El estado de ánimo chavista
Sus seguidores rezan por la salud de Chávez y mientras algunos dicen que el país sin él no avanza, otros creen que la revolución ya no tiene marcha atrás
Chavistas se concentran en la Plaza Caracas | William Dumont
"Tengo miedo. Le pido a Dios todos los días por su salud porque nadie sabe qué puede pasar en Venezuela sin Chávez". La frase de Elizabeth Torres, ferviente chavista, resume el sentir de muchos seguidores del presidente.
A una semana de haber vuelto de Cuba -donde fue operado en dos oportunidades-, el mandatario venezolano se trata un cáncer del cual no se conocen mayores detalles.
Pese a limitar sus apariciones públicas, el presidente, poco a poco, retoma el protagonismo frente a las cámaras de televisión.
El "Chávez paciente", como se denomina a sí mismo, aclara que está en una "batalla por el retorno pleno", tal cual aseguró este lunes a través de su cuenta en Twitter.
Y en medio de la polarización de Venezuela, mientras la oposición mantiene sus permanentes críticas contra el mandatario, en las filas del chavismo oran para que se recupere por completo.
"Sin Chávez, un desastre"
Donde quizá más se esté sintiendo su convalecencia sea en la histórica parroquia "23 de enero", en el oeste de Caracas.
Allí vive Torres, quien dice que Chávez sólo está por debajo de Dios, sus padres y sus hijos.
Por ello reza con una estampa del "santo" popular venezolano José Gregorio Hernández.
Torres, madre de seis mujeres y abuela de 13, habla de la salud del presidente y los ojos se le llenan de lágrimas.
"Le pido a mi hijo que está en el cielo que lo ayude, que lo cuide, que le dé una larga vida".
Asegura que en "esta revolución todavía hay cosas por hacer, y que sólo él las puede continuar. Si no está Chávez, esto es un desastre".
"El pueblo sabe"
Otros piensan que la revolución pervive con o sin Chávez.
David Romero es dirigente social en "23 de enero" y recuerda los orígenes del barrio para dar cuenta de la historia de lucha esta zona de la capital venezolana.
El 23 de enero de 1958 cayó el gobierno militar del general Marcos Pérez Jiménez, y de allí el nombre de este barrio en el que viven unas 100.000 personas.
"Esta parroquia histórica es rebelde, insurgente y antiimperialista. Es revolucionaria antes de Chávez", dice. Y por si quedan dudas, aclara: "Acá somos más chavistas que Chávez".
Es momento para "profundizar el proceso revolucionario", agrega.
Romero dice que esta enfermedad "fortalece al presidente, por las expresiones de cariño y amor que le dio el pueblo, ahora va a luchar más por el pueblo".
Este activista no cree que el proceso de recuperación del mandatario, que se desconoce en qué consiste exactamente y por cuánto tiempo se puede extender, no va cambiar ni el trabajo ni la forma de gobernar de Chávez.
Y asegura que el pueblo vive tranquilo. "Lo más importante es que siga la revolución. Él dijo que no era imprescindible. Se pueden ir formando nuevos líderes para que la revolución no se acabe (...) Los hombres pasan y las ideas quedan".
La falta de Chávez
Pero en esta parroquia, caracterizada por inmensos bloques de edificios construidos a fines de los cincuenta, no todos hablan del futuro.
"Estamos ahí, esperando, preocupados", dice Enrique Ruiz, quien lleva 40 años viviendo en "23 de enero". "Que Chávez se recupere para que siga trabajando. Da un poco de miedo todo esto, si tiene algo grave se echaría a perder el país", agrega.
Alexis Herrera comparte su preocupación. Habla rodeado de murales y símbolos que ratifican el sentimiento de este barrio: Chávez, el Che Guevara y Simón Bolívar copan las paredes.
Hasta el fundador de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Manuel Marulanda, "Tirofijo", quien murió en 2008, tiene su busto en una plaza de esta parroquia.
"Nos hace falta Chávez -dice Herrera, obrero de la construcción-, sin él, el pueblo está mal. Él mueve todo".
"Sin él, todo se perdería", asegura Katherine Viña, de 29 años, quien, pese a alegrarse, está en desacuerdo con el regreso del presidente.
"Se tendría que haber quedado (en Cuba) para que se recupere más rápido y mejor".
Viña, madre de cuatro hijos y beneficiaria de la Misión Madres del Barrio -un programa gubernamental de inclusión social-, recurre a una frase de cabecera de los seguidores del mandatario.
"Con Chávez todo y sin Chávez nada. Con el presidente tenemos las misiones, recibo beneficios. Él está con el pueblo. Él le da valor al pueblo. Sin Chávez se acabarían las misiones".
A los 65 años, Julio César Ríos dice estar preocupado porque Chávez nunca se había enfrentado a algo así.
Ríos dice que el presidente debe cuidarse más, y le pide a Dios que lo cuide de cara a la campaña para los comicios del año próximo.
"Tiene que estar en perfectas condiciones para poder ganar las elecciones. Eso es un agotamiento. Igual la victoria no está en riesgo. Él no tiene contrincante".
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