Los mensajes de texto cumplen 20 años
Luego de 20 años en el mercado, y a pesar de la constante evolución de las tecnologías y sus servicios, los mensajes de texto siguen estando vigentes.
Los SMS cumplen 20 años. Foto archivo/s21
Esta popular invención fue creada por un ingeniero finlandés, Matti Makkonen, quien decidió crear un servicio de mensajería para los teléfonos GSM que comenzaban a destacarse.
A principios de los años 80, presentó la idea en una conferencia que se realizaba sobre el futuro de las comunicaciones móviles. Sin embargo, Makkonen no registró sus ideas en una patente, por lo que nunca recibió ni un centavo por su gran ingenio.
Cada segundo, se envían 192 mil mensajes de texto SMS (Short Messaging Service) alrededor del mundo, que mantienen en comunicación a todos los usuarios de telefonía celular.
La tecnología, que resulta sencilla y menos costosa que las llamadas telefónicas, cumple veinte años de haber revolucionado el mercado móvil este 2012.
Los inicios
Aunque inicialmente el sistema fue diseñado para la red GSM, luego se trasladó a las redes 3G y 4G, y actualmente es el servicio móvil más popular.
Según datos recientes, un 74% de los usuarios de telefonía celular a nivel global lo utilizam, es decir, aproximadamente 2.4 billones del total de 3.3 billones de suscriptores que existen.
El primer mensaje SMS fue enviado en 1992 por el ingeniero británico Neil Papworth, quien escribió desde su computadora a Richard Jarvis, director de Vodafone, “Happy Christmas”, y éste lo recibió en un Orbitel 901.
Un año después, en 1993, Nokia lanzó al mercado el primer celular que permitía el intercambio de mensajes SMS entre usuarios, un Nokia 2110. Lo que marcó el inicio de los SMS de manera comercial.
Manuel González, Director de comunicaciones para Centroamérica y El Caribe de Nokia, asegura que “aunque cada vez existen más alternativas al SMS, como Whatsapp que hoy en día es el servicio de mensajería instantánea más popular -, estos servicios requieren de Internet y aún existe una parte muy importante de la población mundial que no tiene acceso a los teléfonos con internet, razón por la que los SMS están lejos de desaparecer”.
La cirugía plástica en exceso puede ocasionar trastornos de identidad
La cirugía plástica se define como una especialidad médica cuya función principal es corregir deformidades o deficiencias funcionales, mediante la transformación o intervención de un área afectada del cuerpo humano.
Sin embargo, los especialistas sugieren que las razones que deben motivar una intervención de ese tipo deberían estar avocadas al mejoramiento de la autoestima del sujeto que decide practicársela, puesto que muchas veces esa zona o detalle corporal que genera inconformidad suele deprimirlo dramáticamente.
No obstante, se ha descubierto que las personas que entran a un quirófano desconociendo claramente las implicaciones de esa acción a largo plazo, tienden a sufrir alteraciones emocionales vinculadas al rechazo o poca aceptación de su nueva apariencia física.
Crisis de identidad y baja tolerancia a las modificaciones estéticas realizadas son algunas de las complicaciones que pudiesen presentarse. Además, varios psicólogos estadounidenses revelaron recientemente que “los hombres tienden a pasar por alto el apego a sus características faciales originales”, volviéndose más propensos a vivir esos trastornos.
En efecto, el especialista en psicología, Vivian Diller, reseñó en el portal BuzzFeed que luego de una operación quirúrgica que persigue la “perfección”, existen grandes probabilidades de que el individuo reconozca que ese desperfecto que decidió corregir constituía una parte importante de su personalidad.
“Un ligero detalle en la nariz o el tamaño de los ojos puede influir en cómo alguien se define a sí mismo sin darse cuenta, y cuando esas condiciones únicas desaparecen, esa auto definición puede sufrir muchísimo”, precisó.
Adicionalmente, numerosos estudios han descubierto que los procedimientos en el rostro son los principales desencadenantes de estados severos de depresión y alejamiento social, debido a que los pacientes reniegan de su “nueva cara” porque ya no la sienten como suya.
Evitar cambios idealistas
“Esa imagen que las personas ven en el espejo y toman por sentado es realmente más profunda de lo que se piensa”, afirmó el doctor. No obstante, las últimas investigaciones en la materia han arrojado que sólo un pequeño grupo de la población que ingresa a una sala quirúrgica para esos fines, experimenta tales situaciones de duda y disconformidad.
A su vez, su colega Paul Lorenc, añadió que la raíz del problema es que muchos de ellos no desean simplemente verse mejor, sino que se apegan al deseo de lucir como determinados actores o prominentes figuras del mundo del espectáculo, obviando la premisa de que cada anatomía humana es única e inigualable.
Igualmente, mencionó que ese idealismo de alcanzar el máximo estado de belleza acarrea efectos psicológicos negativos, porque en algunos casos el intervenido se da cuenta de manera tardía que “la identidad que estaba buscando no es tan perfecta como imaginaba”.
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