Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

miércoles, 13 de julio de 2011

Rusia celebra el 450 aniversario de la Catedral de San Basilio

1 Jul 2011 | 05:33 pm - Por Andrés Rojas Jiménez. Moscú

Moscú, la ciudad imponente

La capital rusa es considerada la metrópoli más cara de Europa, pero existen opciones en alojamiento y comida que la hacen viable para un presupuesto modesto, ajustado al cupo de Cadivi

12 Jul 2011 | 08:11 am - Por EFE


Rusia celebra el 450 aniversario de la Catedral de San Basilio



El proyecto, envuelto en numerosas leyendas, fue ordenado por el zar Iván el Terrible para glorificar su victoria sobre el Kanato de Kazán


Rusia celebra hoy el 450 aniversario de la Catedral de la Intercesión de la Virgen en el Montículo, más conocida como San Basilio, cuyas cúpulas acebolladas son la tarjeta de visita del país.

La catedral, situada en uno de los extremos la Plaza Roja en Moscú, es actualmente una filial del Museo Histórico de Moscú y sigue acogiendo servicios eclesiásticos ortodoxos.

Una de las joyas más representativas y llamativas de la historia y arquitectura rusa, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la catedral fue consagrada solemnemente el 12 de julio de 1561 una vez terminada su construcción que duró cinco años.

El proyecto, envuelto en numerosas leyendas, fue ordenado por el zar Iván el Terrible para glorificar su victoria sobre el Kanato de Kazán.

Una de las leyendas dice que la catedral es una copia de una mezquita en Kazán, que fue destruida por Iván el Terrible, enfadado por la resistencia que ofrecieron los habitantes de la hoy capital tártara a las tropas del zar.

Se cree que entonces las cúpulas de aquella mezquita derrumbada fueron trasladadas a Moscú y simbolizaron la victoria del zar sobre Kazán.

Otra leyenda dice que el zar dejó ciego al arquitecto de la catedral, Póstnik Yákovlev, nada más terminada la construcción de la obra, para que no construyese nada que superara en belleza a la catedral.

Por otro lado, los que refutan esa leyenda se basan en que posteriormente Yákovlev construyó otros complejos arquitectónicos, por ejemplo, el Kremlin de Kazán, cosa que, de ser ciego, no habría hecho nunca.

El destino de la catedral es un paradigma de los dramáticos giros de la historia rusa, cuando las obras de arte eran destruidas por capricho de los nuevos gobernantes, quienes consideraban que esas ya no se correspondían con la nueva realidad.

De hecho, la catedral estuvo a punto de ser borrada del mapa en varias ocasiones a lo largo de los últimos 450 años.

Por ejemplo, durante la invasión de Napoleón, quien al darse cuenta de que nadie le iba a entregar las llaves del Kremlin ya que los rusos habían abandonado y supuestamente incendiado la ciudad, tuvo que dejar Moscú y, frustrado, dispuso destruir la catedral.

Pero, al parecer, las tropas franceses llevaban prisa y no pudieron acabar con el complejo.

En otra ocasión, ya en el siglo XX, uno de los colaboradores más fieles a Iósif Stalin, Lázar Kaganóvich, le propuso al dictador soviético que diera la orden de destruir la iglesia, al igual que a muchas otras que fueron derrumbadas por el régimen ateísta soviético.

Dicen que a la hora de tratar de persuadir a Stalin de que la catedral impedía pasar a las tropas durante los desfiles militares en la Plaza Roja, Kaganóvich mostró una maqueta de la plaza y arrebató las pequeñas torres del complejo.

Stalin, dice la leyenda, quedó perplejo al instante y luego le espetó: "¡Que vuelvas a colocarlas ahora mismo!".

Pese a que la ideología bolchevique se manifestaba en contra de la religión como "un vestigio del pasado" de la burguesía zarista, fue en el siglo XX cuando más trabajos de reparación y mantenimiento se hicieron en la catedral.

Ni las ambiciones de uno de los conquistadores más grandes de la historia ni tampoco los prejuicios de uno de los regímenes más sangrientos, la URSS, pudieron condenar al olvido esa parte del corazón de Moscú.


La plaza Roja de Moscú fue escenario de varios actos
La plaza Roja de Moscú fue escenario de varios actos | EFE

"La gran ciudad de Moscú... ¡Oh, qué extensa ciudad es esta!, los jardines, parques y vacíos que en el medio se encuentran son muchísimos! Sin embargo, hay un gran número de muy buenos edificios y palacios construidos en el gusto italiano, francés, inglés, holandés, y aun en un gusto peculiar... Al Kremlin subimos por la escalera roja que llaman, a causa de estar cubierta de este color, que en ruso es expresión de cosa selecta...".

Los comentarios anteriores perfectamente podrían encabezar el texto de preámbulo de cualquier guía de turismo de la capital rusa, si no fuera por el detalle que fueron escritos en mayo de 1787 por Francisco de Miranda en su Diario de Viajes. Obviamente esta ciudad ha pasado por transformaciones urbanas desde que el precursor de la Independencia estuvo en ella hace 224 años, sobre todo por los acontecimientos políticos que han marcado la evolución de esta urbe luego de la Revolución Bolchevique en 1917, la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a principios de los años 90, y el estilo de lujoso capitalismo que ha marcado la era de Vladimir Putin.

El Moscú del siglo XXI sigue teniendo como principal referencia turística el Kremlin, y en sus interiores prácticamente lo que se exponen son piezas y objetos que marcan el esplendor de la Rusia zarista, incluidas las joyas originales y huevos de pascua con piedras preciosas hechos por los orfebres de la famosa firma Fabergé.
Si algo tuvo la desaparición de la URSS fue que los constructores de la ciudad moscovita quisieron minimizar, en la medida de lo posible y sin destruir, cualquier referencia de la época comunista, con la sola excepción del mausoleo de Lenin -ubicado en la popular Plaza Roja- que se construyó a un costado de esta edificación y al cual se puede entrar gratuitamente.

La sola palabra Kremlin evoca la sede del Gobierno ruso como puede ser la Casa Blanca en Estados Unidos o los palacios de La Moncloa o Miraflores en España y Venezuela, respectivamente, pero en este caso no se trata de una edificación, sino de una pequeña ciudadela amurallada, que en su interior -aparte de oficinas administrativas- tiene cuatro palacios, cuatro catedrales, plazas internas con balcones que miran al río Moscova y el imponente Jardín Alejandro, al oeste, que resalta por su cuidado mantenimiento y la limpieza de sus caminerías.

La tarifa más costosa para visitar el Kremlin está fijada en 500 rublos (aproximadamente 17 dólares), que incluye el ingreso a todos los lugares del complejo a los que el turista tiene acceso, aunque se pueden comprar boletos separados si se quiere hacer el recorrido en varios días, pero casi siempre se establece como primer punto de parada la torre o campanario de Iván el Grande, porque ofrece una de las mejores panorámicas de Moscú.

"En el interín monté a la torre para gozar de la completa vista de toda la ciudad. Efectivamente estuve allí muy divertido por más de una hora", escribió Miranda el 15 de mayo de 1787. Por la cara que ponen los viajeros cuando se toman las fotos podría decirse que la diversión ha permanecido inalterable durante el tiempo.

En el recorrido por el Kremlin se entra primero en el museo, luego vienen las catedrales de la Anunciación y del Arcángel, las iglesias de los Doce Apóstoles y del Manto de la Virgen, además del Palacio del Patriarca y la Cámara de Armería. Al menos se debe disponer de medio día, está prohibido entrar con bolsos y por eso la opción es dejarlo guardado en los kioscos de consigna que están debidamente señalizados. Sólo se admite el uso de cámaras fotográficas o de video en espacios externos.

El otro símbolo de Moscú es la Catedral de San Basilio -la Intercesión de la Virgen en el Montículo que es su nombre formal- cuya construcción fue ordenada por el zar Iván el Terrible a mediados del siglo XVI. Sus nueve capillas unidas se han convertido no sólo en símbolo de la ciudad sino en emblema de la arquitectura rusa por sus cúpulas coloreadas, que algunos les parece sencillamente un pastel y otros lo comparan con hogueras gigantescas que apuntan hacia el cielo.

En la misma Plaza Roja hay otro edificio emblemático: el GUM, siglas del ruso que significan Grandes Almacenes Principales, construido a finales del siglo XIX para albergar una exclusiva tienda por departamentos de la Rusia zarista, pero con la llegada de la era comunista se ordenó la estatización y en 1953 se inauguró como una tienda para la venta de productos básicos.

En la actualidad GUM alberga lujosas boutiques de reconocidas firmas como Emporio Armani, Max Mara, Dior, Saltavore Ferragamo, Hugo Boss. También hay una tienda Cartier. No falta un comercio de la cadena Zara, una cafetería que también lleva el sello de Emporio Armani. Por supuesto, sus precios son altos y se rigen por las pautas que marcan estas franquicias internacionales.

Con los gastos controlados

Moscú no es precisamente una ciudad barata. En el ranking 2010-2011 figura como la más costosa de Europa y la cuarta del mundo, pero en la actualidad no hay sorpresas en cuanto a incrementos repentinos de precios debió a cierta estabilidad en la inflación, pero la debilidad del dólar está ocasionado que al momento de cambiar reciba menos rublos. En todo caso, un cupo de Cadivi de 3.000 dólares para 3 semanas rinde y sobra sin mayores sacrificios, pero sin gastos de ostentación.

Las opciones más económicas en cuanto a hospedaje son el Home from Home Hostel (home-fromhome.com). Bien vale la pena porque está ubicado en el concurrido bulevar Arbat, lleno de tiendas de turismo, cafeterías, restaurantes y hasta con actores de calle que le harán una representación de los líderes comunistas Lenin y Stalin. También está el Godzillas (www.godzillashostel.com) -no tan céntrico- pero a media cuadra de la Embajada de Venezuela en Moscú.

La habitación en un hospedaje modesto no baja de 30 dólares por noche. También se consiguen posadas con dormitorios compartidos, donde la cama cuesta entre 17 y 25 dólares; mientras que entre los hoteles 5 estrellas, las recomendaciones sugieren alojarse en el Kebur Palace (www.keburpalace.ru), Golden Apple (www.goldenapple.ru), o el Metropol (www.metropol-moscow.ru), donde una noche, como mínimo, cuesta 550 dólares.

Las opciones para comer son más variadas, pero en comida rusa lo más económico es la cadena Tepemok, que es famosa por las blinis o crepes rusas.

Un aspecto importante a tomar en cuenta es la época del año debido al clima. En verano, que comprende entre junio y agosto, los precios suben al punto que en algunos casos los costos se duplican o triplican, y los sitios de interés suelen llenarse o se agotan las entradas debido a la cantidad de visitantes de ese país o del extranjero; mientras que el invierno resulta inconveniente por las bajas temperaturas que siempre están bajo cero y, en algunos momentos, el termómetro puede colocar su barra de mercurio en menos 20 grados centígrados.

Por tanto, las recomendaciones en cuanto a clima y precios siempre indican los meses de abril o mayo, e incluso junio, que coinciden con la estación de primavera. También se puede ir en septiembre y principios de octubre, cuando arranca del otoño. Lo que sí nunca falta son las lluvias en esa época, lo que obliga a llevar siempre un impermeable o paraguas porque los chaparrones puede ser largos y fuertes.

Un museo en el Metro

El Metro de Moscú es la mejor opción para desplazarse y conocer la ciudad por la cobertura que tienen sus líneas, pero además porque cada una sus estaciones prácticamente son un museo. Aún hay quienes las llaman "los palacios del pueblo", porque así fue como los dirigentes comunistas las concibieron cuando este subterráneo fue inaugurado a mediados de los años treinta del siglo pasado. Es quizás el único sitio que conserva intacto lo que fue la era de la Unión Soviética.

Los murales y esculturas que están en las estaciones del centro de la ciudad intentaron imponer un arte soviético en el cual se resaltan los temas sociales como el trabajo del obrero, las actividades deportivas, los logros en educación y salud, la igualdad de la mujer, en un ambiente en el cual predomina el mármol.

Las estaciones de referencia son la del Parque de Cultura, la de Teatralnay -que es la que sirve al Teatro Bolshoi- la de la Biblioteca Lenin, la de Arbatskay; o el de la Plaza de la Revolución -la Ploshchad Revolyuts, en ruso- donde en cada arco del pasillo de los andenes hay esculturas en bronce que evocan los presuntos logros del modelo socialista.

La tarifa por un viaje en metro está en 28 rublos -un dólar aproximadamente-, pero hay opciones de comprar una tarjeta por días viajes que termina costando cerca de 9 dólares o una con duración de un mes o 70 viajes que al tipo de cambio está en 43 dólares.

Coordenadas

¿Cómo llegar? No hay vuelos directos desde Caracas. La opción es con alguna de las aerolíneas europeas Lufthansa, Air France, Alitalia o Iberia y desde las capitales de estas compañías se hace conexión a San Petersburgo. Se puede comprar todo el trayecto desde Venezuela y pagado en bolívares. También está la alternativa de hacerlo vía La Habana en vuelo compartido entre Cubana de Aviación y Aeroflot. Algunas agencias de viaje y operadores turísticos como Raj Path Travel (Teléfono: 265 6237) y Organización Kanguro (Teléfono: 952 4472) ofrecen paquetes con alojamiento, boleto aéreo y visitas guiadas.

¿Se necesita visa? Desde principios de 2009 está vigente un acuerdo entre los gobiernos de Rusia y Venezuela que suprimió la visa para turista y sólo hace falta el pasaporte vigente y la permanencia máxima es de 90 días.

Del aeropuerto a la ciudad. Los dos principales aeropuertos de Moscú son el Sheremétievo y el Domodédovo. En este último aterrizan las principales aerolíneas europeas que también vuelan a Caracas. Ambos terminales tiene un sistema de trenes expresos que conectan con el metro de Moscú. La tarifa está en 11 dólares.

Moneda. Con un dólar se adquieren 28 rublos aproximadamente.

El idioma. El ruso. Muy pocos tienen conocimiento del inglés y casi es extraño conseguir que alguien hable español. Sin embargo, en los lugares turísticos hay guías e indicaciones en varios idiomas.


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