Al final del testamento, que lleva fecha del 14 de diciembre de 2001, tres meses después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, Bin Laden dirige también un mensaje a los muyahidin (guerreros santos).
El Cairo.- El líder terrorista Osama bin Laden, que murió ayer, dejó escrito en un testamento en 2001, poco después de los atentados del 11-S, que no quería que sus hijos trabajaran en la organización de Al Qaeda, publica hoy el periódico kuwaití Al Anbaa.
En el testamento, de cuatro páginas y cuya veracidad no ha podido ser confirmada, Bin Laden pide, además, perdón a sus hijos por haberles dedicado "poco de tiempo" desde que respondió a "la llamada a la yihad (guerra santa)", informó Efe.
"He llevado la carga de los musulmanes y de sus asuntos. He elegido un camino lleno de peligros", dice Bin Laden en una parte del testamento dirigido a sus hijos.
En otra parte, en la que habla a sus esposas, el dirigente terrorista reconoce que han sido "un gran apoyo" para él en el camino que ha elegido y les pide que no piensen en casarse después de su muerte para que dediquen su tiempo a cuidar de sus hijos.
Al final del testamento, que lleva fecha del 14 de diciembre de 2001, tres meses después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, Bin Laden dirige también un mensaje a los muyahidin (guerreros santos).
"Olvidaos de momento de combatir contra los judíos y los cruzados y dedicaos a purificar vuestras filas de los agentes, los vergonzosos y los ulemas del mal que no participan en la yihad (...)", afirma dirigiéndose a los muyahidin.
El líder de Al Qaida murió la madrugada de ayer en Pakistán en una operación militar estadounidense lanzada contra la casa en la que se refugiaba.
Los responsables civiles afirman por su lado que ignoraban donde se escondía Bin Laden, dejando así abierto el camino a las críticas contra el Inter-Services Intelligence (ISI), el servicio de inteligencia dependiente del ejército.
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Islamabad.- La eliminación de Osama Bin Laden por un comando norteamericano en Pakistán, cerca de una prestigiosa escuela militar, fue una bofetada para los poderosos servicios de inteligencia paquistaníes y puso en evidencia su incompetencia, avivando sospechas de complicidad.
Pese a esas sospechas, que claramente subyacen en las declaraciones de algunos responsables en Washington, nadie en el seno del poderoso ejército paquistaní o de sus servicios secretos se ha expresado de forma pública, reseñó AFP.
Los responsables civiles afirman por su lado que ignoraban donde se escondía Bin Laden, dejando así abierto el camino a las críticas contra el Inter-Services Intelligence (ISI), el servicio de inteligencia dependiente del ejército.
"Vamos a investigar las causas de lo que pasó, pero es importante no caer en alegaciones de complicidad", declaró el embajador paquistaní en Washington, Husain Haqqani.
Creados en 1948, después de la independencia, los servicios de inteligencia desempeñaron un rol importante en un país dirigido directamente por el ejécito durante más de la mitad de sus 64 años de existencia.
El ISI también fue utilizado por la CIA para alimentar en armas pagadas por Estados Unidos a los combatientes musulmanes afganos que luchaban contra el ocupante soviético en los años 1980, esos "muyaidines" que según los expertos fueron el origen después del movimiento de los talibanes.
Aunque Islamabad se puso formalmente del lado de Estados Unidos en la lucha contra Bin Laden, los países occidentales y el vecino y rival India han alimentado las sospechas de vínculos entre los servicios secretos paquistaníes y los talibanes afganos.
Diez días antes de la operación estadounidense contra Bin Laden, el oficial estadounidense de mayor rango, el almirante Mike Mullen, acusó al ISI de mantener relaciones con los insurgentes de la red afgana Haqqani, aliada a Al Qaida.
"Eso no quiere decir que todo el mundo en el ISI, pero es un hecho", declaró.
Para algunos analistas, existen tensiones en el seno del ISI, ya que algunos de sus mandos consideran que los combatientes islamistas representan una creciente amenaza interior. Los atentados de los talibanes paquistaníes aliados a Al Qaida causaron más de 4.200 muertos en cuatro años en Pakistán.
Y la operación contra Bin Laden se produjo en un momento en que las relaciones entre el ISI y la CIA se hallaban en uno de sus puntos más bajos.
Durante unos dos meses, Islamabad y Washington vivieron momentos de tensión debido a un agente de la CIA, encarcelado en Pakistán por el asesinato de dos jóvenes paquistaníes.
El hombre fue liberado a mediados de marzo tras entregarse dos millones de dólares a las familias de las dos víctimas. Pero Islamabad pidió a Estados Unidos que redujera drásticamente el número de sus agentes de la CIA y de sus fuerzas especiales en Pakistán.
Estados Unidos no informó a Pakistán sobre la operación contra Bin Laden, lo cual es interpretado como una señal de desconfianza, y de que Washington quería mantener un secreto absoluto al respecto.
Según Imtiaz Gul, analista paquistaní en materia de seguridad, Estados Unidos difícilmente puede creer que nadie en el ISI supiera donde se escondía Bin Laden.
"Algunas personas al menos en el seno del aparato de seguridad sabían probablemente" dónde se escondía, opina.
"Mucha gente en el seno del aparato burocrático, del ejército, o de la sociedad civil acabaron apoyando y adorando a Bin Laden y su misión contra Estados Unidos", asegura Gul
Muerte de terrorista es un triunfo para su ideología de violencia
Desde hace varias semanas, los editorialistas de los más importantes periódicos de los Estados Unidos habían criticado a Obama por su falta de decisión y sus ambigüedades en Medio Oriente. Se le ha reclamado ser "demasiado profesoral", "ponderar excesivamente cada opción y no actuar como un líder". En medio de esas críticas, el domingo a las 11 pm se anuncia que el Presidente tiene una noticia importante sobre Seguridad Nacional. Un cuarto de hora después, habiendo pronunciado un discurso magistral en su sobriedad y visión, ya nadie podía acusar a Barack Obama de debilidad o falta de liderazgo. Logró acorralar y matar, en una operación de alta precisión, a Osama bin Laden, el enemigo público número uno, buscado afanosamente durante 10 años.
La reacción espontánea fue impresionante: en la lluviosa madrugada de primavera salieron centenares de manifestantes, en varias ciudades de Estados Unidos a cantar y expresar su orgullo patriótico. Exhibieron carteles pidiendo el regreso inmediato de las tropas de Afganistán e Irak, mientras afirmaban que Estados Unidos ganó la guerra. Hubo incluso un iluso que aseguró que ya en los aeropuertos, no los registrarían tanto, ni les quitarían los zapatos. Mientras oía el delirio callejero me preguntaba si esos eufóricos patriotas realmente creen lo que estaban diciendo. ¿No se dan cuenta que tanta alegría por una muerte, provocará nuevos odios en varios sectores mesorientales? ¿No comprenden que al Qaida es una inmensa hidra con autonomía y ramificaciones en muchas partes? ¿No hubiera sido preferible capturar a Osama y demostrarle al mundo que existe un sistema de justicia y de Derechos Humanos que debe prevalecer sobre la violencia?
Hace tiempo, a raíz del atentado de las Torres, se dijo que la gran victoria de Osama había sido instaurar un régimen de terror mundial debilitando los derechos individuales de todos nosotros. Ahora me pregunto si esta muerte violenta, en vez de un juicio, no representa también un triunfo para Osama y sus creencias por encima del respeto al Derecho de Gentes.
maru1789@yahoo.com
Según el rotativo, la noticia "le permite a Obama reclamar la mayor victoria en seguridad nacional en una década -que eludió a George W. Bush durante casi ocho años- y le permite pulir sus credenciales en política exterior en momentos en que ha sido puesto en duda por su política en Cercano Oriente".
Washington. - Los cánticos de "yes we can" (sí, podemos) que recibieron a las puertas de la Casa Blanca el anuncio de Barack Obama de que Osama bin Laden ha muerto resumían en tres palabras lo que el fin del hombre más buscado del mundo representa para el presidente estadounidense: Una misión cumplida, una promesa de campaña conseguida, y una más que necesaria victoria para un Obama cuyos adversarios habían puesto en duda su capacidad como comandante en jefe.
La muerte de Bin Laden no podría haber llegado en mejor fecha: Se produce apenas unos meses antes del redondo aniversario -el décimo- de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y en momentos en que el mandatario era constantemente criticado por lo que en la oposición fue calificado como una titubeante política ante las revueltas en Siria o Libia, informó DPA.
El anuncio constituye una "significativa victoria para Obama", zanjó el diario The New York Times, para el que la muerte de Bin Laden es además "casi con toda certeza uno de los momentos más significativos y definitorios de su presidencia".
Según el rotativo, la noticia "le permite a Obama reclamar la mayor victoria en seguridad nacional en una década -que eludió a George W. Bush durante casi ocho años- y le permite pulir sus credenciales en política exterior en momentos en que ha sido puesto en duda por su política en Cercano Oriente".
"Éste ha sido un momento de 'misión cumplida' con el que el presidente Bush sólo habría podido soñar", afirmó el congresista demócrata Gary Ackerman, según reportes.
Una victoria que además tiene un importante lado psicológico. Más allá del alivio de las víctimas del 11-S, su muerte "pone un fin decisivo a una caza que frustró a tres presidentes y que simbolizó la incapacidad de la mayor potencia de la historia de derrotar a pequeños grupos de extremistas", destacó por su lado el diario "Politico".
"Ha habido otras victorias en la pasada década pero nada se puede comparar en importancia a la declaración que Obama hizo", dijo entretanto The Washington Post, para el que el anuncio también supone un "hito" para la actual Casa Blanca.
Lo arriesgado de la operación en sí, una acción finamente hilada durante meses y en la que mucho, si no todo, podría haber fallado, añade más valor aún a la hazaña, coinciden analistas.
Y, aunque quizás algunos a regañadientes, hasta la oposición republicana tuvo que reconocer el mérito de una operación con pocos precedentes exitosos (en la mente de muchos estaba esta noche el fracasado intento del presidente Jimmy Carter de rescatar a rehenes estadounidenses en Irán, la fallida operación "Desert One").
"Le doy todo el crédito al presidente por esto, requirió muchas agallas", dijo el presidente del Comité de Seguridad Nacional en la Cámara de Representantes, el republicano Peter King.
Obama "es el comandante en jefe, él fue quien lo ordenó. No había garantía alguna -ninguna- de que fuera a funcionar fue una operación realmente delicada", alabó.
"Quiero felicitar a las fuerzas armadas estadounidenses y al presidente Obama por un trabajo bien hecho", dijo su posible rival en las elecciones de 2012, Tim Pawlenty, un "frecuente crítico" de las políticas de Obama, como recordó elTimes.
Un reconocimiento nada baladí en momentos en que los motores de la precampaña con miras a los comicios presidenciales del año próximo, para los que Obama ya ha lanzado su candidatura a la reelección, empiezan a rugir con fuerza y cada palabra es medida al milímetro, sobre todo si es para dar posibles puntos a un rival.
Para Garry South, un consultor demócrata, la muerte de Bin Laden podría incluso "significar el fin de la campaña 2012".
"Obama hizo en tres años lo que Bush, pese a todas sus grandes palabras y fanfarronerías sobre 'hallarlo vivo o muerto', no logró hacer en siete años. Este tipo de momentos presidenciales son difíciles de duplicar por candidatos que se enfrentan a un presidente titular", consideró.
Un análisis quizás algo apresurado debido a lo temprano de la campaña y los muchos problemas, sobre todo económicos, que siguen asolando a Estados Unidos.
Con todo, tras meses de frustraciones políticas, Obama puede de nuevo entonar con confianza el lema de campaña que lo llevó a la Casa Blanca y, seguramente, impulsará su intento de seguir ocupándola más allá de 2012.
Madrid.- Osama bin Laden fue declarado "enemigo número 1" de Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. A continuación una cronología de la búsqueda del líder de Al Qaida:
2001
- Octubre: Un día antes del primer ataque aéreo sobre objetivos en Afganistán, el entonces presidente estadounidense George W. Bush da un ultimátum a los talibanes para que entregasen a Bin Laden. El Pentágono confirma que una pequeña unidad estadounidense ya le está buscando en Afganistán.
- Noviembre: El gobierno estadounidense eleva de cinco a 25 millones de dólares (16,7 millones de euros) la recompensa por el líder de Al Qaida.
- Diciembre: Fuerzas especiales estadounidenses le buscan en las cuevas de las montañas de Tora Bora, en Afganistán. El Ejército extiende la búsqueda a la vecina Pakistán poco después.
2002
- Febrero: El gobierno indio niega informaciones de prensa británicas según las cuales soldados de élite del Reino Unido y Estados Unidos estarían buscando a Bin Laden en la Cachemira india.
- Marzo: El Ejército norteamericano lanza una gran ofensiva en las montañas cercanas a la ciudad afgana de Gardes, donde se sospechaba que altos miembros de Al Qaida podían estar escondiéndose en cuevas.
2003
- Septiembre: El entonces ministro de Interior paquistaní Faisal Saleh Hayat asegura que la detención de miembros de Al Qaida aportó algunas pistas en la búsqueda de su líder, aunque no se conoce el lugar en el que se encuentra escondido.
2004
- Febrero: Estados Unidos niega informaciones que apuntan a que Bin Laden estaría escondido en las montañas junto a Quetta, una ciudad de la frontera paquistaní.
- Abril: Según un portavoz del Ejército norteamericano en Afganistán, Washington está seguro de que capturará a Bin Laden ese año.
- Diciembre: El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, dice que las pistas hacia Bin Laden se han enfriado.
2006
- Septiembre: El diario "The Washington Post" informa que en los últimos dos años una unidad especial no recibió ni una sola pista creíble sobre el paradero del terrorista. Los servicios secretos sospechan que se está escondiendo en zonas tribales de la frontera afgano-paquistaní.
2007
- Julio: El Senado estadounidense dobla la recompensa por su captura a 50 millones de dólares.
2009
- Julio: Expertos de seguridad estadounidense habrían asegurado en un informe que durante años no recibieron información exacta sobre el lugar en el que podría estar oculto.
2010
- Octubre: La cadena de televisión estadounidense CNN cita a fuentes de la OTAN que aseguran que Bin Laden está viviendo en el noroeste de Pakistán, en condiciones relativamente confortables en una casa.
2011
- 1 de mayo: El presidente estadounidense, Barack Obama, anuncia que fuerzas especiales del Ejército norteamericano mataron a Bin Laden durante un ataque a un complejo en Abbottabad, a unos 60 kilómetros al noreste de la capital de Pakistán, Islamabad.
Fuente: DPA
Jay Carney, jefe de prensa de la Casa Blanca, dijo que aunque la Casa Blanca está evaluando la posibilidad de hacer pública la fotografía de bin Laden muerto, la calificó que es ``espantosa'' y consideró que "podría ser inflamatoria'' en caso de difundirse.
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Washington.- Osama bin Laden estaba desarmado cuando un comando especial de la Armada de Estados Unidos lo enfrentó durante un asalto a su complejo en Pakistán, dijo el martes la Casa Blanca, que precisó que la fotografía del líder de Al Qaida muerto es "espantosa''.
El secretario de prensa de la Presidencia, Jay Carney, reconoció que bin Laden no tenía un arma, a pesar de que funcionarios del gobierno habían dicho que el líder de Al Qaida se resistió durante la redada. Carney explicó que resistirse no requiere un arma de fuego, informó AP.
Bin Laden recibió un disparo en la cabeza y otro en el pecho durante el tiroteo. Carney dijo que una mujer que compartía habitación con bin Laden confrontó al comando norteamericano y fue herida de un disparo.
Horas antes, un funcionario de Estados Unidos dijo que fotografías secretas de la muerte de Osama bin Laden muestran un disparo letal preciso sobre su ojo izquierdo, mientras surgen nuevos detalles sobre el audaz ataque estadounidense en el que se obtuvieron documentos cruciales de al-Qaida y el cadáver del líder terrorista.
Carney dijo que aunque la Casa Blanca está evaluando la posibilidad de hacer pública la fotografía de bin Laden muerto, la calificó que es ``espantosa'' y consideró que "podría ser inflamatoria'' en caso de difundirse.
El secretario de prensa de la Presidencia agregó que hay un debate interno acerca de la forma más adecuada de manejar la posible difusión de la foto, pero dijo que "no hay un debate turbio aquí sobre esto''.
Al preguntársele si el presidente Barack Obama está involucrado en la discusión de la foto, Carney dijo que el presidente está involucrado en cada aspecto de esta cuestión.
El presidente Barack Obama, entretanto, se alistaba para viajar el jueves al sitio donde se alzaban las Torres Gemelas en Nueva York para rendirle homenaje a las víctimas del 11 de septiembre de 2001.
El gobierno de Obama sopesa si debe divulgar las fotografías del cadáver de bin Laden y el video de su depósito en el mar, en una decisión tomada rápidamente.
Varios funcionarios se mostraron reacios a alimentar el resentimiento islámico con la publicación de las imágenes del cadáver. Sin embargo, también estaban ansiosos de acabar con la creencia que de antemano se construye en Pakistán y en otros lugares de que bin Laden de alguna manera sigue vivo.
Funcionarios estadounidenses dijeron que la evidencia fotográfica muestra que bin Laden recibió un disparo arriba de su ojo izquierdo que despedazó parte de su cráneo. También recibió un disparo en el pecho, dijeron.
Bin Laden había vivido en el complejo fortificado durante seis años, según los funcionarios, ubicándolo lejos de la violenta frontera de Pakistán y Afganistán donde se suponía que estaba escondido.
Paciencia y persistencia _características atribuidas regularmente a al-Qaida_ fueron decisivas en la cacería estadounidense de una década para atrapar a bin Laden, cuyo destino fue determinado en un ataque violento de 40 minutos y años de planeación.
De acuerdo con Estados Unidos, el equipo de asalto encontró discos duros, DVDs, documentos y otros equipos que podrían aportar información a la inteligencia de Estados Unidos sobre los detalles operativos de al-Qaida y que puedan llevar a la cacería en contra de quien se presume es el segundo al mando de la red terrorista, Aiman al-Zawahri. La CIA ya está revisando el material.
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