A Nicolás se le acabarán las excusas
TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 28 de abril de 2013 12:00 AM
Durante los primeros meses del año, cuando el presidente Chávez se encontraba en Cuba, en el país se tomaron ciertas medidas económicas que naturalmente afectaron el bolsillo de todos los venezolanos. La devaluación, como era de esperarse, no pasó por debajo de la mesa en nuestro país. Cada producto y cada servicio subió de precio, y todos somos testigos de eso. El costo político de dicha decisión que debió caer en Nicolás y compañía, terminó cayendo en un paciente con pocos días de vida. De hecho, todavía tenemos fresco en la memoria al ministro Giordani mostrando la firma de Chávez en cadena nacional.
La campaña electoral de Nicolás fue nefasta, donde se evidenció una falta de contenido en sus propuestas, así como también una inconsistencia en los discursos entre los más altos voceros rojos. Cada día los seguidores rojos castigaban más duro al candidato oficial porque se percibía a simple vista que no llegaba a ser ni una copia barata del difunto presidente. El resultado final fue que casi 1 millón de seguidores se le voltearon al régimen.
Por eso ha resultado curioso, irónico y hasta absurdo las siguientes declaraciones de Nicolás. Este ilustre, en una entrega de viviendas en la parroquia El Valle, dijo lo siguiente: "Hemos tenido 17 victorias de las 18 elecciones, pero en la última victoria, producto de la guerra económica, de la guerra eléctrica, de la guerra psicológica, del desaparecimiento físico de nuestro Comandante en Jefe, la brecha fue de 2 puntos. Eso tenemos que ampliarlo. Yo lo dije: Mientras más pequeña la brecha, más posibilidades de violencia iba a haber y lamentablemente fue así. Tenemos que ampliar la brecha, cada vez más. Porque las fuerzas de la revolución es infinitamente superior y mayoritaria que la fuerzas de la contrarrevolución, no tengo ninguna duda".
Nicolás es incapaz de asumir la responsabilidad por la debacle electoral que sufrió el PSUV en las elecciones. En sus discursos lo único que son excusas y más excusas. Si los seguidores rojos se abstuvieron de votar o cambiaron su voto, fue ante la incapacidad del nuevo candidato. Punto. El fracaso político del 14 de abril explica perfectamente la actitud que tiene Nicolás y su nuevo gabinete. Nunca antes se había visto en Venezuela un presidente electo tan nervioso y tan inseguro de sí mismo. Henrique Capriles no puede asomarse en la televisión porque Nicolás sale corriendo a transmitir una cadena.
En el mismo acto en El Valle, Nicolás añade lo siguiente, donde evidencia una vez más su terrible olfato político y su nerviosismo: "Aquí hay un bloque mayoritario que es patriota, que es revolucionario, socialista y va mucho más allá de los votos que me eligieron a mí. Y los votos del fascismo y del bloque de la derecha... bueno, ellos cabalgaron sobre el propio saboteo que hicieron de la economía, de la electricidad. Tienen que llegar a donde tienen que llegar, allí abajito donde tienen que estar".
Nicolás se equivoca al pensar que la oposición es un grupo minoritario con una paciencia infinita. Llegará el día donde el agua le va a llegar al cuello y se dará cuenta de la crisis económica, política y social que atraviesa el país. Para ese entonces, no habrá ningún Chávez a quien echarle la culpa, ni ninguna oposición desestabilizadora. Sus discursos, de infinitos adjetivos y palabras inventadas, pueden entretener a los más radicales, pero no resuelven el status quo. Él tiene, por ahora, el coroto en una mano. Pero poco a poco se le acaban las excusas, así como también se les acaba la paciencia a los venezolanos.
@TomasHHR
La campaña electoral de Nicolás fue nefasta, donde se evidenció una falta de contenido en sus propuestas, así como también una inconsistencia en los discursos entre los más altos voceros rojos. Cada día los seguidores rojos castigaban más duro al candidato oficial porque se percibía a simple vista que no llegaba a ser ni una copia barata del difunto presidente. El resultado final fue que casi 1 millón de seguidores se le voltearon al régimen.
Por eso ha resultado curioso, irónico y hasta absurdo las siguientes declaraciones de Nicolás. Este ilustre, en una entrega de viviendas en la parroquia El Valle, dijo lo siguiente: "Hemos tenido 17 victorias de las 18 elecciones, pero en la última victoria, producto de la guerra económica, de la guerra eléctrica, de la guerra psicológica, del desaparecimiento físico de nuestro Comandante en Jefe, la brecha fue de 2 puntos. Eso tenemos que ampliarlo. Yo lo dije: Mientras más pequeña la brecha, más posibilidades de violencia iba a haber y lamentablemente fue así. Tenemos que ampliar la brecha, cada vez más. Porque las fuerzas de la revolución es infinitamente superior y mayoritaria que la fuerzas de la contrarrevolución, no tengo ninguna duda".
Nicolás es incapaz de asumir la responsabilidad por la debacle electoral que sufrió el PSUV en las elecciones. En sus discursos lo único que son excusas y más excusas. Si los seguidores rojos se abstuvieron de votar o cambiaron su voto, fue ante la incapacidad del nuevo candidato. Punto. El fracaso político del 14 de abril explica perfectamente la actitud que tiene Nicolás y su nuevo gabinete. Nunca antes se había visto en Venezuela un presidente electo tan nervioso y tan inseguro de sí mismo. Henrique Capriles no puede asomarse en la televisión porque Nicolás sale corriendo a transmitir una cadena.
En el mismo acto en El Valle, Nicolás añade lo siguiente, donde evidencia una vez más su terrible olfato político y su nerviosismo: "Aquí hay un bloque mayoritario que es patriota, que es revolucionario, socialista y va mucho más allá de los votos que me eligieron a mí. Y los votos del fascismo y del bloque de la derecha... bueno, ellos cabalgaron sobre el propio saboteo que hicieron de la economía, de la electricidad. Tienen que llegar a donde tienen que llegar, allí abajito donde tienen que estar".
Nicolás se equivoca al pensar que la oposición es un grupo minoritario con una paciencia infinita. Llegará el día donde el agua le va a llegar al cuello y se dará cuenta de la crisis económica, política y social que atraviesa el país. Para ese entonces, no habrá ningún Chávez a quien echarle la culpa, ni ninguna oposición desestabilizadora. Sus discursos, de infinitos adjetivos y palabras inventadas, pueden entretener a los más radicales, pero no resuelven el status quo. Él tiene, por ahora, el coroto en una mano. Pero poco a poco se le acaban las excusas, así como también se les acaba la paciencia a los venezolanos.
@TomasHHR
Fausto Masó: ¿Los hijos de Chávez?
abril 27, 2013El Nacional Opinión
¿Gobierna Maduro? Intenta convencer al país de que tenemos un jefe del Estado, atento a las necesidades populares; quiere dejar atrás las tensiones que provocaron el 14 de abril, mientras saca un garrote para amenazar con meter preso a los opositores. Abrirá investigaciones en la Asamblea, evitará convertir a Capriles en un nuevo Mandela pero a los estudiantes, a otros dirigentes, los venezolanos del montón recibirán algo más que gas del bueno, palo y palo. En realidad, Maduro no se ha repuesto de la sorpresa electoral de desvanecer 1 millón de votos en unos días y, de paso, haber perdido legitimidad política, porque ni siquiera los chavistas fanáticos creen que ganó en unas elecciones limpias, y sobran las pruebas de que robaron las elecciones.
De todo esto, frente a los suyos, no habría más que un solo culpable, él mismo. Chávez le dejó una herencia atada y bien atada que en unos cuantos días hizo trizas. Maduro intentó sacarle el jugo a las exequias de Chávez, y ese fue su gran error, al aprovechar con tan poco pudor la muerte del líder ofendiendo los sentimientos populares, porque el luto verdadero exige recogimiento, privacidad, llevar la pena en silencio, no andar pregonando por los cuatro vientos que un político sea el hijo de Chávez, cuando bastaba con repetir que el presidente lo había escogido como su sucesor. Todo esto suena algo ridículo cuando sigue proclamando que los ministros y el presidente sean los hijos de Chávez, como si viviéramos en una monarquía medieval donde la soberanía depende de un lanzo consanguíneo, donde la legitimidad dependía de las relaciones familiares. La gente en Venezuela no es tan tonta, no traga que los que andan en camionetas de lujo sean los herederos de Chávez.
Nunca Nicolás Maduro dijo quién era Nicolás Maduro, explicó su programa, analizó al país. Así arrancó una campaña en la que Capriles aceptaba una candidatura sin posibilidades de triunfo, con una desventaja atroz y compitiendo con el poder del Estado, hasta algunos expertos en encuestas le recomendaban preservarse para el futuro. Y ocurrió lo que ocurrió. Hoy suena plausible que Capriles haya ganado las elecciones y que Maduro se las haya robado porque, humanamente, a Nicolás Maduro al final sólo le ha quedado negar la realidad, no admitir que el país lo haya rechazado, que los mismos chavistas en unos cuantos días de lucha electoral concluyeran que no estaba preparado para la Presidencia, lo consideraban un personaje de segunda fila, un burócrata servicial… y votaran por Capriles.
Nicolás no ha despertado a la realidad, se siente confuso porque ha perdido la calle, los chavistas lo miran con lástima y no saben cómo deshacerse de él, y por los corrillos del poder, por Miraflores, se preguntan qué sucederá mañana; y, algo peor, sus ministros declaran lo que les da la gana; Iris Varela se atreve a decir que mandará a prisión a Capriles y la fiscal Ortega debe desautorizarla.
El chavismo se ha puesto patas arriba.
Maduro sufre al verse en el espejo y preguntarse cómo terminará esta tragedia, la destrucción de un poderoso movimiento político en unas semanas, por culpa de una sola persona, él mismo.
¡Qué torta!
Los hijos de Chávez están haciendo quedar mal a su supuesto padre.
Por favor, Maduro, atrévase a reconocer que usted es Nicolás Maduro, un burócrata obediente que fue designado sucesor por extrañas razones que Chávez se llevó a la tumba.
Maduro firma acuerdos con Castro para ratificar alianza estratégica
CABE DESTACAR QUE NO FUE RAUL CASTRO A RECIBIR A NICOLAS MADURO, SINO
SU CANCILLER BRUNO RODRIGUEZ, ASI COMO SI UN AMIGO DE LA CASA LLEGA Y
HAY QUE IRLO A RECIBIR AL AEROPUERTO...¡ VENDE PATRIA!!!
EL UNIVERSAL
domingo 28 de abril de 2013 12:00 AM
La Habana.- El presidente Nicolás Maduro y varios miembros de su gabinete firmaron este sábado con sus pares cubanos, una serie de acuerdos de cooperación y complementación producto de seis mesas de trabajo en las áreas: agroalimentaria, educación, salud, energía, social e infraestructura, informática y comunicaciones.
Maduro, quien se encuentra desde el viernes en la noche en visita oficial en Cuba, destacó que a través de la Comisión Mixta Cuba Venezuela se ratifica "una alianza estratégica que trasciende los tiempos".
El mandataro participó en la clausura de la XIII Reunión Intergubernamental Cuba-Venezuela que se llevó a cabo ayer en La Habana, y en la cual se acordaron 51 nuevos proyectos de integración bilateral que implican la inversión de casi 2 mil millones de dólares, dijo AVN.
Maduro, quien se encuentra desde el viernes en la noche en visita oficial en Cuba, destacó que a través de la Comisión Mixta Cuba Venezuela se ratifica "una alianza estratégica que trasciende los tiempos".
El mandataro participó en la clausura de la XIII Reunión Intergubernamental Cuba-Venezuela que se llevó a cabo ayer en La Habana, y en la cual se acordaron 51 nuevos proyectos de integración bilateral que implican la inversión de casi 2 mil millones de dólares, dijo AVN.
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