Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

martes, 19 de julio de 2011

Nunca ha sido más cercana para mi este Evangelio.

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 13, 24-43

sábado 16 de julio de 2011 |
24. Otra parábola les propuso, diciendo:

"El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena simiente en su campo.




25. Pero al tiempo de dormir los hombres, vino cierto enemigo suyo y sembró cizaña en medio del trigo, y se fue.


26. Estando ya el trigo en hierba y apuntando la espiga, descubrióse así mismo la cizaña.


27. Entonces los criados del padre de familia acudieron a él, y le dijeron:
"Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu campo?; pues ¿cómo tiene cizaña?"
28. Respondióles:
"Algún enemigo mío la habrá sembrado".
Replicaron los criados:
"¿Quieres que vayamos a cogerla?"
29. A lo que respondió:
"No, porque no suceda que, arrancando la cizaña, arranquéis juntamente con ella el trigo.
30. Dejad crecer una y otro hasta la siega, que al tiempo de la siega, yo diré a los segadores:
Coged primero la cizaña, y haced gavillas de ella para el fuego, y meted después el trigo en mi granero".
31. Propúsoles otra parábola diciendo:

"El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que tomó en su mano un hombre, y lo sembró en su campo.

32. El cual es a la vista menudísimo entre todas las semillas; mas en creciendo viene a ser mayor que todas las legumbres, y hácese árbol; de forma que las aves del cielo bajan y posan en sus ramas".

33. Y añadió esta otra parábola:

"El reino de los cielos es semejante a la levadura, que cogió una mujer y mezclóla con tres satos o celemines de harina, hasta que toda la masa quedó fermentada".


34. Todas estas cosas dijo Jesús al pueblo con parábolas, sin las cuales no solía predicarles.


35. Cumpliéndose lo que había dicho el profeta:
"Abriré mi boca para hablar con parábolas; publicaré cosas misteriosas que han estado ocultas desde la creación del mundo".
36. Entonces Jesús, despedido el auditorio, volvió a casa, y rodeándole sus discípulos le dijeron:
"Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo".
37. El cual les respondió:


Jesus Lives

"El que siembra la buena simiente es el Hijo del hombre.


38. El campo es el mundo; la buena simiente son los hijos del reino; la cizaña son los hijos del maligno espíritu.


39. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo; los segadores son los ángeles.


40. Y así como se recoge la cizaña y se quema en el fuego, así sucederá el fin del mundo.


41. Enviará el Hijo del hombre a sus ángeles, y quitarán de su reino a todos los escandalosos y a cuantos obran la maldad.


42. Y los arrojarán en el horno del fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes.


43. Al mismo tiempo los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para entenderlo, entiéndalo".


Palabra de Dios
Gloria a Ti, Señor Jesús


La narración del evangelio que leemos y escuchamos en este domingo nos presenta un grupo de parábolas que Jesús pronuncia para instruir a sus discípulos y la gente que se acercaba a escuchar sus enseñanzas. Ya decíamos el domingo pasado que Jesús hablaba en parábolas (en griego parabolé, de para y ballo que significa poner en paralelo, comparar. El término hebreo es mashal que traduce semejanza, comparación, proverbio, enigma) para distinguirse de los maestros judíos, para dejar ver que su lenguaje es distinto, para dejar una enseñanza clara aludiendo a elementos del entorno que comprendía muy bien su interlocutor o lo invitaba a preguntarse acerca de su significado más profundo.
Hoy se nos presentan una serie de parábolas pronunciadas por Nuestro Señor, que dejan ver en su conjunto la paciencia de Dios para con sus hijos, que a su vez es una invitación a la tolerancia y misericordia con el pecador, dando tiempo a que se arrepienta y cambie de conducta. Muchas veces los seres humanos nos dejamos llevar por la impaciencia, la impulsividad, el juicio a priori, la rabia desmedida que no nos hace ser objetivos ni atinar con exactitud; de allí que Dios nos invita a no perder de vista la paciencia, la comprensión y la tolerancia en momentos de adversidades para que podamos realmente ver la realidad de lo que acontece.
Dios que tiene todo el poder y toda la gloria se muestra paciente y tolerante con su criatura el hombre que es débil y continuamente peca y se aparta de su amor y amistad.
En evangelio que hoy leemos hay dos partes. Primero las tres parábolas que dirige Jesús a sus discípulos y la gente que lo escucha (la cizaña en el trigo, el grano de mostaza y la levadura en la masa). La segunda parte del evangelio es la explicación de la parábola de la cizaña en el trigo. Esta parábola de la cizaña y el trigo viene a dar respuesta a la enseñanza de los fariseos que afirmaban que sólo los "puros"; es decir, los que pertenecían geográficamente al pueblo de la Alianza y los que eran del pueblo judío se podían salvar. Jesús en cambio, que se mezclaba con los pecadores y los publicanos, dejaba ver que el Reino de Dios es para todos los hombres. La Iglesia naciente tuvo que afrontar estos problemas de sus raíces judías, ya que se cuestionaban si los paganos debían o no debían comer carne de cerdo y hacer las debidas purificaciones y la circuncisión; recordando a su Maestro y Señor no se quedarán en rituales o fanatismos religiosos y sabrá la Iglesia primitiva inculturar el evangelio a los pueblos de misión y teniendo presente que ninguno es "puro" ante Dios, que todos somos pecadores, que la Iglesia es santa y pecadora a la vez. Santa por su fundador que es Cristo y pecadora por sus miembros. La respuesta de Jesús al planteamiento enseñado por los fariseos es que Dios aguarda con paciencia a que madure la cosecha para hacer al final la separación del trigo y la cizaña. Es una parábola que habla del juicio final, de la constante oportunidad que Dios da y ofrece al pecador para que cambie y así no experimente la muerte eterna, no por castigo divino, sino por haber optado en la vida y en plena libertad por el mal.
En la explicación de la parábola Jesús habla del sembrador del Trigo aludiendo a su persona, el campo es el mundo, la buena semilla son los hijos del Reino, el que siembra la mala semilla es el diablo, la mala semilla son las partidarios del diablo, la cosecha es el juicio final, los que recogen la cosecha son los ángeles y el horno encendido alude al infierno. Dios habla con la verdad, pero al mismo tiempo se muestra paciente y misericordioso con todos.
Dios nos invita en este domingo, sobre todo a los hombres y mujeres de fe, de vida eclesial, a que tengamos paciencia, tolerancia, que superemos todo fanatismo o intransigencia, que no juzguemos ni clasifiquemos odiosamente a los demás, como si nosotros fuéramos perfectos o no cometiéramos errores ni pecados. El cristiano está llamado al amor, a la paciencia, al optimismo, a la esperanza, a vivir eternamente, pero aprendiendo de Dios que es manso y humilde de corazón. No es a la fuerza, ni a garrotazos que se vive la fe o se cree en Dios, es por el camino del amor que Cristo mismo nos enseñó y el amor tiene sus expresiones que lo hacen certero y evidente.

Pjoel_15895@hotmail.com

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