El problema no es de vivienda sino de la capacidad de la sociedad para ofrecer capacitación y empleos
El Nacional (Papel Literario, 26/02/11) ha vuelto a publicar un sugestivo ensayo de Uslar Pietri de 1974, "O ranchos, o desarrollo", donde al lado de importantes y poco convencionales afirmaciones se sostienen algunos de los puntos de vista que, a nuestro juicio, menos han ayudado a comprender la modernidad venezolana y a superar las barreras que se le han interpuesto. Intentaremos ahora, en un espacio muy apretado, rebatir algunos de estos últimos, desarrollados extensamente por su autor.
Lo primero es su visión idílica de la Venezuela prepetrolera cuando lo que prevalecía era el analfabetismo, la cultura del conuco y las altas tasas de mortalidad en adultos e infantes. Luego la idea de que los campesinos migraban a la ciudad atraídos por "señuelos", ignorando los procesos que condujeron a la generación de excedentes de mano de obra rural que forzaron su expulsión hacia las ciudades, única alternativa existente en ausencia de la posibilidad de las migraciones internacionales. En tercer lugar la insistencia en llamar rancho ("un cajón de tablas") la vivienda predominante en los barrios caraqueños, lo que tampoco en 1974 era verdad, y marginales ("fuerza de trabajo no aprovechable por la ciudad") a sus habitantes. Por último la idea de que parte de esa población vive en esas condiciones no por necesidad sino por gusto, porque rechazan "vivir de una manera decente y civilizada".
La verdad es que ante la incapacidad de nuestras clases dirigentes para dar respuesta a los fenómenos desatados por las rápidas transformaciones económicas y demográficas de mediados del siglo pasado, una mayoría de la población consiguió responder por su cuenta a la inevitable necesidad de vivir en ciudades, partiendo, es verdad, de un rancho, pero que gracias a un admirable esfuerzo terminó en la mayoría de los casos convirtiéndose en una vivienda digna. A lo que no pudieron dar respuesta fue a lo que, en definitiva, sólo podía el Estado: construirla sobre terrenos dotados de los servicios y equipamientos urbanos fundamentales.
En lo que sí tiene razón Uslar es cuando afirma que en ningún caso el problema de fondo es de vivienda sino de la capacidad de la sociedad para ofrecer capacitación y empleos dignos a todos sus habitantes. El tema es vasto, polémico y muy actual, por lo que merecería una discusión más profunda de lo que permite este breve espacio.
turismo y el modernismo a través del uso de los materiales y las formas empleadas . Las referencias a la cultura popular, en especial aquellas cinematográficas, llevan la obra de Atelier van Lieshout más allá de la parodia hacia un discurso sobre las raíces culturales de las relaciones entre arte y economía. Para esta exposición, la propuesta de Atelier van Lieshout es una casa perteneciente a un desarrollo habitacional que el grupo está realizando en la actualidad en las afueras de Rotterdam. Esta "comuna", llamada AVL Ville, es una especie de "cuartel para terroristas", una suerte de set cinematográfico para ser habitado por los integrantes del Atelier. Rotterdam es una ciudad con una tradición importante en cuanto a vivienda de interés social. Van Lieshout retoma esta tradición y la convierte en una propuesta escultórica, más que arquitectónica, que ironiza sobre las aspiraciones utópicas de la modernidad. J.G.
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Venezuela
Vive y trabaja en Caracas
Apartamento 21, 2000
Pintura mural y dibujos sobre papel
Dimensiones variables
La obra de Carlos Julio Molina retoma las figuras icónicas de la cultura popular para recontextualizarlas en el espacio del museo. Así, el artista, en obras previas recupera figuras de la televisión y el cine como Hulk, Mr. T, Arnold, Rambo, entre otros. En esta ocasión el rostro del cantante de salsa Hector Lavoe sirve de modelo para el desarrollo de la planta de una casa, titulada Apartamento 21 en alusión a la canción homónima de Willie Colón. En la obra de Carlos Julio Molina, el "ideal" se encuentra en la recuperación de estas figuras del "show-business" (casi todas con una historia de fracaso y descenso de su estatus de "estrella") y, en este sentido el artista ha realizado una especie de panteón de fracasados dentro del recinto del museo. J.G.
Maqueta y plano: Jaime Pisan, Jonathan Chapman, Beltrán Hadad, Jorge Labrador
Reinterpretación de la arquitectura vernácula
El estudio hace con esta obra un interesante trabajo de reinterpretación de la arquitectura vernácula de la región venezolana. Esta es una casa de bajo costo y fue construida con los materiales y métodos tradicionales de la zona.
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