Jerarcas del régimen ¿POR QUÉ NO SE VAN?, por Pedro Luis Echeverria
Transcurren los días y ustedes continúan sin resolver los acuciantes problemas del país. Por el contrario, han aumentado la represión indiscriminada y han perfeccionado y profundizado los métodos y mecanismos para ejercerla.
Ha crecido el número de víctimas fatales, desaparecidos, lesionados, torturados y detenidos sin el derecho al debido proceso; grupos armados e irregulares, auspiciados, protegidos y financiados por ustedes, incrementan los ataques a personas, y a la propiedad privada. Inventan conspiraciones nacionales e internacionales supuestamente orientadas a desestabilizar al régimen. Hostigan a los medios de comunicación y a los periodistas Mienten y ocultan las cifras de desempeño económico del país. Tratan de infundir miedo, mediante la manipulación de leyes e instituciones para acusar y acosar a todo aquel que profesa ideas y valores diferentes de la visión de ustedes. Crean alharacas, sin lógica ni fundamentos, sobre cualquier cosa que se les ocurra. Manipulan a sus seguidores para generar una avalancha de odios hacia la disidencia. Ustedes adoptan el insulto y la mentira como formas de descalificar a sus oponentes sean estos políticos, militares, empresarios o figuras más o menos públicas. La institucionalidad al servicio de ustedes descarada e ilegalmente torpedea, obstaculiza y retrasa el derecho constitucional de la población a convocar y celebrar el RR y eso, por si no se han percatado, los ha convertido en un gobierno írrito que actúa de espaldas y en contra del país.
En síntesis, ustedes tratan por todos los medios a su alcance de aplastar la voluntad de cientos de miles de personas, tratando de potenciar su sumisión y la erradicación del ansia de cambio del régimen y de su forma de gobernar que es lo que el país mayoritariamente reclama. Ustedes no han cedido un ápice a las justas demandas de la disidencia que facilitarían la posibilidad de realizar acciones, con eficacia política, sobre la forma de abordar conjuntamente las soluciones a la terrible situación que vive el país. Irresponsablemente asumen el rol de feroz contendiente, en lugar de abrir, mediante acciones políticas contundentes y veraces, los caminos para el entendimiento y la paz, los cierran, pero, a pesar de todo ello, la fuerza opositora se legitima, crece, persevera, se mantiene unida, resiste, se reinventa, lucha y sus justos reclamos se extienden y movilizan al hombre de a pie, a ciudades, pueblos y a todos los sectores sociales.
Promover la paz y el entendimiento supone la edificación institucional de la democracia y el estado de derecho; significa disponer y crear instituciones políticas y judiciales respetadas y creíbles para la administración y solución de conflictos por vías no violentas. Ello les exige a ustedes la aplicación de una justicia objetiva e imparcial en el proceso de cambio en el que estamos envueltos, pero ustedes no lo hacen. Deben privilegiar la actitud reflexiva sobre lo emocional. Vivimos una nueva era; ‘el chavismo-madurismo’ emite los últimos estertores de su agonía, pero ustedes tozudamente continúan prisioneros de viejas y rígidas doctrinas que les impiden ver cómo es la realidad que los circunda. Ustedes no han sido capaces de entender el país de hoy y mucho menos son aptos para gerenciar una transición hacia un nuevo paradigma de desarrollo democrático; ustedes no han podido ni pueden dar respuesta a los anhelos de paz y progreso de la sociedad venezolana. Ustedes son los responsables de la tragedia nacional que vivimos. ¿Por qué no se van?
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