No es capricho que el Cabriales desemboque en Pao-Cachinche
Cristóbal Francisco pide un debate desprejuiciado sobre el tema agua. (Foto Orlando Nader)
Daniel Pabón
Valencia (REDACTA).- Cristóbal Francisco Ortiz, viceministro del Agua del Ministerio del Ambiente, pidió un favor a cualquier grupo técnico, ONG o ambientalista: "Si alguien tiene la magia de poder desviar el río Cabriales para el Lago de Valencia, pero a su vez hacer que el lago no suba, que la diga y nos haga ese regalo. Si no, estamos haciendo demagogia". Confesó que "no es capricho" el hecho de que el río de la ciudad desemboque en el embalse Pao-Cachinche.
El funcionario también vino a Valencia para desmentir el "falso dilema" de que si el agua del Cabriales es vertida en Cachinche (fuente de abastecimiento de la Gran Valencia), no se puede tomar. Lo reiteró "ante la campaña amarillista" de hacer creer a la gente que toma agua no potable.
Partiendo de que los delitos se denuncian en la Fiscalía, convocó a hacerlo a cualquier ambientalista legítimamente preocupado que presuma ilícitos. "Que denuncien al Ministerio del Ambiente o que me denuncien a mí, o a Manuel (Fernández, presidente de Hidrocentro). Bueno, si Manuel no quiere que lo denuncien, que lo hagan conmigo. Pero se van a la vía del escándalo, del amarillismo periodístico".
Encausar por esta ruta las denuncias sobre calidad del agua que perviven en Valencia desde finales de 2009, permitiría, según Francisco, que se abran investigaciones científicas con rigor y se llegue a unos resultados fiables, expuso en rueda de prensa, antes de cerrar el 1er Foro Sinergia Ambiental Carabobo que este miércoles organizó el Minamb.
Recursos aprobados
El Ministerio tiene previsto inyectar este año unos 35 millones de bolívares en el saneamiento de la cuenca del Lago de Valencia. Francisco precisó que en lo que va de programa de saneamiento se cuenta con 730 millones de bolívares invertidos, y que el monto global asciende a unos mil 300 millones. A escala nacional 600 millones están siendo destinados para rehabilitación y reingeniería de los sistemas de potabilización.
Con recursos ya asignados, el despacho instala la cuarta línea (cada una está constituida por un grupo motor-bomba) del Sistema Regional del Centro I (acueducto de la Gran Valencia). Según el funcionario, eso permitirá darle confiabilidad, porque estarán en capacidad de tratar 7 mil 200 litros por segundo. También habló de inversiones para dar mantenimiento a las tuberías.
Sin fechas exactas, Francisco adelantó que en la medida en que los recursos estén disponibles se reanudará la ampliación de la planta La Mariposa II, un proyecto paralizado por falta de dinero desde julio pasado. El viceministro dijo desconocer detalles de la protesta que mantienen ex obreros de esa obra a las puertas del complejo desde el 17 de enero. "Esa es una situación normal en el país, que la gente esté preocupada por mantener sus puestos de trabajo".
Con la ampliación de La Mariposa, la capacidad de tratamiento de aguas servidas a enviar a Cachinche aumentará 2 mil 500 litros por segundo, adicionales a los 4 mil 200 litros por segundo que procesa a la fecha. Francisco aseguró que toda el agua que ingresa es saneada.
El Sistema Regional del Centro I trata a la fecha el 75 por ciento de las aguas residuales del área metropolitana de Valencia. La ampliación permitirá sanear más del 85 por ciento y mejorar las condiciones de Pao-Cachinche.
Campaña amarillista
A Cristóbal Francisco le disgusta que no lo inviten a foros como el organizado por el Colegio de Ingenieros de Venezuela el pasado jueves 10 en Caracas, para debatir el "tema sensible" de la calidad del agua. Citó parte de un trabajo periodístico que recoge esa cobertura, publicado en el Diario El Nacional el domingo 13 de marzo, en el que especialistas disertan sobre la materia. Para el viceministro, referir datos de 1990 no es serio. "Se arropan de la academia para una campaña que tiene, evidentemente, fines politiqueros electorales".
También descargó contra la cobertura de El Carabobeño. Con fotocopia de un trabajo de este miércoles en mano, descalificó su contenido. "Aquí no hay ningún interés en defender a los valencianos. Se trata de una campaña de descrédito, que es alarmista y amarillista".
El 1er Foro Sinergia Ambiental Carabobo reunió en el Teatro Municipal de Valencia a unos 150 representantes de las 14 alcaldías carabobeñas, adscritos a las direcciones de ambiente, infraestructura, ingeniería, desarrollo urbano y catastro. Intercambiaron ideas sobre los lineamientos del despacho, comentó César Iván Alvarado, director estadal ambiental del Minamb-Carabobo.
Cloro y aluminio
Cristóbal Francisco duda que sean generalizadas las denuncias por mala calidad del agua en el área metropolitana de Valencia. No desconoce, sin embargo, que esto pueda generar una molestia en algún caso. "¿Qué es preferible? ¿Un poco de molestia en los ojos o el riesgo de una epidemia generalizada por falta de cloro?".
A los valencianos que viven en comunidades cercanas a plantas y a recloradoras, recomendó que dejen airear el agua para que el cloro residual se evapore en la atmósfera. "Eso no tiene ningún riesgo".
Francisco negó que el agua posea restos de metales. "Más del 95 por ciento de la ingesta de aluminio proviene de los alimentos. Si yo me tomo un antiácido, tiene dos y tres veces más aluminio que el agua". El viceministro también prometió que publicarán cada vez más resultados de calidad del líquido en la web de Hidrocentro, empresa que toma más de 80 mil muestras por año. Del tema de las toninas del Acuario de Valencia evitó pronunciarse, porque sería aventurarse en un área que no maneja.
Aguas servidas, lodos y lixiviados contaminan Pao-Cachinche
El agua sale con espuma de la planta La Mariposa I. (Foto Archivo)
Daniel Pabón
Valencia (REDACTA).- Los orígenes químicos de la contaminación del embalse Pao-Cachinche no han cesado y el Ministerio del Ambiente tiene responsabilidad en esto, opina el director de Desarrollo Técnico y Asesoría Ambiental del Movimiento por la Calidad del Agua, Manuel Pérez Rodríguez.
El especialista en descontaminación de aguas desglosa al menos tres de estos orígenes: la generación de lixiviados al vertedero a cielo abierto de La Guásima; la disposición final de lodos resultantes del proceso de potabilización en la planta Alejo Zuloaga; y las descargas agropecuarias y de aguas servidas no tratadas.
Pero la causa que Pérez Rodríguez considera más importante es el trasvase de aguas desde el Lago de Valencia hasta Pao-Cachinche, la fuente de almacenamiento de la ciudad. En el Movimiento consideran esto "delito ambiental" y han presentado pruebas de valores que se dispararon luego de esta medida, tomada por Min-Ambiente e Hidrocentro en 2005.
El trasvase se mantiene a la fecha, pese a que el Consejo Legislativo sugirió cesarlo y la "Comisión del Agua" lo considero negativo para la calidad del líquido de consumo humano, en julio pasado.
"Si todos los causantes de contaminación siguen vigentes, mal podemos nosotros pensar que el embalse va a aportar un agua en capacidad de ser potabilizada", concluye el ex presidente de Hidrocentro.
Al embalse (fuente de almacenamiento hídrico de la Gran Valencia) también corre lo que egresa de las plantas de tratamiento de aguas residuales La Mariposa y Los Guayos. De ellas el agua sale prácticamente como entra, según el especialista. "Se encuentran en estado deplorable". El Movimiento ha denunciado que en la primera persisten "vertidos ilegales" hacia Pao-Cachinche.
Comisión desaparecida
Desde el 8 de octubre pasado, cuando aprobaron el diagnóstico oficial sobre la calidad del agua en el área metropolitana de Valencia, cesaron las plenarias de la Comisión Coordinadora Estadal de Ambiente, Recursos Naturales y Ordenación del Territorio. "Pareciera que la única misión que se propusieron fue generar un informe que maquilló los resultados de una manera descarada", objeta Pérez Rodríguez.
Los análisis de tres laboratorios gubernamentales arrojaron valores permisibles en la norma en 24 de 28 hogares de la ciudad. El sanitarista no ve válidas las conclusiones, porque se basaron en un muestreo hecho en época de lluvia y por un solo día.
Entre las 68 recomendaciones del documento resalta la necesidad de acondicionar las plantas. "El Ministerio del Ambiente es el principal responsable de que los valencianos no contemos con un agua potable y que no se vislumbre la implementación de ninguna de estas soluciones", remata Pérez Rodríguez.
La Mata y Punta Redonda sin respuesta
Vecinos de La Mata y Punta Redonda, al sur de Maracay, han informado al Movimiento sobre la tensión que viven por el aumento de nivel del Lago de Valencia. Manuel Pérez Rodríguez recuerda que todavía un grupo no ha sido indemnizado por el Gobierno Nacional y califica de crítica la situación que viven unas mil familias.
El Cabriales a Pao-Cachinche: Una decisión cuestionada
(Foto Archivo)
Daniel Pabón
El Lago de Valencia celebra este "Día Mundial del Agua" con un metro más de nivel en comparación con la misma fecha del año pasado. Desde hace más de seis años, la segunda cuenca de Venezuela no se alimenta del Cabriales, río que se junta con otros para desembocar en la fuente de abastecimiento hídrico de la ciudad: el embalse Pao-Cachinche.
Mientras que especialistas en la materia cuestionan la decisión, el viceministro del Agua del Ministerio del Ambiente, Cristóbal Francisco, se defendía el pasado miércoles en Valencia al decir que tal ruta no es caprichosa y establecía distancia al entenderla como una herencia de gestiones anteriores.
"Si alguien tiene la magia de poder desviar el río Cabriales para el Lago de Valencia, pero a su vez hacer que el lago no suba, que la diga y nos haga ese regalo", pedía el funcionario a ambientalistas y organizaciones ligadas al tema.
Historia del desequilibrio
Luis Fernando Arocha, uno de los pilares en la fundación del acueducto de Valencia, reconstruye para El Carabobeño la historia del río que atraviesa de norte a sur la ciudad.
I. Se seca
Los primeros registros indican que todo el caudal del Cabriales vertía exclusivamente en el Lago de Valencia; una cuenca abierta hasta el año 1730. Se sabe que a partir de esa fecha comenzó un proceso de desecamiento, porque era más el líquido que salía que el que recibía. En este balance negativo, las aguas excedentarias del lago descargaban al río El Paíto, a través del caño de Las Manzanas.
Fue entonces cuando la disposición final de las aguas del Cabriales quedó en estado de indefinición. Así se fue conformando la llamada Laguna del Desparramadero (al sur de Valencia).
En época de invierno el Cabriales crecía y dividía sus aguas. Para 1974 ocurría esto: vertía una parte cercana al 40 por ciento hacia el río El Paíto, y la restante, equivalente a un 60 por ciento, hacia el Lago de Valencia fundamentalmente a través de los caños El Charal y La Negra.
El lago llegó a descender de la cota 427, en 1730, hasta la 402, por el año de 1972. "A medida que el lago fue bajando de nivel, el Cabriales comenzó a disponer más agua hacia El Paíto que hacia la otra cuenca", refiere Arocha.
II. Se recupera
Para la década de 1970, el lago registra un ascenso sostenido de su nivel. En esto influyó la inyección de aguas con las obras del naciente acueducto de Valencia, antecedente del actual Sistema Regional del Centro I.
El balance del lago volvió a ser positivo, pero el hecho de que El Paíto desembocara en Pao-Cachinche, fue germen de contaminación del recién construido embalse (las obras duraron de 1971 a 1973).
Se acordó entonces como límite máximo permisible del lago, la cota 408 metros sobre el nivel del mar. El Cabriales tenía en esto un papel protagónico, pues para la fecha, era el segundo afluente de esa cuenca después del río Aragua, que siempre ha sido el más importante.
Fue el mismo Luis Fernando Arocha quien en 1977, cuando dirigía el INOS (Instituto Nacional de Obras Sanitarias) en la región central, tomó la decisión de impedir que las aguas del Cabriales fueran a parar al embalse de la ciudad. "Siendo Cachinche la fuente de abastecimiento de Valencia no podíamos permitir que hacia él concurriera ni un solo litro de las aguas contaminadas del río Cabriales, ningún día del año". Para entonces, en él convergían todas las aguas negras de la ciudad, sin tratamiento previo.
En el sector Paso Ancho fueron colocadas unas compuertas que trancaban el paso del Cabriales rumbo al embalse y lo obligaban a girar su curso hacia el Lago de Valencia. En ese punto, Arocha propuso una laguna de oxidación para que, por rebose, sólo marcharan a la cuenca las aguas más superficiales.
III. Se desvía
Las compuertas estuvieron cerradas hasta 2004 aproximadamente. El crecimiento todavía descontrolado de la cota del lago (desde la década de los 70 a la fecha, habría ascendido casi 10 metros) motivó una criticada decisión, tomada por el Ministerio del Ambiente con miras a disminuir el nivel. "Irresponsablemente desviaron las aguas del Cabriales y el Maruria hacia la cuenca de El Paíto". Volvía una remesa de aguas no del todo saneada al embalse Pao-Cachinche.
"El único responsable de la contaminación del embalse y del problema del Lago de Valencia es el Ministerio del Ambiente. Más nadie. Olvidémonos de Hidrocentro, que no es sino un brazo ejecutor de las políticas que fija el Gobierno Nacional", insiste Arocha.
El descontrol de la cota en la cuenca más importante de la región, es noticia vigente. El especialista asevera que los esfuerzos que ha hecho Min-Ambiente no han sido suficientes. "Ni han logrado controlar el nivel del Lago de Valencia y lo que han hecho es incrementar la contaminación del embalse Pao-Cachinche".
Hay quien desestima, por el contrario, el impacto del río valenciano como motor presuntamente contaminante del embalse. "El Cabriales es un niño de pecho al lado de lo que sale de las plantas La Mariposa y Los Guayos hacia Pao-Cachinche", revelaba el pasado viernes el ingeniero químico Gerardo Colmenares, ex jefe del Laboratorio Central de Hidrocentro, que se atrevió a denunciar una supuesta operatividad limitada en esos dos sistemas encargados de sanear las aguas residuales de la Gran Valencia.
Aumentar la capacidad de procesamiento de las plantas de tratamiento de La Mariposa y Los Guayos y adicionar una fase terciaria de saneamiento, ayudaría a mejorar la calidad del río y del embalse de Valencia. Terminar las obras de recolección de aguas negras inconclusas, a los márgenes del Cabriales. Ambas son parte de las soluciones con las que Arocha remata su exposición.
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