Familiares en huelga de hambre exigen lograr la paz
Proponen mesa de negociación
para terminar crisis de El Rodeo
CARACAS Desde las 6 de la mañana de ayer, veinte madres y esposas de los reclusos de El Rodeo II, permanecen bajo la sombra de un negocio de venta de repuestos, sin ingerir alimento. Andreína Sánchez familiar de un reo de El Rodeo II, denunció que efectivos de la Guardia Nacional han disparado bombas lacrimógenas dentro de la instalación carcelaria cada cinco minutos, desde hace dos días.
Hugo Chávez es el gran responsable de esta masacre. Esta es una verdad como un templo. No se puede dudar de ella, por más que la propaganda oficial busque, por todos los medios, desviar la atención hacia otros factores para impedir que los venezolanos, principalmente los más humildes, perciban la incapacidad que ha tenido la "revolución bolivariana" en resolver los ingentes problemas que enfrenta Venezuela. No solo es responsable por ser jefe del Estado, sino por haber establecido un régimen que ha violentado todos los principios de una sana administración y que, además, ha despilfarrado los inmensos recursos fiscales recibidos en fortalecer su liderazgo en la América Latina en lugar de solucionar los grandes problemas nacionales.
Es difícil conocer con exactitud lo que ha ocurrido en la toma de dicha cárcel. La arbitrariedad del régimen al no permitir a los medios de comunicación independientes acceder a dichas instalaciones para poder entrevistar a la población penal que logró salir de ese infierno, ha limitado totalmente las informaciones. El Canal 8, lo único que ha hecho es hacer propaganda a favor del Gobierno. De todas maneras, la valiente actitud de los medios de comunicación independientes, en particular Globovisión, y la prensa escrita ha permitido presentar el desespero de los familiares ante tantos abusos. No soy ni mucho menos especialista en el tema carcelario, pero he escuchado con detenimientos los muy acertados razonamientos de distintos expertos en esa área.
Lo primero a resaltar es el absurdo hacinamiento que existe en todos los penales venezolanos. Las cifras son tan sorprendentes que al escucharlas parece una exageración. En penales construidos para albergar 800 detenidos pueden encontrarse más de 4.000 presos. El desorden es tal que se encuentran mezclados detenidos que todavía no han sido presentados a los jueces con sentenciados por delitos realmente graves. En ese ambiente tienen que imperar las mafias y el delito. Además, cualquier observador medianamente acucioso percibe que la administración de los penales no está suficientemente tecnificada. Allí no hay funcionarios expertos en el campo, ni siquiera han recibido el menor entrenamiento. La única verdad, es que son fichas del partido.
En medio de la angustia que los venezolanos han vivido en estos días, me impactó profundamente el clamor de una madre que acusaba con razón de ineficiente al sistema judicial al afirmar que allí podían haber detenidos acusados por haber tenido una pequeña riña con un vecino y que solo eran conducidos a la audiencia preliminar varios años después de haber sido detenidos. Eso es lógico que ocurra. No hay relación entre los delitos que se cometen y el número de fiscales y jueces que existen. La proporción, sostenida por los expertos, es tan impresionante que uno tiene que rogar a Dios de no verse envuelto en un problema de orden penal. Además, del insuficiente número está la notoria politización del sistema judicial. No se reconocen los méritos profesionales.
Es casi imposible describir la situación de un detenido en nuestras cárceles. No es solo su problema personal, sino la tragedia que tiene que vivir su familia. Los vejámenes sobrepasan todos los límites. Las requisas son realmente inaceptables. Nadie se preocupa por adquirir equipos modernos para evitar ese tipo de problema. El colmo es cuando usted empieza a escuchar los negociados que allí existen. Todo tiene precio. Una pobre madre, para poder lograr que su hijo reciba la comida tiene que pagar a los funcionarios de esos penales. Es verdad, que dentro de la cárcel hay mafias que controlan el penal, pero entre los funcionarios existe tal nivel de corrupción, que exige plantearse una real e inmediata reorganización de todo el sistema carcelario venezolano.
El problema de la Guardia Nacional es muy complejo. Sin duda tienen grandes responsabilidades en lo que ocurre en las cárceles venezolanas. No es posible el ingreso de ese armamento sin su complicidad. La solución exige plantearse una reorganización de sus funciones. No es posible que la Guardia Nacional pueda cumplir tan variadas tareas como las que tiene que realizar con tan pocos efectivos. No me atrevo a opinar sobre la operación realizada en la cárcel de El Rodeo. No tengo suficiente información para hacerlo. De todas maneras, debo decir responsablemente que el número de muertos exige una detallada investigación de las propias Fuerzas Armadas, del Poder Judicial y de la Asamblea Nacional. Sería conveniente nombrar una "Comisión de la Verdad".
fochoaantich@gmail.com
Las cárceles venezolanas llevan décadas en condiciones críticas pero no existe ninguna duda que en los últimos diez años han empeorado a una situación prácticamente insostenible. Según diversas fuentes nuestras cárceles están capacitadas para albergar aproximadamente a 14.000 reos, pero la realidad es que en ellas se encuentran más de 50.000.
Hablar de Derechos Humanos (DDHH) en las prisiones venezolanas se ha convertido en una ilusión inalcanzable ya que lo que abunda en ellas es la violencia, corrupción y desesperanza. La ley de la selva es la que rige jurídicamente esas paredes donde salir vivo de ahí es lo más cercano a un milagro que podemos ver en Venezuela.
Ahora bien, el enfrentamiento de la semana pasada que produjo 22 muertos fue lamentable, pero sería mentira si dijéramos que no se veía venir. Los presos venezolanos están armados con fusiles de guerra, granadas y pistolas automáticas. Y encima de eso, su principal fuente de ingreso es la droga, la cual controlan dentro y fuera de la cárcel. Ante esta situación es natural y obvio las siguientes preguntas: ¿Cómo entran las armas en la cárcel? ¿Cómo entra la droga en la cárcel? ¿Cómo es posible que los pranes (jefes de la cárcel) reciban y manejen dinero dentro y fuera de ese recinto?
Estas preguntas vienen a colación porque los voceros rojos pretenden sembrar una matriz de opinión en la cual: se hacen ver como los grandes defensores de los derechos humanos, se autoproclaman héroes tras rescatar a algunos presos secuestrados por los pranes, y donde la culpa y responsabilidad de todo el asunto cae nuevamente en "las mafias de la ultra derecha" y en la cuarta república.
Algunos ilustres rojos, tales como el diputado de la Asamblea Nacional por el PSUV, Francisco Torrealba, han manifestado que "el Estado está en la obligación de garantizar la vida y los derechos humanos de los reos". Y además añade que "al final, son las bandas internas quienes violan los derechos humanos, y allí están, enfrentándose al Estado que está decidido a poner orden".
Se equivoca el diputado al insinuar que son solamente las bandas internas quienes violan los DDHH. Primero que nada estimado diputado, la violación de los DDHH ocurre en todos los niveles de las cárceles venezolanas, desde los guardias hasta los directivos de los recintos. Los presos venezolanos no son tratados como personas dignas y cualquier familiar de un preso lo puede ratificar. Y segundo, ¿por qué carrizo el Estado ha "decidido" poner orden? Según su razonamiento, esa es su obligación desde un principio. ¿No?
De tal manera que así llegamos al epicentro del problema. El Gobierno Nacional ha dejado a un lado el sistema penitenciario y en consecuencia se vive lo que se vive. Enfrentamientos de guerra, muertes de venezolanos y evasiones en la responsabilidad. Y para aumentar el descaro, los voceros rojos declaran con un cinismo vulgar que son las "mafias de la derecha" quienes son las responsables de las muertes de los presos y que ahora el "Gran Estado" está ocupándose al respecto.
Si bien es cierto que Gobierno Nacional es el único responsable de la tragedia que atraviesan las cárceles venezolanas, hablar en plural nunca ha solucionado los problemas. La persona responsable de cada muerte dentro de los recintos, producto del enfrentamiento entre presos y guardias, tiene nombre y apellido. Por tal motivo su cargo debería ponerlo a la orden porque carece de la formación, valores y principios que requiere el mismo.
Y hágase un favor, en la justificación de su carta de renuncia escriba lo siguiente: RENUNCIO POR IRRESPONSABLE E INCOMPETENTE.
@TomasHHR
tomashernandezr@gmail.com
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