"With a Little Help from My Friends" (título original: A Little Help from My Friends; en español Con una pequeña ayuda de mis amigos) es una canción escrita por John Lennon y Paul McCartney. Forma parte del álbum Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, de 1967. Fue cantada por el baterista de The Beatles, Ringo Starr.Lennon y McCartney insistieron en que Ringo cantara la canción, incluyendo la alta nota del final. John y Paul la terminaron de escribir a mediados de marzo.
Orígenes
La canción aparentemente es una conversación entre el cantante y un grupo de gente. Por ejemplo, en el fragmento "Would you believe in a love at first sight/Yes I'm certain that it happens all the time", los otros tres Beatles cantan la primera línea, y Starr contesta en la siguiente.
La banda acabó de grabar la canción el día en el que posaron para la cubierta del álbum Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band".
Un título preliminar para la canción fue "Bad finger Boogie", esto debido a que Lennon la compuso al piano tocando sin el dedo índice, que se había lastimado. Posteriormente la banda antes conocida como The Iveys, tomó este nombre como inspiración, Badfinger, con el que alcanzó fama internacional.
La canción fue tres veces número uno en los registros musicales británicos para sencillos y se situó en el puesto número 304 en la lista de "Las 500 mejores canciones de todos los tiempos", publicada por la revista Rolling Stone.
Joe Cocker - Con una pequeña ayuda de mis amigos.flv - YouTube
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23 Jun. 2011 - 5 min. - Subido por juanpa7402
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Oiga esta canción y recuerde entre otros a Efraín Subero a quien le negó el voto
para que fuera Premio Nacional de Literatura 2000 y se lo dieran a Ud. Si eso es ser
poeta ¿qué es ser oportunista?...Traicionó a toda una generación empezando por Ud. mismo. Quien no honra a quien le da casa y comida, amistad y apoyo ¿qué vaina es?
¿Chavista resentido? Resentido de qué si Ud. entró por la puerta grande siendo
una impostura...Traicionados fuimos la generación que Uds. siempre en la nata de
la leche disfrutaron todo y nunca nos dejaron ser libres con sus intrigas desde los
cargos de cultura gubernamentales, léase adecos y copeyanos...
para que fuera Premio Nacional de Literatura 2000 y se lo dieran a Ud. Si eso es ser
poeta ¿qué es ser oportunista?...Traicionó a toda una generación empezando por Ud. mismo. Quien no honra a quien le da casa y comida, amistad y apoyo ¿qué vaina es?
¿Chavista resentido? Resentido de qué si Ud. entró por la puerta grande siendo
una impostura...Traicionados fuimos la generación que Uds. siempre en la nata de
la leche disfrutaron todo y nunca nos dejaron ser libres con sus intrigas desde los
cargos de cultura gubernamentales, léase adecos y copeyanos...
ENTREVISTA GUSTAVO PEREIRA, POETA
"La poesía no escapa a la crisis"
"La poesía puede tratar temas políticos. La poesía clásica china está cargada de denuncia social " "El poeta también puede tener libertad para exaltar a los héroes que él considera sus héroes"
El poeta venezolano fue jurado de la cuarta edición del premio Víctor Valera Mora que entrega el Celarg OSWER DÍAZ MIRELES
DANIEL FERMÍN , GUSTAVO PEREIRA , POETA | EL UNIVERSAL
lunes 30 de julio de 2012 12:00 AM
Gustavo Pereira (Punta de Piedras, 1940) fue miembro del jurado del Premio Internacional de Poesía Víctor Valera Mora. El bardo venezolano, que obtuvo el galardón en la pasada edición, salió optimista ante los versos de 15 países que leyó. Que la poesía actual también refleja la realidad, que la política no le es un tema ajeno, aseguró el margariteño, que cree que el poeta tiene la libertad para exaltar a sus héroes.
-El Víctor Valera Mora, al igual que en la edición anterior, lo ganó una antología. ¿No es un síntoma de que la vieja escuela domina ante la poesía que se escribe hoy?
-La poesía es un largo aprendizaje, excepto cuando surgen en la historia grandes genios. Pablo Neruda, a los 17 años, había publicado los Veinte poemas de amor; Arthur Rimbaud también escribió sus dos libros antes de cumplir los 18. En todo caso, esto no significa ninguna aseveración absolutamente cierta. Las sorpresas siempre están presentes en la poesía, que vive del misterio del esplendor o del esplendor de los misterios. Y ocurre cada vez que hay crisis en las sociedades. Las crisis generan movimientos en todos los órdenes de la vida; la poesía no escapa a ello. Desde hace décadas se habla de una poesía de la fragmentación. No es sino una búsqueda, y la poesía se nutre de búsquedas hasta que logra acentuarse para generar obras imperecederas.
-Cito uno de sus versos: "El talento, como la raíz, hay que mantenerlo oculto". ¿De qué sirven, entonces, los concursos si no colaboran con el talento de un escritor?
-La poesía no tiene por qué dar explicaciones, salvo la que está en sí misma. Porque cada lector de poesía se convierte, per se, en un poeta. Cada lectura de poesía es una interpretación única, intransferible, de esa colocación de las palabras que son capaces de generar una atmósfera determinada. El talento puede expresarse de mil maneras, una de ellas en la escritura. Pero no se necesita escribir poesía para ser poeta.
-Usted formó parte del grupo Símbolos. El tiempo de esos talleres terminó con el grupo Guaire. ¿Qué queda ahora para el intercambio y el diálogo literario?
-Es que los grupos literarios se hacen sobre la base de unas similitudes espirituales e ideológicas casi siempre de jóvenes. Surgen también como una especie de necesidad de oír su voz. Y esa necesidad se va perdiendo con el curso de los años. Ya a mí no me importa mucho que mi voz se oiga o no se oiga. Una voz no significa nada, sólo significa el conjunto de voces. Sobre todo si ese conjunto apunta a objetivos particulares.
-Siempre se ha dicho que Venezuela es un país de poetas. Hoy pareciera que cada semana sale un poemario. ¿Pueden derramarse tantos "ríos" de buena poesía?
-Eso sería una maravilla. Lautreamont decía que la poesía debía ser hecha por todos, que cuando esa época llegara sería de esplendor. Y cuando él hablaba no creo que se refería sólo a la poesía escrita, sino a una forma de estar en el mundo. Una forma que percibe, ante todas las cosas, la armonía. Lejos de indicar la aparición de un fenómeno, no creo que sea particular en Venezuela. Lo único es que acá hay facilidades para que los jóvenes poetas puedan publicar. Como no lo había en una época. Yo tenía que enviar mis libros a concursos a ver si resultando ganador podía tener la publicación.
-Baudelaire decía que el poeta se aleja de la masa y desde ahí escribe. ¿Cree que el poeta debe ser un sujeto del pueblo o un ermitaño?
-Depende del carácter y de la sensibilidad de cada poeta. Existen poetas que tienen un temperamento épico, que se sienten muy bien dentro de la multitud, y estamos otros poetas que somos más discretos. La poesía es un oficio de la discreción, pero no siempre ha sido así. No tiene por qué ser así. Hay poesía para multitudes, sobre todo en los países anglosajones y eslavos. Ahí hay una tradición de una poesía de calle. Para mí la poesía es un acto mucho más intimista, sin desvincularme de los demás, porque el hombre es un ser social.
-Usted redactó el preámbulo de la actual Constitución Nacional. ¿La literatura también debe prestarse para servicios o actos políticos?
-La poesía no tiene que ver con los actos políticos en un sentido estricto, excepto en el sentido de lo humano. Todo cuanto el ser humano hace, vive, convive, son actos políticos. de modo que la participación de un poeta en actos cívicos, que algunos llaman políticos, de contribución a su país es, fundamentalmente, un deber. No existen torres de cristal en donde el ser pueda aislarse.
-Ya dijo que para un poeta no es fácil sustraerse de la realidad. ¿La polarización actual del país también afecta a la poesía de hoy?
-Sin ninguna duda. En la medida en que no puede sustraerse de la realidad, para bien o para mal, esa realidad afecta.
-¿Pero la poesía como expresión literaria no pierde su validez ante todo ese fragor político que existe?
-No. Tal vez gana porque toca espacios difíciles para el ejercicio poético, pero hay quien logra compenetrarse con esos espacios y contribuir a que el ser humano sea cada vez mejor.
-La Feria del Libro de Caracas, que se realiza en Bellas Artes, tiene una mayoría de editoriales públicas. ¿Eventos así no homogeneizan el gusto del lector?
-No. Si revisamos las ediciones de nuestras editoriales públicas, vamos a encontrar un amplio espectro ideológico, poético, literario, para escoger. Las editoriales del Estado no tiene por qué publicar todo lo que publican las privadas. Lo que las editoriales del Estado intentan hacer es colocar el libro al alcance de mayorías.
-El Ministerio de Cultura edita casi mil libros al año. ¿Qué tanto de toda esa producción llega a calar de verdad en los lectores?
-No podemos saberlo. Si las ventas nos sirven de algo, pudiéramos decir que hay una sed de leer en el país que se ha multiplicado en los últimos años de manera geométrica. Mis propios libros se agotan en librerías. También de otros poetas. No creo que la gente los compre para usos indebidos.
-¿Cree confiable, entonces, esas cifras que el Cenal anunció en la pasada feria del libro de que hoy 80% de los venezolanos lee?
-Eso fue un estudio independiente que arrojó esas conclusiones: que los venezolanos leemos cualquier cosa. No dice qué tipo de lectura es. Puede ser que mucho del porcentaje sea libros de autoayuda, revistas o folletos. Así que creo que esa cifra responde a una realidad.
-La salida de los libros de la lista de bienes prioritarios de los dólares preferenciales dificultó su importación. Qué falten libros no es bueno para un país, ¿no?
-Siempre me he preguntado por qué. No me lo explico. Hay que quitar los aranceles.
-Cito otro de sus versos: "Mientras haya amos no habrá poesía". La inauguración del Festival Mundial de Poesía fue un panfleto progobierno. Se habló de Chávez como el gran poeta del país. ¿Puede haber poesía en el sector de escritores que idolatra al presidente?
-Cada poeta es libre de escoger su forma de expresión. Estamos en el reino de la libertad. Casi siempre contra la poesía de tendencia ha habido grandes pruritos. Eso responde a una concepción ideológica, a una percepción de la realidad que siempre ha querido hacer ver que los poetas no pueden tratar temas políticos. Quien afirma eso desconoce la historia de la poesía. La Ilíada es un gran poema político; la historia de Dante también. La poesía clásica china es una poesía cargada de denuncia social, algunos contra los emperadores o en alabanza a héroes.
-¿La literatura no debe ser ajena, entonces, a los sectarismos ideológicos?
-El sectarismo es otra cosa. Todo sectarismo es una perversión. Otra cosa es la libertad del poeta de exaltar a los héroes que él considera sus héroes.
-El Víctor Valera Mora, al igual que en la edición anterior, lo ganó una antología. ¿No es un síntoma de que la vieja escuela domina ante la poesía que se escribe hoy?
-La poesía es un largo aprendizaje, excepto cuando surgen en la historia grandes genios. Pablo Neruda, a los 17 años, había publicado los Veinte poemas de amor; Arthur Rimbaud también escribió sus dos libros antes de cumplir los 18. En todo caso, esto no significa ninguna aseveración absolutamente cierta. Las sorpresas siempre están presentes en la poesía, que vive del misterio del esplendor o del esplendor de los misterios. Y ocurre cada vez que hay crisis en las sociedades. Las crisis generan movimientos en todos los órdenes de la vida; la poesía no escapa a ello. Desde hace décadas se habla de una poesía de la fragmentación. No es sino una búsqueda, y la poesía se nutre de búsquedas hasta que logra acentuarse para generar obras imperecederas.
-Cito uno de sus versos: "El talento, como la raíz, hay que mantenerlo oculto". ¿De qué sirven, entonces, los concursos si no colaboran con el talento de un escritor?
-La poesía no tiene por qué dar explicaciones, salvo la que está en sí misma. Porque cada lector de poesía se convierte, per se, en un poeta. Cada lectura de poesía es una interpretación única, intransferible, de esa colocación de las palabras que son capaces de generar una atmósfera determinada. El talento puede expresarse de mil maneras, una de ellas en la escritura. Pero no se necesita escribir poesía para ser poeta.
-Usted formó parte del grupo Símbolos. El tiempo de esos talleres terminó con el grupo Guaire. ¿Qué queda ahora para el intercambio y el diálogo literario?
-Es que los grupos literarios se hacen sobre la base de unas similitudes espirituales e ideológicas casi siempre de jóvenes. Surgen también como una especie de necesidad de oír su voz. Y esa necesidad se va perdiendo con el curso de los años. Ya a mí no me importa mucho que mi voz se oiga o no se oiga. Una voz no significa nada, sólo significa el conjunto de voces. Sobre todo si ese conjunto apunta a objetivos particulares.
-Siempre se ha dicho que Venezuela es un país de poetas. Hoy pareciera que cada semana sale un poemario. ¿Pueden derramarse tantos "ríos" de buena poesía?
-Eso sería una maravilla. Lautreamont decía que la poesía debía ser hecha por todos, que cuando esa época llegara sería de esplendor. Y cuando él hablaba no creo que se refería sólo a la poesía escrita, sino a una forma de estar en el mundo. Una forma que percibe, ante todas las cosas, la armonía. Lejos de indicar la aparición de un fenómeno, no creo que sea particular en Venezuela. Lo único es que acá hay facilidades para que los jóvenes poetas puedan publicar. Como no lo había en una época. Yo tenía que enviar mis libros a concursos a ver si resultando ganador podía tener la publicación.
-Baudelaire decía que el poeta se aleja de la masa y desde ahí escribe. ¿Cree que el poeta debe ser un sujeto del pueblo o un ermitaño?
-Depende del carácter y de la sensibilidad de cada poeta. Existen poetas que tienen un temperamento épico, que se sienten muy bien dentro de la multitud, y estamos otros poetas que somos más discretos. La poesía es un oficio de la discreción, pero no siempre ha sido así. No tiene por qué ser así. Hay poesía para multitudes, sobre todo en los países anglosajones y eslavos. Ahí hay una tradición de una poesía de calle. Para mí la poesía es un acto mucho más intimista, sin desvincularme de los demás, porque el hombre es un ser social.
-Usted redactó el preámbulo de la actual Constitución Nacional. ¿La literatura también debe prestarse para servicios o actos políticos?
-La poesía no tiene que ver con los actos políticos en un sentido estricto, excepto en el sentido de lo humano. Todo cuanto el ser humano hace, vive, convive, son actos políticos. de modo que la participación de un poeta en actos cívicos, que algunos llaman políticos, de contribución a su país es, fundamentalmente, un deber. No existen torres de cristal en donde el ser pueda aislarse.
-Ya dijo que para un poeta no es fácil sustraerse de la realidad. ¿La polarización actual del país también afecta a la poesía de hoy?
-Sin ninguna duda. En la medida en que no puede sustraerse de la realidad, para bien o para mal, esa realidad afecta.
-¿Pero la poesía como expresión literaria no pierde su validez ante todo ese fragor político que existe?
-No. Tal vez gana porque toca espacios difíciles para el ejercicio poético, pero hay quien logra compenetrarse con esos espacios y contribuir a que el ser humano sea cada vez mejor.
-La Feria del Libro de Caracas, que se realiza en Bellas Artes, tiene una mayoría de editoriales públicas. ¿Eventos así no homogeneizan el gusto del lector?
-No. Si revisamos las ediciones de nuestras editoriales públicas, vamos a encontrar un amplio espectro ideológico, poético, literario, para escoger. Las editoriales del Estado no tiene por qué publicar todo lo que publican las privadas. Lo que las editoriales del Estado intentan hacer es colocar el libro al alcance de mayorías.
-El Ministerio de Cultura edita casi mil libros al año. ¿Qué tanto de toda esa producción llega a calar de verdad en los lectores?
-No podemos saberlo. Si las ventas nos sirven de algo, pudiéramos decir que hay una sed de leer en el país que se ha multiplicado en los últimos años de manera geométrica. Mis propios libros se agotan en librerías. También de otros poetas. No creo que la gente los compre para usos indebidos.
-¿Cree confiable, entonces, esas cifras que el Cenal anunció en la pasada feria del libro de que hoy 80% de los venezolanos lee?
-Eso fue un estudio independiente que arrojó esas conclusiones: que los venezolanos leemos cualquier cosa. No dice qué tipo de lectura es. Puede ser que mucho del porcentaje sea libros de autoayuda, revistas o folletos. Así que creo que esa cifra responde a una realidad.
-La salida de los libros de la lista de bienes prioritarios de los dólares preferenciales dificultó su importación. Qué falten libros no es bueno para un país, ¿no?
-Siempre me he preguntado por qué. No me lo explico. Hay que quitar los aranceles.
-Cito otro de sus versos: "Mientras haya amos no habrá poesía". La inauguración del Festival Mundial de Poesía fue un panfleto progobierno. Se habló de Chávez como el gran poeta del país. ¿Puede haber poesía en el sector de escritores que idolatra al presidente?
-Cada poeta es libre de escoger su forma de expresión. Estamos en el reino de la libertad. Casi siempre contra la poesía de tendencia ha habido grandes pruritos. Eso responde a una concepción ideológica, a una percepción de la realidad que siempre ha querido hacer ver que los poetas no pueden tratar temas políticos. Quien afirma eso desconoce la historia de la poesía. La Ilíada es un gran poema político; la historia de Dante también. La poesía clásica china es una poesía cargada de denuncia social, algunos contra los emperadores o en alabanza a héroes.
-¿La literatura no debe ser ajena, entonces, a los sectarismos ideológicos?
-El sectarismo es otra cosa. Todo sectarismo es una perversión. Otra cosa es la libertad del poeta de exaltar a los héroes que él considera sus héroes.
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