JUEVES 15 DE MARZO DE 2012
El Eslabón Perdido de la Nueva Evangelización
Hace dos días encontré este artículo que me parece de suma importancia; lo comparto con los interesados:
Allá por 2009 llegó a mis manos el libro del ahora recién nombrado asesor para el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, Mosén Xavier Morlans, titulado "El Primer Anuncio: El Eslabón Perdido".
En aquel momento encontrar a alguien hablando del primer anuncio era un baño de agua en el desierto, pues muy pocos en la Iglesia entendían la necesidad de lanzarse en pos de la tarea del primer anuncio.
El problema no era teórico, doctores tenía y tiene la iglesia en el tema. Tampoco lo era magisterial, pues la Iglesia llamaba a la Nueva Evangelización desde hacía décadas. Pero del dicho al hecho hay un trecho, y pocos entendían la acuciante necesidad de retornar al primer anuncio.
Fue por eso por lo que el título del libro me encantó, porque calificaba de auténtico eslabón perdido a algo tan básico y fundamental como es el Kerigma, lo cual es toda una clave explicativa para entender la situación de crisis de la Iglesia.
En efecto, una Iglesia que catequiza a los bautizados sin convertirlos previamente entra en un problema pastoral de primer orden.
NOTA de Josefina al Padre Ugalde y a los jesuitas que nos formaron
en los colegios y en la UCAB, años 60 y 70 lamentablemente ellos cometieron ese error con nosotros, sus educandos, NUNCA
nos FORMARON ni enseñaron a ORAR ni la importancia de la vida contemplativa en la Iglesia Católica, por eso mucha gente se fue al budismo o quedamos "mochos" en el conocimiento de nuestra Iglesia. Nos lanzaron a la ACCION en los barrios y al fracaso absoluto, amén de una espiritualidad que ha dado productos como el P. Gazo sj. Capellán de Chávez, comunista, que lo usó como le ha dado la gana.!Hay que ver cómo esa inmadurez espiritual la hemos pagado!
Puede que en sociedades cristianas no se evidencie tanto, pero cuando las sociedades dejan de serlo y la gente abandona masivamente la Iglesia queda más que claro para quienes quieran entender lo que pasa.
Hablo en pasado de aquel título de libro porque en la Iglesia hemos vivimos mucho en los últimos dos años en los que el pontificado de Benedicto XVI, el cual como los buenos vinos, se pone más interesante a medida que pasan las estaciones.
Ahora no parece que lo que falte sean ganas de volver al primer anuncio, por eso florecen congresos y foros en los que la Iglesia y las diócesis se preguntan acerca de la Nueva Evangelización.
Pero como me contaba hoy una gran amiga que se dedica al primer anuncio, su percepción es que después del primer anuncio también falta otro eslabón, y yo no puedo estar más de acuerdo con ella.
La pregunta del millón no es si somos capaces de adoptar métodos nuevos y ardorosos para traer de vuelta a la gente a la Iglesia. La pregunta es si esta Iglesia que tenemos tiene lacapacidad pastoral de configurarse en torno al primer anuncio y lo que sigue, para poder acoger a toda esa masa de gente que podría volver a la Iglesia si supiéramos cómo predicarles el mensaje del Evangelio.
Cambiar la forma de hablar a los de fuera necesariamente tiene que modelar la forma en que hablamos a esa gente cuando ya está dentro. Si por la gracia del Espíritu Santo revivimos la fe en un alejado, o si nace la fe en un no creyente, no podemos sin más reintegrarlo al estado de cosas que nos ha llevado a estar donde estamos.
Hay que dejar que esa experiencia de conversión, esa experiencia misionera y ese reinventarse pastoralmente configure una Iglesia que necesariamente tiene que ser distinta a la Iglesia a la que estamos acostumbrados.
Distinta por supuesto en lo pastoral, no en lo esencial, como distinta puede ser en mil facetas más que ahora damos por sentadas, pero que no son más que respuestas a modelos de sociedad y cultura concretos.
Para asimilar esto sin echarse las manos a la cabeza hay que entender que la Iglesia tiene la misma respuesta- Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre- por más que cambien las circunstancias, culturas y épocas en las que esta respuesta se proclame.
Y entendido esto, podemos ponernos a pensar si conviene más hacer la iniciación cristiana a tal o cual edad, el papel del laicado y la vocación misionera de todos los bautizados, la mejor manera de dar homilías o incluso la conveniencia de volver al latín si acaso eso es lo que ayuda.
Y dentro de todo esto aparece el problema del segundo paso,el segundo eslabón perdido. Porque para pasar de una persona de la calle a un cristiano comprometido e integrado en su comunidad, hace falta más que un primer anuncio.
Hace falta un caminar en la comunidad, un catecumenado, y un acompañamiento que permita a la persona crecer y desarrollarse como cristiano. Hace falta “discipular” a la gente. No fabricar cristianos, ni asistentes a misa…sino verdaderos discípulos.
Y esto sólo se puede hacer creando verdaderas comunidades de fe, donde no sean un número, una estadística de recepción sacramental más, u otra solitaria alma en laanónima misa dominical.
Células, grupos de vida, comunidades neocatecumenales, comunidades de base… llámese como se quiera, y cada cual que lo viva según su carisma, con fidelidad a la Iglesia, a la parroquia y a su comunidad.
Creo que los tiros del segundo eslabón perdido van por ahí, por la reconstrucción de las parroquias y las comunidades cristianas desde el trabajo de aprender a ser discípulos en grupos pequeños.
Y esto es diferente a lo que hay en una iglesia como la de hoy tan centrada en unas maneras de hacer, orar y celebrar tanindividualistas y anonimizadoras por más que se hagan en grupo, que no en comunidad.
Quizás antes la cosa se salvaba porque las familias hacían esta función desanonimizadora, la de ser esa microiglesiadonde uno nacía, recibía la fe, crecía y maduraba, siendo amado, siendo conocido, siendo educado, y siendo potenciado.
Sigo barruntando estas ideas, esperando madurarlas y concretarlas más. Sé que de momento son sólo eso, ideas… y necesidades que surgen como consecuencia necesaria de lalabor de vuelta a la Nueva Evangelización, pues no tienen nada de teórico, son lo que gente como mi amiga y yo vemos trabajando en el primer anuncio.
Así que acabo con una pregunta, dejando la cuestión abierta:
¿Eslabón perdido o eslabones perdidos pues, en esto de la Nueva Evangelización?(http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=21301)
LUNES 12 DE MARZO DE 2012
Cuaresma – Nuestros Sentimientos
Del Blog Icewhisper |
Otra cosa que pesa a la gente cuando se acerca su hora de morir es, según Bronnie Ware, el área de los sentimientos. Según su blog, el tercer lamento de los moribundos es éste:
Quisiera haber tenido la valentía de expresar mis sentimientos. Mucha gente suprimía sus sentimientos para mantener la paz con los demás. Como resultado, se instalaban en una existencia mediocre, y nunca llegaban a ser lo que eran capaces de ser. Muchos desarrollaban enfermedades relacionadas con la amargura y el resentimiento que llevaban como resultado de esto.
No podemos controlar las reacciones de los demás. Sin embargo, aunque la gente, al comienzo, puede reaccionar cuando cambias tu manera de ser, por hablar honestamente, al final esto eleva la relación a un nivel enteramente nuevo y más sano. U ocurre esto, o la relación malsana se aleja de tu vida. En cualquier caso, tú sales ganando(http://www.inspirationandchai.com/Regrets-of-the-Dying.html ).
Muchas veces reprimimos nuestros sentimientos para mantener la “paz”. Pero, ¿qué paz? La palabra hebrea “shalom” no significa sólo paz en el sentido de que no hay guerra, sino paz y bienestar, según este saludo que usan los franciscanos, “paz y bien”. Una paz que no incluye nuestro bien sino, al contrario, nos enferma y merma nuestro crecimiento, es apenas una “paz romana”, una paz impuesta por el más fuerte de tal manera que a nadie se le ocurre pensar o actuar de otra manera. Ésta no es la paz de Cristo.
Muchas veces, nuestra educación nos hizo ver que manifestar los sentimientos era malo. Pero los sentimientos son lo más puro y delicado que tenemos. No son ni buenos ni malos; simplemente SON. Son parte de nuestra naturaleza, y un don de Dios. Porque los sentimientos nos indican qué está pasando en lo más profundo de nuestro ser. Nos dicen lo que es útil y lo que es dañino para nosotros.
De esta manera, al manifestarle a otra persona lo que siento, le dejo saber cómo puede ayudarme y amarme – si realmente me ama. Es entrar en confianza; y esto le da a la relación una dimensión mucho más profunda.
Si no nos atrevemos a dar este paso, nos exponemos a que nos manipulen y utilicen para fines ajenos a nuestro bienestar y crecimiento. Sabemos que los sentimientos reprimidos o rechazados vuelven a hacer de las suyas, de manera más disfrazada e incontrolada. Además, generan frustración, resentimiento y amargura que pueden causar enfermedades. Porque vivimos una vida ajena, no la nuestra. Esto nos remite al primer pesar que vimos hace dos semanas.
¿Cómo hago para tener la valentía de manifestar mis sentimientos? Exige una toma de consciencia. ¿Quién es mi creador? ¿A imagen de quién estoy hecho? Si aceptamos que Dios es mi creador, que estoy hecho a imagen y semejanza suya, nadie más tiene el derecho de someterme o manipularme, para acomodarme a sus intereses. Por lo tanto, cuanto más profunda sea mi relación con Dios, tanto más fácil se me hace manifestar mis sentimientos en un momento dado, y vivir mi vida sin intromisiones de otros. Se trata, entonces, de saberse aceptado por Dios en lo más íntimo de nuestro ser; y, desde allí, intentamos cambiar lo que haya que cambiar, o al menos, manifestar lo que sentimos. La paz verdadera no significa rebelión, para cambiar los papeles, sino respeto mutuo, sin entregar lo que es nuestro, y sin quitarle al otro lo auténticamente suyo. Me parece muy alentadora la última frase este párrafo del blog que dice en cualquier caso, tú sales ganado.
Es un tema que vale la pena revisar en cuaresma.
2 comentarios:
Josefina, en cuanto a tu nota en "el eslabón perdido...", el problema no es el P. Ugalde ni de los Jesuitas; es la historia de TODA la iglesia donde en los últimos cuatro siglos la atención se centró en lo intelectual, salvo algunas excepciones. Todos somos hijos de nuestro tiempo, y nadie puede dar lo que no tiene.
No se trata de lamentarse del pasado, sino de asumirlo como punto de partida y practicar lo que hoy en día, gracias a Dios, se nos vuelve a ofrecer.
Querido P. Beda: No vivo del pasado, ni me lamento pero tengo derecho como católica de cuestionar todo aquello que cumplió de forma "tóxica" su misión en la religión que me tocó recibir, en la historia que estudié, etc. No me venga a decir P.Beda que la contemplación cristiana la descubrieron ahora y que existe desde el 2004, ¡Es del SIGLO IV al menos la de San Benito que hoy cumple aniversario de su muerte) La enseñanza que nos dieron merecía un respeto hacia nosotros porque no debía mezclarse con la política del resentido que llegaba a estas tierras porque Francisco Franco no les daba la provincia del
país vasco, cosa que al final hizo, nunca acepté que a Uds.los contemplativos nos los presentaran como unos "mantenidos que no hacían nada metidos en sus monasterios"cuando el MUNDO NECESITABA ACCION, y por eso muchos de mis mis amigos se metieron a estafar bancos en 1994 como gerentes, otros son budistas o se volvieron locos en las guerrillas o en una NADA sartriana terrible, si yo no hubiera entrado por Gracia de Dios en la Abadía seguiría siendo una católica de medio pelo, como lo demuestra el arrastre que tienen los hermanos cristianos evagélicos y las sectas con el nombre que quiera.Le consta que mi compromiso y acción es otra dentro de esa nueva evangelización y no precisamente entre seres que la aceptan o vivo entre algodones predicando a seres que me entienden, no, todo lo contrario estoy en medio de la New Age como católica donde "predico lo que Uds. me enseñan" No nos caigamos a coba, nuestra espiritualidad es infantil, imaginera,aunque se que crece y Ud. lo sabe ...El ala contemplativa de la Iglesia sorprende a medio mundo que conozco y tiene sus maestros que perdóneme algunos no dan testimonio porque poseen aun dentro de la contemplación los EGOS personales más grandes que he visto porque se consideran poseedores de la única VERDAD, y dentro de la inmadurez espiritual se consideran espirituales buenos porque leen y hablan bonito sobre el tema, generando más daño porque muchos son "luz en la calle y oscuridad en la casa o en su comunidad" porque aunque parezca mentira no han penetrado en su VERDADER SER sino que son felices en SU DEBER SER y lo proyectan a los demás suponiendo
un cambio del que enorgullecen que es de la boca para afuera pues me consta se presentan como buenos aunque el corazón anda por otro lado. Padre asumi mi punto de partida en 1992 cuando entré en la Abadia y duré 8 años entre Uds. y me siento feliz, pero este blog no es para hablar de sueños y teorías espirituales sin del testimonio, componente de la transformación veraz personal de verdades humanas que en siglos no han variado, se han disfrazado porque el estudio del Zen fue el refugio que la Iglesia no daba. Yo nunca fui budista, me parecía una falsedad conmigo misma. ¿Radical? Si lo soy pero abierta como Ud. lo sabe y este blog es personal que cuenta la vivencia de una mujer de 60 años, venezolana, laica y casada con hijos grandes que desde su cotidianidad ve cómo se desenvuelve una Venezuela masona en sus fuentes fundacionales y ahora palera, que tiene un Presidente que brinca de Yemaya a Cristo con sacerdotes que lo siguen, en fin que desnuda todo lo que ha vivido y comparte con sus amigos a su manera. Gracias por su comentario y bendígame
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