Esta sociedad está tomada por el signo de la destrucción, la intolerancia, la imposición y la pérdida de los soportes ético-morales que le permitan pensar en la definición y organización del futuro.
En esta dirección actúa la política regida por la exclusión que se expresa en la trampa de la polarización.
El llamado del Jefe Único es muy claro a este respecto: los que quieran patria socialista que se vengan conmigo. Los demás que se aparten.
Son dos polos minoritarios que tienen como objetivo la alternancia en el mando-poder y ante lo que la mayoría está obligada a marcar diferencias.
En este sentido, cuando nos situamos frente a la muerte de la dirigente chavista Lina Ron observamos dos expresiones: surge el polo de la exaltación revolucionaria para convertirla en un Cristo.
Para la contraparte a su vez, es el goce-celebración por la desaparición de quien es señalada como uno de los máximos exponentes del odio implantado en este ex país.
Ahora, dice el otro polo, disminuirá la violencia que expide el proceso.
Visto de esta manera tan superficial, nuestros males se deben a la presencia de determinados individuos en posiciones de mando-poder y su entorno.
De modo que si la muerte cumple, como en el caso de Lina, este ex país se libraría de los actores no deseables de nuestra historia actual. Examen al detal. Positivismo en gigantes proporciones.
No hay capacidad para analizar el caso de Lina como una manifestación del fanatismo esperanzador que le hace puntal en el culto a la personalidad de "su Comandante en Jefe".
Pero ella forma parte del engranaje de utilizados por el GP para forjar la imagen y creencia en un radicalismo antiimperialista que tiene en EEUU su primer mercado.
Lina fue utilizada, además, como en la exhibición de la violencia que se habría de aplicar si fracasa la vía pacífica para implantar el socialismo bolivariano.
Ella o Tascón fueron comprometidos por el alto gobierno como vendedores de miedo-angustia-tensión. Culpables de listas de persecución o de atropellos incalificables.
El GP utiliza y desecha como quiere sin ser culpable de nada. Y sigue su empresa con los muertos: "Lina vivió cual Cristo: dedicó su vida a la lucha por los que sufren"...
Y agrega: No pide nada a cambio. Una verdadera revolucionaria, como Cristo. Y tenemos que seguir su ejemplo para purificar la revolución, sacándola de los vicios que se han metido en su seno".
Lina cumplía su misión a bajo y razonable costo. Sin robar. Por ello su ejemplo es una acusación a corruptos y un camino para limpiar el proceso revolucionario.
De modo que no solo se le utilizó en vida sino que muerta se le lanza a combatir la gran suciedad del PSUV para ver si se logra su purificación, como dice el GP.
¿De dónde puede colegirse que esta mujer es uno de los grandes creadores de la política del odio y la persecución? Ella es sólo una activista de garra y carisma de quien se aprovecha el dueño de la empresa.
Y hoy, desaparecida, se le quiere llevar al plano del mito y la leyenda que tan buenos dividendos le presta a las "revoluciones".
Pero en todo caso, más allá de acuerdos o desacuerdos, se impone comprender y respetar la voluntad y decisión de vida de los demás.
De allí que salgamos en su defensa, ante los improperios lanzados, a la hora de su muerte, por quienes se supone portadores de una ética-moral diferente, sólida, de altura.
Y este planteamiento en relación con el respeto a la decisión a la vida del otro, lo invocamos a la hora del debate recién iniciado sobre el destino de los restos de Pío Tamayo.
No puede admitirse que la búsqueda de ídolos, íconos, emblemas o símbolos en medio de la necesidad de ir más allá de sus tres raíces, lleve al régimen a pasar por encima de lo dispuesto por el propio luchador antigomecista.
En carta del 28 de septiembre de 1935 a su hermano Toño, Pío dice: "No olvides que he sido sencillo y limpio de corazón. Procura enterrarme en El Tocuyo, pueblo al que he amado y cuyas gentes me quieren. No deseo ninguna ceremonia religiosa ni aquí ni en el acto del sepelio".
Condúceme a una casa amiga en aquel pueblo donde puedan reunirse los que quieran acompañarme al cementerio. Anuncia muy llanamente: "Ha muerto Pío Tamayo (37 años). Su madre, hermanos y demás deudos invitan para el acto del entierro. Y enseguida la dirección".
Y con base a este deseo, los familiares sostienen, en comunicado reciente (El Informador, 06-03-11) que respetan y exigen respeto para la decisión y memoria del familiar.
Parece indispensable tener en cuenta esta decisión y voluntad de vida. El "Americanista y Libertador de las ideas", como lo calificó el maestro Francisco Suárez, no puede convertirse en un simple objetivo para la creación de un nicho mayor para el culto y el mesianismo.
Es muy importante entender hoy que este adelantado del pensamiento no fue un militante de la ortodoxia marxista-leninista. Tal vez por ser un profundo conocedor de la forma de ser y vivir del venezolano advierte que aquí no hay preparación para el comunismo.
Por eso en carta a su madre del 21 de octubre, 1934 señala: "Supe que mi condena obedece a que el gobierno ha tenido noticias de que mantengo escuela de comunismo en el Castillo, No de comunismo, pero sí de idealidad avanzada".
Y en nombre de esa idealidad avanzada que pone a un lado la imposición, en la cátedra "Pío Tamayo" de la UCV, pedimos se respete la decisión de vida, ya sea de Lina Ron o del Floricultor de Hazañas.
T: @ablancomunoz
Esposo: Lina estaba “muy molesta” por liberaciones de presos políticos
10 Marzo, 2011
Lina Ron. Imagen archivo
ND.- Lina Ron se encontraba “muy molesta” por las liberaciones de los presos políticos – incluyendo la del general Felipe “El Cuervo” Rodríguez- cuando la sorprendió la muerte. Así lo revela su esposo, Humberto Berroterán, en una entrevista con Unión Radio.
A continuación la entrevista de Unión Radio:
Humberto Berroterán, esposo de Lina Ron, recordó en entrevista a Actualidad de Unión Radio, lo que fue la vida de la dirigente política fallecida el pasado sábado.
Aseguró que ella predicaba con la palabra y con el ejemplo. “Era la mujer más desprendida que yo haya conocido”.
Indicó que era “entregada totalmente, no le importaba el recoge latas, el homosexual, la lesbiana, el descamisado, como ella los llamaba. Era entrega totalmente y por supuesto una gran ama de casa, muchos desconocían como era Lina en la cocina”.
Berroteran dijo que su casa siempre se llenó de personas con problemas, “y siempre se le buscaba la solución, siempre había una alternativa”.
No obstante Berroteran indicó que Lina Ron falleció “muy molesta” por las últimas liberaciones. “Cuando se enteró que habían soltado a este hombre que fue capaz de poner bombas en las Embajadas de Colombia y el Consulado de España”, refiriéndose al general Felipe Rodríguez, alías el Cuervo.
El fallecimiento de Lina Ron fue una noticia que amaneció el sábado de carnaval y que puso a funcionar, desbordadamente, a las redes sociales con comentarios divergentes entre sentidos y fingidos unos, entre humanos y lamentables otros. El más morboso fue la causa del deceso de la revolucionaria líder, hecho que no reviste ninguna originalidad pues, independientemente de cuál haya sido, muchos venezolanos mueren de lo mismo. En todo caso, lo más relevante de la desaparición física de Lina Ron no es la causa de su deceso, sino la significación que esta muerte tiene para el chavismo
Lina Ron fue la representante más emblemática y genuina de la revolución bolivariana. Fue una luchadora social que en ningún momento abandonó su nicho del mercado de las calamidades humanas, los más desvalidos. No creo que en las filas del chavismo haya otra mujer con este perfil de lucha. Me vienen a la mente algunas conspicuas damas del régimen: Luisa Estella Morales, Cilia Flores, Luisa Ortega Díaz, María de Queipo, Jacqueline Farías, María Cristina Iglesias e Iris Varela, sólo por mencionar algunas. Es más, ni siquiera el líder de este proceso puede ser considerado un luchador social como, por ejemplo, lo fue Lula. Chávez ha sido de siempre, y seguirá siendo, un conspirador.
Lina Ron fue incondicional de este régimen, siempre puso por delante de todas sus acciones al comandante presidente, pero mantenía su propio partido, es decir, que no se mezclaba con el PSUV. De alguna manera mantenía su independencia y tal cosa le permitía librar una lucha endógena con quienes tenía diferencias. Vale la pena mencionar dos discrepancias inocultables. Teniendo su propio movimiento armado, el Colectivo La Piedrita, estaba enfrentada con los Tupamaros. La más publicitada fue su enfrentamiento con el hojilloso Mario Silva quien, por cierto, en un programa reciente trató, con muy poco éxito, de reivindicar a Lina Ron.
Lina Ron es una de las líderes populares del chavismo que por actuar dentro del marco de la revolución fue amonestada en público por su líder y puesta presa, cosa que no ha ocurrido con otros que han cometido atrocidades de mayor monta que la toma que hizo Lina Ron del Arzobispado de Caracas.
La revolución bolivariana ha sido un supuesto movimiento social de reivindicaciones populares y de soberanía. Sus tres pilares han sido Chávez, el alto precio del petróleo y el pueblo soberano. El verbo encendido y cautivador de Chávez languidece con el paso de los años por la vaciedad de contenido y la escasez de resultados. El pueblo cada día está más decepcionado por el deterioro de una situación que le prometieron se acabaría con el socialismo. Sólo queda el atractivo precio del petróleo, pero sin recursos humanos competentes para invertirlo eficiente, productiva y políticamente rentable.
Estoy persuadido que la muerte de Lina Ron es una pérdida irreparable para el movimiento chavista pues fue su auténtico y genuino producto, amén de dejar un espacio que no se puede llenar. Pero también deja una tranquilidad dentro del movimiento revolucionario pues se fue la piedra en el zapato.
No creo que con esta partida el chavismo se desintegre, pero quedan más al descubierto una de las mayores farsas que con el dinero público se haya llevado a cabo en la vida republicana de Venezuela; queda la orfandad de un segmento del pueblo soberano; con la ida Lina Ron quedará, en los zapatos chavistas, la "piedrita colectiva".
mayora.j@gmail.com
Murió Lina Ron envenenada, gritaba Florencia una niña de apenas doce años de edad quien corría por los pasillos del bloque 3 para darle la noticia a su madre.
¿Pero quién fue Lina Ninette Ron Pereira o mejor conocida como la camarada Lina Ron? ¿Quién es ella que despertó tanto rechazo en la población?
Además de dirigir grupos anárquicos en contra de la comunidad civil y aterrorizar a los ciudadanos, Lina se convirtió en un símbolo revolucionario ya que fue una fiel protectora de la imagen del presidente Hugo Chávez.
Entre sus obras se encuentra la toma del palacio Arzobispal donde desalojó a sus trabajadores y amenazó a la institución para que no interfiriera en el proceso revolucionario llevado por su comandante. Además de amedrentar la Iglesia, Lina fue la responsable de atacar con armas y bombas el canal Globovisión, lo que obligó a las autoridades a detenerla y encerrarla en la sede de Inteligencia Militar.
No solo ella se vestía con diseños de la cuarta república a la que tanto ella rechazaba, sino que lucía una cabellera amarilla que se podía reconocer a distancia. Lina siempre mantenía una sonrisa maléfica la cual disimulaba con un poco de maquillaje fucsia, y cuando caminaba dejaba un olor a azufre que era reconocido por sus enemigos. Su personalidad ambigua y sus arranques incomprensibles confundían y aterraban a todo aquel ciudadano que se le cruzaba en su camino.
Más atravesada que caimán en boca de caño. Lina más que una ayuda a la revolución comenzó a convertirse un estorbo para esta misma y para el entorno del Presidente. Su actitud torpe y agresiva, más que traerle beneficios al mismo Presidente, le restaba más popularidad, cosa que Chávez no podía tolerar.
En río revuelto ganancia de pescadores. En estos momentos ante la baja popularidad del Presidente y ante la poca credibilidad de este mismo, pienso que Lina le sirve mejor muerta que viva. Ahora Lina regresará del más allá como una heroína. Develarán una estatua de Lina montada en el caballo de Bolívar. Se venderán los discos revolucionarios aludiendo a sus gestas, llaveros con la imagen de ella montada en una moto, termitos de agua rojos en forma de pistolitas, y hasta se venderán pelucas amarillas aludiendo a su persona.
En fin, pareciera que Florencia no se equivocó cuando le dijo a su madre -a Lina la envenenaron. Lina fue envenenada con los discursos y las mentiras del nuevo socialismo. Lina fue envenenada por el odio.
Lina fue envenenada por la roncha comunista. Lina fue envenenada por su verdugo que fue ella misma. Lina fue envenenada por el ácido putrefacto del rencor. Lina fue una víctima como son víctimas millones de venezolanos. Florencia tenía razón.
obruzual@hotmail.com
Recuerdo que cuando daba clases de Gerencia Farmacéutica en la Universidad de Los Andes, solía poner a Lina Ron como ejemplo de un tipo de liderazgo natural, innato, nacido de las entrañas de la misma tierra, impregnado de una fuerza avasalladora, arrolladora, y de una contundencia imposibles de soslayar. Si bien nunca me sentí identificado con su personalidad ni con su estilo (rayano en lo pedestre), reconocía en ella a una mujer tenaz, templada en la escuela de vida, azuzada por una pasión incontenible que obnubiló un talento nacido para mover masas, para ser encausado hacia una lucha político-partidista que en voz baja (a veces a gritos y ante los medios) criticaba y aspiraba a reencauzar a favor de sus ideales.
Siempre pensé que Lina Ron sería la que en un arranque de pura personalidad, y atosigada por su larga frustración (que la puso en algunas circunstancias al borde del mismísimo abismo), provocaría la implosión de este mal denominado proceso revolucionario. Chávez lo sabía y en el fondo temía su carácter, temía su poder sobre las masas de descamisados, temía a esa voz de mando presta a dar órdenes y a ser escuchada por sus cientos de seguidores dispuestos a inmolarse por ella. Lamentablemente su fe ciega en Hugo Chávez le hizo perder el norte y el sentido de su propio liderazgo (y de su propia valía), tergiversando la esencia de lo que su fuerza personal y popular le tenía reservada en las páginas de la historia contemporánea de este país. Lina Ron hizo temblar varias veces las bases del régimen, invocando el carácter popular de un movimiento político que a sus ojos (y al de millones de compatriotas) no cumplía con unas promesas largamente acariciadas por quienes se hicieron el brazo ejecutor (la cara sucia) del proceso.
Pero después de la efervescencia, consustancial con su carácter explosivo e intimidante, Lina cedía reticente (pero cedía) frente a los argumentos dados por quienes en su temor a perderlo todo se veían impelidos a apaciguar a como diera lugar a esa "mujer peligrosa", dispuesta a batirse a duelo con el más pintado, a echar por tierra lo alcanzado por el comandante, si no eran escuchadas sus demandas y las de sus seguidores. Y aquí, en este preciso punto del análisis, es en el que la pelirroja mataba su liderazgo y su fuerza, echando por la borda la posibilidad de reorientar un camino perdido años atrás, cuando el poder político y económico le echó tierra a los fundamentos filosóficos de un movimiento que nació para mejorar lo existente, para devolverle al pueblo lo que se le había negado, y con el tiempo se transformó en eso que todos conocemos: una pesadilla macabra pintada de rojo que en sus muchas actuaciones de más de doce años nos ha dado una clase magistral de lo que se debe hacer desde el gobierno para liquidar la riqueza y el aparato productivo de una nación; amén de sus esperanzas.
Me imagino que muchos se alegran con la desaparición física de Lina Ron, y no precisamente del lado de quienes adversan al proceso. De este lado veíamos cómo un liderazgo natural moría en los vericuetos del poder por el poder mismo, sesgando de manera no-deliberada (tal vez sea un ingenuo y crea que es así) una lucha que pudo ser orientada para hacer de esta nación un espacio para el crecimiento social compartido, en el que el ascenso fuese posible desde el esfuerzo personal-familiar, y sin la ayuda (el empujón) de los estertores de la política más abyecta.
Al liderazgo de Lina Ron lo liquidó el proceso mismo, y se le relegó al triste papel de ser el lado oscuro, el lado ingrato, el lado que una sociedad civilizada detesta. De ser respetada pasó a ser temida; de allí su pifia, de allí su error histórico. Cuando no convenían sus gritos, sus palos y su vocerío, se les acallaba desde Miraflores, con el no muy lejano deseo de ser "comprendidos" por la líder y de no perder jamás su simpatía y, con ella, la de muchos otros que seguían sus pasos con la esperanza de recoger las migajas que caían (y continúan cayendo) de las mesas de los boliburgueses: la "casta" encumbrada y aborrecida (qué dudas caben) de la Venezuela de nuestros días.
Paz a su alma.
rigilo99@hotmail.com
LA VISION VECINA. El periodista colombiano Ernesto Yamhure escribió en El Espectador este artículo sobre la dirigente de UPV Lina Ron y lo titula "La amiga del mejor amigo" en clara referencia a la frase que los dos presidentes Santos y Chávez pusieron de moda tras sus encuentros. Aquí extraigo algunos párrafos: "Lina Ron admiraba a las Farc (...) Soñó con ver a Marulanda, Jojoy y Cano en el poder. Durante la campaña presidencial en Colombia, con su tono violento, aseveró que un triunfo de Juan Manuel Santos significaría un "intercambio de plomo" entre nuestro país y Venezuela... Chávez, nuestro mejor amigo está devastado; perdió a su amiga, a su mejor amiga... A nadie puede alegrar la muerte de Lina Ron, pero la democracia venezolana se ha quitado de encima a una de sus peores amenazas. Esa mujer le hizo un daño irreparable al estado de derecho de Venezuela. Su accionar criminal se constituyó en uno de los principales factores de desestabilización. Si algún estudioso quiere aprender sobre el terrorismo de Estado, debe revisar el papel de Lina Ron en el régimen de Chávez... ". Podemos decir que su lado humano y su consecuencia con la gente más necesitada fue opacado por ese lado de maldad y violencia. Ayer escuché a Maripili y al compañero de Lina señalando que quizás la libertad otorgada por estos días, tras la huelga de hambre, a "los escuálidos asesinos que pusieron bombas en las embajadas indignaron de tal forma, tanto como a nosotros, a la dirigente, que su corazón explotó". Se añade su muerte a la de otros dirigentes rojos fallecidos en este gobierno como Tascón, Müller y Lara. QEPD...
Nelson Bocaranda Sardi
Su muerte multiplicó calificativos extremos de ambos lados
Al deceso de cualquier figura pública cabe defi- nir un rasgo que resume la ejecutoria del difunto. Hace días falleció en Venezuela un personaje llamado Lina Ron. A su funeral -cual plañideras alquiladas- acudieron mercenarios como Sean Penn y la Negra Impiedad.
Su muerte multiplicó calificativos extremos de ambos lados, pero un rasgo especial salta a la mente:
Fue símbolo genuino de todo el "proceso" que por más de una década degrada la convivencia nacional.
Personificó en sí todo el contenido "intelectual", la desafiante y marginal ignorancia; el estilo soez, pendenciero y abusivo que arremete sin límites contra todo adversario, y contra cuanto no conoce.
En todas partes hay gente con profundos odios y frustraciones, presa fácil para quienes canalizan aquellos sentimientos en beneficio político. Es táctica fundamental de todo demagogo totalitario organizar anónimas hordas delictivas que -en nombre de "el pueblo"- hacen trabajos sucios para el régimen.
Mandatarios sin escrúpulos reclutan a marginales sociales, los ilusionan, y los arman. Cual miembros de una mafia se vuelven incondicionales de un movimiento político por una variedad de motivos: unos buscan poder, otros lucros, otros simplemente exteriorizan sus resentimientos y complejos personales por la vía de una causa política.
Sus componentes incluyen delincuentes comunes y simples fracasados, de esos que se vuelven comunistas cada vez que se miran al espejo.
De sus filas salen los asesinos y fanáticos que incondicionalmente ejecutan órdenes de cuanto tirano moderno -desde Hitler a Gadafi- los utiliza como fuerza de choque. En Cuba les llaman "brigadas de respuesta rápida"; en Nicaragua, "turbas divinas"; Noriega tuvo "batallones de la dignidad"; y en Argentina, los piqueteros de "La Campora". La occisa fue parte de todo esto.
Para ellos seguir al líder es la vía idónea de sublimar toda una insignificante existencia. Unos pocos sinceramente creen las bazofias con que son alimentados desde el centro del poder.
Es aquí donde una antigua dependiente de tiendas encarna a perfección el espíritu de toda su época: como genuina creyente fue simple marioneta de quienes la utilizaron -sacándola y guardándola según la conveniencia del momento- para todas sus tácticas inconfesables.
Algunos consideran a la difunta como excrecencia de un "proceso". Se equivocan: mil veces peor son aquellos que utilizan a las "Linas" de éste mundo como instrumentos de terror. La culpa no la tienen los locos sino quienes les dan los garrotes. Paz a sus restos.
aherreravaillant@yahoo.com
Para los que les falla la memoria, les recuerdo que aquí ya tuvimos un 11 de abril
A Saddam Hussein no le tembló el pulso al ordenar el bombardeo con armas químicas de poblados Kurdos en el norte de Irak, resultando en miles de horribles muertes de civiles inocentes, cuyo único crimen había sido solicitar cierto grado de autonomía.
A Muamar Gadafi tampoco le importó enviar aviones y helicópteros artillados a bombardear y ametrallar a multitudinarias manifestaciones de civiles que pedían su salida. Y para los que les falla la memoria, les recuerdo que aquí ya tuvimos un 11 de abril, cuando Chávez ordenó a las fuerzas armadas la aplicación del plan ÁVILA de sacar el ejército a la calle para defenderlo a él de una masiva manifestación popular desarmada. Solo imaginar más de medio millón de personas reunidas y lo que hubiese sido un enfrentamiento contra tanques y efectivos armados para el combate. Estaba servida la mesa para una de las matanzas de ciudadanos más grande de la historia moderna. El hecho es que Chávez lo ordenó y si el homicidio en masa no se efectuó es porque la orden no fue obedecida. Eso obviamente no lo exonera de algún día ser procesado por planificar delitos de lesa humanidad. No le quedó más remedio que convertirse en Tiburón 1 y activar a sus bandas armadas con un "pobre" resultado de solo veinte muertos y más de cien heridos.
Anteriormente, Chávez ya había sido condenado por un sangriento golpe de Estado e increíblemente perdonado. En otras palabras para el comandantepresidente tener las manos llenas de sangre inocente no es nada nuevo. Él quiere que los venezolanos nos matemos y mejor si el pudiese dirigir la batalla y así tener una historia épica. "Un hombre puede morir por su país, pero un país no puede morir por un hombre". ¡Será!
sammyeppel@gmail.com
En los hechos ocurridos entre lunes y martes fueron detenidas 8 personas
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Ayer cinco cuadrillas de limpieza amanecieron recogiendo las toneladas de papelillos y potes de tánganas que quedaron a todo lo largo del bulevar de Sabana Grande, desde Chacaito hasta la avenida Las Acacias a la altura de la Previsora, luego de la batalla campal en que se convirtió la celebración del Carnaval en este espacio público.
"Nunca habíamos trabajando tanto. Hemos recogidos más de cinco camiones de basura solamente entre lunes y martes de Carnaval. Todo estaba tapizado de potes, piedras y papelillos", afirmaron los obreros.
Relatan los vecinos y comerciantes del bulevar que los hechos ocurrieron entre las seis y siete de la noche el lunes y martes de Carnaval. "Eran varios grupos de 10 individuos que agarraban a las personas y las atacaban con los spray de t´anganas y le echaban harina. Luego se fue tornando más violento y lanzaban los potes y piedras, sin importar que habían niños. En uno de los locales de comida rápida, cuya fachada es de vidrio, estuvieron a punto de romperla".
Los accesos de las estaciones del Metro de Sabana Grande y Plaza Venezuela fueron cerrados, mientras se presentaron los disturbios que en ambos días duraron más de 20 minutos, según relataron efectivos de Policaracas.
De acuerdo con la información que maneja el concejal metropolitano Andrés Bello, estos hechos vandálicos que se registraron el lunes y martes de Carnaval, dejaron como saldo 80 personas lesionadas tanto física como psicológicamente por crisis de pánico, 35 niños desaparecidos que entre la confusión se les perdieron a sus padres y luego fueron recuperados, además de 8 personas detenidas en el comando de Policaracas.
"Esto fue una crónica de una muerte anunciada porque una semana antes de la celebración de Carnaval, nosotros solicitamos tanto a la alcaldía de Libertador como al Gobierno del Distrito Capital que aplicaran un plan de seguridad especialmente para Sabana Grande, para evitar que se repitiera lo sucedido en el 2009 y 2010", afirmó el concejal.
Efectivos de Policaracas que estaban ayer en el bulevar informaron que ya están preparando un operativo especial para este fin de semana que se celebrará la octavita de Carnaval. Afirmaron que la mayoría de los detenidos tenían entre 20 y 25 años, pero también había menores de edad. Entre los detenidos hubo hombres disfrazados de mujer con carteras, en las que tenían piedras de gran tamaño.
Comerciantes en zozobra
Ayer los propietarios de locales comerciales que funcionan en el bulevar manifestaron que se vieron en la necesidad de cerrar sus negocios antes de la siete de la noche, "porque esto parecía una guerra. Se escucharon detonaciones, había más de 100 motorizados y la gente entró en pánico ", afirmó uno de los comerciantes que prefirió omitir su identidad. Denunció que en el momento de la revuelta "no había suficientes policías. Nosotros no podemos trabajar en medio de esta zozobra estamos pensando no abrir los días de carnaval, con lo cual se acabaría esas fiestas ".
- En el 2009 se registró la primera acción violenta en el bulevar, que era en otros tiempos el sitio de preferencia de la familia caraqueña para llevar a sus niños disfrazados.
- En el 2010 se repitieron pero en esa oportunidad fueron desde el domingo hasta el martes. Hubo varios lesionados, intentos de saqueos de locales y vecinos asfixiados por la cantidad de gases que utilizaron los efectivos de los cuerpos policiales para dispersar los disturbios
Su columna dominical en El Nuevo país.
¿Será Lina Ron la deidad mayor de la corte malandra???
Ya veremos...
lunes 6 de diciembre de 2010
El otro día rompí un "Santo Malandro", el "Ismaelito", el más antiguo e importante miembro de la llamada "Corte Malandra". Fue sin quererlo. La figura de ese delincuente común, convertido ahora en culto popular, estaba en el suelo de casa de un amigo y, sin darme cuenta, ¡patapam!, lo quebré por la mitad.
¡Dios mío! ¿Cuántos años de mala suerte deben traer esto? ¿Será qué habré hecho enfadar el alma de este criminal venezolano que murió en los 70? ¿En vez de protegerme de la violencia, la va a utilizar contra mi?
A pesar de no ser nada fervorosa, la idea de haber truncado la quietud de esa "divinidad criminal" me puso los pelos de punta. Hubiera preferido mil veces haber roto la figura de una virgencita o cualquier otro santo más convencional, la verdad.
Mezcla de espiritismo, ritos aborígenes y santería, cada vez son más los venezolanos que se encomiendan a los "Santos Malandros". En un país donde la inseguridad es la principal preocupación de sus habitantes y el hampa se lleva unas 40 vidas cada fin de semana, convertir antiguos delincuentes (malandros) en santos no parece tan insensato.
Hay quienes les piden una buena noche de robos, otros, protección ante tanta violencia, ayuda para que un familiar salga del adictivo mundo de las drogas o salga vivo de la cárcel.
En el cementerio del sur de Caracas, las visitas a las tumbas de los miembros de la "Corte Malandra" son muy frecuentes. A lo mejor debería pasarme por ahí y traerle unas flores al "Ismaelito".
Lina Ron amó tanto a su comandante, como odió a sus adversarios
Diego Arria fue centro de ataques de sus seguidores de Twitter, por el "pecado" de lanzar un QEPD a Lina Ron. Lo mismo sufrió el periodista "Mingo", cuando apuntó que "no celebraba la muerte de ningún ser humano". Este columnista no se salvó de lo suyo al reclamarle a un buen amigo, el uso de un termino infeliz para referirse a la señora de marras. En fin, creo que si exigimos tolerancia y respeto, lo menos que podemos hacer es demostrar que lo tenemos.
Lina Ron Pereira fue la cuarta hija del dirigente político Manuel Ron Chira y la docente Herminia Pereira de Ron. Al ser apresado su padre, fue criada por su madre al igual que sus otros seis hermanos. A los 27 años se trasladó a Caracas donde cursó estudios de medicina hasta el 8vo. semestre en la UCV. Abandona la carrera por razones económicas... Su accionar cobra notoriedad con la llegada de Chávez al poder en 1999 y al aparecer en una protesta frente a la embajada de EEUU a raíz de los sucesos del 11-S. Más tarde funda el partido Unidad Popular... Lina Ron es historia repetida de cien, mil, de un millón de venezolanas nacidas en la dificultad, criadas en la escasez y redobladas de sentimientos de pérdida, abandono y desprecio. Es la historia de mujeres que abortan un mejor destino y no conciben otra cosa que aporrear para sobrevivir... Lina Ron amó tanto a su comandante, como odió a sus adversarios. Y ese es el corolario: mil razones hay para odiar a otros, pero la fascinación por un pretor-oliva, no es una de ellas.
¿Justificaron sus carencias sus excesos? No. Pero como decía el padre Olaso, cuando reconocemos que muchos seres humanos no son realmente libres porque viven rebotando de desgracia en desgracia, si bien no justificamos su actitud, sí podemos comprender lo poco o nada que les queda de consciencia. Y concientizar no supone odiar más, resentir más, lastimar más... Un lector dijo que "Lina Ron fue una más de las tantas 'bien usadas' por el gobierno, para llevar su mensaje a los más necesitados"... Luego de lograr el objetivo, la apartaron. Ese fue el destino de Lina Ron: "Con Chávez todo, sin Chávez plomo", vociferó. Y así quedó: sin él... Una mujer que no dio tregua a la locura de patria, socialismo o muerte, en un país donde el Presidente se oculta -a conveniencia- lanzando la primera piedra de la paz, mientras manda a otros a meterle el pecho de una lucha de clases majadera... No dudo que la Sra. Ron se fue con ese dolor: el del desamor de su comandante. ¿Y qué?
Ron no es el ejemplo a seguir. Violencia desata violencia. Y el Presidente ahora la vanagloria, cuando no son conductas que merecen exaltación... Nos queda a los mortales la difícil tarea de sanear la indigestión revolucionaria, con la que ella también se marchó.
vierablanco@cantv.net
t:@ovierablanco
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