Jesús María Lugo Peña || Esto es Debatible
Habló el "monje" en la Asamblea Nacional
"El hábito no hace al monje". El pueblo
Gran expectativa generó en el país, en el pueblo, la comparecencia -más que la interpelación- de los señores ministros del despacho presidencial. El país político y el país nacional esperaban impacientes la presencia del señor ministro que tiene en sus manos los sagrados destinos de velar por el rumbo de la economía.
Todos querían y quieren saber dónde están los reales, qué pasa con la inflación, por qué no hemos crecido igual que el resto de los países del continente y del mundo, cuando ya ha sido superada la crisis. No se obtuvo respuesta.
Y llegó el día tan esperado y el señor ministro Giordani se presentó con su corte que lo acompañaba y todo el mundo estaba atento por que iba a hablar el "Profesor". Debo continuar subrayando que tengo gran respeto y admiración por los profesores en general, porque soy uno de ellos y sé por propia experiencia cuánto nos cuesta alcanzar tan alta distinción, tanto sacrificio, tantos estudios y trabajos de investigación. Por eso, repito, les tengo tanta consideración, a él lo considero, además, un hombre honesto.
Pero, debo confesar que la intervención del profesor Giordani, que inició pontificando lo realizado y hasta con buen estilo, luego se vino a menos y terminó decepcionándome ya que con un talante político propio de un tirapiedras comenzó a utilizar un lenguaje que desdice mucho, no solo de su alta investidura, sino también de su condición de docente con postgrado en la Gran Bretaña, como lo demostró al utilizar, burlonamente, el idioma shakesperiano para diferenciarlo del mal hablado por los pitiyanquis imperialistas.
Su comportamiento, su conducta y desempeño se caracterizaron por la bajeza, la ironía, la burla, el irrespeto, la sorna y el desprecio, entre otros adjetivos calificativos, para con sus adversarios. Tuvo el tupé para descalificarlos de llamarlos "inteligentes" que no entienden nada y que ellos, los "brutos" sí lo hacen; eso lo repitió ene veces. Pero el clímax llegó cuando les indilgó el carácter de "escorias". Nunca me imaginé que un profesor de tanta categoría descendiera hasta el estercolero para justificar su comportamiento.
Con sorna afirmó que los de derecha no entendían lo que él trataba de explicar en relación con la inflación, como consecuencia de que solo habían estudiado la estadística descriptiva sin comprenderla, continuando con una fórmula matemática para ridiculizarlos más. Pero es que vamos a tratar de explicar sus contradicciones, apelando a la memoria que a veces es infiel; cuando trataba de justificar la alta presencia de la inflación en su ponderación estimaba casi en un tercio la responsabilidad de la misma a la inercia, lo que yo he llamado en anteriores notas, la vis a tergo, si ello fuera cierto cómo explica que viniendo de una alta inflación del gobierno de Caldera II, se ufanan de que durante los primeros años de gobierno bolivariano la estaban bajando y la iban a llevar a un dígito, pero que como consecuencia del "golpe de Estado y del paro petrolero" no pudieron controlarla ni tampoco continuar creciendo el PBI. Ello se contradice con lo que ha venido ocurriendo en otros países que de altísimas cifras han bajado considerablemente y en Chile, que lo tenemos bien cerca y recientemente tuvo la desgracia de ese bestial terremoto con pérdidas de vidas humanas y un costo de treinta mil millones de dólares, el año pasado creció y lo continúa haciendo, desvirtuando de esa manera que el crecimiento negativo de nuestro país se deba al golpe y al paro de manera exclusiva. Es consecuencia de la mala política económica puesta en servicio así como el empeño de ser exclusivamente socialistas, comunistas. Y nada más.
Tampoco el ingrediente de la especulación puesta en servicio por la aristocracia, por Fedecámaras, por la empresa privada, justifica como lo señaló, la inflación. Si ello fuera cierto, en los países vecinos y otros más lejanos donde funcionan de manera exclusiva el libre mercado y el llamado capitalismo -donde con seguridad deben existir especuladores por demás- no hubieran crecido, así que a mí no me vengan con cuchufletas.
Lo que sí quedó demostrado es que el Gobierno preparó bien el escenario, se valió de todas las tecnologías existentes y le sacó provecho a la ventaja de hablar casi diez veces más que la alternativa democrática, pero no convenció. No contestó a preguntas puntuales y se fue por las ramas en casi todas las respuestas concretas, haciendo gala en muchas ocasiones del irrespeto, llamándolos mentirosos e indicándoles que sus fuentes no eran confiables, solo la de ellos. Existen pruebas y hechos empíricos que demuestran la manipulación de las cifras como las referentes al desempleo, pobreza, entre otras, que se han modificado después del regaño público realizado por el señor Presidente al responsable del INE. Por eso y mucho más, volveremos para trabajar unidos, sin exclusión, en beneficio de la patria grande.
Giordani a diputados opositores: “Ustedes son la escoria política de este país”
Es la fecha de expiración del Gobierno del presidente Chávez. Así lo aseguró María Corina Machado, diputada independiente, quien en la jornada de interpelación de ministros ante la Asamblea Nacional el pasado jueves mostró un cartel con esa cifra y dijo: "Es el número de días que le queda a este gobierno desde hoy en el poder”. Y le
Los miles de toneladas de alimentos podridos de Pdval, cuya importación le significó al erario nacional toneladas de petrodólares -cuántos de los cuales habrán ingresado en los incontables tesoros de los jerarcas del régimen-, se quedan chiquitas antes las toneladas de mentiras desgranadas en la Asamblea Nacional durante los tres días de presentación de sus "memorias y cuentos" por los vicepresidentes y ministros del gobierno "bolivariano, revolucionario y socialista" -e inepto, militarista y corrupto.
El venezolano común y corriente, el ciudadano de a pie, que está desempleado, que carece de vivienda, que ha sido víctima reiterada de la violencia desbordada que, estimulada por la incompetencia gubernamental, azota al país de uno a otro extremos de su geografía, pensaba, ilusamente, que luego del escándalo Pdval no tendría ocasión de ser testigo y víctima de algo parecido. Pero he aquí que llegó la oportunidad de que los vicepresidentes y ministros del gobierno "bolivariano, revolucionario y socialista" -e inepto, militarista y corrupto-. Concurrieran durante tres días a rendir "memoria y cuentos" de su gestión durante el año administrativo 2010 ante la Asamblea Nacional para que adquiriera conciencia de que aún le falta mucho por ver y padecer. Si no reacciona.
En esos tres días de interminables sesiones en los que vicepresidentes y ministros del jefe del gobierno "bolivariano, revolucionario y socialista" -e inepto, militarista y corrupto-. Compitieron desvergonzadamente por torcerle el cuello a la dramática, a la trágica realidad de destrucción, de dictadura militar, de minusvalencia que padecen hora tras hora las mayorías venezolanas, aquellos funcionarios se exprimieron las neuronas para seguir mintiéndole al país sobre los obligantes trabajos que les competen, y para intentar -desde luego que infructuosamente- imponer la imagen de una Venezuela que, gracias a la gestión del gobierno de su "comandante-presidente" -panegirista del genocida Gadafi y comisario de Fidel Castro en la colonización de Venezuela, nuestro país se habría transformado, hoy, en uno de los más avanzados del mundo en todos los órdenes.
Trocaron cifras, trataron de encubrir felonías, vicios, delitos de toda naturaleza, el más señalado de todos, el tráfico con los dineros de la nación. Para cada pregunta de los diputados de la oposición, documentada e incontestable, tenían a la mano, en la boca, la mentira más descarada, o el delator, o al delator y simple esguince para eludir la debida respuesta. El descaro llegó a tanto que, por ejemplo, se aseguró a la audiencia presente, y a la que en todo el país seguía el curso del debate a través de la cadena oficial de radio y televisión, que la crisis que hizo colapsar el año pasado el servicio eléctrico había sido victoriosamente resuelta, cuando simultáneamente ese servicio público esencial falla por horas, o por días, en los estados Anzoátegui, Sucre, Monagas, Bolívar, Falcón y otros. Como continúa ocurriendo hoy. Cuando, mientras el ministro de Interior y Justicia sacaba papeles y leía estadísticas oficiales para asegurar que la inseguridad personal y colectiva, había sido abatida por la acción gubernamental en calles, aldeas, pueblos, ciudades, carreteras, autopistas, playas y plazas de todo el país, cientos de venezolanos, en su mayoría jóvenes, continúan cayendo víctimas de las balas asesinas de la delincuencia, cada vez más prepotente e impune, protegida por el gobierno "bolivariano, revolucionario y socialista" -e inepto, militarista y corrupto-, por la Fiscalía General de la República, por los tribunales diz que de justicia. Cuando el flamante ministro Giordani hacía mil y una piruetas para negar que la inflación venezolana, producto de su incapacidad y sus errores, es la más alta del mundo, Y, para culminar su infeliz perorata, quería insultar a los diputados de la oposición, a la oposición toda, con el calificativo de "escoria".
Mírese a sí mismo, ministro Giordani, mire a sus compañeros del gobierno "bolivariano, revolucionario y socialista" -e inepto, militarista y corrupto-. Incluido su "comandante-presidente".
Allí está la "escoria" que ha hecho retroceder a Venezuela al siglo XIX.
Los miles de toneladas de alimentos podridos de Pdval, cuya importación le significó al erario nacional toneladas de petrodólares -cuántos de los cuales habrán ingresado en los incontables tesoros de los jerarcas del régimen-, se quedan chiquitas antes las toneladas de mentiras desgranadas en la Asamblea Nacional durante los tres días de presentación de sus "memorias y cuentos" por los vicepresidentes y ministros del gobierno "bolivariano, revolucionario y socialista" -e inepto, militarista y corrupto.
El venezolano común y corriente, el ciudadano de a pie, que está desempleado, que carece de vivienda, que ha sido víctima reiterada de la violencia desbordada que, estimulada por la incompetencia gubernamental, azota al país de uno a otro extremos de su geografía, pensaba, ilusamente, que luego del escándalo Pdval no tendría ocasión de ser testigo y víctima de algo parecido. Pero he aquí que llegó la oportunidad de que los vicepresidentes y ministros del gobierno "bolivariano, revolucionario y socialista" -e inepto, militarista y corrupto-. Concurrieran durante tres días a rendir "memoria y cuentos" de su gestión durante el año administrativo 2010 ante la Asamblea Nacional para que adquiriera conciencia de que aún le falta mucho por ver y padecer. Si no reacciona.
En esos tres días de interminables sesiones en los que vicepresidentes y ministros del jefe del gobierno "bolivariano, revolucionario y socialista" -e inepto, militarista y corrupto-. Compitieron desvergonzadamente por torcerle el cuello a la dramática, a la trágica realidad de destrucción, de dictadura militar, de minusvalencia que padecen hora tras hora las mayorías venezolanas, aquellos funcionarios se exprimieron las neuronas para seguir mintiéndole al país sobre los obligantes trabajos que les competen, y para intentar -desde luego que infructuosamente- imponer la imagen de una Venezuela que, gracias a la gestión del gobierno de su "comandante-presidente" -panegirista del genocida Gadafi y comisario de Fidel Castro en la colonización de Venezuela, nuestro país se habría transformado, hoy, en uno de los más avanzados del mundo en todos los órdenes.
Trocaron cifras, trataron de encubrir felonías, vicios, delitos de toda naturaleza, el más señalado de todos, el tráfico con los dineros de la nación. Para cada pregunta de los diputados de la oposición, documentada e incontestable, tenían a la mano, en la boca, la mentira más descarada, o el delator, o al delator y simple esguince para eludir la debida respuesta. El descaro llegó a tanto que, por ejemplo, se aseguró a la audiencia presente, y a la que en todo el país seguía el curso del debate a través de la cadena oficial de radio y televisión, que la crisis que hizo colapsar el año pasado el servicio eléctrico había sido victoriosamente resuelta, cuando simultáneamente ese servicio público esencial falla por horas, o por días, en los estados Anzoátegui, Sucre, Monagas, Bolívar, Falcón y otros. Como continúa ocurriendo hoy. Cuando, mientras el ministro de Interior y Justicia sacaba papeles y leía estadísticas oficiales para asegurar que la inseguridad personal y colectiva, había sido abatida por la acción gubernamental en calles, aldeas, pueblos, ciudades, carreteras, autopistas, playas y plazas de todo el país, cientos de venezolanos, en su mayoría jóvenes, continúan cayendo víctimas de las balas asesinas de la delincuencia, cada vez más prepotente e impune, protegida por el gobierno "bolivariano, revolucionario y socialista" -e inepto, militarista y corrupto-, por la Fiscalía General de la República, por los tribunales diz que de justicia. Cuando el flamante ministro Giordani hacía mil y una piruetas para negar que la inflación venezolana, producto de su incapacidad y sus errores, es la más alta del mundo, Y, para culminar su infeliz perorata, quería insultar a los diputados de la oposición, a la oposición toda, con el calificativo de "escoria".
Mírese a sí mismo, ministro Giordani, mire a sus compañeros del gobierno "bolivariano, revolucionario y socialista" -e inepto, militarista y corrupto-. Incluido su "comandante-presidente".
Allí está la "escoria" que ha hecho retroceder a Venezuela al siglo XIX.
Interpelados por "escorias"
MIGUEL BAHACHILLE M. | EL UNIVERSAL
lunes 7 de marzo de 2011 12:16 PM
1-Educación. Hasta hace poco la educación pública era relativamente autónoma y trascendía de un gobierno a otro sin mayores interferencias ideológicas. Ciertamente había matices; pero hasta allí. Hoy la misma está saturada de una perspicaz y turbulenta propaganda inmiscuida por envites marxistas. La distribución de silabarios de corte cubano en escuelas primarias, afortunadamente rechazada por nuestros maestros, lo confirma. Criterio homologado por la ministra Maryann Hanson quien apeló el término nada académico pero muy revelador de"endemoniado" para calificar a nuestro sistema educativo. Cabe preguntar: ¿quién lo endemonió? ¡Nada que agregar!
2-Trabajo: El Canciller de la Republica, desdoblado como figurante del Ministerio del Trabajo, se explayó durante horas para dejar constancia del evidente fracaso de una filosofía que se corresponde con las limitaciones laborales propias de mediados del siglo XIX. No aprendió cuando era sindicalista que el éxito de una economía se refleja en el trabajo que ejecuta la gente y en los bienes y servicios que produce. ¿Analizó en su larga exposición alguno de estos aspectos? Ciertamente la fuerza de trabajo en este gobierno ha crecido exponencialmente pero en el área de propaganda diseñada para seducir bajo engaño aunque cínicamente la denominen información necesaria.
3-Salud. Más allá de las cifras edulcoradas y protegidas por la actual ministra, María Eugenia Sader, respecto a la atención primaria ofrecida por Barrio Adentro, por cierto muy mermada, omitió el fondo del problema. No habló del éxodo de médicos venezolanos; tampoco del estado calamitoso de los hospitales y centros de salud integrales ni del incremento de enfermedades asociadas a la pobreza como, endemias, Chagas, afecciones dermatológicas, dengue, sida, etc. Tampoco se refirió a las vicisitudes de parturientas que yacen en las puertas de hospitales buscando asistencia. ¿Y qué de los programas de suministro de medicamentos para los más pobres?
4-Seguridad. Poco habría que agregar a lo que todo el mundo padece. No es cuestión de cifras sino de vivencias personales para corroborarlo. Basta inquirir a parientes, amigos, conocidos, víctimas de delincuentes, o leer la prensa diaria, para evidenciar la brutalidad y altos índices de criminalidad. Secuestros, robos, asesinatos, chantajes, invasiones, corrupción, asaltos, pudrición de cuerpos policiales, atracos en plena vía, entre otros, azotan la avenencia social sin que la conciencia gubernativa se perturbe. No es con leyes y normas especiales como se ataca esa epidemia. ¿Cuál es el plan de seguridad que contemple educación, deportes, vivienda y desarme? ¡Nada! Todo se ciñe a una demagogia por demás cruel.
5-Petróleo y Energía. El desempeño de los ministros de ambas carteras, más que truculento, fue patético. Horas para revelar la excelente producción petrolera y fin del racionamiento eléctrico delataron el oprobio institucional del régimen. ¿Es que acaso la gente no sufre a diario los cortes y las deficiencias del servicio eléctrico?
6-Economía, Finanzas y epílogo. Al ministro cósmico de Giordani poco le importa el incremento de la inflación, carestía de productos básicos, corrupción, deficiencia en distribución de bienes y servicios, entre muchos. Esos son asuntos irrelevantes en una revolución. El cierre reservado para este académico ponía fin a toda discusión. Él y sus antecesores concedieron una gracia al país al permitir que, como él lo señalara, "las escorias" los inquirieran en cadena nacional. ¡Vaya degradación institucional!
miguelbm@movistar.net.ve
¿O será un resentido?
sábado 5 de febrero de 2011
La Política como resentimiento
como la locura, neurosis, psicosis, sociopatías y en general, todas las patologías están presentes en la política y en los procesos historícos, de hecho, el poder y la búsqueda del mismo terminan siendo una enfermedad, de allí el alegato iluso de Confucio y Platón a favor del gobernante-filósofo. Cuando un gobernante predica el odio y la muete como política y como método la venganza e injusticia, sin lugar a dudas es un desquisiado. Las motivaciones hay que buscarlas más que en las circunstancias, en el propio personaje, y uno de los rasgos que casi siempre está presente, es el resentimiento. Al respecto han reflexionado y escrito autores fundamentales como Frederik Nietszche y el propio Freud y toda la literatura psicoanalítica y psiquiátrica. Igualmente Max Scheler citado por Manuel García Pelayo, en su trabajo: “Notas sobre el resentimiento” a su vez citado por R. Combellas. Dice el autor alemán: “El resentimiento consiste en un odio impotente hacia aquello que se admira o estima, pero que no se puede ser o no se puede poseer. Se estiman ciertos valores, pero se odia a quienes lo poseen o a los valores mismos, en razón de que no se tienen. En su forma extrema, el resentimiento transforma el odio en la negación de los valores vigentes y en la postulación de un sistema de valores contrarios... las personas y los grupos que representan valores, adquieren una significación negativa, mientras que los humillados y ofendidos son realzados”.
El resentimiento, es frecuente y está presente en todas las sociedades pero es particularmente visible en aquellas sociedades atrasadas y desiguales en donde la injusticia cotidiana y la orfandad psíquica y afectiva es una característica dominante de la dinámica social. Personas con una niñez precaria y amenazadas desde todo punto de vista, tanto por la miseria material como por la miseria afectiva y cultural terminan por generar un número importante de personas que derivan hacia la delincuencia o actividades de las más diversas asumiéndola en su sentido más perverso, sustentadas en antivalores y en donde el éxito sólo es posible en la medida que se crea que la moral y los valores son limitantes que hay que desechar.
Lectura Tangente
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Notitarde 06-03-2011 |
La fórmula Giordani
En este país mucha gente ha llegado a ministro. Cualquiera, me corregiría un viejo amigo. De repente tienen razón. Difícil es mantenerse. Y más exigente, e importante, es hacer una buena gestión. Eso no quita que uno a veces se pregunte cómo fue que alguien llegó a ocupar un despacho ministerial. Y cuesta creerlo. Pero más inquietante es la interrogante de cómo harán algunos para seguir en el cargo.
¿Cómo puede permanecer al frente del Ministerio de la Economía aquel cuyas decisiones han producido y mantenido la inflación más alta de América Latina y una de las más altas del mundo? Los precios suben, los productos escasean, la moneda se devalúa, y el ministro ahí, tan campante. Como si nada. Como si toda esa realidad apabullante que nos cae encima no fuera con él. Aumenta la desconfianza, disminuyen las inversiones, se encogen las oportunidades de empleo de calidad. Crece el endeudamiento y aumenta el déficit fiscal. Y el ministro ahí, imperturbable, inalcanzable, intangible, como protegido por un manto invisible de energía metafísica, acumulando tanto desaciertos como poder.
¿Qué lo mantiene en las alturas? No son sus logros, se sabe. Tampoco sus antecedentes académicos o intelectuales, sobre los cuales hacen chistes poco caritativos quienes fueron sus colegas en el Cendes y la UCV. Ni siquiera, como a otros, su arrojo en los tiempos de la insurrección armada de los sesentas, pues por entonces tuvo en Italia su sabático de militancia. ¿Cuál será la virtud de este hombre envuelto en misterio? Suerte de gurú de una tierra arrasada que permita levantar, "desde la escasez" como proclamara ascético y estítico, el socialismo anacrónico que tiene en la cabeza.
El jueves 24 de febrero, cuando compareció ante la Asamblea Nacional, se descorrió el velo del misterio, el país no entendió la "fórmula Giordani de la inflación", pero en cambio pudo conocer la que bien puede llamarse "fórmula Giordani para seguir pegado". No es superioridad ideológica, ni cultura impresionante, y claro que no es una gestión, porque hay que ser demasiado exagerado con la ineptitud para que te quiten en este gobierno. Es que el hombre jala sin límite ni vergüenza. Ya teníamos un adelanto de su arte adulatoria en aquellos tomos editados por Vadell Hnos hace algún tiempo. Pero esto es cultura de masas, espectáculo. Venezuela lo vio guindarse, sin pena alguna, de su jefe en cadena nacional. Mostrarle su admiración repetida, tenaz y obsecuentemente. Alabarlo, ensalzarlo, encumbrarlo, ponderarlo, adorarlo, así, delante de todos, pública e inequívocamente. Para que todo el mundo sepa lo que lo quiero comandante-presidente. Y parte de la adulación es el insulto a los diputados, grosero, rastrero, prevalido de la cobarde alevosía del que obra con ventaja. Insulto que por decoro propio y del cuerpo, el Presidente de la Asamblea no debió permitir. Adular e insultar, e inclusive insultar para adular, es la penosa fórmula para adherirse a la Gaceta Oficial.
César Sosa Marvez || Bogavante
¿De quién es lo nuestro? "Lo nuestro, aunque poco, es mucho, porque es nuestro.
Lo ajeno es poco, porque aunque sea mucho, no es nuestro". Proverbio romano
La doctrina comunista, hoy representada en Venezuela por Hugo Chávez y la "corte" que lo sigue, considera que el Estado es el dueño de todo, por ende, los únicos con derecho a ser propietarios de todo son quienes lo representan. No importa que la gente que vive en la miseria muera de hambre, no tenga nada que comer, o muera por no tener medicinas con que curar sus enfermedades. U
na fotografía recientemente publicada revela cómo el camión que transporta la basura saca de "Miraflores" centenares de kilos de alimentos desechados por no haber sido consumidos por quienes ocupan el palacio sede de la Presidencia de Venezuela; mientras tanto, cada día crece el número de quienes se van a la cama sin haber ingerido ni un pedazo de pan.
Paralelamente, quien se dice "defensor del pueblo" acusa a una presunta "oligarquía capitalista", de exprimir a los pobres y enriquecerse a costa de ellos. Cabe preguntarse: ¿Quiénes son los verdaderos capitalistas, quienes dan trabajo y sustento a la clase obrera o quienes habiendo llegado "escuálidos"_ al poder, permanentemente remesan "divisas fuertes" (no pesos cubanos) a los bancos de los países capitalistas? Cada día que pasa el señor presidente amenaza con expropiarlo todo, no solo los bienes de quienes han amasado grandes fortunas, sino los de aquellos que han pasado toda su vida ahorrando para adquirir una modesta vivienda o ser dueños de un "cacharrito" para llevar a sus hijos a la escuela. ¿Y la ropa y los zapatos? ¿Y esas pequeñas cosas que para sus dueños son grandes porque son propiedad de ellos, también serán expropiadas? ¡Expropiése! grita el señor presidente, porque parece que son él, su familia, y quienes viven a su alrededor los únicos con derecho a ser propietarios.
Se preguntarán quienes están empezando a vivir: ¿Vale la pena sacrificarse, trabajar sin descanso, si nada de lo que logremos producir, nos pertenecerá? ¿Para qué trabajamos, para que el señor Chávez y su corte de aduladores vivan como reyes, mientras nosotros nada tendremos? ¿Para qué nos esforzamos en mejorar la calidad de los productos de las empresas del Estado, si a cambio mañana nada tendremos? ¿Cuál es el incentivo que recibimos si ni siquiera los servicios médicos mejoran y, por el contrario, cada día están en peores condiciones? ¿Por qué se nos dice que las riquezas son del pueblo si más son los días en que no tenemos electricidad y agua en nuestros hogares? Lo único que Venezuela produce es petróleo, sin embargo, tenemos que importar gasolina (aunque no se sepa) a precios internacionales.
En Falcón se ha descubierto el yacimiento más grande de gas en el mundo, sin embargo, no tenemos este hidrocarburo para cocinar nuestros alimentos. Aparte de estas cosas "materiales", no tenemos seguridad para nuestras personas y cada vez aumenta el número de asesinatos. En 10 años de Gobierno "revolucionario" (según dice el Gobierno) han muerto ¡ciento cincuenta mil personas! (que se sepa) víctimas del hampa desbordada e incontrolada, que parece tener más garantías que nosotros, los hombres y mujeres de hogar y de trabajo. ¿Qué mayor expropiación que la que a diario nos despoja de nuestros modestos recursos, que nos asalta para quitarnos los "cuatro reales" que con nuestro sudor cotidiano ganamos? De manera pues, que no continúe el señor Chávez amenazándonos al grito de ¡Expropiése!, pues cuando él venga cual Muamar Gaddafi a terminar de llevarse lo que nos queda, poco será lo que exista, pues ya la "canalla" se habrá adelantado.
Por otra parte, es tanto lo que ha regalado a sus admiradores de otros países, que será muy poco el remanente para los venezolanos. Son novecientos noventa y nueve mil millones de dólares, lo que solamente por venta de petróleo ha recibido, sin embargo, es muy poco lo que en obras materiales este régimen ha realizado. Son solo promesas y más promesas, contradicciones y más contradicciones.
Hablar no cuesta nada, pero "del dicho al hecho, hay mucho trecho...", dice el viejo refrán. Al pueblo solo le queda protestar como desahogo a las promesas incumplidas y a la verborrea in
sulsa de los políticos que solo saben hablar y de paso pendejadas que no traen resultados positivos para un pueblo cansado, harto, de esperar, y que hoy se pregunta: Entonces, ¿de quién es lo nuestro?, si por una parte el "amo" dice que las riquezas son del pueblo y por la otra grita ¡Expropiése! ¡Una contradicción más de quien no gobierna, solo manda...!
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