"De tal palo, tal astilla" reza el adagio popular, el cual se puso de manifiesto con la presencia en Valencia de Fermín Mármol García, hijo de mi recordado amigo, Fermín Mármol León.
En mi condición de Concejal de Valencia, invité a Fermín para que disertara sobre el escabroso tema de la inseguridad. De entrada, nos llevó a recordar algunos casos que conmovieron a la sociedad venezolana hace ya décadas, uno de ellos, por cierto, el crimen del niño Vegas, quien murió asfixiado en la maleta de un automóvil víctima de un secuestro perpetrado con la intención de hacerse de un dinero fácil que sería destinado para pagar alguna droga. Estos crímenes fueron comparados con otros dos delitos, pero del siglo XXI venezolano. La intención confesada, del Dr. Mármol García fue, llevarnos a entender cómo y de qué manera el crimen y el delito en Venezuela había mutado, de formas relativamente ingenuas, a formas abiertamente abominables, como, por ejemplo, el crimen de los hermanos Fadul.
Esta conferencia no fue organizada con intenciones literarias, sino con el deliberado objetivo de promover en la conciencia de los ciudadanos, un llamado de angustia hacia la responsabilidad y el compromiso. Por esa misma razón, en el esquema de la presentación, estuvo contemplada la exposición de las propuestas de políticas públicas que el propio Dr. Mármol García, junto a otros eminentes juristas venezolanos, han elaborado y puesto a la disposición de la Mesa de la Unidad Democrática, como parte de un Programa destinado a implementar un Plan cohesionado de Seguridad que revierta la actual situación de indefensión en la que se encuentra la ciudadanía.
Llama la atención, positivamente, que la estructura central de la propuesta expuesta por el Dr. Mármol García, avanza en la dirección de exigir que el liderazgo de un plan semejante, recaiga en la propia persona del Presidente de la República, cualquiera sea quien ejerza la magistratura. Asimismo, y en correspondencia con el espíritu democrático de ese enfoque, que el plan de seguridad contra el delito desbordado, parta primordialmente de un compromiso político por el respeto a la división de los poderes públicos. Hemos venido insistiendo en este aspecto de la discusión sobre seguridad, pues, en un país presidencialista como el nuestro, el papel de modelaje que ejerce la figura del Presidente de la República sobre la conducta de los ciudadanos, exige conducirse con responsabilidad respecto al papel de las autoridades, las instituciones y el respeto mutuo que todas se deben en el marco de una autonomía democrática de sus roles y funciones.
Otro de los importantísimos aspectos plasmados en la conferencia, se centró en el papel que deben jugar los medios de comunicación en la ejecución de un plan dirigido al remodelaje y recuperación de valores éticos, morales y democráticos. Recuperar nuestros valores es una exigencia de primer orden, si queremos realmente reconstruir el tejido democrático de la nación, desde las normas básicas de convivencia, hasta las formas más complejas de construcción de ciudadanía.
Me siento feliz con el resultado de esta visita. El llamado es, que a la mayor brevedad, tendamos todos los puentes que nos permitan unir la mayor suma de voluntades en función de la ejecución ciudadana de un vasto plan de seguridad que nos devuelva la paz y la tranquilidad. El pueblo pide que sea así, hay maneras distintas de hacer las cosas en Venezuela, porque contamos con una gran reserva moral. El conferencista alertó: "No podemos acostumbrarnos a ser el segundo país de América con más homicidios, el noveno país del planeta con más secuestros, ni estar entre las 15 naciones más corruptas del mundo".
Abogada
Concejal de Valencia
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