Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 13 de marzo de 2011

A su orden, Peter Albers, porque tengo mucho material reunido en 35 años de investigación sobre Valencia

Su hermana Isabel, mi gran amiga, lo sabe...
Notitarde10-03-2011. |

Un granito de arena


Con alumnos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad José Antonio Páez estamos haciendo un estudio del casco central de Valencia. Forma parte de la tesis de grado de cada uno de ellos, y busca, aparte del ejercicio académico, otros objetivos que, de lograrse, si bien pueden ser beneficiosos para la vida futura de los aspirantes a arquitecto, también pueden serlo para la ciudad. Estaba en nuestra mira el concientizar al grupo de jóvenes sobre un problema que muchos valencianos conocen solo por referencias, pero nunca han sufrido en carne propia: ni siquiera han pisado alguna vez las calles y aceras de la Valencia vieja. Dicho problema es el deterioro progresivo de la zona, tanto en su estructura física como en la calidad de las condiciones necesarias para las actividades que en ella se realizan.

Desafortunada fue, para empezar, la demolición del viejo edificio del Concejo Municipal, en la esquina que hacen la avenida Bolívar y la calle Colombia, trasladándose el organismo municipal a Lomas del Este y posteriormente a la Zona Industrial, para instalarse, en ambas oportunidades, en edificios poco apropiados para sus funciones. Luego, tras el cuerpo edilicio, se fueron otros organismos del poder público, como los tribunales y la Asamblea Legislativa (hoy con otro nombre, siguiendo la manía "revolucionaria" de rebautizar todo para aparentar que se trabaja). Queda sólo el poder ejecutivo regional, instalado en el Capitolio, restaurado durante la primera administración de Salas Römer. Esta dispersión de organismos institucionales quitó majestad al viejo casco histórico, convertido así en un inmenso centro comercial donde se vende y se compra de todo. Y decir "de todo" es incluir el comercio del amor pagado y de la droga, amén de la mercancía de contrabando y las grabaciones ilegales. La construcción "chucuta" del Metro contribuyó al aumento de la actividad comercial, al facilitar el traslado de la numerosa población del sur de la ciudad, convirtiendo las calles más céntricas en congestionados bazares donde conviven por igual los establecimientos comerciales y quienes han tomado por asalto las zonas por donde antes circulaban libremente vehículos y peatones: los buhoneros.

El desaparecido Alcalde Cabrera (trabajó conjuntamente con el Gobernador Henrique Salas Römer he hicieron un trabajo excelente hasta su lamentable separación), luego dio impulso a Induval, organismo que pretende poner algo de orden en tal caos, realizando estudios sobre el problema y dictando normativas para preservar lo poco que queda de nuestra ciudad antigua, aun cuando limitando, tal vez excesivamente, la magnitud de las edificaciones que los inversionistas privados pueden construir en los terrenos de su propiedad, lo que parece haberlos llevado a dejar en el abandono sus viejos inmuebles, para que, convertidos éstos en ruinas, sirvan como miserables espacios para estacionar vehículos. La estrategia parece ser ventajosa para los bolsillos de tan irresponsables propietarios, provocando así que nuestra ciudad se convierta en un sórdido conglomerado de corralones cubiertos con sucias y oxidadas láminas de zinc, alternados con viejas casonas convertidas en locales comerciales.

Urgen medidas más efectivas para que el centro de Valencia retome su categoría de espacio urbano digno, seguro y agradable, para el disfrute de todos sus ciudadanos. Esperamos que con nuestro pequeño aporte académico podamos contribuir en algo para ello.

peterkalbers@yahoo.com


El Carabobeño 13 marzo 2011

Hoy y Después en Valencia

Alfredo Fermín

Se aproxima el 25 de marzo, Día de Valencia, y estando tan cercano este aniversario llama la atención que las autoridades municipales insistan en desconocer lo que antes se hizo porque, a su juicio, la historia de la ciudad ha comenzado con el régimen actual. El escudo, el himno y la bandera y otros símbolos fueron cambiados irrespetuosamente por otros que, cuando venga otro gobierno, tendrán que ser cambiados no sólo por lo disparatados que son sino porque una ciudad tan conservadora como la nuestra no acepta cambios injustificados. El desconocimiento de la historia de la ciudad ha sido tan absurdo que el general Luis Felipe Acosta Carles, cuando era gobernador, hizo uno de los más grandes ridículos de su vida cuando, en la plaza Bolívar propuso que había que cambiar el nombre de Valencia por Tacarigua porque, según sus doctos conocimientos, éste había sido el nombre que le habían dado los indios tacariguas, etnia que nunca existió.

Es cierto que Valencia fue denominada Nuestra Señora de La Anunciación de la Nueva Valencia del Rey porque, probablemente, el poblado fue fundado el 25 de marzo que, de acuerdo con el calendario litúrgico, es el día en que se conmemora la aparición del ángel Gabriel para anunciar a la Virgen María que sería la madre del hijo de Dios.

Día de Valencia

Sobre la fecha de la fundación ha habido poca discusión por lo expresado anteriormente. Con lo que no se llegó a un acuerdo fue con respecto al año y al fundador. Diversas hipótesis surgieron entre los historiadores, después de la celebración del cuatricentenario en 1955, por la inexistencia de documentos que confirmen que el acto fundacional tuvo lugar en 1555 por Alonso Díaz Moreno. Otros se lo atribuyen a Vicente Díaz en 1553 y otros a Alonso Arias de Villasinda, en 1553, cuando se posesionó como capitán general de Venezuela.

Don Alfonso Marín, segundo Cronista de la Ciudad, sostenía que Valencia no fue fundada con las formalidades que acostumbraban los españoles sino que se fue formando alrededor del hato de Vicente Díaz, en 1552, por habitantes de Borburata que vinieron huyendo de piratas franceses, que incursionaban en el territorio de esa población, fundada en 1548 por Juan de Villegas, quien meses antes había descubierto el Lago de los Tacariguas, llamado así por los frondosos bosques que tenía de este árbol de madera sumamente liviana.

En los años 70, hubo encendidas discusiones entre periodistas e historiadores sobre el día y el nombre del fundador de Valencia, por lo cual el concejo municipal, cuando sesionaba frente a la plaza Bolívar, acordó que, aunque no hay documentos que lo certifiquen, en atención a la tradición, el 25 de marzo es el Día de Valencia. Por lo tanto, sobre esto no puede haber discusión hasta que otro ayuntamiento apruebe, por unanimidad, lo contrario.

De tal manera que, si el señor alcalde Edgardo Parra no lo reconoce, el Concejo Municipal sí está en la obligación de celebrar el Día de Valencia, el 25 de marzo por respeto a la memoria de los concejales que, hace 40 años, tomaron esa decisión.

Símbolos ocultos

Las tradiciones de los pueblos no pueden borrarse por caprichos, ni por la política, ni por ideologías. Durante siglos Valencia ha sido una ciudad conservadora y continuará siéndolo mucho más tiempo, por lo cual es una verdadera pérdida de tiempo tratar de cambiar su idiosincrasia.

Nuestra ciudad lo que necesita es sacarla del ambiente de abandono en que se encuentra, con sus calles llenas de huecos, oscuras e inseguras. Necesita también que sus autoridades se preocupen por la conservación de su patrimonio artístico e histórico tan descuidado y menospreciado.

Como la gente olvida tan rápido, ya ni se acuerda que uno de los símbolos de esta ciudad era la Estatua de la Libertad, realizada por el escultor Giovanni Turini en Nueva York e inaugurada el 14 de febrero de 1895, para conmemorar el centenario del nacimiento del mariscal Antonio José de Sucre.

En 1930, el gobierno de Juan Vicente Gómez ordenó el traslado de la estatua a un rincón de San Blas. Comenzó así un peregrinaje hasta que la colocaron a un lado de la Autopista, en el sector El Morro, donde unos presuntos revolucionarios furibundos, a un lado de la Autopista en el sector de San Blas.

El alcalde Paco Cabrera la rescató y ordenó su restauración en el Parque Recreacional Sur, donde se encuentra abandonada cubierta de costras. La idea era colocarla en un parquecito cercano a la Clínica Guerra Méndez, en el Paseo Cabriales. Pero no se pudo por temor a que la volvieran a maltratar.

En el Parque Recreacional Sur también se encuentra oculta la espléndida escultura Vuelvan Caras, que representa al general José Antonio Páez con su famosa lanza en la guerra de Independencia. La obra fue colocada, con motivo de los 150 años de la Batalla de Carabobo, en el distribuidor de La Florida donde también la destrozaron cuando el presidente de Chávez comenzó sus arengas en contra del valiente prócer. La obra fue restaurada por una experta, pero la dejaron allí. Lo paradójico es que la obra original se encuentra intacta en la plaza de El Paraíso, en Caracas. Pero en la ciudad donde nació su autor, el escultor Andrés Pérez Mujica, la tienen escondida, deteriorándose inexorablemente. ¿Será que el ayuntamiento no tiene, entre sus competencias, velar por el patrimonio histórico, artístico y cultural de esta ciudad cuyos concejales fueron electos para que la representaran?


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