Las hojas de palma guardan la fe
Aunque se habla de Palma Real, no es esta la que se bendice en Semana Santa. Hoy, 242 años después, continua la práctica pero con una poda que garantiza que a 40 templos llegarán suficientes hojas de las palmas de El Ávila. Hay palmeros en Cúpira, en San Antonio, en Salmerón que tienen permiso del Ministerio del Ambiente.
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Con palmas y hojas de olivo, según el Evangelio, fue recibido Jesús de Nazaret durante su entrada en Jerusalén. En el país, es con la primera de estas plantas como se evoca dicha escena durante la celebración del Domingo de Ramos, día en el que arranca la Semana Santa. Pero, ¿de dónde viene la tradición?
En ese entonces, los habitantes del Medio Oriente obtenían vino, vinagre, aceite, fibras para tejidos y carbón de la palma y el olivo; y quizá eso explica por qué el Mesías fue recibido con elementos que para ese pueblo simbolizaban riqueza.
Fue a finales del siglo XV cuando los colonizadores españoles introdujeron el catolicismo en Venezuela, y en el caso del Domingo de Ramos, la celebración se concibió con el uso de lo que ellos denominaban la Palma Real. Por eso resulta común ver que no solo en este país sino en otros del continente, se le llama así a la planta que durante la eucaristía es bendecida por un sacerdote.
Richard Delgado, secretario de organización de los Palmeros de Chacao, explica que la que se busca en El Ávila lleva por nombre Ceroxylon Ceriferum que es distinta a la que se obtiene en Salmerón (estado Miranda) llamada Aiphanes aculeata, o de la que se consigue en el Pico Codazzi (Aragua) del tipo Ceroxylon interruptum, y de la que se corta en el Cerro El Copey (Nueva Esparta) denominada Euterpe precatoria var. longevaginata.
Acota que la generalización que comúnmente se hace para denominar a la planta del Ávila se debe a que Alejandro Von Humboldt, quien fue el primero en ascender al pico Oriental, en su libro Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, mantuvo la concepción europea y la llamó Palma Real.
"Son muchos los tipos pero el significado es el mismo: la presencia de Jesús de Nazaret vivo, es el triunfo", dice Delgado. No ignora que además es costumbre de los católicos elaborar cruces con la palma ya bendita para utilizarlas como amuletos.
En el caso de Chacao, al significado típico se le adicionó uno que le dio carácter local a la tradición. Fue en 1770 cuando la fiebre amarilla atacaba a los habitantes del valle de Caracas y el párroco José Antonio Mohedano invocó a Dios para que cesara la epidemia. Así ocurrió y como muestra de agradecimiento, los peones de las fincas subieron a recoger cogollos de palma para celebrar el Domingo de Ramos.
Hoy, 242 años después, continua la práctica pero con una poda que garantiza que a 40 templos llegarán suficientes hojas de las palmas de El Ávila.
"Ahorita hay palmeros en Cúpira, en San Antonio, en Salmerón que tienen permiso del Ministerio del Ambiente; pero también hay otros señores que no están autorizados y la cortan para vender. El palmero de corazón no está de acuerdo con eso, la palma ni se compra ni se vende", remata Delgado. Y es que no importa el tipo ni de dónde venga, lo que mueve a la gente a buscarla es asunto de fe.
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