Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 6 de mayo de 2012

La semiótica del chavismo se ha vuelto mistérica, iniciática, propia de Eleusis o del hermetismo.


Tres misterios

Puede discutirse lo que se quiera, pero ya es tarde. Salirnos de estos sistemas es un grave problema

GUSTAVO LINARES BENZO |  EL UNIVERSAL
domingo 6 de mayo de 2012  12:00 AM
La semiótica del chavismo se ha vuelto mistérica, iniciática, propia de Eleusis o del hermetismo. La media hora del 30 de abril significó más que los días enteros de cadenas: Ley del Trabajo, Consejo de Estado y salida del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. La ley laboral fue un secreto desde su inicio, se sabía de las propuestas populares pero no del proyecto; al final, una ley completamente nueva pero que en realidad es una reforma de la anterior; de allí que haya que leerla toda con todo detenimiento para saber qué es nuevo y qué es viejo.

Más oscuro aún es lo que se pretende con el Consejo de Estado. Institución perdida entre los artículos de la Constitución de 1999, nunca aplicado. Se trata de un órgano meramente asesor del Ejecutivo Nacional, presidido por el Vicepresidente y compuesto por cinco miembros más nombrados por el Presidente, más uno por la Asamblea Nacional, otro por el Tribunal Supremo y otro por los gobernadores. Seis votos del Presidente, y los otros tres también por su dominio de todos los poderes y sobre la mayoría de los gobernadores.

Los ya nombrados son en sí mismos un mensaje, con metalenguaje y agenda. Rangel, Britto y Chaderton: civiles, intelectuales, conocidos de tirios y troyanos, de chavistas y oposición. Moderados si se aplican los estándares de los jerarcas del Gobierno hoy en día. Un importante sector de la opinión pública los considera los hombres de la transición, visto el delicado estado de salud de Chávez y una eventual campaña electoral con otro candidato, una casi segura victoria de la oposición. También son personas vinculadas al tema internacional.

Pretender salirse de la Comisión y Corte Interamericana de Derechos Humanos, es un problemón innecesario para el Gobierno, justo ahora que complicaciones no le faltan. Porque una cosa es no hacerle ningún caso a la CIDH e insultarla un día por medio y otra sustraerse de su jurisdicción, lo que hasta ahora solo había intentado Fujimori.

La Constitución de 1999 es el texto más favorable al Sistema Interamericano de Derechos Humanos de América y quizás del mundo. Los tratados respectivos tienen rango constitucional y las decisiones de sus tribunales también son vinculantes para el Estado. Puede discutirse lo que se quiera, pero ya es tarde. Salirnos de estos sistemas es un grave problema constitucional. Un misterio más. 

glinares@cjlegal.net

La conspiración de Chávez y Rangel

FERNANDO OCHOA ANTICH |  EL UNIVERSAL
domingo 6 de mayo de 2012  03:54 PM
No había entendido la estrategia de estos dos mefistofélicos personajes. Por suerte Hugo Chávez habla mucho y la manera de actuar de Rangel ha perdido la sinuosidad que tenía en otros tiempos. Ahora deja el rastro como si fuese un aprendiz de politiquero y no el viejo veterano lleno de cinismo y viejas mañas. La pista la dio el propio Hugo Chávez en la perorata que le dirigió al país en la firma de la tan postergada Ley del Trabajo. En medio de las palabras se dirigió a Rangel, que ahora como obsecuente chavista aparece en todos los actos del Gobierno, y le comentó su último artículo. El título me llamó la atención:"La conspiración permanente". El uso que hizo Hugo Chávez de su contenido aún más. Lo más curioso fue que al ir a leer el artículo me di cuenta que Rangel había repetido invariablemente esa tesis en varios de sus escritos.

¿Qué es para J. V. Rangel la conspiración permanente? Acusar a la actual oposición democrática, liderada por Henrique Capriles, de ser la misma que conspiro contra el régimen chavista el 11 de abril de 2002. Su razonamiento no tiene ninguna base histórica pero crea en cualquier lector, con facilidad, una inmensa duda: "a diez años de esos sucesos la oposición ratifica su pasado. Mantiene el mismo discurso, maneja las mismas ideas: desprecia la Constitución, la verdad y las instituciones. Al observarlos desafiar elementales principios cívicos, montados en el mismo tsunami de odios concluyo que si esa oposición, la actual, la misma del 11 de abril y otras aventuras, cuya praxis consiste en asumir la política como 'conspiración permanente al servicio de las peores causas', vuelve al Gobierno, Venezuela se hundiría en una crisis de proporciones colosales".

Al leer los demás artículos se obtiene el hilo conductor de la maniobra y su claro objetivo. El primer elemento surge de un análisis del resultado de las encuestas: ellas confirman la segura derrota de Henrique Capriles. Esta realidad, según Rangel, conduciría a la oposición a buscar el camino de la conspiración mediante el desconocimiento del resultado electoral. Su negativa de aceptar reconocer de antemano la transparencia del proceso electoral y la legitimidad democrática del ganador, así lo demuestra. Presionar a la oposición es el objetivo. Un señalamiento grave, pero que le falta fuerza. Hay que vincularlo con los intereses imperiales. La imprudencia del general Douglas Fraser. Comandante del Comando Sur, lo permite. "En conclusión, la elección venezolana trasciende las fronteras. Es un asunto propio de Estados Unidos y de la Unión Europea".

El objetivo no presenta dudas. Es una respuesta a una realidad que le causa preocupación al chavismo. La legitimidad electoral es fundamental para el futuro del régimen. Perderla, por los permanentes abusos de poder, no solo produciría su aislamiento internacional sino un debilitamiento estructural que, ante la enfermedad de Hugo Chávez, podría comprometer la propia estabilidad del Gobierno. Este tema debe haber sido tratado, repetidas veces, en esas angustiantes y solitarias noches de Miraflores. Allí, el habilidoso Rangel, que aspira la Vicepresidencia para poder optar a la Presidencia en caso de una crisis, debe haber utilizado su más fina dialéctica, para convencer de esos reales riesgos al temeroso Hugo Chávez. Debe haberle susurrado: "tan grave crisis requiere del manejo de un hombre que como yo no lo abandoné el 11 de abril".

Hugo Chávez se aprendió la lección casi al caletre: "Estados Unidos sabe que la burguesía jamás ganaría unas elecciones en Venezuela, por ello no es casual la injerencia estadounidense en el proceso electoral del 7 de octubre. Existe un plan conspirativo en marcha contra la voluntad del pueblo. Esto ocurre porque la oligarquía sabe que no puede ganar las próximas elecciones y que el pueblo venezolano decidió vivir en paz y democracia". No satisfecho con esta filípica tomó varias medidas buscando impactar a la opinión pública: crear el Consejo de Estado, designando a Rangel y a Luis Brito García como demostración de gran confianza, y retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El objetivo de esta maniobra se mantiene: presionar a la oposición para que reconozca de antemano la legitimidad del proceso electoral.

La oposición no puede aceptar esta presión: el resultado electoral, si triunfa el chavismo, es ilegítimo. Esta verdad hay que decirla al mundo. Un proceso electoral requiere de iguales condiciones y oportunidades para todos los participantes. En Venezuela no las hay. La pregunta que surge de inmediato es la siguiente: ¿debe la oposición ir a las elecciones en tan desfavorables condiciones? Estoy convencido que sí. Las posibilidades de derrotar a Hugo Chávez son reales. De allí que haya muchos chavistas, entre ellos Rangel, que les interesa suspender las elecciones. Eso sí, tienen dos grandes problemas: Hugo Chávez quiere ser candidato aunque le cueste la vida y Henrique Capriles se fortalece, cada día más en la opinión pública, por su mensaje renovador y su creciente carisma.

fochoaantich@gmail.com

Finja que es cierto, pero diga la verdad

Es un gesto impostergable, llamar al entendimiento del país

ORLANDO VIERA-BLANCO |  EL UNIVERSAL
domingo 6 de mayo de 2012  12:00 AM
Un hombre del peso político e histórico del presidente Chávez en un país esencialmente providencial y mesiánico, no puede mantener en silencio la exactitud sobre su salud, y mucho menos dejar en improvisaciones, asuntos de suplencia. Es su deber aclarar esas dudas. Y no hacerlo, no supone otra cosa que favorecer un estado de anarquía y violencia ex profeso. 

En lo político y en lo social -habiendo reconocido el peso de la figura del Presidente- ese secretismo que rodea su estado de salud, es a lo menos una irresponsabilidad. El dilema sobre su capacidad de seguir gobernando el país no es un asunto personal ni esencialmente emocional. Es un tema de Estado, de orden constitucional y ciudadano, que demanda institucionalidad... El vacío de poder que podría generar la salida inadvertida del poder del presidente Chávez, es un salto a la nada para nada justo ni noble con el pueblo que le cree, y reclama paz y estabilidad. Sabemos que el poder ha obnubilado la razón y la prudencia. Pero es un gesto impostergable llamar al entendimiento del país. 

No hablamos de disputas entre un Chávez vs. oposición, sino de confrontaciones en el propio seno del PSUV y de las mismas FFAA... No es difícil predecir que a esta hora muchos del "polo patriótico" y algunos militares, están deshojando la margarita de la sucesión. Y es el propio país que venera e idealiza al presidente Chávez, el que sufre por partida doble tal indefinición. Temen por su vida, pero también temen por la crisis que las ambiciones de mando puedan desatar... El pueblo no quiere sucesión porque no la concibe, por lo que debe ser el jefe de Estado quien lo internalice, lo ordene y lo desmitifique. 

A Capriles -como líder de la oposición- le reitero que el asunto no debe ser obviado. Es importante sembrar en la opinión pública el acierto que la agenda en cualquier circunstancia, no es ni la violencia ni los atajos. Que ese camino no está de este lado y que las elecciones del 07-O, van... Pero paradójicamente hay que tener presente que no todo es electoral, por lo que debe hacerse un alto en la campaña y preguntarle firmemente al presidente Chávez cuál es la realidad de su quebranto, ¿cuánto más gobernará desde Cuba? 

El Presidente está enfermo no sólo de cáncer, sino también de poder... Espero pueda superar ambos males, tanto el físico como el espiritual... en un país también gravemente enfermo, que demanda de un esfuerzo supremo de desprendimiento y magnanimidad para despejar su propio laberinto. Este debe ser su legado, Presidente... Pablo Neruda alguna vez ventiló la necesidad del ser querido por verse realmente amado, en una elocuente frase: "finge que la quieres, pero dile que la amas". Pues nada, yo le pediría. Finja que es cierto Sr. Chávez, pero díganos la verdad. 

vba@vierablanco.com t: @ovierablanco

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