy educado, agradable y se rumora que en el país tiene algunos tes­taferros que le manejan negocios de agricultura y construcción. 
Omar Farías
Nadie sabe exactamente de dónde proviene. Es un hombre modesto que en el año 2005 ad­quiere Seguros Sofitasa, que posteriormente se convierte en Seguros Constitución. Con esta compañía se convierte en el gran asegurador del Estado: Petró­leos de Venezuela, Electricidad de Caracas y la Cantv son algu­nas de las empresas que están bajo su protección. Inició sus co­nexiones con el gobierno de Juan Barreto frente a la Alcaldía Me­tropolitana, quien fuera su pri­mer gran cliente. Seguros Cons­titución es una empresa interna­cional con sedes en República Dominicana, Ecuador y Pana­má. Se estima que su fortuna so­brepasa los nueve dígitos en mo­neda norteamericana y es un hombre que tiene una amplia y reconocida trayectoria en el mundo de los seguros. 
Walter Alexander del Nogal
Proveniente de una potentada familia, “Alex” Del Nogal, como mejor se le conoce, fue durante los años 90, según la fuente, acusado de presunto tráfico de drogas en­tre las ciudades de Caracas y Mia­mi, además de estar involucrado en la muerte de un hombre de ciu­dadanía italiana. Después de las intentonas golpistas de 1992, Del Nogal, junto a una banda, colocó explosivos en el estacionamiento del Centro Ciudad Comercial Ta­manaco. Fue condenado a más de 20 años de prisión, pero salió libre por los amplios beneficios que le fueron aplicados. La fuente indica que Del Nogal logró conectarse con el gobernador de Anzoátegui, Tarek William Saab, y que por me­dio de él conoció a directores de Pdvsa Gas, con quienes hizo gran­des negocios de importación tu­berías, maquinarias, equipos de perforación. También tuvo acer­camientos con Juan Barreto, Freddy Bernal y Lina Ron. Su fa­milia ha sido vinculada al negocio gastronómico oriental (comida japonesa y tailandesa). Del Nogal hizo un viaje a Suiza y las autori­dades vieron que estaba solicita­do por la justicia italiana bajo los cargos de narcotráfico. Lo depor­taron a Italia y estando preso allá una juez de Milán consiguió fallas en el expediente. Se estima que su fortuna está alrededor de los 80 millones de dólares. Ha declarado contra el gobierno desde el exte­rior. 
Diego Salazar
Es hijo de un ex guerrillero que luego fue un gran corredor de se­guros. Luego de la subida astro­nómica de los precios del petró­leo, logra manejar los seguros en Petróleos de Venezuela. Su con­tacto gubernamental es su primo, Rafael Ramírez, presidente de la estatal. Es un miembro activo del Caracas Country Club. Apasiona­do por la música, graba un disco titulado “Piensa en mí”. Para lo­grar esto, ensayó con un numero­so grupo de músicos en un hotel del este de Caracas. Es un hom­bre de gustos exquisitos. Ha de­fendido abiertamente al gobier­no del presidente Hugo Chávez. 
Rafael Sarría
Estudió en la Academia Militar con Diosdado Cabello, diputado por el estado Monagas. No logró graduarse en la escuela castren­se. Creció en una casa en Prados del Este. En 1998, cuando Hugo Chávez es candidato a la presi­dencia, Cabello lo llama para que forme parte del equipo de seguri­dad del candidato. Rafael Sarría aparece públicamente en los días del apogeo de Pedro Carmona. Luego de realizado el primer pa­ro cívico nacional de un día, el go­bierno busca contrarrestar el efecto de Fedecámaras y organi­za un evento de “empresarios con Chávez”, donde Sarría ofrece el discurso inaugural. Durante el gobierno de Rafael Caldera se en­cargó de intermediar pólizas de seguros, de recoger los depósitos de una institución y llevarlos a un banco. Así logró ganarse una co­misión, “corriendo dinero públi­co”, explicó la segunda fuente. Tu­vo una oficina modesta en el Ho­tel Eurobuilding. Durante el go­bierno regional de Cabello fue su asesor y logró expandir sus em­presas. Llegó a comprar una in­mensa torre en la urbanización Las Mercedes. Actualmente está fuera del país y de acuerdo con la leyenda urbana peleó con Dios­dado Cabello. 
Ricardo Fernández Barruecos
Durante el paro petrolero los oficialistas se percataron de que estaban perdiendo el poder. Fue cuando llegó Fernández y ayudó al gobierno con la importación de alimentos y la distribución de gasolina junto a la familia Makled. La fuente asegura que muchos contratistas de la época pedían comisiones a las empresas con la excusa de que era dinero para la revolución, y Fernández donaría suculentas cantidades. Anterior­mente había hecho negocios con los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera, pero lue­go asumió la defensa del gobier­no de Hugo Chávez. Durante la campaña regional de Barinas se presentó con camiones llenos de comida. “El nexo del gobierno se­ría con Adán Chávez y el ex mi­nistro de Agricultura y Tierras Efrén Andrade, uno de los hom­bres más preparados que tuvo el gobierno y que ya se fue”, aseveró la fuente. 
Carlos Kauffman y Franklin Durán
Estos dos fueron, desde jóve­nes, operadores de divisas. Rápi­damente lograron contratos con el gremio castrense, gobernacio­nes y alcaldías. Hasta se vieron involucrados en la organización de los Juegos Panamericanos. “Su error fue ir a negociar a Esta­dos Unidos, porque les tendieron una trampa, y entonces revelaron en las intervenciones que en una sola operación se ganaron 100 millones de dólares. También que hacían las cosas por más ne­gocios y más poder”.
Se rumora que realizaban gas­tos políticos, financiamiento a fi­guras públicas, pagando las dili­gencias de la Cancillería, para que Venezuela fuera miembro no permanente en el Consejo de Se­guridad de la Organización de Naciones Unidas. Se indicó que en plena crisis de diciembre de 2002 compraron la vieja sede del CityBank en el centro de Caracas, al lado del Ministerio de Finan­zas. “No lo habían terminado de pagar cuando lo vendieron por el doble al Ministerio de Finanzas. Sus conexiones con el Estado fue­ron a través del ex gobernador de Vargas, Antonio Rodríguez San Juan, y Johnny Yánez Rangel, ex gobernador del estado Cojedes.
Periodista Jesús Linares Carmon
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