29 junio 2012
Alfonso Betancourt || Desde el Meridiano 68
Enseñanza y legado indígena
Salta a la vista que los venezolanos de ayer como de hoy, siguiendo el patrón de conducta que heredamos de los españoles, que ponían en práctica más las teorías de los legistas esclavizantes y precursores del coloniaje imperialista como Sepúlveda o Palacios y Rubios, que el humanismo de Vitoria, de Montesinos o del Padre Las Casas, veamos con ojeriza, y si se quiere con desprecio no disimulado, al indígena y lo que él representaba y representa.
El molde mental que ha guiado y guía nuestra conducta, con relación al indio, en muy poco ha variado para mejorar su existencia cuando no para empeorarla. No pasan de declaraciones, gestos, campañas y congresos y buenos propósitos lo que un indigenismo que ya consideramos trasnochado, ha hecho respecto al aborigen.Parece que como emulando la interminable discusión del siglo XVI se continúan quedando en el papel las buenas intenciones de quienes quisieron y quieren ennoblecer al indio como ser humano, como persona, con respeto a su etnia, medio geográfico y cultura. Si ayer las leyes de Indias, no pasaron del humanismo declarativo, pero no efectivamente real por cuanto el indio no logró convertirse en un verdadero sujeto de derechos, pero sí de deberes que muy poco lo diferenciaban del estado de esclavitud, hoy seguimos con la misma cantinela a través de las instituciones públicas como privadas para enaltecer su dignidad humana y todo lo que él representa, pero sin resultados positivos. Todo queda en el vacío, lo repito, de las buenas intenciones mientras las comunidades indígenas van de mal en peor sufriendo el azote de compatriotas criollos como de extranjeros explotadores.Los venezolanos exceptuando los que conocen, sienten y comprenden el problema, adoptamos indiferencia e incomprensión hacia el indio y su mundo. (Con este título Giulberto Antolínez escribió un valioso libro) No hay nivel cultural que pueda eximirse de esa actitud. El hombre de la calle como la persona medianamente culta o el profesional que pretende serlo, se expresan del indio en exclamaciones como éstas: ¡pareces un indio!, ¡eres más bruto que un indio! ¡epa, inmoral, falta de respeto, andas desnudo como los indios! ¡mientras tengamos esa herencia indígena de la flojera no echaremos pa´lante!, ¡ey, indio sucio, cochino!, ¡ah, no cómo puedes progresar si vives como los indios!, etc. retratan lo que queremos explicar.
¿Qué ha sucedido para que hayamos tomado ese comportamiento repudiable a todas luces?
Complejas son las causas que darían la respuesta. pero entre otras tenemos:
1.- La supuesta creencia que todo nos vino de Europa (es el estigma de superioridad que impusieron los conquistadores y colonizadores).
2.- El uso, costumbre y tradición, desde la conquista, de hablar mal no solamente del indio y lo suyo sino de escarmentar en él para mantener el dominio y superioridad.
3.- Pretender borrar, no solamente con un ejemplo de minusvalía, sino de vergüenza, lo que pudiera haber de indio- y que lo hay mucho- en nuestra sangre y composición étnica, muy bien retratado en el físico cóctel racial de los venezolanos.
4.- El aislamiento en que por defensa de ser aniquilados totalmente, se han mantenido y se mantienen los indígenas conservando sus rasgos vitales que los diferencia del resto de la población.
5.- Que la educación en el pasado- y aquí está una de las causas fundamentales- hizo ver que el indio era un ser desnudo o semidesnudo que en estado salvaje había vivido y vivía en Venezuela. Un total desconocimiento de su cultura y de sus aportes a la formación del pueblo venezolano, sirvió de fundamento para ensartar las más grandes y espectaculares mentiras que contribuyeron a formarnos esa imagen distorsionada que del mismo tenemos. Posteriormente superada esa etapa, los programas educativos, muy a la ligera , tratan lo que debiera ser un exhaustivo y bien planificado sistema para enseñar, desde primaria, lo que constituye una de las raíces principales de lo que en el presente somos, así no lo queremos, ver, entender, y comprender.
Los venezolanos, respecto al indio, somos de pensamiento y acción más peligrosos que los imperialistas que nos explotan económicamente y nos doblegan culturalmente. Esto es retórica ni hueca palabrería. Es realidad visible con ejemplos sobrados donde incluso se ha llegado hasta el genocidio como sucedió hace pocos años con indios del Estado Apure.
No hay comentarios:
Publicar un comentario