El chavismo en fase terminal
Si los pronósticos de los médicos cubanos se cumplen, pronto tendremos una Venezuela sin Chávez, lo que quiere decir que el chavismo también está en su etapa terminal y fenecerá, para alegría de unos y para desazón de otros.
El chavismo no es una filosofía, no es una doctrina política, ni algo arraigado en el pueblo venezolano ni en la comunidad latinoamericana, sino que existe como una tendencia en contra del “capitalismo salvaje”, cuyo motor principal se centra en los petrodólares y las arengas de su líder.
Cuando vemos en la televisión internacional la imagen demacrada del presidente Hugo Chávez y su elocuente pérdida de peso como consecuencia del tratamiento contra el cáncer diagnosticado en Cuba, nos indica que a pesar de la quimioterapia, el presidente andino está muy enfermo, más de lo que se piensa.
Esta noticia que ha generado muchas dudas en el ambiente político de Venezuela, se produce justamente en el mes del bicentenario de la independencia del país, y en el momento mismo en que se anuncia en el Boletín Estadístico de la Organización de Países Exportadores de Petróleo que Venezuela posee las mayores reservas del crudo en el mundo, con 296,501 millones de barriles de petróleo frente a los 264,516 millones de Arabia Saudita.
A pesar de esta riqueza sin precedentes y a los altos precios del petróleo que el gobierno de Chávez ha usufructuado en sus 12 años de mandato, que le ha producido unos 700 mil millones de dólares, la pobreza en Venezuela está latente, hay falta de alimentos básicos y el sistema de salud pública no funciona, con una inflación de casi el 30 por ciento y una deuda externa del orden de 60 mil millones de dólares, la mayor parte por armamento comprado a Rusia.
Han sido muchos los gobiernos en Latinoamérica que se han beneficiado con el boom del petróleo venezolano tanto que el chavismo se ha extendido con su diplomacia petrolera apuntalando a presidentes emergentes, llegando hasta manipular a la Organización de Estados Americanos, OEA, que sometió humillantemente a Honduras, obligándonos a remendar nuestra Constitución.
La influencia del chavismo en la región ha sido espectacular, como en Argentina en donde el régimen de la Kirchner se libró del Fondo Monetario Internacional, FMI, financiando su deuda externa con Venezuela quien le compró 5,000 millones de dólares en bonos argentinos, le sigue Brasil, los países caribeños, Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Perú, Bolivia, Uruguay, Nicaragua, Colombia y hasta hace poco Honduras, en donde un golpe de Estado lo derrotó a pesar de los ofrecimientos que se nos hizo para vendernos petróleo a precios subsidiados y contra entrega de leche y productos agrícolas.
Mahatma Gandhi dijo, y lo tomamos como una reflexión: “Han habido tiranos que en un tiempo parecieron ser invencibles, pero al final terminaron cayéndose”… Veremos si esto se cumple o no como una fatal letanía.
50 años de la muerte de un genio
CALIFICAR comentarios00 Sergio Zavala Leiva austincindyred@yahoo.com
El pasado 2 de los corrientes se cumplieron 50 años de la muerte del excepcional escritor norteamericano Ernest Hemingway, uno de mis escritores favoritos. Empecé a leer su fascinante obra en mis tiempos de universidad, recuerdo que las primeras novelas que de él leí fueron: “El viejo y el mar” que le valió el Premio Pulitzer en 1953 y “Por quién doblan las campanas” que es un episodio de la guerra civil española, quizás la más célebre de sus novelas, en la cual él toma partido denunciando la inhumanidad de la guerra; luego cayeron en mis manos “Tener y no tener”, “Las nieves del Kilimanjaro” y “Adiós a las armas”.
Según los críticos, Hemingway es el más grande de los escritores norteamericanos de la llamada “generación perdida”, ganador del Premio Nobel de Literatura de 1954. Además de escritor, fue cazador de leones en África, amante de las corridas en España, pescador en Cuba, boxeador, y corresponsal de guerra.
Me interesó tanto saber cómo vivió este gigante de la literatura contemporánea, que eso me llevó a conocer su morada en las afueras de La Habana. Tres cosas me impresionaron en su casa hoy convertida en museo: la primera, saber que había donado a la Virgen del Cobre, Patrona de Cuba, la medalla que ganó como Premio Nobel de Literatura; la segunda fue conocer su inmensa biblioteca dispersa por toda la casa, insólitamente habían estantes de libros hasta en la sala de baño, y la tercera: me impactó su amor por sus tres perritos mascotas, que las enterró en el jardín de su casa.
A partir de entonces he comprendido que los genios son así, sencillos, humanos, y a veces realistas. Su gran fama se apoya en su obra literaria, pero también en su trayectoria como periodista durante más de cuarenta años y corresponsal de la guerra chino-japonesa, siendo quizás uno de los pocos corresponsales de prensa que han producido una inmensa obra tan realista como impresionante, caracterizada por su extraordinario estilo.
Hemingway fue sin lugar a dudas un gigante de las letras y un ser débil atormentado por la paranoia, por el insomnio, por las depresiones y por la enfermedad, que lo obligó a permanecer en hospitales siquiátricos, dándose finalmente la muerte con un tiro en la boca el 2 de julio de 1,961, muriendo angustiado por el temor de saber que ya no podría escribir más.
Al cumplirse los 50 años de su lamentable partida he querido compartir con mis queridos lectores este breve relato de un escritor genial y multidisciplinario que vale la pena leer.
Quebec, 7 de Julio de 2011..
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