"¿Tenemos o no tenemos Presidente?"
/
Las fracciones de la Mesa de la Unidad Democrática plantearán este martes un debate sobre la ausencia del presidente Hugo Chávez. Ya los diputados chavistas adelantaron que no cambiarán la agenda de la plenaria de hoy, pero en la MUD se comprometieron a hacer el planteamiento, ante la evidente ausencia del mandatario.
En este sentido, el diputado Carlos Ramos (MUD-Mérida) nos hizo llegar estas consideraciones: "Continúa el descalabro institucional del país. El actual Presidente salió de viaje el lunes 6/junio para visitar algunos países de la región (Brasil, Ecuador y Cuba). El viaje en cuestión se ha prolongado debido a que ahora la ausencia no es por el argumento inicial de visitar los países mencionados para firmar acuerdos bilaterales, sino que la ausencia es por enfermedad o problemas físicos reconocidos y declarados por el alto gobierno y el propio Presidente, el cual ameritó una intervención quirúrgica de urgencia. Siendo esto así, surgen las interrogantes que preocuparían a cualquier demócrata, relacionadas con el respeto a nuestra institucionalidad y Estado de Derecho: existe una ausencia reconocida del Presidente, en este caso por encontrarse fuera del país y estar afectado por una enfermedad que amerita reposo (no se avizora su retorno inmediato), entonces ¿no se supone que se debe suplir esta ausencia temporal reconocida? La Asamblea Nacional debe discutir al respecto para autorizarla y junto con el TSJ deberían revisar el estado de salud e informe médico que justifique tal ausencia y verificar la capacidad física de Hugo Chávez para ejercer la Presidencia (Art. 233 CN), porque recordemos que el hombre anda complicado, primero fue la rodilla y ahora un absceso pélvico que supone algo de gravedad, según se reconoce en las declaraciones emitidas. Por su parte, el Vicepresidente, tal como lo establece el artículo 234 y 239, ordinal 8 CN, debe suplir, formalmente, esta falta temporal. De lo contrario, me inclino a pensar que estamos ante un probable vacío de Poder, ya tenemos jurisprudencia al respecto.
El Presidente no está y ahora anda enfermo, guardando reposo. La autoridad competente (AN y TSJ) no se ha pronunciado al respecto y el Ejecutivo no ha formalizado al vicepresidente, Elías Jaua, para que supla la falta temporal que, repito, ha sido reconocida y declarada por el Presidente. Entonces, ¿tenemos o no tenemos Presidente?".
Cada vez somos
más presuntos
Este martes entra en primera discusión la Reforma de la Ley de Donantes de Órganos, cuya principal modificación consiste en que todos los venezolanos serán "presuntos donantes" salvo que hayan dicho lo contrario y lo hayan dejado por escrito. Este aspecto de la ley ha causado polémica en las consultas públicas que ha hecho la AN al respecto, puesto que mientras las asociaciones de donantes sostienen que con esta normativa Venezuela estaría a la par de países del primer mundo, hay algunos que manifiestan que la sociedad venezolana aún no está preparada.
En el caso específico de esta reforma, el misterio ha rondado el resto del proyecto, pues ha sido ocultado por los miembros de la Comisión de Desarrollo Social. Incluso, no todos los diputados tienen acceso al proyecto y ayer, hasta bien entrada la tarde, solamente se sabía de los cambios a dos artículos y el papel que distribuyeron estaba incompleto, sin exposición de motivos.
Por otra parte, el artículo 16 establece que si la persona muere y a las tres horas no aparece un familiar, los médicos del centro asistencial donde fallezca pueden tomar la decisión de donar los órganos.
Monopolio
de Finanzas
La Ley Antimonopolio, Antioligopolio y contra la Competencia Desleal es, paradójicamente, un monopolio de los diputados del Psuv que integran la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional. Como si se tratara del paradero del Santo Grial, Jesús Farías, vicepresidente de la instancia parlamentaria, "no ha querido soltar el proyecto", comentan algunos parlamentarios de la MUD, a quienes les han negado el documento. No hay excusa para esta negativa, pero en asuntos como éste el Psuv aplica el principio de que "somos mayoría y hacemos lo que queremos". Lo negativo de esto es que los diputados de la Mesa de la Unidad no hacen suficiente presión para saber de esta ley que es importante.
En términos políticos no existe la posibilidad de la liberación solamente por el discurso. Y así se evidenció en la filosofía política del siglo XVIII cuando en la fragua del pensamiento revolucionario de la época y particularmente de algunos autores como Jean-Jacques Rousseau por un lado se expresaba compasión por las condiciones de vida de unos y al mismo tiempo se generaba temor en el sector dominante de la sociedad.
Temor y compasión es el discurso del poder y del contrapoder que termina anulando las posibilidades del diálogo y en consecuencia nos conduce a un estado de barbarie inevitable. Un sector de la sociedad al desconocer a otro sector de la sociedad y considerarlo su enemigo termina predicando y practicando la inhumanidad, no otra cosa fue la llamada lucha de clases.
La pobreza y los pobres no son de hoy, siempre han existido pero para no ir muy lejos en el siglo XVIII europeo eran identificados como los desdichados. En el siglo XIX fueron identificados como los miserables y en el siglo XX quizá el término más generalizado es el de los explotados, marginales y excluidos o como dijera el autor mejicano Mariano Azuela "los de abajo". Seres humanos reales, literariamente identificados y políticamente movilizados.
La revolución francesa de 1789 fue cronológicamente la primera revolución moderna movilizadora de masas con un programa definido de identificación humana universal a través de la declaración de los derechos humanos y ciudadanos. Se partía del conocimiento explícito de que todos somos seres humanos, todos nos reconocemos en todos, de allí el concepto de fraternidad, de fuerte reminiscencias cristianas y roussonianas. Pero solo en el siglo XX es cuando podemos hablar con propiedad y de manera universal de humanidad y fraternidad acompañados del concepto y propósito de redención social y liberación económica y en el cual el discurso revolucionario abreva, terminando siempre en fantasía o promesa incumplida. Debido a esta insuficiencia filosófica y doctrinaria las revoluciones terminaron en fracaso. Ninguna revolución se sostiene ni en el discurso ni en el carisma de un líder, de allí que de manera inevitable además de la alienación ideológica terminan en represión y control judicial y policial, configurando un régimen dictatorial y totalitario.
Ángel Lombardi
http://angellombardi.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario