lunes, octubre 22, 2007
PSICOPATÍA REVOLUCIONARIA - Mario H. Concha Vergara*
“La demencia en el individuo es algo raro; en los grupos, en los partidos, en los pueblos, en las épocas, es la regla”. - Friedrich Nietzsche
La revolución está al filo del abismo, borderline, se dice en psiquiatría. Tengo entendido que el Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Rodríguez es psiquiatra y seguramente leerá este artículo cuya finalidad es llamar la atención hacia lo que vienesucediendo con los grupos chavistas de choque, los cuales están actuando de manera muy similar a los grupos fascistas de Mussolini, a las hordas de hunos hitleristas, o a los grupos de Patria y Libertad pinochetistas, de todos los cuales, se concluyó mundialmente, tenían una personalidad colectivamente psicótica.
Cada vez que hay alguna actividad política en donde participa la oposición o grupos gobiernistas como del partido socialista PODEMOS (Miembro de la Internacional Socialista, por lo tanto demócrata), que tienen que expresar alguna crítica al gobierno central o a sus “aclamattiores” fascistas, las huestes violentistas partidarias del gobierno arremeten en contra de los protestantes pero, en especial en contra de periodistas, casi siempre mujeres pues, parece que a los psicóticos les excita como le excitaba a Aníbal Lecter el golpear y matar mujeres. Hemos visto hasta la saciedad la misoginia fascista oficial, actitud que, obviamente, no es normal en los seres humanos. Pero no solamente las periodistas y periodistas varones, o camarógrafos y fotógrafos son agredidos por estas hordas de fanáticos, los cuales no actúan por cuenta propia y deben estar organizados de alguna manera, obedeciendo órdenes superiores que sería bueno que el psiquiatra Vicepresidente investigara antes de que ocurran males mayores, la sociedad civil también es víctima de estos furiosos “paladines” de la sin razón.
El gobierno, al parecer está usando al lumpenproletariado como aliado revolucionario pues con casi nueve años en el poder ha sido incapaz de lograr la paz social en las calles y carreteras que están en manos del lumpen asesino; el gobierno ha sido incapaz de lograr la paz y la convivencia en las cárceles, lo cual convalida la frase que dice “dime cómo es tu sistema penitenciario y te diré qué país tienes”...
En el último libro de Freddy Carquez, “El Chavismo: un modelo empobrecedor y autoritario”, cuyo subtítulo es “Un Proyecto lumpen para la Venezuela del siglo XXI”. “Una Caricatura tercermundista de la Utopía Socialista”, se dice del lumpenproletariado que “En la terminología marxista, es la parte más pobre del proletariado, al que su extrema alienación impide la toma de conciencia revolucionaria”. Lo cual, le permite actuar alienadamente en defensa de falsas consignas que ni siquiera entiende, llegando al paroxismo de volverse psicótico.
Carquez agrega que “Aún el proceso no tiene nada trascendente que ofrecer, aparte de la cháchara presidencial y los inmensos negocios que Ustedes (los chavistas en la dirigencia) realizan a diario con los reales de la nación, demostrando que en serio la escogencia de vuestra presencia para dirigir el reparto del botín es quizás lo único acertado, de la decisión tomada por los sectores del Poder Financiero al propiciar el recambio en la dirección del Estado”...
Precisamente de lo anterior emana la pervertida violencia fanática de los seguidores del régimen; de la frustración que significa apoyar a un sistema que sólo hace ofertas pero que no da dividendos pues: no se ven los resultados en bienes o situaciones tangibles para los seguidores de la supuesta revolución, quienes tratan de drenar su descontento en contra de los opositores ya sea pagados por el régimen (por eso son lumpen, pues están al servicio del sistema) o de mutuo propio pues creen estar defendiendo un proceso de cambios.
En la psiquiatría moderna el comportamiento de estos individuos presenta síntomas que nos permite reconocerlos y, como son fácilmente reconocidos, por eso los eligen para que estén al servicio del “proceso”.
El profesor Cleckley aisló algunos de los síntomas de un psicópata y los definió de la siguiente manera: - 1. Un encanto superficial considerable y una inteligencia promedio o por encima de la media. - 2. La ausencia de ilusiones y otros signos de pensamiento irracional. - 3. La ausencia de ansiedad u otros síntomas “neuróticos”. Une equilibrio considerable, tranquilidad, y facilidad de palabra. (Generalmente pasan por líderes grupales naturales (gesticulan, arengan, gritan, insultan, amenazan, etcétera.). - 4. La inconstancia. Desatiende sus obligaciones sin sentido alguno de responsabilidad, en asuntos de pequeña o de gran envergadura. (Llegan atrasados a todas partes; temen que la rutina les es perjudicial, mienten mucho, se justifican con razones baladíes...). - 5. La falsedad y la falta de sinceridad.(No son capaces de hablar la verdad cuando están en sus roles de líderes...). - 6. Un comportamiento antisocial que es inadecuadamente motivado y mal planeado, pareciendo provenir de una impulsividad inexplicable. - 7. Un comportamiento antisocial inadecuadamente motivado. - 8. Un mal juicio y problemas para aprender de las experiencias. - 9. Un egocentrismo patológico. Un auto-centrismo total y la incapacidad de amar realmente y de formar lazos. (No pueden vivir en pareja, generalmente odian a la madre –recuerde que son machistas y misóginos – duermen poco, le tienen miedo a la oscuridad). - 10. Una carencia generalizada de emociones profundas y duraderas. (Siempre inventan algo nuevo, no son constantes, cambian de idea constantemente o por el contrario tienen una fijación concreta sobre una sola cosa). - 11. La falta de real perspicacia, la incapacidad de verse a sí mismo como otros lo hacen. - 12. La ingratitud hacia cualquier consideración especial, de bondad o de confianza. (Nunca agradecen a sus amigos o protectores – son traidores). - 13. Una conducta fantástica y objetable, después de beber y a veces aún cuando no esté bebiendo (vulgaridad, ordinariez, cambios rápidos de ánimo, bromas). - 14. Ningún historial de verdaderos intentos de suicidio. - 15. Una vida sexual impersonal, trivial y mal integrada. - 16. El fracaso en tener un plan de vida y en vivir de una manera ordenada, a menos que promueva la auto-derrota.
Lo anterior, nos muestra qué es un psicópata y como hacen uso de ellos para poder crear el caos o el miedo en la sociedad. Hitler fue un experto en usarlos así como Stalin; lo mismo hizo Perón en Argentina. Mientras más psicóticos hay en la planilla salarial más seguros se sienten los regímenes fascistas. El problema es que como dice la frase folclórica, “quien a hierro mata a hierro muere”, pues la sociedad comienza a buscar vías, cada día más violentas, para defenderse de la violencia enfermiza de los psicóticos.
Hay que recordar, siempre, que los psicópatas no pueden sentir culpa, por eso interactúan con las demás personas como si fuesen cualquier otro objeto, las utilizan para conseguir sus objetivos. No necesariamente tienen que causar algún mal, pero si hacen algo en beneficio de alguien o de alguna causa aparentemente altruista es sólo por egoísmo, para su beneficio.
Una vez considerado lo anterior, es necesario tener en cuenta que con el lumpen no es posible tener diálogo; menos puede existir algún tipo de concertación ni de debate posible. Estos valores comunicacionales sólo se pueden llevar a cabo entre seres humanos normales y, en este caso, los fascistas no lo son.
Hay que olvidarse del diálogo con personas que al final del día no piensan por sí mismas y sólo sirven como carne de cañon. En el sector oficialista aún quedan seres normales y hacia ellos hay que ir para debatir y concertar. No hay que caer en la trampa de quienes quieren llevar al pueblo irremediablemente a un conflicto violento.
La revolución está al filo del abismo, borderline, se dice en psiquiatría. Tengo entendido que el Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Rodríguez es psiquiatra y seguramente leerá este artículo cuya finalidad es llamar la atención hacia lo que vienesucediendo con los grupos chavistas de choque, los cuales están actuando de manera muy similar a los grupos fascistas de Mussolini, a las hordas de hunos hitleristas, o a los grupos de Patria y Libertad pinochetistas, de todos los cuales, se concluyó mundialmente, tenían una personalidad colectivamente psicótica.
Cada vez que hay alguna actividad política en donde participa la oposición o grupos gobiernistas como del partido socialista PODEMOS (Miembro de la Internacional Socialista, por lo tanto demócrata), que tienen que expresar alguna crítica al gobierno central o a sus “aclamattiores” fascistas, las huestes violentistas partidarias del gobierno arremeten en contra de los protestantes pero, en especial en contra de periodistas, casi siempre mujeres pues, parece que a los psicóticos les excita como le excitaba a Aníbal Lecter el golpear y matar mujeres. Hemos visto hasta la saciedad la misoginia fascista oficial, actitud que, obviamente, no es normal en los seres humanos. Pero no solamente las periodistas y periodistas varones, o camarógrafos y fotógrafos son agredidos por estas hordas de fanáticos, los cuales no actúan por cuenta propia y deben estar organizados de alguna manera, obedeciendo órdenes superiores que sería bueno que el psiquiatra Vicepresidente investigara antes de que ocurran males mayores, la sociedad civil también es víctima de estos furiosos “paladines” de la sin razón.
El gobierno, al parecer está usando al lumpenproletariado como aliado revolucionario pues con casi nueve años en el poder ha sido incapaz de lograr la paz social en las calles y carreteras que están en manos del lumpen asesino; el gobierno ha sido incapaz de lograr la paz y la convivencia en las cárceles, lo cual convalida la frase que dice “dime cómo es tu sistema penitenciario y te diré qué país tienes”...
En el último libro de Freddy Carquez, “El Chavismo: un modelo empobrecedor y autoritario”, cuyo subtítulo es “Un Proyecto lumpen para la Venezuela del siglo XXI”. “Una Caricatura tercermundista de la Utopía Socialista”, se dice del lumpenproletariado que “En la terminología marxista, es la parte más pobre del proletariado, al que su extrema alienación impide la toma de conciencia revolucionaria”. Lo cual, le permite actuar alienadamente en defensa de falsas consignas que ni siquiera entiende, llegando al paroxismo de volverse psicótico.
Carquez agrega que “Aún el proceso no tiene nada trascendente que ofrecer, aparte de la cháchara presidencial y los inmensos negocios que Ustedes (los chavistas en la dirigencia) realizan a diario con los reales de la nación, demostrando que en serio la escogencia de vuestra presencia para dirigir el reparto del botín es quizás lo único acertado, de la decisión tomada por los sectores del Poder Financiero al propiciar el recambio en la dirección del Estado”...
Precisamente de lo anterior emana la pervertida violencia fanática de los seguidores del régimen; de la frustración que significa apoyar a un sistema que sólo hace ofertas pero que no da dividendos pues: no se ven los resultados en bienes o situaciones tangibles para los seguidores de la supuesta revolución, quienes tratan de drenar su descontento en contra de los opositores ya sea pagados por el régimen (por eso son lumpen, pues están al servicio del sistema) o de mutuo propio pues creen estar defendiendo un proceso de cambios.
En la psiquiatría moderna el comportamiento de estos individuos presenta síntomas que nos permite reconocerlos y, como son fácilmente reconocidos, por eso los eligen para que estén al servicio del “proceso”.
El profesor Cleckley aisló algunos de los síntomas de un psicópata y los definió de la siguiente manera: - 1. Un encanto superficial considerable y una inteligencia promedio o por encima de la media. - 2. La ausencia de ilusiones y otros signos de pensamiento irracional. - 3. La ausencia de ansiedad u otros síntomas “neuróticos”. Une equilibrio considerable, tranquilidad, y facilidad de palabra. (Generalmente pasan por líderes grupales naturales (gesticulan, arengan, gritan, insultan, amenazan, etcétera.). - 4. La inconstancia. Desatiende sus obligaciones sin sentido alguno de responsabilidad, en asuntos de pequeña o de gran envergadura. (Llegan atrasados a todas partes; temen que la rutina les es perjudicial, mienten mucho, se justifican con razones baladíes...). - 5. La falsedad y la falta de sinceridad.(No son capaces de hablar la verdad cuando están en sus roles de líderes...). - 6. Un comportamiento antisocial que es inadecuadamente motivado y mal planeado, pareciendo provenir de una impulsividad inexplicable. - 7. Un comportamiento antisocial inadecuadamente motivado. - 8. Un mal juicio y problemas para aprender de las experiencias. - 9. Un egocentrismo patológico. Un auto-centrismo total y la incapacidad de amar realmente y de formar lazos. (No pueden vivir en pareja, generalmente odian a la madre –recuerde que son machistas y misóginos – duermen poco, le tienen miedo a la oscuridad). - 10. Una carencia generalizada de emociones profundas y duraderas. (Siempre inventan algo nuevo, no son constantes, cambian de idea constantemente o por el contrario tienen una fijación concreta sobre una sola cosa). - 11. La falta de real perspicacia, la incapacidad de verse a sí mismo como otros lo hacen. - 12. La ingratitud hacia cualquier consideración especial, de bondad o de confianza. (Nunca agradecen a sus amigos o protectores – son traidores). - 13. Una conducta fantástica y objetable, después de beber y a veces aún cuando no esté bebiendo (vulgaridad, ordinariez, cambios rápidos de ánimo, bromas). - 14. Ningún historial de verdaderos intentos de suicidio. - 15. Una vida sexual impersonal, trivial y mal integrada. - 16. El fracaso en tener un plan de vida y en vivir de una manera ordenada, a menos que promueva la auto-derrota.
Lo anterior, nos muestra qué es un psicópata y como hacen uso de ellos para poder crear el caos o el miedo en la sociedad. Hitler fue un experto en usarlos así como Stalin; lo mismo hizo Perón en Argentina. Mientras más psicóticos hay en la planilla salarial más seguros se sienten los regímenes fascistas. El problema es que como dice la frase folclórica, “quien a hierro mata a hierro muere”, pues la sociedad comienza a buscar vías, cada día más violentas, para defenderse de la violencia enfermiza de los psicóticos.
Hay que recordar, siempre, que los psicópatas no pueden sentir culpa, por eso interactúan con las demás personas como si fuesen cualquier otro objeto, las utilizan para conseguir sus objetivos. No necesariamente tienen que causar algún mal, pero si hacen algo en beneficio de alguien o de alguna causa aparentemente altruista es sólo por egoísmo, para su beneficio.
Una vez considerado lo anterior, es necesario tener en cuenta que con el lumpen no es posible tener diálogo; menos puede existir algún tipo de concertación ni de debate posible. Estos valores comunicacionales sólo se pueden llevar a cabo entre seres humanos normales y, en este caso, los fascistas no lo son.
Hay que olvidarse del diálogo con personas que al final del día no piensan por sí mismas y sólo sirven como carne de cañon. En el sector oficialista aún quedan seres normales y hacia ellos hay que ir para debatir y concertar. No hay que caer en la trampa de quienes quieren llevar al pueblo irremediablemente a un conflicto violento.
• E-mail: conchamh@gmail.com
• http://www.chileven.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario