Carnaval
El carnaval es una celebración pública que tiene lugar inmediatamente antes de lainmediatamente antes de la cuaresma cristiana, con fecha variable (desde finales de enero hasta principios de marzo según el año), y que combina algunos elementos como disfraces, desfiles, y fiestas en la calle. Por extensión se llaman así algunas fiestas similares en cualquier época del año. A pesar de las grandes diferencias que su celebración presenta en el mundo, su característica común es la de ser un período de permisividad y cierto descontrol.
El origen de su celebración parece probable de las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del buey Apis en Egipto. Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de 5.000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio Romano, desde donde se expandió la costumbre por Europa, siendo llevado a América por los navegantes españoles y portugueses a partir del siglo XV.
El carnaval está asociado principalmente con el catolicismo, y en menor medida con los cristianos ortodoxos orientales; las culturas protestantes usualmente no celebran el carnaval o tienen tradiciones modificadas, como el carnaval danés.
La celebración del carnaval más grande del mundo es la de Río de Janeiro, pero muchos otros países tienen importantes celebraciones, como la que se celebra en Italia, en el Carnaval de Venecia, en Colombia con el Carnaval de Barranquilla; en España con el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife y el Carnaval de Cádiz los cuales son además los únicos carnavales españoles en tener la categoría de Fiesta de Interés Turístico Internacional.1 2 3 El Carnaval del Uruguay es el más largo del mundo, pues se inicia a fines de enero y finaliza en las primeras semanas de marzo. Su capital, Montevideo, fue declarada en 2009 Capital Iberoamericana del Carnaval. El Carnaval boliviano, con caporales y morenadas, debe su actual auge en Europa debido a la emigración reciente. Al igual el carnaval de Veracruz, en México. Una celebración carnavalesca muy colorida es el de República Dominicana, donde desfilan variados personajes de trajes brillantes y ruidosos y representativos de folcklor dominicano.
Los etnólogos encuentran en el carnaval elementos supervivientes de antiguas fiestas y culturas, como la fiesta de invierno (Saturnalia), las celebraciones dionisíacas griegas y romanas (Bacanales), las fiestas andinas prehispánicas y las culturas afroamericanas. Algunos autores consideran que para la sociedad rural, fuertemente estructurada por el cristianismo, el tiempo de «carnestolendas» ofrecía mascaradas rituales de raíz pagana y un lapso de permisividad que se oponía a la represión de la sexualidad y a la severa formalidad litúrgica de la Cuaresma cuaresma cristiana, con fecha variable (desde finales de enero hasta principios de marzo según el año), y que combina algunos elementos como disfraces, desfiles, y fiestas en la calle. Por extensión se llaman así algunas fiestas similares en cualquier época del año. A pesar de las grandes diferencias que su celebración presenta en el mundo, su característica común es la de ser un período de permisividad y cierto descontrol.
El origen de su celebración parece probable de las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del buey Apis en Egipto. Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de 5.000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio Romano, desde donde se expandió la costumbre por Europa, siendo llevado a América por los navegantes españoles y portugueses a partir del siglo XV.
El carnaval está asociado principalmente con el catolicismo, y en menor medida con los cristianos ortodoxos orientales; las culturas protestantes usualmente no celebran el carnaval o tienen tradiciones modificadas, como el carnaval danés.
La celebración del carnaval más grande del mundo es la de Río de Janeiro, pero muchos otros países tienen importantes celebraciones, como la que se celebra en Italia, en el Carnaval de Venecia, en Colombia con el Carnaval de Barranquilla; en España con el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife y el Carnaval de Cádiz los cuales son además los únicos carnavales españoles en tener la categoría de Fiesta de Interés Turístico Internacional.[1] [2] [3] El Carnaval del Uruguay es el más largo del mundo, pues se inicia a fines de enero y finaliza en las primeras semanas de marzo. Su capital, Montevideo, fue declarada en 2009 Capital Iberoamericana del Carnaval. El Carnaval boliviano, con caporales y morenadas, debe su actual auge en Europa debido a la emigración reciente. Al igual el carnaval de Veracruz, en México. Una celebración carnavalesca muy colorida es el de República Dominicana, donde desfilan variados personajes de trajes brillantes y ruidosos y representativos de folcklor dominicano.
Los etnólogos encuentran en el carnaval elementos supervivientes de antiguas fiestas y culturas, como la fiesta de invierno (Saturnalia), las celebraciones dionisíacas griegas y romanas (Bacanales), las fiestas andinas prehispánicas y las culturas afroamericanas. Algunos autores consideran que para la sociedad rural, fuertemente estructurada por el cristianismo, el tiempo de «carnestolendas» ofrecía mascaradas rituales de raíz pagana y un lapso de permisividad que se oponía a la represión de la sexualidad y a la severa formalidad litúrgica de la Cuaresma.
La celebración del Carnaval tiene su origen probable en fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el Dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del buey Apis en Egipto.
Según algunos historiadores, los orígenes de las fiestas de Carnaval se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de 5,000 años, con celebraciones similares en la época del Imperio Romano, desde donde se difundió la costumbre por Europa, siendo traído a América por los navegantes españoles y portugueses que nos colonizaron a partir del siglo XV.
El Carnaval "Cristiano"
La celebración del Carnaval es una de las fiestas más populares. Se celebra en los países que tienen tradición cristiana, precediendo a la cuaresma. Por lo general, en muchos lugares se celebra durante tres días, y se los designa con el nombre de carnestolendas, y son los tres días anteriores al Miércoles de Ceniza, que es el día en que comienza la cuaresma en el Calendario Cristiano.
Se supone que el término carnaval proviene del latín medieval "carnelevarium", que significaba "quitar la carne" y que se refería a la prohibición religiosa de consumo de carne durante los cuarenta días que dura la cuaresma.
Hay países en que se comienza la celebración del carnaval en distintas fechas, como en algunos lugares de Alemania en que se inicia el 11 del 11 a las 11 horas 11 minutos. O los hay que lo comienzan no bien termina la Epifanía, el 6 de enero. En otros lugares es tradicional comenzar el jueves anterior al Miércoles de Ceniza, y lo denominan Jueves Graso, como sucede en Italia.
En ciertos países en que el Carnaval está muy arraigado como celebración popular, y ya alejada de su significado religioso, alargan los festejos a los fines de semana del mes de febrero y a veces el primer fin de semana de marzo.
El Carnaval en la Edad Media y
en los Tiempos de la Colonia
En la Edad media, tan inflexible en los ayunos, abstinencias y cuaresmas, y con persecuciones a quienes no respetaban las normas religiosas, sin embargo, renació el carnaval y se continuó la tradición hasta la actualidad en muchos lugares del mundo. En esta época, se celebraba con juegos, banquetes, bailes y diversiones en general, con mucha comida y mucha bebida, con el objeto de enfrentar la abstinencia con el cuerpo bien fortalecido y preparado.
En la España de la época de la Conquista y la Colonia ya era costumbre durante el reinado de los Reyes Católicos disfrazarse en determinados días con el fin de gastar bromas en los lugares públicos. Más tarde, en 1523, Carlos I dictó una ley prohibiendo las máscaras y enmascarados. Del mismo modo, Felipe II también llevó a cabo una prohibición sobre máscaras. Fue Felipe IV, quien restauró el esplendor de las máscaras.
El Carnaval en los Tiempos Modernos
En Venezuela la tradición llegó junto con la conquista y se practicaba la costumbre de jugar con agua y todo tipo de sustancias como huevos, azulillo, etc. Con la llegada del Obispo Diez Madroñero a Caracas, en el siglo XVIII, los carnavales se convirtieron en tres días de rezos, rosarios y procesiones, por considerar el Obispo que eran fiestas pecaminosas.Hoy en día, hay lugares célebres por sus festejos tradicionales y espectaculares, que atraen al turista y al amante de las costumbres de cada sitio, como lo son el Carnaval de Río, el de Santa Cruz de Tenerife, el de Oruro en Bolivia, el de Corrientes en Argentina y el de República Dominicana, con sus distintas expresiones, desde el Vegano hasta el de Santo Domingo.
Se celebra en los distintos lugares de formas similares, pues siempre se presencian desfiles de carrozas, comparsas formadas por grupos de máscaras o bailarines vestidos con un mismo estilo que caracteriza a cada una de ellas, máscaras representando a distintos personajes reales o alegóricos, así como bailes de disfraces y diversión con cotillón, típico de esta fecha.
En algunos lugares se estila que las máscaras persigan a los paseantes con vejigas que se utilizan para asustan, dar golpes no demasiado fuertes, o hacer reír; en otros lugares es típico el uso de serpentinas, papel picado, espuma molesta, y hasta mojar con agua, en pomos, globos y recipientes.
El antifaz moderno es un vestigio de las fiestas de Baco y Cibeles.
Al arribar el Intendente José Abalos, volvió nuevamente el carnaval a Caracas, aunque de forma más refinada, celebrándose con comparsas, carrozas, arroz y confites, dejándole a los esclavos y a la plebe los juegos con agua y sustancias nocivas.
Así llegó al siglo XX la tradición en Venezuela con carrozas, disfraces, bailes populares y en salones refinados. A mediados de los años cincuenta y hasta finales de los sesenta, apareció un nuevo elemento: las famosas «negritas», quienes escondían la identidad en el disfraz para disfrutar sin complejos de la festividad.
En la actualidad, casi está a punto de desaparecer esta tradición, sobre todo en la capital, pues no es de obligación el asueto, y los que no trabajan salen fuera de la ciudad. Son famosos en Venezuela los Carnavales de El Callao, en el Estado Bolívar, donde la inmigración antillana agregó al calipso elementos como el cuatro y maracas, y al compás del Ambakaila de la Negra Isidora (ya fallecida) han mantenido la tradición.
En la Colonia Tovar, no solo conservan sus raíces alemanas, sino todas las tradiciones que tienen que ver con ellas. Como todos los años desde ya hace 32, para Carnaval todo el mundo se disfraza . Pero es la salida de Jokilis y Gorilas por las calles de esta población, lo que atrae a los turistas.
Los Jokilis se popularizaron en Alemania, luego de la caída de Hitler, como forma de protesta contra la guerra. Los Jokilis van vestidos con un traje rojo, con flecos en cuellos y piernas y llevan colgando pequeñas campanillas. Lucen un gorro de tres puntas, guantes blancos y zapatos puntiagudos, además de su máscara de madera decorada por ellos mismos. Como instrumento llevan una vara acompañada por una soga y al otro extremo una vejiga de cochino. Con esto golpean en forma de juego a los visitantes que se van consiguiendo por el camino, por lo que hay que tener cuidado ya que pueden salir de cualquier parte . Pero en general son amistosos y simpáticos (foto 5).
En la Colonia Tovar, no solo conservan sus raíces alemanas, sino todas las tradiciones que tienen que ver con ellas. Como todos los años desde ya hace 32, para Carnaval todo el mundo se disfraza (foto 1). Pero es la salida de Jokilis y Gorilas por las calles de esta población, lo que atrae a los turistas.
Los Jokilis (fotos 2 y 3) se popularizaron en Alemania, luego de la caída de Hitler, como forma de protesta contra la guerra. Los Jokilis van vestidos con un traje rojo, con flecos en cuellos y piernas y llevan colgando pequeñas campanillas. Lucen un gorro de tres puntas, guantes blancos y zapatos puntiagudos, además de su máscara de madera decorada por ellos mismos. Como instrumento llevan una vara acompañada por una soga y al otro extremo una vejiga de cochino. Con esto golpean en forma de juego a los visitantes que se van consiguiendo por el camino, por lo que hay que tener cuidado ya que pueden salir de cualquier parte (foto 4). Pero en general son amistosos y simpáticos .
Los gorilas, son los otros personajes del carnaval de la Colonia Tovar. Su tradición data de los años 60. Al comienzo los acompañaban Tarzán, los indios y los cazadores. Pero hoy solo quedan los gorilas, queridos por los grandes, y muy temidos por los pequeños. La Colonia Tovar está llena de ellos, parece que los trajeran a camiones (foto 6). Sus vestimentas no son tan trabajadas como las de los Jokilis, pero quienes se disfrazan cuidan de los detalles, como colocarle musgo natural a la braga que utilizan ( foto 7). Su misión, realizar bromas a quien se consigan a su paso...
En la Colonia Tovar, no solo conservan sus raíces alemanas, sino todas las tradiciones que tienen que ver con ellas. Como todos los años desde ya hace 32, para Carnaval todo el mundo se disfraza
. Pero es la salida de Jokilis y Gorilas por las calles de esta población, lo que atrae a los turistas.
Los Jokilis
se popularizaron en Alemania, luego de la caída de Hitler, como forma de protesta contra la guerra. Los Jokilis van vestidos con un traje rojo, con flecos en cuellos y piernas y llevan colgando pequeñas campanillas. Lucen un gorro de tres puntas, guantes blancos y zapatos puntiagudos, además de su máscara de madera decorada por ellos mismos. Como instrumento llevan una vara acompañada por una soga y al otro extremo una vejiga de cochino. Con esto golpean en forma de juego a los visitantes que se van consiguiendo por el camino, por lo que hay que tener cuidado ya que pueden salir de cualquier parte (foto 4). Pero en general son amistosos y simpáticos
.
Los gorilas, son los otros personajes del carnaval de la Colonia Tovar. Su tradición data de los años 60. Al comienzo los acompañaban Tarzán, los indios y los cazadores. Pero hoy solo quedan los gorilas, queridos por los grandes, y muy temidos por los pequeños. La Colonia Tovar está llena de ellos, parece que los trajeran a camiones (foto 6). Sus vestimentas no son tan trabajadas como las de los Jokilis, pero quienes se disfrazan cuidan de los detalles, como colocarle musgo natural a la braga que utilizan ( foto 7). Su misión, realizar bromas a quien se consigan a su paso...
Los gorilas, son los otros personajes del carnaval de la Colonia Tovar. Su tradición data de los años 60. Al comienzo los acompañaban Tarzán, los indios y los cazadores. Pero hoy solo quedan los gorilas, queridos por los grandes, y muy temidos por los pequeños. La Colonia Tovar está llena de ellos, parece que los trajeran a camiones (foto 6). Sus vestimentas no son tan trabajadas como las de los Jokilis, pero quienes se disfrazan cuidan de los detalles, como colocarle musgo natural a la braga que utilizan ( foto 7). Su misión, realizar bromas a quien se consigan a su paso...
Hoy día Ruiz tiene 70 mil prendas y accesorios dentro de su taller
Huele a polvo y no hay demasiada luz. Hay que advertirlo. Pero tras un breve recorrido entre telas, botones, plumas y lentejuelas, en el hogar del ex vestuarista teatral Antonio Ruiz, el tiempo se detiene y al visitante sólo le viene una pregunta a la cabeza: "¿Quién quiero ser?".
Eso sí, para entrar a esa casa de la primera transversal de Bello Monte hay que llamar a Franciso Álvarez, el segundo al mando. Su número está pegado a la reja en un cartoncito. "Algunos dicen que esto es Sabana Grande. No sé pero de todos modos es subiendo por la Plaza de los Pintores de la avenida Casanova", agrega Álvarez para evitar pérdidas a quien acuda en busca de un disfraz.
La idea original fue del actor de teatro Hugo Monte quien instaló un taller para alquilar vestuarios teatrales en el edificio Andes. Cuando este falleció, Antonio Ruiz había dejado su carrera de cantante y acumulaba experiencia en las tablas como vestuarista. No dudó en hacerse cargo del negocio junto a Eulalia González, su mamá.
En 1987, tras ser desalojados de su sede inicial, se mudaron a la casa que el taller ocupa en la actualidad. La señora González murió y, en su lugar, Álvarez se abocó a atender el lugar desde 2008 junto a Ruiz.
Ha visto como el trabajo que hacía durante 365 días, se fue reduciendo a los pedidos que hacen solo para las fiestas del Rey Momo en las que, además, cada año se hacen menos espectáculos de gran tramoya. Y es que, según cuenta, han mermado las retretas en las plazas Bolívar de la ciudad y las grandes carrozas que invadían Los Próceres y Sabana Grande.
"Madre mía, no me quiero meter en política", insiste mientras junta las manos y mira el techo del taller corroído por la humedad. "Dile la verdad -le exige Álvarez- dile que hay menos dinero en la calle". Ruiz asiente con la cabeza y agrega: "Antes venía mucha gente de todos los clubes hispanos y no hispanos. Venía el Tamanaco, el Caracas Hilton, el hotel Continental a buscar ropas... Todo se derrumbó dentro de mí, dentro de mí", canta como si rememorara su pasado.
Hoy el alquiler de un traje cuesta 200 bolívares y debe dejarse un depósito por el mismo monto. Hace 15 años a sus clientes no les importaba cubrir el precio con tal de transformarse en odaliscas, negritas, bailarinas charlestón o bailaoras flamencas, toreros, romanos, indígenas o damas antañonas.
Para los más ocurrentes se hicieron piezas que ya no se alquilan y son los tesoros del lugar. Aquí entran el vestido de gala de la princesa Bella de la famosa película infantil, réplicas de los trajes de Celia Cruz, de Simón Bolívar, Francisco de Miranda o de Juan Vicente Gómez.
No importa cuantos adornos lleven, el objetivo en Carnaval es ganar con el mejor disfraz. "Nuestros trajes son muy elaborados y si se vendieran pueden costar entre 2 mil y 2 mil 500 bolívares", destaca Álvarez."Y si no está aquí, se lo hacemos. Yo siempre estoy al pie de la máquina", apunta Ruiz mientras coloca el brazo sobre una de sus seis reliquias Singer.
Ruiz viene de una familia de tres hermanos artistas que salieron de España a Francia, escapando de la Guerra Civil. Con sus zarzuelas partieron de territorio galo rumbo a Brasil y luego a Puerto Rico. Recién entrado 1980 se vino a Venezuela, el país que consideraba "todo un paraíso".
La última vez que hizo trajes para comparsas fue en un Carnaval durante el gobierno municipal de Antonio Ledezma en Libertador (1995-2000), en el que ganó el primer lugar. Tampoco alquiló nada más a canales de televisión y subsiste con los trabajos que, por tradición, le piden algunos particulares.
"Me quedaron bien bonitos ¿no?", pregunta Ruiz sobre unos trajes a los que les da las últimas puntadas. Entre la andadera que lleva en las piernas tiene las piezas que le solicitaron en el Centro Asturiano. Cruza los brazos y toma otra bocanada de aire para oxigenar un cuerpo que ya siente el peso de sus 81 años. "No tenemos cosas de niños ni eso pero tú aquí vienes con tiempo y te solucionamos todo".
acova@eluniversal.com
Eliezer Benatar, fundador de la tienda La Piñata en Sabana Grande, es una institución cuando de disfraces se trata. Desde el año 54 ha sido testigo de los carnavales y otras fiestas en la ciudad. Él le rehuye a la melancolía: "Antes no era ni mejor ni peor, era distinto. Las ganas de celebrar no han variado".
Justo eso le enamoró del país cuando llegó de Gibraltar aún siento un niño: pase lo que pase, el venezolano y más el caraqueño, no se pierde un motivo para celebrar.
Las modas cambian, eso sí. Benatar recuerda que entre los años cincuenta y sesenta los disfraces favoritos eran los de negrita, pues permitían ser quen no se era. Así, una vez pasó toda noche bailando con una mujer mucho mayor sin darse cuenta. Recuerda las extintas fiestas en los hoteles Ávila y Tamanaco, Las Fuentes de El Paraíso o las del elegantísimo Club Casablanca (actual Hermandad Gallega). De allí no podía faltar un paseo por Sabana Grande en el coche de caballos del famoso Isidoro y contratar a los guitarristas que esperaban en las puertas de las discotecas para regalar una serenata.
"Ahora las fiestas de carnaval quedaron para los chiquitos, pero igual los papás las viven con mucha alegría por la ilusión. La moda ahora es disfrazar a los bebés casi recién nacidos. Eso no se veía antes", cuenta.
Con casi 60 años en el mercado, Benatar atribuye el éxito de su negocio a la buena atención a los clientes y la constante renovación: el disfraz de gorditos, la novedad 2011, es el más vendido.
Venezuela no es Rio de Janeiro, ni Venecia que
no coloqué sus disfraces porque las máscaras
serán hermosas, pero me dan terror igual que las
muñecas antiguas...sin expresión.
En nuestro país los carnavales más famosos son:
Carúpano
Esta ciudad se encuentra al Norte del estado del estado Sucre, en el municipio Bermúdez, entre las penínsulas de Araya y Paria y antaño, tuvo una gran importancia por su puerto, de donde salían los cargamentos de café y cacao.
El carnaval de Carúpano es uno de los mejores carnavales de Venezuela. Da comienzo en los primeros días de enero y culmina una semana después, con la "octavita".
En el año 1873, se organizó en Venezuela como festividad popular, durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco. Se propuso esta celebración mediante fiestas de disfraces y comparsas, para terminar con las agresiones y violencias que se suscitaban con los juegos de agua en los carnavales.
Alrededor de 1920, las familias acaudaladas se paseaban en sus automóviles disfrazados mientras repartían caramelos y monedas, mostrando cada año comparsas más elaboradas. Y así fueron celebrándose cada vez con más alegría y colorido estos carnavales, hasta 1933. Durante ese año, un ciclón devastó significativamente la ciudad y la hundió en una fuerte crisis. El destrozo que causó este fenómeno natural es recordado aún hoy por muchos de quienes lo vivieron, como "el vendaval". Por esta causa hubo unos años de desmoralización de las festividades, y -por la ausencia de las celebraciones en la calle- un regreso a loa carnavales de agua.
Recién en la década del '60 se comenzaron a retomar las realizaciones de desfiles, bailes y hasta la elección de la reina del carnaval.
En diciembre de 1963 se formó una comisión para la realización y organización de las fiestas carnestolendas, por iniciativa del Club de Leones de Carúpano, erradicando los juegos de agua, y se comenzaron a llevar a cabo corsos con desfiles de carrozas, bailes, música, comparsas, que serían el atractivo de las ciudades vecinas y más adelante también de turistas extranjeros.
En 1965, se designa una junta presidida por quien es considerado por los lugareños como el "padre del carnaval de Carúpano", Humberto Angrisano, quien se dedica a organizar la tarea de lograr un carnaval artístico, atractivo, alegre y colorido.
En la "VI Convención Nacional de Turismo", realizada en 1996, en San Cristóbal, estado Táchira, se le otorgó el título de "Carnaval Turístico Internacional de Venezuela".
Entre fines de diciembre y comienzos de enero los carupaneros comienzan a elegir y promocionar a las reinas y mini-reinas de cada parroquia y a realizar los preparativos de la gran celebración.
El llamado "Grito de Carnaval" marca el inicio de la mayor fiesta de Carúpano.
Hasta la llegada del carnaval, se preparan las carrozas para los desfiles y se busca la forma de recolectar el dinero necesario para preparar la festividad.
Quince días antes, un jurado elije a la mini-reina. Las niñas electas por cada una de las cinco parroquias de Carúpano (Santa Rosa, Santa Catalina, Santa Teresa, Bolívar y Macarapana) compiten por dicho título. Siete días antes se realiza de igual forma la elección de la reina. Y al llegar el carnaval, las calles de Carúpano se pueblan de disfraces, orquestas, músicos, carrozas y un hermoso espectáculo multicolor contagia de alegría al público.
Las reinas y mini-reinas desfilan y además aparecen las llamadas "luciérnagas", hombres vestidos con disfraces femeninos que brindan el ritmo a la celebración con sus bailes y sus músicaspopulares.
El carnaval de Carúpano es financiado con aportes de la Gobernación del estado Sucre, la Alcaldía del municipio Bermúdez, las licitaciones entre las tres marcas de cervezas que compiten por el derecho de vender su producto durante esta celebración y los aportes de la comunidad mediante donaciones y el "derecho a cabuya": pagar por pasar.
Carnavales de El Callao
Los carnavales son la festividad más representativa de El Callao. En la práctica la festividad se inicia el día juevesinmediatamente anterior al lunes y martes de carnaval, cuando The Same People corona a su reina, ceremonia quetradicionalmente se celebra en la Plaza El Jobo.
Nuestro Carnaval es famoso nacional e internacionalmente, por lo cual resulta sorprendente ver como todos los añoseste apacible pueblo se llena de miles de turistas que vienen a disfrutar del colorido y alegre espectáculo que se crea en El Callao. La transformación es total. Son días plenos de emoción, en los que se baila en las calles, hay comparsas de disfraces multicolores, el calipso suena en cada esquina, se respira el sabor de nuestro folklore que es el protagonista de la celebración. Es algo que hay que vivirlo para entenderlo en toda su extensión.
La negra Isadora fue su gran símbolo, ya fallecida los habitantes y las madamas
siempre están orgullosos del El Carnaval de El Callao que es
articipativo, las personas escogen su manera de disfrutarlo, que puede ser como: observador y critico del espectáculo, integrante de una de las comparsas; en forma directa, como miembro de la misma, e indirecta, sumándose a esa gran masa que disfruta del baile de Calipso de El Callao por las calles de la población.
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Es una tradición popular de gran importancia para los callaoenses, en la que sus pobladores disfrutan compartiendo de las tradiciones desde siglos con quienes quieran acompañarlos. | |
1 comentario:
El carnaval en el área de Colonia, Alemania, tiene que ver con la revolución francesa. El lema de ésta fue "egalité (igualdad), liberté (libertad), fraternité(fraternidad)". El acróstico de estas palabras es "elf", que en alemán significa "once". De allí, que el carnaval en aquella región tiene que ver un poco con críticas al gobierno y las autoridades en general, y que comienza el día once del mes once, a las once horas y once minutos.
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