Ven por qué fue tan maravilloso para mi estar 8 años en un Monasterio Benedictino: RESPETO, VALOR AL SABER Y NO OIR POLITICA NI MEDIOCRIDAD

Jóvenes profesionales de la Venezuela del Siglo XXI

ENRIQUE J. MUNDARAIN EGUI | EL UNIVERSAL

sábado 20 de agosto de 2011 11:11 PM

Saliendo de la Asamblea General de Profesores de la Casa de Estudios en la cual enseño, o mejor dicho, trato de apoyar a los jóvenes para que ganen mayores conocimientos y se forjen un mejor futuro como profesionales de la República y todo lo que esto debería implicar, me viene a la mente una pregunta: ¿Qué irá a ser de estos jóvenes que recién se gradúan en las Universidades nacionales y, más aun, qué será de los que se graduarán dentro de 5 años? Porque resulta que estos jóvenes -muy a mi pesar- no tienen el futuro precisamente garantizado ni asegurado y, no con esto quiero decir que otrora los profesionales recién graduados ya tuviesen "el cielo ganado", pero definitivamente era mucho más sencillo.

Actualmente, aun no saben si conseguirán trabajo; si ya trabajan, no tienen idea de si conseguirán un ascenso ni un aumento en su salario. Estos jóvenes empezarán a dar tumbos pensando en diversos escenarios, como por ejemplo, si hacen un post-grado, si se van al exterior -pensamiento de una gran mayoría- o si sencillamente se dedican a encontrar un empleo digno en una empresa que le brinde cierta seguridad. Y lo del tema de la seguridad en la empresa no es que le den un casco para trabajar, sino que la empresa no tenga que mudar operaciones hacia un país vecino o en el peor de los casos, cerrarlas definitivamente; porque es que los jóvenes recién graduados que en su gran mayoría no han nacido antes de 1987, deben de preocuparse porque su sitio de trabajo no sea expropiado o no termine en una quiebra, cuando deberían estar pensando en cómo superarse para escalar posiciones, de mejorar su calidad de vida, formar un hogar e infinidad de ideas positivas.

Muy lejos de ser pesimista, todo lo anteriormente expuesto me impulsa a continuar impartiendo clases y tratando de dar ánimo a nuestros jóvenes -de los que estoy absolutamente orgulloso por su inteligencia y valentía- para que continúen creciendo y cultiven el país con buenos cerebros que lo desarrollen en libertad y con bienestar en todos los aspectos y, que como este servidor humildemente continúa haciendo, apuesten a una Venezuela próspera. No es fácil, pero si no, cuál sería la sazón?...

Entonces, nuevamente me viene un pensamiento a la mente: estoy seguro de que con perseverancia, estos jóvenes verán y disfrutarán de nuestro país sin mayores preocupaciones que la de hacer feliz a su familia.

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@emundara