A juicio del profesor de la Universidad Central de Venezuela, Chávez intenta desconocer un hecho fundamental: el país necesita que su gobernante fije posición sobre los males que agobian a la población. "Pareciera que está en una especie de remanso, en una cura de sueño, que está haciéndole mucho daño a la vida política del país", observa el analista.
"¡Buen día mis candangueros! ¡Hoy es día mi Ejército y el sol amaneció brillante! ¡Vaya un gigantesco abrazo a mis soldados y a mi pueblo amado!". Con ese trino, el presidente Hugo Chávez rompió ayer su silencio de 20 días en la red social Twitter.
Muchas cosas han ocurrido durante la ausencia física y digital del mandatario venezolano, que aún se recupera en La Habana, Cuba, de una operación que le practicaron el 10 de junio por un absceso pélvico.
Con el comandante en la isla, el Gobierno relanzó su plan para sofocar una crisis eléctrica que no termina de ceder y enfrenta la crisis de la cárcel de El Rodeo. El cuadro nacional de estos días lo completan las distintas protestas laborales y el polvorín de las empresas básicas de Guayana.
Sin embargo, el jefe de Estado no mencionó ninguno de estos asuntos en su retorno a Twitter. Ni siquiera habló de su salud. "Chávez no quiere reconocer ni que está enfermo ni que hay problemas urgentes en la vida venezolana", advierte el politólogo Carlos Romero.
"Ese mensaje (referido al Día del Ejército) expresa que no quiere asumir que hay una agenda negativa sobre su acción de gobierno. El Presidente trata siempre de irse por una agenda positiva y en ese marco aprovecha la efeméride del 24 de junio", acota.
A juicio del profesor de la Universidad Central de Venezuela, Chávez intenta desconocer un hecho fundamental: el país necesita que su gobernante fije posición sobre los males que agobian a la población.
"Pareciera que está en una especie de remanso, en una cura de sueño, que está haciéndole mucho daño a la vida política del país", observa el analista.
Romero opina que el dignatario también debe informar responsablemente sobre su estado de salud. "Ha habido una información muy escasa sobre la verdadera situación que está viviendo como persona", cuestiona el académico.
Enorme vacío
La enfermedad de Chávez se ha convertido en otro motivo de discordia para oficialistas y opositores. En medio de un debate que se desarrolló en la Asamblea Nacional, la diputada Cilia Flores (PSUV-Caracas) acusó a la Mesa de la Unidad Democrática de desear la muerte del líder rojo. Por su parte, la bancada de la MUD ha exigido que se ofrezca un parte médico diario para conocer el estado del mandatario.
"En gobiernos autoritarios, se envían fotos. En democracia, hay información. El país quiere información, no fotos", declaró el legislador Américo De Grazia (LCR-Bolívar), aludiendo a la imagen de Chávez y los hermanos Fidel y Raúl Castro difundida en La Habana.
"A la oposición le hace falta Chávez", ironiza Romero, quien argumenta: "En Venezuela todo se ha concentrado en la figura de Chávez. Así como el Gobierno no sabe qué hacer frente a su ausencia, a la oposición le pasa igual. El actor principal está en estos momentos fuera de juego y no tienen una respuesta a esa situación".
ppenaloza@eluniversal.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario