¿Dejaremos que Cuba consolide su dominio sobre Venezuela?
Aceptar el fraude sería lo mismo que convalidar la posesión colonial de Cuba sobre Venezuela. Algo imperdonable e inaceptable que nos deshonraría ante las generaciones futuras.
1.- Ya está claro que Cuba, en la persona de Raúl Castro, ejerce directamente el gobierno de Venezuela, funcionando de hecho la Confederación Comunista Vene-Cuba, con sede en La Habana y un gobierno títere en Caracas. Así se ejecuta el plan convenido con el finado, a quien se le sedujo con la idea de que si los Castro morían primero, como era de presumir por su avanzada edad, él sería el presidente de la Confederación. Contra todo pronóstico el finado se les adelantó en la muerte, por lo cual el misterio que la rodea es muy sospechoso. ¿A quién beneficia su muerte, a Venezuela o a Cuba? Evidentemente a Cuba. La enfermedad mortal del finado ponía en peligro a la Confederación, por lo cual la muerte era la mejor solución para resolver el problema antes de que los Castro desaparezcan. Es lo que están haciendo: ya no será un venezolano presidente de la Confederación. Siempre será un cubano, ahora Raúl Castro y después su sucesor escogido por ellos. Todo encaja perfectamente, como anillo en dedo.
2.- El mando está en Cuba, como ha estado durante catorce años. En Venezuela reside un gobierno títere, presidido por un probado y consecuente servidor de los Castro como lo reflejan sus antecedentes y ejecutorias. Como antecedente antes de 1999 sus únicos estudios fueron los elementales de doctrina comunista seguidos en La Habana, suficientes para una mente primitiva. Desde entonces mantuvo su adhesión a los Castro, lo que explica su escogencia sorpresiva para Ministro de Relaciones Exteriores. Era para asegurarse del sometimiento de la Cancillería a la política internacional de la Confederación trazada desde Cuba. El ministro venezolano rebajado a vocero cubano. Probada su lealtad a Cuba durante el ejercicio del cargo, se lo escogió para sucesor del finado. Su lealtad quedó ratificada durante el período de prueba, transcurrido desde diciembre cuando el finado falleció según todos los indicios. Se ganó el puesto de presidente títere, tanto que canta emocionado el himno nacional cubano en cadena nacional, sintiéndolo como el suyo verdadero.
3.- No preocupa a Cuba la elección presidencial. Lo demuestra que ha podido escoger un sucesor del finado con mejores credenciales y facultades para el liderazgo. No le preocupa porque Cuba controla la elección presidencial desde hace años. Es una simple formalidad a cubrir para que la Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo) engañe a la comunidad internacional, forzando a los venezolanos a aceptar el fraude electoral, bajo pena de exclusión de su Mercosur, Unasur y Celac, y hasta la OEA de Insulza. A ratificarlo vino Lula con su corte.
La victoria de Cuba está garantizada con el ventajismo y sobre todo con el fraude. Para extremar el ventajismo se impuso al sucesor como encargado. Lo demás funciona igual que en octubre. Ha sido probado el fraude en la cedulación, el fraude en el registro electoral, el fraude en las captahuellas, el fraude en las máquinas y el fraude en la totalización. Acostumbrados a la impunidad del fraude, los operadores se delatan. Así los militares publican en la web el plan de traslado por la fuerza de los renuentes entre los que han vendido su voto por un cargo o una dádiva. Y un técnico comunista, de los serviles a Cuba, se delata, confiado en la impunidad, mostrando inconscientemente que el gobierno dispone de las claves de acceso a las máquinas de votación, lo que confirma que manipula las máquinas de votación torciendo el resultado electoral.
Cuba puede decir, con razón, con este sistema electoral bajo su control absoluto puede ganar la partida hasta con la sota de bastos.
4.- ¿Se repetirá lo sucedido el 7 de octubre o habrá algo que lo impida? No me hago la ilusión de que la oposición oficial actuará distinto. Ojalá esté equivocado, porque ella tome conciencia de que ser derrotada por Maduro sería la mejor prueba de su total ineficacia. La descalifica para siempre. Sí tengo la ilusión de que debajo de las piedras, saldrá el revolcón que debe producirse, según enseñan la historia y la política, como reacción por el fraude. El grito de liberación nacional que movilice a los venezolanos, poniendo fin al dominio de Cuba, que nos avergüenza y humilla.
@petitdacosta
9/11/12
Estamos en un calabozo de gruesos barrotes. Allí nos tiene encerrados la tiranía comunista. Allí nos metieron los “tontos útiles” al comunismo, con el señuelo del voto. Estamos atrapados y sin salida, porque votar no es salida sino reforzar los barrotes del calabozo. Definitivamente no hay salida electoral.
Estamos en un calabozo llamado tiranía. ¿Porqué tiranía? Porque no tenemos quien nos ampare de El Tirano. No tenemos para donde coger si necesitamos auxilio. La Asamblea Nacional es propiedad de El Tirano. El Tribunal Supremo es propiedad de El Tirano. El Poder Ciudadano es propiedad de El Tirano. El CNE es propiedad de El Tirano. ¿A quién acudir? Sólo nos queda la Corte Celestial, pero después de muertos.
Estamos en un calabozo en un país satélite de Cuba, bajo un gobierno títere de Cuba. ¿Porqué país satélite? Porque la política interior y exterior de Venezuela la decide Cuba. Tanto así que Cuba impone el orden de sucesión presidencial. Maduro es el delfín escogido por Cuba, que le dará continuidad al gobierno títere. ¿Porqué gobierno títere? Porque es un pelele de Cuba. Las decisiones las toma Cuba. Siquiera Emparam estaba distante de España. Ahora las órdenes llegan en un segundo, directamente desde La Habana.
Estamos en un calabozo bajo una tiranía comunista, títere de Cuba. ¿Porqué comunista? Porque los títeres de Cuba, que nos gobiernan, son comunistas confesos. Y su propósito declarado es convertir a Venezuela en otra Cuba. Lo vienen cumpliendo en tres etapas: primero, instaurar la tiranía; segundo, someterse a Cuba; y tercero, implantar el comunismo con el nombre de Estado Comunal. Esta etapa está ya en desarrollo.
¿Quiénes nos metieron en este calabozo? Los “tontos útiles” al comunismo. Se conoce en la historia por “tontos útiles” a los ingenuos, para no llamarlos de otro modo, que le allanan el camino al comunismo con mentiras piadosas. Han sido “tontos útiles” los que dicen que esta es una democracia imperfecta, pero democracia al fin. Y se niegan a reconocer que estamos bajo una tiranía. Rebuscan en los textos jurídicos una definición que no consiguen sólo por negarse a ver lo que está a la vista. No conforme con ello disfrutan de la reelección indefinida, sin darse cuenta que es un caramelito que le dan a chupar hasta que le administren el purgante del comunismo. Estos son unos solemnes “tontos útiles.” Para completar ninguno de los “tontos útiles” ataca a Cuba ni plantea la lucha en términos de liberación nacional. Para los “tontos útiles” esto no es comunismo. Y entonces caen en una discusión académica sobre fascismo, autoritarismo, populismo, fidelismo, estatismo, y cuantas majaderías se les ocurre, para concluir que esto no es nada de eso sino algo que se les parece y no se les parece. Provoca gritarles: coño, no sean pendejos, esto es comunismo, oyeron: COMUNISMO. Se los repito: CO-MU-NIS-MO.
¿Cómo los “tontos útiles” metieron al pueblo en el calabozo? Lo fueron llevando con una tonada como el ganado cuando lo van a meter en el corral: vota, vota, vota, sigue votando, no dejes de votar, no te canses de votar que ya vas llegando. Y con cada voto el pueblo manso daba un paso al calabozo. Ya dentro en 2012 los “tontos útiles” le regalaron el candado a El Tirano: las elecciones fueron limpias, no hubo fraude. Con un candado así marca CNE, no hay quien salga del calabozo.
Aquí estamos, pues, presos y con las manos atadas. Atrapados y sin salida, PERO SIN SALIDA ELECTORAL. NO HAY SALIDA ELECTORAL. DEFINITIVAMENTE LA SALIDA ELECTORAL HA SIDO CLAUSURADA. ¿Esperar hasta la próxima elección presidencial? Será en 2018. ¿Y quién nos asegura que, si estamos vivos, podremos salir cuando el candado del CNE sigue puesto, engrasado con ventajismo y fraude? Lo mismo podríamos decir de las parlamentarias en 2015. Las regionales y municipales no cuentan para detener el comunismo, en el supuesto negado por imposible de que no haya ventajismo y fraude.
¿Qué hacemos entonces? Es la pregunta que trataré de responder la semana entrante.
La nueva democracia (1)
La lucha en Venezuela es contra el comunismo
Jesús Antonio Petit Da Costa
Sábado, 16 de enero de 2010
En el inicio de 2010 el país se encuentra inmerso en una contradicción fundamental que no ha podido resolver, agravándose cada día que pasa. Es la contradicción entre un gobierno comunista y una sociedad democrática. El primero se sostiene en el poder político y militar, ya que no cuenta con la mayoría de la gente. La segunda está constituida por la inmensa mayoría de la población, que carece de poder por la desorientación, la desorganización y la desmoralización.
Para resolver la contradicción fundamental a favor de la inmensa mayoría democrática es absolutamente necesario superar estas tres fallas, lo cual será relativamente fácil porque están creadas las condiciones. La superación de estas tres fallas debe ser, a partir de este momento, la tarea prioritaria de los demócratas, fijándonos como meta el desenlace coincidente con el bicentenario de la independencia como un homenaje a los libertadores de la patria.
¿Qué causa la desorientación? No saber el pueblo cuál es la verdadera naturaleza del régimen, porque la oposición no se lo ha aclarado. Identificar al enemigo es el primer paso para una estrategia correcta. Mientras no se haga, el enemigo tiene la ventaja del engaño que, según los clásicos del arte de la guerra, constituye la base de la victoria. Comencemos, pues, por llamar las cosas por su nombre: Chávez es comunista, su proyecto político comunista y su gobierno comunista. No importa si es comunista ortodoxo o heterodoxo. Aunque no le guste a los comunistas que están en la oposición, hay que llamar a Chávez por lo que es: un comunista. Y atacarlo sin descanso por este flanco, que constituye su mayor debilidad por tratarse de la contradicción fundamental entre su gobierno y la sociedad venezolana indiscutiblemente democrática. ¿Qué muchos no creen todavía que sea comunista? No lo creen porque la oposición no ha creado conciencia al respecto hasta identificar a Chávez con el comunismo. Así como él nos llama fascistas, identificándonos con el fascismo, sin que sea verdad, y lo repite hasta el cansancio, también nosotros debemos llamarlo comunista identificando a Chávez con el comunismo y repetirlo también hasta el cansancio, con la ventaja de nuestra parte de que los hechos y sus propias palabras prueban la verdad de nuestra afirmación.
Todos los problemas del país están vinculados al proyecto comunista de Chávez: la inseguridad obedece a un plan comunista; el control de cambio obedece a un plan comunista; la inflación obedece a un plan comunista; la destrucción del aparato productivo (industrias, agricultura, ganadería) obedece a un plan comunista; el desempleo resultante obedece a un plan comunista; la corrupción obedece a un plan comunista; la reelección indefinida, la concentración de poderes, el totalitarismo y el autoritarismo obedecen a un plan comunista; la entrega a Cuba hasta convertir a Venezuela en su protectorado obedece a un plan comunista; las donaciones masivas a Bolivia, Ecuador, Nicaragua y otros, en perjuicio de los venezolanos, obedece a un plan comunista; la alianza con el terrorismo internacional obedece a un plan comunista; el conflicto con Colombia obedece a un plan comunista; la cubanización de los servicios públicos obedece a un plan comunista; etc. Nada es improvisado, ni sólo resultado de la ineptitud. Todo responde a un plan comunista. Sólo haciéndolo ver Chávez será derrotado.
La desorientación conduce a la desorganización, porque se construye la unidad sobre un artificio. Mientras el enemigo se organiza en función de una ideología, la comunista, la oposición carece de ideología, hasta de un programa de desmontaje del sistema comunista, y por ende los partidos sólo se reúnen para competir por unos puestos. Si el régimen es comunista, la unidad debe darse entre quienes están decididos a enfrentar el comunismo, a combatirlo frontalmente y en todos los terrenos, porque de lo contrario resulta imposible atacarlo por su flanco más débil, que es la contradicción fundamental entre un gobierno comunista y una sociedad democrática. Entonces la unidad debe sostenerse sobre un principio básico: el combate al comunismo y su sustitución por un sistema democrático. Querrámoslo o no la lucha está planteada entre comunismo y anti-comunismo, entendida la democracia como la antítesis del comunismo.
Esto era difícil de comprender hasta hace poco. Y por ello muchos demócratas han venido jugando bobaliconamente a la democracia. De allí que Chávez las haya ganado todas, causando la desmoralización general. Ha llegado de invertir la situación.
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