miércoles 10 de agosto de 2011
POR MI MADRE : RÁPIDO Y FURIOSO
A Carlos Osorio no lo detiene ni la especulación ni el alza de los precios. Tampoco las colas que se forman a toda hora en avenidas y autopistas de Caracas.
Porque su Suzuki VStrom de 650 cilindradas (su precio en el mercado es de 150 palos) devora prácticamente el asfalto, sin que nadie lo alcance. Por eso llega a tiempo a los consejos de ministros y de primero a las ruedas de prensa. Y aunque se desplaza libremente, sin placas y sin escoltas, nunca podrá atrapar a los especuladores que se ocultan en camisas rojas y montan sus negocios a nombre de la revolución.
LA RUTA REVOLUCIONARIA
No se vayan a reír, pero algún oficialista creativo y con ganas de sacarle plata a los visitantes extranjeros que se atreven a pisar territorio venezolano, se le ocurrió inventar la "Ruta de la revolución". No se sabe qué alcaldía o ministerio lo patrocina, pero el asunto consiste en trasladar a los turistas por sitios emblemáticos para el chavismo, como la Plaza Bolívar, la Esquina Caliente, Puente Llaguno, Lídice, la zona central del 23 de Enero y un barrio de Petare, con obvia custodia de grupos armados y previo acuerdo con las bandas que imperan en el lugar.
Pese a que se trata de una actividad socialista, cobran en dólares y hasta tienen un guía que habla varios idiomas.
APATRIDAS Y APATRIDOS
Estos chavistas, de uniforme verde oliva o rojo rojito, tienen un pastel mental con eso de los géneros. Supuestamente es una parte de la lucha por lograr la igualdad entre hombres y mujeres, pero en oportunidades quedan en ridículo. El pasado lunes, el ministro de la Defensa, Carlos Mata Figueroa, en el acto de recepción de dos patrulleros de la Armada, se dirigió a la oposición con el irrespeto que caracteriza a la alta jerarquía chavista. En una parte de su alocución se dirigió a quienes no "piensan" como su jefe como "apátridos y... apátridas". Pudo más su deseo de agradar y jalar que el buen decir.
¿GRAN MISIÓN GUISO VENEZUELA?
El colapso por las lluvias de un cerro (propiedad del municipio Libertador), generó problemas en varios edificios de viviendas construidos por una empresa privada, lo cual condujo a que parte de sus propietarios protestaran solicitando su reubicación. Frente a esta situación, que bien pudo solventarse entre los vecinos y la constructora, el gobierno procedió demagógicamente a "intervenir" la empresa, apoyado en decisiones del TSJ. Varias han sido las consecuencias de esa decisión: 1) Desde febrero del 2011, hasta hoy, no se ha construido una sola vivienda. 2) Parte de los habitantes fueron reubicados en otra urbanización, en un complejo habitacional que ya estaba comprometido con otros adjudicatarios, generando otra ola de malestar. Por último, la junta "administradora" no ha pagado los sueldos de los trabajadores, pues se terminaron los reales que encontraron cuando llegaron al "rescate revolucionario". Al parecer ya barajan una "gran idea", vender los inmuebles propiedad de la constructora para pagar los salarios. Dichos inmuebles son espléndidas oficinas, ubicadas en la conocida "milla de oro de Caracas" es decir, en la avenida Francisco de Miranda, entre Santa Eduvigis y Chacaíto. ¡Puro lomito! ¿En manos de quién cree usted que terminarán esas oficinas, cuando los "revolucionarios" decidan liquidarlas?
Fuente: TalCual
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