El último Batman
GABRIEL VARGAS-ZAPATA | EL UNIVERSAL
viernes 27 de julio de 2012 03:27 PM
Nolan cierra su trilogía de Batman con la misma maestría con la que la empezó, solo que con más presupuesto y libertad creativa. Y claro, todas esas situaciones de conflictos gestadas en Batman begins y en The dark knight, son llevadas ahora al límite, al caos absoluto, al desastre ideal, la perfección de lo caótico tallada con delicadeza y una belleza fotográfica que no hace más que enaltecer los orígenes gráficos del superhéroe de Ciudad Gótica. La luz se vuelve tinta y la acción drama; ese drama es una línea argumental que blinda a los personajes y les garantiza un desarrollo psicológico que les hace extrapolarse de la historia, proponiéndose como auténticos iconos de la nueva cultura pop y cinematográfica.
Ya no merece la pena hablar de cómo Nolan desechó la ciencia ficción desde un primer momento y condujo el universo Batman hacia un plano dramático, oscuro y psicológico. Así se entiende al Bruce Wayne reflexivo, esquivo y desquebrajado de ahora, que renacerá de entre un alma y un pensamiento renovados. El caballero de la noche: La leyenda renace, es sencillamente el final perfecto de una saga perfecta, muy distante del estilo pseudosinfantil de la saga anterior, más cercano a un realismo frío y descarnado.
Nolan peca al igual que Burton al dar más valor a los villanos que al mismo Batman; lo vimos en The dark knight con El Guasón y se repite con todavía más agudeza en este Batman 3 con Bane y Gatubela. Lo que ocurre es que están mucho mejor argumentados, los villanos no se plantean como seres extraordinarios con facultades especiales, en torno a ellos hay una justificación humana. Así, al final se redimen para disiparse entre una mezcla extraña de lastima y afecto. Anne Hathaway construye a una Gatubela discreta, que orbita alrededor de Ciudad Gótica, que se implica solo lo necesario, pero con una intensidad penetrante y absorbente, un agujero negro fatal y encantador. Bane es simplemente el terror en persona.
En El caballero de la noche: La leyenda renace se funden el drama, el romance, la acción; sin que nada sea más importante y especial que los personajes y sus diálogos. Memorables y profundos son los de Michael Caine como un Alfred implicadísimo y emotivo; y otros bastante destacables provienen de Batman, Gordon o el mismo Bane.
La exaltación de lo técnico es otra cualidad imprescindible del filme, no solo por los efectos especiales, hay también un increíble trabajo de sonido, montaje, música y fotografía. Resulta que todo está en armonía y convergen para que la cinta sea una producción integral, que da espectáculo sí, pero que al mismo tiempo está respaldada por un gran guión. Wally Pfister es el artífice de una fotografía oscura pero también legible, de espectaculares paneos panorámicos y de escenas casi imposibles, repleta de detalles, y que alcanza la belleza gracias a su mezcla de tizne y elegancia.
Nolan acorrala a sus personajes hacia un final impecable e incondicional, pero también abierto. Su final en realidad es el final de un hombre que logra superar sus miedos para poder avanzar en la vida e intentar un poco de paz y felicidad, no es el final de una ciudad corrupta ni de sus malhechores (al fin y al cabo solo logra salvarse de Ra's Al Ghul). Para el magnate Bruce Wayne, Ciudad Gótica ha sido durante todo este tiempo, un ejercicio de autosanación, Batman su alter ego.
La trilogía es una representación metafórica del mundo incontrolable que habitamos, de un lado están los que dominan y del otro los dominados, en el medio solo un pequeño espacio para los radicales que desean purificarlo todo y en el camino pecan de terroristas, asesinos y ladrones, y los que sencillamente se niegan a aceptar un mundo como este, entre ellos, algunos optan por aportar su granito de arena en aras de un mundo más justo, otros en cambio entregan su vida a ello. Como Batman.
@gvargaszapata
Ya no merece la pena hablar de cómo Nolan desechó la ciencia ficción desde un primer momento y condujo el universo Batman hacia un plano dramático, oscuro y psicológico. Así se entiende al Bruce Wayne reflexivo, esquivo y desquebrajado de ahora, que renacerá de entre un alma y un pensamiento renovados. El caballero de la noche: La leyenda renace, es sencillamente el final perfecto de una saga perfecta, muy distante del estilo pseudosinfantil de la saga anterior, más cercano a un realismo frío y descarnado.
Nolan peca al igual que Burton al dar más valor a los villanos que al mismo Batman; lo vimos en The dark knight con El Guasón y se repite con todavía más agudeza en este Batman 3 con Bane y Gatubela. Lo que ocurre es que están mucho mejor argumentados, los villanos no se plantean como seres extraordinarios con facultades especiales, en torno a ellos hay una justificación humana. Así, al final se redimen para disiparse entre una mezcla extraña de lastima y afecto. Anne Hathaway construye a una Gatubela discreta, que orbita alrededor de Ciudad Gótica, que se implica solo lo necesario, pero con una intensidad penetrante y absorbente, un agujero negro fatal y encantador. Bane es simplemente el terror en persona.
En El caballero de la noche: La leyenda renace se funden el drama, el romance, la acción; sin que nada sea más importante y especial que los personajes y sus diálogos. Memorables y profundos son los de Michael Caine como un Alfred implicadísimo y emotivo; y otros bastante destacables provienen de Batman, Gordon o el mismo Bane.
La exaltación de lo técnico es otra cualidad imprescindible del filme, no solo por los efectos especiales, hay también un increíble trabajo de sonido, montaje, música y fotografía. Resulta que todo está en armonía y convergen para que la cinta sea una producción integral, que da espectáculo sí, pero que al mismo tiempo está respaldada por un gran guión. Wally Pfister es el artífice de una fotografía oscura pero también legible, de espectaculares paneos panorámicos y de escenas casi imposibles, repleta de detalles, y que alcanza la belleza gracias a su mezcla de tizne y elegancia.
Nolan acorrala a sus personajes hacia un final impecable e incondicional, pero también abierto. Su final en realidad es el final de un hombre que logra superar sus miedos para poder avanzar en la vida e intentar un poco de paz y felicidad, no es el final de una ciudad corrupta ni de sus malhechores (al fin y al cabo solo logra salvarse de Ra's Al Ghul). Para el magnate Bruce Wayne, Ciudad Gótica ha sido durante todo este tiempo, un ejercicio de autosanación, Batman su alter ego.
La trilogía es una representación metafórica del mundo incontrolable que habitamos, de un lado están los que dominan y del otro los dominados, en el medio solo un pequeño espacio para los radicales que desean purificarlo todo y en el camino pecan de terroristas, asesinos y ladrones, y los que sencillamente se niegan a aceptar un mundo como este, entre ellos, algunos optan por aportar su granito de arena en aras de un mundo más justo, otros en cambio entregan su vida a ello. Como Batman.
@gvargaszapata
Un nuevo Spiderman
GABRIEL VARGAS-ZAPATA | EL UNIVERSAL
viernes 13 de julio de 2012 03:04 PM
No sé hasta qué punto era necesario un relanzamiento de la saga, cuando lo hicieron con Batman me regocijé en mi orgullo friki y en mi honra para crear prejuicios que luego el señor Nolan se encargó de desbaratar en dos soplidos. Oye, si lo mismo iba a ocurrir con Spiderman, ¡adelante! Pero no ha sido exactamente así.
Para Marvel cada superhéroe es único y especial, para mí también, pero cuando de cine de trata, seamos claro, manda la taquilla y el merchadising; claro que esto no impide que se hagan las cosas bien. La primera saga de Spiderman me gustó, estuvo genial pero, a mi modo de ver, su extensión hasta una cuarta entrega terminó desgastando la creatividad del estudio. Algunas segundas partes son mejores (véase El Padrino II), incluso algunas terceras partes también (véase Toy story 3), pero nunca una cuarta parte fue mejor, nadie las recuerda. Creo que por esta razón Christopher Nolan lo tiene claro, sus Batmans serán tres y nada más que tres.
De cualquier forma lo que ahora tenemos es un Spiderman adolescente, pensado en una nueva generación que ni siquiera ha terminado de cuajar, con poca cultura cinematográfica y que consumirá el producto cualquiera que sea su presentación. Desde el punto de vista estructural no es innovadora, desde el de la construcción de los personajes tampoco, pero al mismo tiempo casi no se le puede sacar ninguna falta.
Los efectos especiales son perfectos, el sonido (si se ve en cines) es increíble, la historia de amor es tierna y romántica, el villano es repulsivo, la tía es dulce, todo es tan perfecto que cuesta creérselo. Únicamente eché en falta una argumentación mejor elaborada acerca del villano.
Lo que sí es cierto es que el nuevo director, Marc Webb, ha imprimido un estilo menos cinematográfico y más cercano a un cómic (que es la tendencia), por cuanto la estética y el uso de los colores y planos, nos ubican en esa sensación, aunque luego todo esto sea ensalzado en secuencias espectaculares de efectos especiales que el cine y solo el cine podría brindar.
El sorprendente Spiderman es más equilibrada, más justificada y más madura, el leve tratamiento psicológico de los personajes es menos reprochable y, por momentos, me trasladó a las series animadas de los '80 y '90. Es al mismo tiempo banal y divertida.
Una superproducción que cumple todos los cánones de Hollywood, una americanada dirían muchos, pero también una historia entretenida, tal vez con un enfoque muy trillado, pero en definitiva: una adaptación respetuosa.
@gvargaszapata
Para Marvel cada superhéroe es único y especial, para mí también, pero cuando de cine de trata, seamos claro, manda la taquilla y el merchadising; claro que esto no impide que se hagan las cosas bien. La primera saga de Spiderman me gustó, estuvo genial pero, a mi modo de ver, su extensión hasta una cuarta entrega terminó desgastando la creatividad del estudio. Algunas segundas partes son mejores (véase El Padrino II), incluso algunas terceras partes también (véase Toy story 3), pero nunca una cuarta parte fue mejor, nadie las recuerda. Creo que por esta razón Christopher Nolan lo tiene claro, sus Batmans serán tres y nada más que tres.
De cualquier forma lo que ahora tenemos es un Spiderman adolescente, pensado en una nueva generación que ni siquiera ha terminado de cuajar, con poca cultura cinematográfica y que consumirá el producto cualquiera que sea su presentación. Desde el punto de vista estructural no es innovadora, desde el de la construcción de los personajes tampoco, pero al mismo tiempo casi no se le puede sacar ninguna falta.
Los efectos especiales son perfectos, el sonido (si se ve en cines) es increíble, la historia de amor es tierna y romántica, el villano es repulsivo, la tía es dulce, todo es tan perfecto que cuesta creérselo. Únicamente eché en falta una argumentación mejor elaborada acerca del villano.
Lo que sí es cierto es que el nuevo director, Marc Webb, ha imprimido un estilo menos cinematográfico y más cercano a un cómic (que es la tendencia), por cuanto la estética y el uso de los colores y planos, nos ubican en esa sensación, aunque luego todo esto sea ensalzado en secuencias espectaculares de efectos especiales que el cine y solo el cine podría brindar.
El sorprendente Spiderman es más equilibrada, más justificada y más madura, el leve tratamiento psicológico de los personajes es menos reprochable y, por momentos, me trasladó a las series animadas de los '80 y '90. Es al mismo tiempo banal y divertida.
Una superproducción que cumple todos los cánones de Hollywood, una americanada dirían muchos, pero también una historia entretenida, tal vez con un enfoque muy trillado, pero en definitiva: una adaptación respetuosa.
@gvargaszapata
Héroes, villanos y extraterrestres
GABRIEL VARGAS-ZAPATA | EL UNIVERSAL
viernes 29 de junio de 2012 03:12 PM
La fórmula con la que Hollywood hace funcionar sus películas es siempre la misma: una buena estructura. Mucha agua ha pasado debajo del puente desde Aristóteles, pero en el fondo, lo esencial sigue igual. Así, Sony ha osado resucitar una saga olvidada y nos hace vivir de nuevo la misma aventura de siempre; otra cosa es que no estemos ni por asomo, cansados de ella. Todo claro, dentro de un Hollywood tradicional.
La tercera de la saga no iba ser la excepción, vuelven a mandar los efectos especiales y el típico espectáculo, la ciencia ficción en su esplendor más comercial. Pero detrás de todo eso, existen unos personajes bien construidos, entran en juego sentimientos y un trabajo psicológico que convierte a estos héroes de negros en reflejo mismo del espectador, en motivación y en moraleja; y lo hace con un nivel de entretenimiento magistral, absolutamente calibrado y con un final hiper rematado, sentenciando una conclusión llena de emociones.
Pero Hombres de negro 3 es una película exótica. Lo es por la gama de personajes, por el trabajo creativo que hay detrás de cada uno de ellos, aunque muchos no superen la simple figuración, y lo es por su mezcla de humor, acción y ciencia ficción retrofuturista.
Puede que sea una película pensada para taquilla, pero hace realidad esas preguntas con las que muchos hemos colapsados. No estamos solos en el universo, nunca lo hemos estado y ello es divertido por cuanto se convierte en un chiste visual, en un gag que como esas primeras películas de Edison, terminan y vuelven a empezar, terminan y vuelven a empezar, y así hasta completar casi dos horas de metraje. De manera que, se desecha cualquier prejuicio científico, aquí solo importa el cine, el espectáculo y la imaginación.
Hombres de negro 3 es la continuidad de una historia, no es transitoria ni demasiado novedosa. En algunos aspectos expande horizontes narrativos, se autoplantea sobre nuevos terrenos y se consagra como una de las sagas de ciencia ficción más originales de los últimos años. Aquí solo importa eso, la buena ciencia ficción, la Tierra amenazada, héroes, villanos y extraterrestres.
@gvargaszapata
gvargaszapata@hotmail.com
www.gvargaszapata.blogspot.com
La tercera de la saga no iba ser la excepción, vuelven a mandar los efectos especiales y el típico espectáculo, la ciencia ficción en su esplendor más comercial. Pero detrás de todo eso, existen unos personajes bien construidos, entran en juego sentimientos y un trabajo psicológico que convierte a estos héroes de negros en reflejo mismo del espectador, en motivación y en moraleja; y lo hace con un nivel de entretenimiento magistral, absolutamente calibrado y con un final hiper rematado, sentenciando una conclusión llena de emociones.
Pero Hombres de negro 3 es una película exótica. Lo es por la gama de personajes, por el trabajo creativo que hay detrás de cada uno de ellos, aunque muchos no superen la simple figuración, y lo es por su mezcla de humor, acción y ciencia ficción retrofuturista.
Puede que sea una película pensada para taquilla, pero hace realidad esas preguntas con las que muchos hemos colapsados. No estamos solos en el universo, nunca lo hemos estado y ello es divertido por cuanto se convierte en un chiste visual, en un gag que como esas primeras películas de Edison, terminan y vuelven a empezar, terminan y vuelven a empezar, y así hasta completar casi dos horas de metraje. De manera que, se desecha cualquier prejuicio científico, aquí solo importa el cine, el espectáculo y la imaginación.
Hombres de negro 3 es la continuidad de una historia, no es transitoria ni demasiado novedosa. En algunos aspectos expande horizontes narrativos, se autoplantea sobre nuevos terrenos y se consagra como una de las sagas de ciencia ficción más originales de los últimos años. Aquí solo importa eso, la buena ciencia ficción, la Tierra amenazada, héroes, villanos y extraterrestres.
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