Parroquia de la UCV
donde estaba el P.Gazo.
El momento del femenino es
tan importante que esta "trinidad" en laque Hugo Chávez es el centro, EdmundoChirinos el psiquiatra y el Padre Jesús Gazosj. el capellán de la pareja presidencial y amigode Chávez, cojean a su manera de ese lado femenino, pues aunque me duela contarlo conocí después deleer una entrevista en la Pág. D-1 de El Nacionalen los 1990, a la psicóloga Cecilia del Carpio quiense confesaba "novia" de Gazo, y por eso daba lavuelta al mundo como representante de la Asociaciónde Curas casados. Compadre Chávez Ud. si esLilith y su existencia de verdad no deja huequitopara respirar tantico. Todo es reflexión ante Ud.pues las estructuras se las llevó por delante yconoce a los especímenes perfectos para tumbarcada una. Cecilia me regaló un libro de poemassuper eróticos llamdo "Sacerdote jesuita te hago inmortal"...Que Gazo me perdone pero si dejóel pelero por no corresponder a esa pasión o es truculencia de Cecilia este año estabatodavía visitando a la Iglesia para reunir amigos asu causa...Acabar el celibato por amor a tí.martes 19 de agosto de 2008
PONGO AL DESCUBIERTO UNA PEQUEÑA PARTE DEL CASO CHIRINOS
* EL PSIQUIATRA QUE NO GUARDABA LAS CONFESIONES DE SUS PACIENTES
* HUGO CHÁVEZ Y MARISABEL: SUS PACIENTES Y AMIGOS
Poco a poco, la verdad surge. Para los que tuvimos información de lo que sucedía en el consultorio de Edmundo Chirinos -sin poder hacer nada- lo que está ocurriendo ahora es un alivio que, lamentablemente, se lo debemos a una niña de apenas 19 años: Roxana Vargas. Pienso que al mundo se viene a cumplir una misión y la de Roxana era poner al descubierto los horrores que ocurrían en el consultorio de uno de más conocidos psiquiatras venezolanos, pero JAMÁS el mejor. Todo lo logró haciendo uso de los medios de comunicación que se prestaron para llevarlo a la cumbre, por eso, ahora callan o dicen poco. Este punto de vista lo mantengo. El mejor psiquiatra venezolano acaba de morir -05-08-08- justo en medio de este escándalo del que no se enteró. La psiquiatría venezolana -particularmente las nuevas generaciones de psicólogos y psiquiatras- no deben olvidar a quien en vida se llamó José Luís Vethencourt. Ya les hablaré de ese psiquiatra inolvidable, genial y con una moral intachable. Un pensador sabio se nos ha ido.
Cierto que el caso que me ocupa es Edmundo Chirinos, pero me ha sorprendido que me hayan llegado casos de pacientes de otros psiquiatras que practican la violencia sexual con sus pacientes y luego las desechan de la misma manera que hacía Chirinos: humillándolas y descalificándolas. No me pidan que dé nombres porque nunca he apoyado el amarillismo y tengo el DERECHO y el DEBER de proteger el nombre de las víctimas que me escriben. Son casos que no me constan -como SÍ me constan algunos de Chirinos- pero estas personas han dado nombre y apellido y sus narraciones son todas del mismo estilo: desgarrador. Ya hay un instituto especializado en Violencia Sexual dispuesto a ayudar a quien solicite ayuda. Ahí recibirán el apoyo de una psicóloga(o) sólo que hay que esperar porque las consultas están llenas. Es AVESA
PONGO AL DESCUBIERTO UNA PEQUEÑA PARTE DEL CASO CHIRINOS
* EL PSIQUIATRA QUE NO GUARDABA LAS CONFESIONES DE SUS PACIENTES
* HUGO CHÁVEZ Y MARISABEL: SUS PACIENTES Y AMIGOS
Poco a poco, la verdad surge. Para los que tuvimos información de lo que sucedía en el consultorio de Edmundo Chirinos -sin poder hacer nada- lo que está ocurriendo ahora es un alivio que, lamentablemente, se lo debemos a una niña de apenas 19 años: Roxana Vargas. Pienso que al mundo se viene a cumplir una misión y la de Roxana era poner al descubierto los horrores que ocurrían en el consultorio de uno de más conocidos psiquiatras venezolanos, pero JAMÁS el mejor. Todo lo logró haciendo uso de los medios de comunicación que se prestaron para llevarlo a la cumbre, por eso, ahora callan o dicen poco. Este punto de vista lo mantengo. El mejor psiquiatra venezolano acaba de morir -05-08-08- justo en medio de este escándalo del que no se enteró. La psiquiatría venezolana -particularmente las nuevas generaciones de psicólogos y psiquiatras- no deben olvidar a quien en vida se llamó José Luís Vethencourt. Ya les hablaré de ese psiquiatra inolvidable, genial y con una moral intachable. Un pensador sabio se nos ha ido.
Cierto que el caso que me ocupa es Edmundo Chirinos, pero me ha sorprendido que me hayan llegado casos de pacientes de otros psiquiatras que practican la violencia sexual con sus pacientes y luego las desechan de la misma manera que hacía Chirinos: humillándolas y descalificándolas. No me pidan que dé nombres porque nunca he apoyado el amarillismo y tengo el DERECHO y el DEBER de proteger el nombre de las víctimas que me escriben. Son casos que no me constan -como SÍ me constan algunos de Chirinos- pero estas personas han dado nombre y apellido y sus narraciones son todas del mismo estilo: desgarrador. Ya hay un instituto especializado en Violencia Sexual dispuesto a ayudar a quien solicite ayuda. Ahí recibirán el apoyo de una psicóloga(o) sólo que hay que esperar porque las consultas están llenas. Es AVESA
* EL PSIQUIATRA QUE NO GUARDABA LAS CONFESIONES DE SUS PACIENTES
* HUGO CHÁVEZ Y MARISABEL: SUS PACIENTES Y AMIGOS
Poco a poco, la verdad surge. Para los que tuvimos información de lo que sucedía en el consultorio de Edmundo Chirinos -sin poder hacer nada- lo que está ocurriendo ahora es un alivio que, lamentablemente, se lo debemos a una niña de apenas 19 años: Roxana Vargas. Pienso que al mundo se viene a cumplir una misión y la de Roxana era poner al descubierto los horrores que ocurrían en el consultorio de uno de más conocidos psiquiatras venezolanos, pero JAMÁS el mejor. Todo lo logró haciendo uso de los medios de comunicación que se prestaron para llevarlo a la cumbre, por eso, ahora callan o dicen poco. Este punto de vista lo mantengo. El mejor psiquiatra venezolano acaba de morir -05-08-08- justo en medio de este escándalo del que no se enteró. La psiquiatría venezolana -particularmente las nuevas generaciones de psicólogos y psiquiatras- no deben olvidar a quien en vida se llamó José Luís Vethencourt. Ya les hablaré de ese psiquiatra inolvidable, genial y con una moral intachable. Un pensador sabio se nos ha ido.
Cierto que el caso que me ocupa es Edmundo Chirinos, pero me ha sorprendido que me hayan llegado casos de pacientes de otros psiquiatras que practican la violencia sexual con sus pacientes y luego las desechan de la misma manera que hacía Chirinos: humillándolas y descalificándolas. No me pidan que dé nombres porque nunca he apoyado el amarillismo y tengo el DERECHO y el DEBER de proteger el nombre de las víctimas que me escriben. Son casos que no me constan -como SÍ me constan algunos de Chirinos- pero estas personas han dado nombre y apellido y sus narraciones son todas del mismo estilo: desgarrador. Ya hay un instituto especializado en Violencia Sexual dispuesto a ayudar a quien solicite ayuda. Ahí recibirán el apoyo de una psicóloga(o) sólo que hay que esperar porque las consultas están llenas. Es AVESA
Un buen psiquiatra, un
sacerdote menos un militar
develan y sanan el alma
Es importante destacar que la figura del psiquiatra y del psicólogo en Venezuela ha decaído con el caso Chirinos, algo muy lamentable en un país que no tiene cultura de psicoterapia y que sólo cree que estos médicos deben intervenir en caso de locura incontrolable. Esto es grave, mucho más de lo que se pueden imaginar porque la salud mental es de vital importancia.
Es una lástima que psiquiatras honorables salgan salpicados con tanta podredumbre siendo honestos y buenos médicos. Pero también es un alivio que otros psiquiatras del estilo de Chirinos empiecen a ser nombrados por sus víctimas. Incluso se habla de ginecólogos. Sabía, desde hace años, -1998, exactamente- de pediatras pederastas, pero no de ginecólogos y ahora comienzan a nombrarlos. Los psiquiatras y psicólogos que sabían lo de Chirinos deben dar testimonio sin nombrar a los pacientes. Sólo de esa manera se les volverá a respetar. Por ahora, mucha gente les teme y los considera "más locos que yo". Imaginen el drama para quien tiene hijos adolescentes que necesitan psicoterapia y les da miedo poner a su hijo(a) en manos de alguien que le puede hacer un daño mayor, como le sudeció a Roxana, independientemente del asesinato. Algunos venezolanos están conscientes de la magnitud del daño que el Caso Chirinos ha dejado -la realidad es muy cruel como para verla en su verdadera dimensión y lo malo le pasa a "otros(as)"- pero son muy pocos los que hacen algo para que esta equivocada actitud cambie puesto que cualquiera -niño, hombre o mujer- está expuesto al abuso sexual. Si el Caso Chirinos hubiera ocurrido en España, ya el alto gobierno habría intervenido como lo hizo -y lo sigue haciendo- con el sonado caso de Mari Luz Cortés. No sé si hay sinceridad en esa preocupación, pero el presidente Zapatero ha recibido y volverá a recibir a Juan José Cortés, padre de la niña onubense asesinada, niña de la etnia gitana. En Venezuela el gobierno no se ocupa de los familiares de Roxana.
Es una pena que se derrumbe la poca confianza que existía en los psiquiatras, pero influyó mucho la inexperiencia y falta de malicia de los pacientes porque al psiquiatra hay que ir teniendo referencias confiables y no escoger alegremente a cualquiera, no sólo por la violencia sexual, sino por la formación y la línea terapéutica que sigue esa persona que escuchará nuestros secretos.
El buen psiquiatra jamás revelara los nombres de sus pacientes y, mucho menos, su diagnóstico y lo que el paciente ha contado.
* LA FALTA DE ÉTICA DE EDMUNDO CHIRINOS
Hasta la saciedad se habla del presunto asesinato, del acoso y de la violencia sexual de Chirinos, pero hay algo que no es menos grave: revelaba mucho de lo que sabía de sus pacientes. En una oportunidad me contó sobre un conocido escritor venezolano y el dolor de este hombre por un hijo que nació con un grave problema mental. De esa historia, muchos, o la mayoría, no conocían nada, me cuento entre ellos. Este escritor había mantenido oculto a ese hijo -según Chirinos- y NO debió este psiquiatra contármelo porque nunca le pedí información sobre esa persona. No me pidan que diga quién es el escritor -hasta tengo dudas de que haya sido su paciente- porque dado su brillante intelecto lo imagino como paciente de José Luis Vethencourt y no de Chirinos. Vethencourt era el psiquiatra, por excelencia, de la mayoría de los intelectuales venezolanos. No Chirinos.
Edmundo Chirinos me habló de que todas las mujeres -y ex mujeres- de ese escritor habían sido sus pacientes. Puedo ponerlo en duda o preguntarlas, pero no me resulta interesante el saberlo. Falta de ética de Chirinos porque un buen psiquiatra hubiera referido a esas mujeres a otros colegas para no contaminar cada caso con lo que ya sabía por parte del escritor. Sólo en terapias de pareja, un psiquiatra atiende al hombre y a la mujer juntos. No me cansaré de repetirlo bajo riesgo de parecer monotemática.
* CASO HUGO CHÁVEZ Y MARISABEL RODRÍGUEZ, EX DE CHÁVEZ
Antes de que Chávez ganara la presidencia, Chirinos ya conocía a Chávez y presumía mucho de esa amistad. Si es cierto o no, eso era lo que el psiquiatra decía. Hablaba de reuniones clandestinas y existe una entrevista del año 1995 donde Chirinos dice: "La consigna es conspirar". En la entrevista que dio por televisión (por el caso Roxana) quizo poner distancia política entre él y Chávez. Estoy segura de que fue Chávez quien marcó esa distancia después de las revelaciones que Chirinos hizo sobre él y su salud mental, revelaciones hecha en Venezuela y a una revista de los Estados Unidos.
Una vez que Chávez llega a la presidencia, supongo que Edmundo Chirinos fue un semi-psiquiatra para Hugo Chávez. Puedo pensar que conversaban de algunas cosas del pasado y del presente de Chávez y supongo, también, que Chirinos lo medicaba; pero no imagino a Chirinos logrando con Chávez una psicoterapia como tal, con el rigor que ésta precisa, mas no dudo que fue su confidente que no es lo mismo que ser su psiquiatra, a pesar de que así pretende Chirinos que lo veamos: Chávez como su paciente. Tampoco veo a Chávez como a un hombre fácil para aceptar una psicoterapia. Lo veo evasivo y no ganado para entrar en las profundidades del inconsciente. La buena psicoterapia es muy dolorosa en su primera etapa y eso no es para Chávez y Chirinos tampoco se hubiera atrevido a llevarlo a esos umbrales de cuando Chávez, para huir de la golpiza de la madre (Elena), se ocultaba en el armario de la abuela y ahí permanecía asustado durante largo rato -horas, tal vez- conducta que sigue repitiendo hasta ahora porque marcó su infancia. Cada vez que tiene miedo, se esconde y vuelve a ser el niño del armario. Esa conducta es "normal" en Chávez porque quedó marcada en años muy importantes de su vida. Sobre este episodio del armario se ha comentado mucho y creo que hay libros que lo mencionan. Liberar del trauma de ese episodio -y de otros- a un presidente como Chávez -o cualquier otro ser humano- no era tarea fácil, menos para Chirinos que quizás lo que hizo fue alimentarle el narcisismo. Pudo haberlo ayudado a hacer menos marcado ese narcicismo, y no lo hizo porque Chirinos padece la misma patología. Hubiera sido un verdadero tour de force y, además, Chirinos adulaba a Chávez. Si las cosas fueron así, Chirinos perjudicó mucho a Hugo Chávez y, con él, a Venezuela.
Es tanta la falta de ética de Edmundo Chirinos que aceptó a Marisabel Rodríguez -para esa época, Primera Dama- como su paciente. Algo absurdo porque su esposo -nada más y nada menos que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez- si no era su paciente, al menos era su amigo y eso le impedía a Chirinos tomar el caso de Marisabel. Si ella hubiera tenido cultura en esa área tenía que haberse negado a ser su paciente y pedirle que la remitiera con otro profesional para asegurar la pureza de su terapia y la no intervención de su esposo, algo factible dada la amistad con Chirinos. La psicoterapia de Marisabel estuvo contaminada y una paciente en esas condiciones no puede soltarse y hablar. Chirinos nunca debió tomar su caso y eso entra en la falta de ética profesional.
En febrero del año 2002 hable con una Marisabel muy deprimida y muy asustada. Recién, una semana antes, había salido de una hospitalización de una noche por un fuerte dolor de cabeza que coincidió con un 14 de febrero -Día de San Valentín- en el que Chávez no estuvo con ella ni cuando egresó de la clínica. La llamé a su móvil una semana después de ese episodio y le dejé un mensaje. Dos días después ella me llamó en una conversación que duró casi dos horas. Hablamos varias veces para plantear una entrevista personal y grabada. Fue entonces cuando ella me pidió “Antes de hablar conmigo, quiero que hables con mi psiquiatra Edmundo Chirinos”. Le advertí que eso no era necesario, pero ella insistió. Ya mi opinión sobre este psiquiatra era muy mala y me sentía perfectamente preparada para abordar a una Marisabel triste cuando ya el matrimonio con Chávez no iba bien. Me había contado algunas cosas en varias conversaciones telefónicas que tuvimos, conversaciones que nunca quise revelar. Le recomendé que cambiara de psiquiatra, pero no me hizo caso. Hablamos, incluso el 11 de abril del 2002 a altas horas de la noche. Le dije que nos sentíamos muy mal por tantos muertos y ella -desde un lugar que no me reveló- me respondió: “El presidente también se siente mal”. Imaginen la situación que vivía esta mujer -veámola como paciente- insegura, con un divorcio en ciernes, depresiva, muy asustada y con un psiquiatra nada adecuado para su caso.
Para lograr la entrevista personal con ella, llamé a Chirinos de parte de Marisabel. Debe haber sido un viernes. Le di mi nombre y me trató con amabilidad, pero como si no me reconociera ¡y claro que me conocía! No me importo pues él me incomodaba. Me dijo que esa misma tarde me podía conceder la entrevista. Como yo no podía esa tarde, la pasamos para el lunes o martes y, cuando me disponía a salir, llamé a su consultorio para confirmar la cita y ya no me contesto él. Me mandó a decir que no me podía conceder la entrevista. No hubo explicación para tal cambio. Por supuesto que, para mí, la entrevista con Chirinos era lo de menos, sólo me servía para llenar el requisito que Marisabel pedía. Me llamó la atención el cambio de Chirinos que pasó de una cierta amabilidad a un ignorarme negándome la entrevista. Se lo conté a Marisabel. En medio de todo, fue lo mejor porque sabrá Dios qué hubiera dicho de la entonces Primera Dama. No insistí más en esa entrevista. Marisabel dejó de interesarme. Ella no era la Nora de Ibsen (Casa de Muñecas) uno de mis personajes teatrales preferidos.
Tiempo después me contaron que Edmundo Chirinos había revelado, públicamente, aspectos de Chávez que pertenecían al secreto de esa especie de psicoterapia. En el preciso instante de esas declaraciones, ni las leí ni las escuché, pero ahora he encontrado información al respecto. Si eso encolerizó a Chávez, éste tenía toda la razón porque lo que ocurre y se cuenta a un psiquiatra es un secreto como el de la confesión y Chirinos no mantenía los secretos de sus pacientes, como ya lo dije antes. Ese era -y es- uno de sus mayores defectos. No sé hasta qué punto las cosas se le hayan complicado con el alto gobierno -sobre todo con Chávez- después de exponer ante un país las intimidades de la psiquis del presidente, paciente y amigo. Me pregunto: ¿Edmundo Chirinos comenzó a perder poder a partir de esas declaraciones? Es muy posible que sí porque ni siquiera tuvo el privilegio de no salir esposado y eso, en un hombre como él, no augura nada bueno en los últimos años que le queden por vivir. Aunque intente mostrarse fuerte y desafiante, su psiquis le
pasa una cuantiosa factura y la sociedad hoy lo señala.
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