El Hatillo y la ciudad tienen problemas fuertes en materia de inseguridad
Hoy me referiré a la de Nueva York y el desarrollo de la llamada teoría de "Ventana Rota", como el enfoque de resolver primariamente todos los problemas que inciden directamente en la proliferación del delito para cercarlo y reducirlo a su mínima expresión.
Nuestra ciudad y nuestro municipio El Hatillo tienen problemas fuertes en materia de inseguridad, carecemos de un patrullaje eficiente y que genere disuasión, pero además de eso no tenemos un mapa del delito que nos permita referenciar el hecho delictivo a un espacio físico determinado. Otro déficit de nuestro municipio y ciudad es la deficiente iluminación pública, la falta de espacios públicos dignos, el mal estado y la ausencia de espacios deportivos y una mala calidad y penetración de la educación y formación de nuestros jóvenes y niños.
Esto puede cambiar, para ello necesitamos en primer lugar voluntad política, entender que la inseguridad es problemas de todos; lo segundo es optimizar la operatividad de nuestra fuerza policial generando estrategias de patrullaje continuo y de proximidad policial, y lo tercero mejorar el entorno (iluminación pública, espacios públicos dignos) de nuestras comunidades para combatir el delito. Vencer la inseguridad es posible, trabajemos en pro de eso, construyamos una propuesta para hacer de Caracas y El Hatillo un lugar tranquilo y de bienestar.
@ebattistini Concejal El Hatillo Voluntad Popular
La capacidad destructora de los comunistas bolivarianos ya es inocultable. Está a la vista
El fraude avanza. Ya va para 13 años. Y es innegable que en ese tiempo tiene una obra qué mostrar. Sería realmente egoísta no exhibir lo que ha costado tanto esfuerzo, tanta plata y sobre todo tanta cadena y habladera de bolserías. Porque si algo tiene este proceso de bueno es su inmensa capacidad, muy cubana por cierto, para hablar y hablar. Pero más allá de las papilas inquietas hay hechos concretos, hay obras tangibles.
Desde ya hay que advertir que en tan poco espacio no cabrá la larga lista de obras y logros, pero señalaremos los de mayor impacto revolucionario.
TVes. Ha sido la propuesta de Chávez para sustituir a RCTV. Y como todo lo que hace el chavismo es un bodrio monumental. Ni siquiera aparece en los conteos de audiencia, su programación es una cosa vieja, pavosa y mediocre. Chávez mató a una empresa próspera, de fuertes raíces y generadora de miles de empleos. Chávez creó una planta perdedora, tiene un tren burocrático gigantesco y, para completar, también hay corrupción. Como buenos bandidos, además, se robaron los equipos de la vieja planta sin pagos ni indemnizaciones.
Sidor y Cemex. Chávez las encuentra privadas y en plena producción. Le da la tocoquera y expropia. ¿Qué es Sidor ahorita? ¿Qué es Cemex ahora? Quebradas, improductivas, mantenidas por el Estado, llenas de mafias y corrupción, sin futuro.
Venalum, Bauxiven, Alcasa, CVG. Lo de Sidor proyectado a todo el complejo de empresas de Guayana. Aquí el chavismo ha sido devastador.
Agricultura y ganadería. Con la fracasada política castrista, su mentor, se ha apoderado de las mejores fincas y haciendas, le ha metido mano a los mejores fundos y cultivos, sin pagar una locha y sin respetar la Constitución. El resultado es penoso. Paga en dólares, que manda el imperio por petróleo, para que el país pueda comer. ¡Tremenda revolución!
Viviendas. La misma política castrista y su ineficiencia los metió en un barranco. No construyeron por muchos años, no le dieron prioridad a la materia y ahora pretenden que confiscando terrenos y amenazando a constructores, saldrán adelante. Sistema eléctrico nacional. Igual que todo. No invirtieron, no hicieron mantenimiento. Piratería de marca mayor. Resultado revolucionario: el país pasa la mayor parte del tiempo a oscura. Los cubanos haciendo negocios con planticas y velas y sin posibilidad de solución rápida.
Pdvsa. Consiguieron una empresa próspera y poderosa. También elitista y con sonados casos de corrupción. Pero la volvieron una plasta inmensa, como dice micomandante. Endeudada, ineficiente, con nómina saturada, corrupta, sin controles. Y eso es apenas lo que se sabe.
erojas@eluniversal.com / Twitter: @ejrl
Los más graves daños a Pdvsa los concreta diariamente una gerencia ineficiente
Las sanciones del Departamento de Estado a Pdvsa por sus relaciones con Irán y la reacción del régimen venezolano forman parte de una gran comedia digna de comentar.
El Departamento de Estado tuvo cuidado al escoger las sanciones, pues deja la ventana abierta para que Pdvsa siga suministrando crudo para las operaciones de Citgo, el mercado norteamericano y se mantengan vigente los contratos de tecnología suscritos con consorcios privados. El régimen de Hugo Chávez, por su parte, con su retórica hueca, esencialmente para consumo interno y confundir a la ciudadanía ha dejado ver que no tiene planes para cortar el suministro de petróleo a EEUU. ¿Entonces? Estamos ante una ridícula representación teatral para consumo de las masas.
Los más graves daños a Pdvsa los concreta diariamente una gerencia ineficiente que no ha podido incrementar los niveles de producción tal como fueron establecidos en el Plan Siembra Petrolera 2005-2012 y ni siquiera ha sido capaz de mantener los volúmenes de productos elaborados en las refinerías del país.
El mencionado plan tenía como meta llevar la producción de crudos a 5.8 MMBD, elevar la capacidad de refinación a 2.0 MMBD e incrementar la producción de gas para satisfacer la demanda interna y exportar el excedente. Ninguno de esos objetivos se ha cumplido.
La explicación radica en que Pdvsa ha dejado de ser un negocio mercantil y sus recursos, en un 70%, no pasan al BCV, sino se manejan sin transparencia bajo la figura de presupuesto nacional paralelo, que la convierte en una agencia de empleo, en constructora de viviendas e importadora de alimentos, violando sus estatutos. Quienes tenemos razones para indignarnos por esos manejos y exigir que se nos rindan cuentas somos los venezolanos
juaamilq249@cantv.net
Sólo buscan que olvidemos todo lo prometido y no cumplido durante los últimos 12 años
Para ayer estaba previsto que en la Asamblea se introdujera la ley contra la impunidad, que tiene como objetivo castigar todos los actos vinculados con hechos de corrupción y violaciones a los derechos humanos en Venezuela. Hasta ahí todo está muy bien. El detalle está en que los casos que se van a investigar están circunscritos a los años 1958-1998, es decir, antes de que comenzara el actual gobierno. De cualquier manera habrá que ver qué tratamiento se le da a los dos intentos de golpe de Estado encabezados por el actual Presidente de la República en tiempos cuando era oficial activo (es decir, representante del Estado), lo cual constituye además de violaciones a los derechos humanos, un acto de insubordinación y uso indebido de bienes de la nación para fines personales.
Sin embargo, todo parece apuntar a que esa ley estará destinada a montar todo un show para justificar algunas acciones de unos y castigar con fuerza las acciones de otros, además de para alentar el discurso en contra de EEUU (lo cual por cierto siempre tiene buena acogida entre las masas). Veremos cómo se hace caso omiso de casos como las muertes en Fuerte Mara, los cientos de asesinados en nuestras cárceles, la ejecuciones extrajudiciales, las muertes "por enfrentamientos o resistencia a la autoridad", el pésimo estado de nuestro sistema de salud, los maletines con dinero viajando por América Latina, los millones de kilos de comida que se dejó podrir, las actuaciones policiales y militares durante las manifestaciones de la oposición, la actuación de grupos afectos al Gobierno contra medios de comunicación o periodistas, la realidad de presos sin proceso, las medidas económicas arbitrarias, los manejos turbios y caprichosos de los dineros de la nación y un larguísimo etc., de hechos denunciados durante la actual Administración. Estamos a las puertas de nuevos capítulos, de nuevos shows que sólo buscan que nos olvidemos de todo lo prometido y no cumplido durante los últimos 12 años.
unaiamenabar@hotmail.com twitter: @unaiamenabar
I
En 1969, en la Universidad de Stanford (EE.UU.), el Prof. Philip Zimbardo realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio. Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser bandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, el radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no, lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto. Es común atribuir a la pobreza las causas del delito.
Atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, (de derecha y de izquierda). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable. Los investigadores decidieron romper un vidrio del automóvil de Palo Alto, California.
El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx de Nueva York y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre. ¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo? No se trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología, el comportamiento humano y con las relaciones sociales.
Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que todo vale nada. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos, cada vez peores, se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.
II
En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George Kelling) desarrollaron la 'teoría de las ventanas rotas', misma que desde un punto de vista criminológico concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores. Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Si una comunidad exhibe signos de deterioro, y esto es algo que parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito.
Si se cometen 'esas pequeñas faltas' como estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja y estas pequeñas faltas no son sancionadas, entonces comenzarán a desarrollarse faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.
Si los parques y otros espacios públicos son deteriorados progresivamente y nadie toma acciones al respecto, estos lugares serán abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a las pandillas), esos mismos espacios abandonados por la gente serán progresivamente ocupados por los delincuentes. La respuesta de los estudiosos fue más contundente aun, indicando que: ante el descuido y el desorden crecen muchos males sociales y se degenera el entorno.
Tan solo vea un ejemplo en casa, si un padre de familia deja que su casa tenga algunos desperfectos, como falta de pintura de las paredes en mal estado, malos hábitos de limpieza, malos hábitos alimenticios, malas palabras, falta de respeto entre los miembros del núcleo familiar, etc., etc., etc., entonces poco a poco se caerá en un descuido de las relaciones interpersonales de los familiares y comenzarán a crear malas relaciones con la sociedad en general y quizá algún día llegarán a caer en prisión.
Esa puede ser una hipótesis de la descomposición de la sociedad, la falta de apego a los valores universales, la falta de respeto de la sociedad entre sí, y hacia las autoridades (extorsión y soborno) y viceversa, la corrupción en todos los niveles, la falta de educación y formación de cultura urbana, la falta de oportunidades ha generado un país con ventanas rotas, con muchas ventanas rotas y nadie parece estar dispuesto a repararlas.
III
La solución a este problema yo no la tengo estimado lector pero he comenzado a reparar las ventanas de mi casa, estoy tratando de mejorar los hábitos alimenticios de mi familia, le he pedido a todos los miembros de la familia que evitemos decir malas palabras delante de nuestros hijos, también hemos acordado no mentir, ni siquiera mentiras pequeñas, porque no hay mentiras pequeñas, ni grandes, una mentira es una mentira y punto, hemos acordado aceptar las consecuencias de nuestros actos con valor y responsabilidad, pero sobre todo dar una buena dosis de educación a nuestros hijos, con esto y con la ayuda de Dios espero comenzar a cambiar en algo lo que antes hubiera hecho mal, he soñado que los míos algún día repitan esto el día de mañana, con la finalidad de que los hijos de mis hijos, o los nietos de mis hijos vean algún día, un Nuevo Mundo, un Mundo sin ventanas rotas.
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