Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

lunes, 7 de mayo de 2012

De Santi Santamaría a la actualización del ser chef expuesto en su blog por Sumito Estévez


Buen comer para bien vivir

El libro póstumo del cocinero Santi Santamaria reivindica la cocina tradicional




El fallecido cocinero Santi Santamaria. / JOAN PUJOL-CREUS

“Me declaro goloso”, dice Santi Santamaria (Sant Celoni, 1957-Singapur, 2011) en el libro que estaba a punto de publicar cuando falleció,Una reivindicación del buen comer(Akal) y que finalmente se presentó ayer en el restaurante EVO del L'Hospitalet de Llobregat, uno de los que él dirigía. Y añade: “Cuando veo pasar ante mí unos buenos pinchos de tortilla, o unas gildas con anchoas en un bar, cuando unto con el cuchillo la olivada sobre el pan, cuando paladeo un fino y luego mordisqueo un calamar a la romana con un poco de mayonesa, cuando saboreo unas costillitas de cordero lechal con guisantes y cebolletas; en todas esas ocasiones, y muchas más, me reconozco, declaro y confieso goloso”.
Toda una declaración de intenciones de un hombre grande; de carácter exuberante, y de un chef que no necesitó del boom de la gastronomía en nuestro país para ser reconocido internacionalmente porque ya coleccionaba estrellas Michelin en su restaurante El Racó de Can Fabes, en su natal Sant Celoni, mucho antes de que proliferaran por España los chefs estrellados.
Defensor de la cocina tradicional frente a lo que llamaba “cocina-espectáculo”, Santamaria denunció el uso de ingredientes y métodos industriales en detrimento de la calidad y la naturaleza de los productos, en una alusión obvia hacia los métodos que encarnaba Ferran Adrià y protagonizó una polémica de altos vuelos que, tal vez, el paso del tiempo ha relativizado.
Así piensan tanto su hija Regina como el que fuera su colaborador Jordi Ainaud, editor del libro, para quien en la situación actual “ningún diario podría permitirse dedicar una portada a un tema como este”. Pero según Ainaud le gustaba la polémica porque “era un batallador” y el libro “demuestra que continúa ganando incluso después de muerto porque muchos grandes cocineros hacen ahora lo que se llama kilómetro cero o cocina de proximidad que él pregonaba”.
Una reivindicación del buen comer es varias cosas; por un lado una recopilación de los artículos que publicaba en el suplemento dominical de La Vanguardia, más una serie de textos inéditos en los que reflexiona sobre la comida y sobre su oficio. Para el chef —él prefería el término cocinero— escribir era una manía, como recordaba ayer su hija: “Siempre iba apuntando pensamientos, incluso en servilletas de restaurante”.
Pero como no hay teoría sin práctica es también un extraordinario libro de recetas que reivindica la cocina tradicional. Dibujante industrial reconvertido en cocinero autodidacta, Santamaria coincide con Josep Pla en que comer es siempre visitar la infancia y en el libro recoge su peculiar selección de platos de los de toda la vida; desde la esqueixada de bacalo a las alubias con tocino pasando por el suquet de cabracho o la escalivada a la ceniza. Tampoco faltan sus recetas más clásicas como los raviolis de gambas, la papada con caviar o la tripa de bacalao con butifarra negra.
Su súbita muerte, hace poco más de un año en Singapur, por infarto de miocardio, dibujó una incógnita sobre el futuro de su red de restaurantes. Su hija Regina ha tomado ahora las riendas del negocio y su discípulo Xavier Pellicer, las de la cocina. Las franquicias internacionales de Singapur y Dubai han sido abandonadas para concentrarse en los tres de España, el Can Fabes de Sant Celoni, el EVO y el Sant Celoni, de Madrid. “La crisis la pasamos en 2008”, explica Regina.

DOMINGO, MAYO 06, 2012

 JETSON EN EL RESTAURANTE

En 1962, la dupla genial de William Hanna y Joseph Barbera crearon una serie animada para televisión llamada “The Jetsons” (traducida como Los Supersónicos a nuestro idioma), en donde se mostraba la cotidianidad de una familia trabajadora de clase media en el año 2062. La serie tenía una virtud que la volvió adictiva para los de mi generación: Mostraba al futuro como divertido y mejor. En el fondo no hay chico que no rece para que su adultez no vaya a ser como la de Terminator, y en lo que respecta a la forma en que interactuamos hoy en día, el futuro ya está aquí. Por suerte, se parece bastante al de la serie.

Son muchísimas las cosas que se mostraban allí (que seguramente veíamos como delirios futuristas imposibles), que no tuvieron que esperar hasta bien entrado este siglo para aparecer. Por ejemplo, ver al señor y la señora Supersónico hablando por teléfono mientras se veían las caras, va camino a ser la norma de cualquier teléfono móvil en el futuro cercano, y ya lo es para aquellos de mayor valor. Hay escenas en donde los Supersónicos no solo son capaces de ver en una pantalla algo, sino que en la misma aparece información adicional sobre el objeto en cuestión. Probablemente ya estaban al tanto de los trabajos de Morton Heilig, considerado el padre de la Realidad Virtual, quien mostró al público su máquina multisensorial (Sensoram) el mismo año de nacimiento de la serie.

El camino de la Realidad Virtual ha ido llevando al concepto de Realidad Aumentada, que no es mas que lograr que la visión directa de un objeto mediante fotografía o video, nos permita interactuar con él no solo desde la imagen, sino a través de elementos virtuales como por ejemplo información del mismo, links de internet, videos, etc. Para que se entienda mejor, una cosa es tomar la fotografía de un cuadro en un museo, y otra es que en la foto recién tomada, aparezca información sobre el pintor, como por arte de magia.

Todo el proceso de Realidad Aumentada se sustenta en dos tecnologías que se van desarrollando a paso vertiginoso. Por un lado, la capacidad de manejar la inmensa memoria que implican los enormes bancos de imágenes necesarios, y por el otro software de reconocimiento de imágenes cada vez mas preciso. Recientemente, para probar, le tomé con mi teléfono una foto a la imagen de Buda (se trataba de una escultura) que aparecía en la portada del libro que leía mi hijo (Siddharta de Hermann Hesse) y activé el buscador de imágenes de Google, ¡Segundos después, en mi teléfono aparecía la información sobre el período en que se hizo la pieza y datos del museo en donde se encuentra!

La Realidad Aumentada es una realidad que va a cambiar nuestra manera de interrelacionarnos con el entorno. Google ya casi terminó la base de datos de imágenes botánicas para que, con solo apuntar la cámara a una planta, sepamos hasta como sembrarla. Muchos museos ya tienen el servicio, y ciudades como Nueva York ya tienen zonas en las que al tomar la foto de una calle, aparecen en pantalla datos de sitios de interés y hasta pueden comprarse entradas para visitarlos en ese instante. Obviamente las posibilidades económicas son infinitas debido que se puede vender publicidad de tiendas de la zona en donde se está tomando la foto, y en este instante la vedette son los lentes de Realidad Aumentada que se esperan para finales de este año. Esto apenas comienza.

II

El cliente llega al restaurant y le traen una tableta electrónica con el menú (práctica que ya se está imponiendo a la hora de entregar la carta de vinos), permitiéndole no solo conocer la oferta y precios, sino ver fotos reales de lo que eventualmente comerá.

Llega la entrada. Dado que el plato está bellamente presentado, saca su celular y decide tomarle una foto. Clic suena el sonido virtual programado que recuerda tiempos en los que las cámaras eran mecánicas, ¡Y comienza, sorpresivamente, la diversión! En la pantalla del celular aparece como por arte de magia el nombre del plato y un menú que dice: Publicar, ver video, recibir la receta, información nutricional, palabras del productor. Lo que era una simple foto para recordar la cena en casa, abre de repente las posibilidades de publicarla inmediatamente en Twitter, un Blog o FaceBook. En la sección video el chef nos muestra como se hace la receta. El comensal está a un solo clic de recibir la receta detallada del plato por correo electrónico. En información nutricional no solo aparece el conteo calórico, sino características de los ingredientes; y hasta se puede ver un video del productor en donde este explique como siembra el ají dulce con estrenada denominación de origen.

George Jetson, el irascible pero feliz Papá Supersónico, está sentado a la mesa. Es el año 2013

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