Humor hostil...
El mandón sufre de un humor que pronuncia el insulto, incita a la burla y está pleno de sarcasmo
RAFAEL MUCI-MENDOZA | EL UNIVERSAL
domingo 8 de julio de 2012 12:00 AM
De acuerdo a la teoría griega de los humores, todos los líquidos orgánicos estaban compuestos en variable proporción por sangre (caliente y húmeda), flema (fría y húmeda), bilis amarilla (caliente y seca) y bilis negra (fría y seca). Se encontraban en equilibrio si el sujeto gozaba de salud, pero en cambio, si existía exceso o defecto de alguno de ellos se producía la enfermedad. En concierto con la teoría, en toda dolencia existirían tres etapas: Una, el cambio en las proporciones humorales causada por factores externos o internos; le seguiría la reacción del organismo ante esa alteración, y culminaría con la crisis final en la que el organismo acabaría con la eliminación del humor que estaba en exceso o con la muerte.
El mandón sufre de humor hostil, ese que pronuncia el insulto, incita a la burla y está pleno de sarcasmo; él olvida, que si bien perjudica a los demás, más aún lo quebranta a él al expresar y dejar entrever su baja autoestima y minusvalía, su ausencia de empatía y su indignidad que trata de proyectar en los demás.
Pero a la inversa, el sentido del humor y la risa son benéficos para la salud en sus vertientes física y psíquica. Hay que aprender a poner límites entre la realidad que incita al desconsuelo y nuestra propia integridad: La risa sirve de escape y brinda seguridad a nuestra psiquis. Libera tensiones, aquieta preocupaciones, es balsámica y nos permite olvidar temporalmente las angustias.
Bienvenidos sean los Zapatas, los Claudios, los Laureanos, los Weils y las Raymas y otros, y su filoso humor dirigido a delatar las contradicciones de los gobernantes, a facilitar la risa, con respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Lástima que ese humor fino y penetrante no sea entendido por la mente simple ni permee a través de pestilentes corazas.
rafael@muci.com
El mandón sufre de humor hostil, ese que pronuncia el insulto, incita a la burla y está pleno de sarcasmo; él olvida, que si bien perjudica a los demás, más aún lo quebranta a él al expresar y dejar entrever su baja autoestima y minusvalía, su ausencia de empatía y su indignidad que trata de proyectar en los demás.
Pero a la inversa, el sentido del humor y la risa son benéficos para la salud en sus vertientes física y psíquica. Hay que aprender a poner límites entre la realidad que incita al desconsuelo y nuestra propia integridad: La risa sirve de escape y brinda seguridad a nuestra psiquis. Libera tensiones, aquieta preocupaciones, es balsámica y nos permite olvidar temporalmente las angustias.
Bienvenidos sean los Zapatas, los Claudios, los Laureanos, los Weils y las Raymas y otros, y su filoso humor dirigido a delatar las contradicciones de los gobernantes, a facilitar la risa, con respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Lástima que ese humor fino y penetrante no sea entendido por la mente simple ni permee a través de pestilentes corazas.
rafael@muci.com
La bestialización de las masas...
¿Está Chávez enfermo tanto cómo lo que se ha dicho? ¿Hemos sido ciudadanos críticos en este asunto?
ORLANDO VIERA-BLANCO | EL UNIVERSAL
domingo 8 de julio de 2012 12:00 AM
Los seres humanos -sentenció el filósofo y periodista Walter Lippmann- estamos más dispuestos a creer en Imágenes mentales preexistentes, que llegar a juicios críticos y a la verdad. Lippmann en su afán de reconciliar la libertad de expresión con la democracia, denunciaba el afán propagandístico de condensar las ideas a través de símbolos para "educar" al público a la noticia y a los intereses del agente político. A partir de allí, somos mass-media, un cuerpo colectivo amorfo reducido a pinceladas prefabricadas en la cabeza, que nos lleva como rebaño de bestias desconcertadas y amoldables, a los intereses de los especialistas de opinión (Platón).
Si en algo ha sido efectista el gobierno del presidente Chávez, es en la creación de imágenes y simbologías que han construido una percepción de empoderamiento e ilusión en un grueso de la población, que niega el derecho y la existencia del otro... Para ello ha recurrido a la idea del hombre omnipresente, del hombre-masa, el que sintiéndose vulgar -al decir de Ortega y Gasset en su obra,La rebelión de las masas- proclama el derecho a la vulgaridad, se siente insustituible y se niega a reconocer instancias superiores a él. Así su vulgar opinión se hace decreto y acción directa sobre un colectivo inerme, incapaz de contenerle, por lo que nuestra valoración como sociedad, se vulgariza y nos hace subciudadanos asemejados "a todo el mundo", es decir, al genio y autoridad del hombre-vulgar.
Spengler -filósofo alemán- advirtió en La decadencia de Occidente, de la promoción de estereotipos que deniegan de cuerpos individuales críticos. Es la atadura a la "morfología de la cultura de las masas" que no es más que el dominio de la propaganda sobre la conciencia. Y todo vale... por lo que Spengler no vaciló en proclamar la etapa final de la cultura occidental, obsesionada por lo público y lo especulativo, donde pensar es neutralizado por la "tarea de inteligencia" noticiosa... ¿Está Chávez enfermo tanto cómo lo que se ha dicho? ¿Hemos sido ciudadanos críticos en este asunto? Creo que no. Hemos sido atrapados por los agentes políticos y noticiosos que al decir de Platón, nos guían como bestias sin razón...
La propaganda no puede seguir siendo instrumento de vulgarización de nuestro juicio crítico. Debemos encarnar al hombre que se avergüenza profundamente de la manipulación masiva y que va en búsqueda de la verdad. Lograrlo amerita romper con la bestialización de la opinión pública que no es más que desnudar los estereotipos morales que nos agobian y neutralizan, impregnados de mitos y leyendas, y poco o nada de realidad... ¡Cuánto daría por conocer las fuentes"confiables" de los galenos de Twitter!
vierablanco@gmail.com / @ovierablanco
Si en algo ha sido efectista el gobierno del presidente Chávez, es en la creación de imágenes y simbologías que han construido una percepción de empoderamiento e ilusión en un grueso de la población, que niega el derecho y la existencia del otro... Para ello ha recurrido a la idea del hombre omnipresente, del hombre-masa, el que sintiéndose vulgar -al decir de Ortega y Gasset en su obra,La rebelión de las masas- proclama el derecho a la vulgaridad, se siente insustituible y se niega a reconocer instancias superiores a él. Así su vulgar opinión se hace decreto y acción directa sobre un colectivo inerme, incapaz de contenerle, por lo que nuestra valoración como sociedad, se vulgariza y nos hace subciudadanos asemejados "a todo el mundo", es decir, al genio y autoridad del hombre-vulgar.
Spengler -filósofo alemán- advirtió en La decadencia de Occidente, de la promoción de estereotipos que deniegan de cuerpos individuales críticos. Es la atadura a la "morfología de la cultura de las masas" que no es más que el dominio de la propaganda sobre la conciencia. Y todo vale... por lo que Spengler no vaciló en proclamar la etapa final de la cultura occidental, obsesionada por lo público y lo especulativo, donde pensar es neutralizado por la "tarea de inteligencia" noticiosa... ¿Está Chávez enfermo tanto cómo lo que se ha dicho? ¿Hemos sido ciudadanos críticos en este asunto? Creo que no. Hemos sido atrapados por los agentes políticos y noticiosos que al decir de Platón, nos guían como bestias sin razón...
La propaganda no puede seguir siendo instrumento de vulgarización de nuestro juicio crítico. Debemos encarnar al hombre que se avergüenza profundamente de la manipulación masiva y que va en búsqueda de la verdad. Lograrlo amerita romper con la bestialización de la opinión pública que no es más que desnudar los estereotipos morales que nos agobian y neutralizan, impregnados de mitos y leyendas, y poco o nada de realidad... ¡Cuánto daría por conocer las fuentes"confiables" de los galenos de Twitter!
vierablanco@gmail.com / @ovierablanco
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