Falleció Gonzalo Rojas, un poeta que le escribió al amor
Rojas murió este lunes en una clínica de Santiago tras sufrir un infarto cerebral. (Foto EFE)
AFP
El poeta chileno Gonzalo Rojas, fallecido este lunes a los 93 años, fue uno de los más grandes y prolíficos autores latinoamericanos, con versos de amor y erotismo que contribuyeron a incrementar el reconocimiento de la poesía chilena.
Rojas murió este lunes en una clínica de Santiago tras una larga agonía que se inició tras sufrir el 22 de febrero un infarto cerebral.
Nacido en 1917 en el seno de una familia minera en la pequeña localidad de Lebu, en el sur de Chile, publicó en 1948 su primer libro ‘La Miseria del Hombre’, en el inicio de una extensa carrera que lo llevó a ser uno de los autores más prolíficos de América Latina.
“Soy hijo de un minero y no tengo ningún sentido del límite. Además, como todos los poetas, vengo simultáneamente del norte y del sur, del este y del oeste, y he vivido a lo largo de muchos párrafos del planeta”, se describió él mismo en 2003.
Con estudios en derecho y literatura en la Universidad de Chile, así como una trayectoria diplomática en China y Cuba, Rojas cuenta entre sus obras poéticas más destacadas “El alumbrado”, “Libro del buen amor”, “Contra la muerte” y “Qué se ama cuando se ama”.
Considerado como un poeta con énfasis surrealista, sus versos le hablan sobre todo al amor y al erotismo.
“¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida o la luz de la muerte?”, dice uno de los más reconocidos fragmentos de la obra de Rojas.
La dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) lo sorprendió en La Habana, cuando se disponía a ocupar el cargo de embajador tras ser designado por el entonces mandatario socialista Salvador Allende.
Debió exiliarse en Alemania y Venezuela, donde se nacionalizó junto a su segunda mujer Hilda y su hijo menor Gonzalo, regresando a vivir a Chile en 1979, cuando se inicia la parte más prolífera de su carrera.
En 1992 recibe el Premio Nacional de Literatura de Chile y Reina Sofía de España, mientras que en 1998 fue galardonado con el premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo.
En 2003, en tanto, recibe el Premio Cervantes, considerado el máximo galardón a las letras hispanas, imponiéndose al uruguayo Mario Benedetti, el peruano Alfredo Bryce Echeñique y a los españoles Juan Marsé y Ana María Matute.
“Es un poeta que ha logrado crear un universo propio, un universo que se define en la línea de lo que se podría llamar la tradición de la modernidad”, dijo sobre el autor el presidente del jurado y cabeza de la Real Academia española de la Lengua, Víctor García de la Concha, al anunciar el premio.
“Es un reconocimiento para toda la poesía, que nunca ha sido un arte mayoritario, pues se lee poco, pero se infiltra, se mete por las puertas y las ventanas, por los resquicios y nadie puede salvarse de eso”, comentó Rojas esa vez.
El Cervantes para Rojas fue el segundo que se adjudicó un autor chileno tras el novelista Jorge Edwards, y contribuyó al reconocimiento de la poesía chilena, marcada por exponentes como Gabriela Mistral, que obtuvo el Premio Nobel en 1945, y Pablo Neruda, que lo alcanzó en 1971.
En la historia de la poesía chilena destacan, además, las obras de Pablo de Rokha y del enigmático y trasgresor Vicente Huidobro, autor de “Poemas árticos”, “Altazor”, “Cagliostro” y “Mío Cid Campeador”.
También sobresale la obra de Nicanor Parra, uno de los máximos exponentes de la “anti poesía”, que usa como recurso la fealdad y la burla seria.
Rojas “fue un hombre muy excepcional, que junto con grandes poetas como Neruda, Mistral, Huidobro y Parra, hizo que Chile fuera conocido como el país de los poetas”, comentó el presidente chileno Sebastián Piñera.
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