ELIZABETH FUENTES, PERIODISTA, LOCUTORA Y ESCRITORA
"Mis relatos son una manera de espiar el alma femenina"
"Lo mío no es literatura. Son cuentos superficiales, creo que bien escritos".
Publicó su libro "Esto es lo único que me faltaba" (Vicente Correale)
DANIEL FERMÍN | EL UNIVERSAL
lunes 15 de abril de 2013 08:28 AM
A Elizabeth Fuentes le gusta sacar risas de las infidelidades o de los amores imposibles. La periodista venezolana ya había hecho del adulterio femenino un éxito editorial y teatral con Mi marido es un cornudo. Ahora la también escritora regresa a los anaqueles con Esto es lo único que me faltaba, un volumen de cuentos que se presentará el sábado (11:00 am) en la Librería Kalathos del Centro de Arte Los Galpones.
La propia autora ya dijo que su libro es una suerte de autobiografía en clave de humor. Que sí, que una vez dejó embarcado al diputado Luis Tascón en una entrevista por resolver un conflicto amoroso (como pasa en uno de sus relatos). "Si bien algunos son ficciones, muchos tienen base en la vida. De un chisme que me echó alguien pude haber escrito uno. Las mujeres, o los periodistas, vivimos echando un cuento. Acuérdate que (Mario) Vargas Llosa decía que uno termina escribiendo sobre uno mismo", dijo la narradora caraqueña, que volvió a explorar en la intimidad de las mujeres.
A Fuentes ya le han dicho que su libro es solo para féminas. Que habrá alguna persona a la que le parecerá algo frívolo. "Un gran amigo no pudo llegar ni siquiera al segundo cuento. Dijo: 'Eso es un libro pa' jeva'. Yo no lo escribí ni para los hombres ni para las mujeres. Hay hombres que no lo soportan. Yo les digo que no se asusten porque ahí hay una manera de espiar el alma femenina, de conocer cómo somos las mujeres, que somos unas desenfrenadas", agregó la autora, que quiere divertir al lector.
La misma escritora no cree que haya hecho literatura. Sólo textos con toque de humor. "Estos son unos cuentos superficiales, creo que bien escritos. Lo mío no es literatura, sería una falta de respeto con los escritores que hay en este país. Salen en tono de humor porque ese es mi tono del alma".
El libro de Fuentes, que fue publicado por Bruguera, relata varias anécdotas de mujeres. Una que se busca un amante justo antes de su boda; otra a la que le dicen que no sabe hacer sexo oral; o alguna otra que cuenta con cuántos hombres se ha acostado, por ejemplo. Ella no quiere que se compare su libro con la trilogía erótica Cincuenta sombras de Grey. "Eso está muy mal escrito; eso es una mezcla de Corín Tellado con sadomasoquismo (...) Mi libro no es todo de adulterio. También hay amores felices. La historia de amor creo que siempre es la gran historia. Y lo prohibido es sabroso (...) Con la lectura de esos relatos creo que se puede generar en la gente una reflexión de que la vida puede ser divertida, que uno se puede reír de sí mismo, que una tragedia amorosa puede terminar a la larga en un chiste. Ojalá lograra inocular esa alegría que tengo", dijo la comunicadora social, que formó parte de El diario de Caracas en su etapa inicial.
El periodismo le sirvió a Elizabeth Fuentes para acercarse después a la literatura (un taller que realizó con Eduardo Sánchez Rugeles le permitió, dice, mejorar su voz narrativa en primera persona). "Escribir cuentos me ha servido para apasionarme más. Descubrí que me fascina escribir. El periodismo es un oficio con el que uno se ganaba la vida. Con esto siento más plenitud. Me permitió liberarme, incluso", concluyó la narradora. A través de sus relatos, transforma su vida en ficción.
dfermin@eluniversal.com
La propia autora ya dijo que su libro es una suerte de autobiografía en clave de humor. Que sí, que una vez dejó embarcado al diputado Luis Tascón en una entrevista por resolver un conflicto amoroso (como pasa en uno de sus relatos). "Si bien algunos son ficciones, muchos tienen base en la vida. De un chisme que me echó alguien pude haber escrito uno. Las mujeres, o los periodistas, vivimos echando un cuento. Acuérdate que (Mario) Vargas Llosa decía que uno termina escribiendo sobre uno mismo", dijo la narradora caraqueña, que volvió a explorar en la intimidad de las mujeres.
A Fuentes ya le han dicho que su libro es solo para féminas. Que habrá alguna persona a la que le parecerá algo frívolo. "Un gran amigo no pudo llegar ni siquiera al segundo cuento. Dijo: 'Eso es un libro pa' jeva'. Yo no lo escribí ni para los hombres ni para las mujeres. Hay hombres que no lo soportan. Yo les digo que no se asusten porque ahí hay una manera de espiar el alma femenina, de conocer cómo somos las mujeres, que somos unas desenfrenadas", agregó la autora, que quiere divertir al lector.
La misma escritora no cree que haya hecho literatura. Sólo textos con toque de humor. "Estos son unos cuentos superficiales, creo que bien escritos. Lo mío no es literatura, sería una falta de respeto con los escritores que hay en este país. Salen en tono de humor porque ese es mi tono del alma".
El libro de Fuentes, que fue publicado por Bruguera, relata varias anécdotas de mujeres. Una que se busca un amante justo antes de su boda; otra a la que le dicen que no sabe hacer sexo oral; o alguna otra que cuenta con cuántos hombres se ha acostado, por ejemplo. Ella no quiere que se compare su libro con la trilogía erótica Cincuenta sombras de Grey. "Eso está muy mal escrito; eso es una mezcla de Corín Tellado con sadomasoquismo (...) Mi libro no es todo de adulterio. También hay amores felices. La historia de amor creo que siempre es la gran historia. Y lo prohibido es sabroso (...) Con la lectura de esos relatos creo que se puede generar en la gente una reflexión de que la vida puede ser divertida, que uno se puede reír de sí mismo, que una tragedia amorosa puede terminar a la larga en un chiste. Ojalá lograra inocular esa alegría que tengo", dijo la comunicadora social, que formó parte de El diario de Caracas en su etapa inicial.
El periodismo le sirvió a Elizabeth Fuentes para acercarse después a la literatura (un taller que realizó con Eduardo Sánchez Rugeles le permitió, dice, mejorar su voz narrativa en primera persona). "Escribir cuentos me ha servido para apasionarme más. Descubrí que me fascina escribir. El periodismo es un oficio con el que uno se ganaba la vida. Con esto siento más plenitud. Me permitió liberarme, incluso", concluyó la narradora. A través de sus relatos, transforma su vida en ficción.
dfermin@eluniversal.com
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