ALFONSO BETANCOURT || Desde el Meridiano 68
Venezuela y sus niños
El niño soñó bella a Venezuela. La vio llena de bosques, de pájaros y ríos. Cuando se bañaba en uno de éstos, se maravilló de sus aguas cristalinas y de los muchísimos peces que él, afanosamente, pero sin éxito, trataba de atrapar. Caminó por las arenas puras de las riberas y se sorprendió de la presencia de garzas multicolores en compañía de cristofués, torditos y cotorras.
Sobre el lomo de una baba, que tomaba su baño de sol, admiró arrendajos y turpiales en la sinfonía de un concierto matinal. Penetró hacia el bosque vecino y se deleitó en la algarabía de guacamayas, loros y guacharacas; en los saltos acrobáticos de ardillas y de monos; en la carrera asustadiza de los picures y en la lejana visión de un venado que saltó para perderse en la profundidad del horizonte.
Pero también soñó y se asustó con los picures cuando llegó la hora del silencio y en la inmensidad del bosque de los árboles se le parecían a gigantes que lo contemplaban a la espera de abalanzarse sobre él. Entonces, desesperadamente, corrió y corrió para encontrarse, de pronto, con que estaba al otro lado del bosque y en las orillas de una llanura que se extendía ilimitadamente cubierta de pastos y donde apacentaban caballos, vacas y novillos en la amistad de gabanes y alcaravanes bulliciosos. Todo, en el sueño, fue una maravillosa aventura que contó a sus padres y hermanos.
Vivían en Caracas y ya se comprenderá cuánto significa un sueño de éstos en la existencia de un niño prisionero de la selva de cemento de la ciudad y de la ausencia de las cosas bellas que soñara. El padre le refirió que lo soñado, hasta no muy lejano tiempo, lo disfrutaban los niños y adultos a pocas horas de Caracas.
Que él recordaba esos deliciosos momentos como los más gratos de su vida; pero que ahora, para poder gozar el mismo paisaje, y hasta con otras tonalidades, había que ir lejos, muy lejos de Caracas. Entonces el niño, entusiasmado, pidió a sus padres que lo llevaran a conocer esa realidad. Los padres, dolorosamente, le respondieron que no contaban con el dinero suficiente para complacerlo.
Lo narrado, que podría ser ficción en su totalidad, no lo es. Realmente lo están viviendo los niños de esta Venezuela de ciudades saturadas no sólo de población sino de los múltiples problemas que trae el crecimiento incontrolado de aquella.
Difícil es para los niños, cuando no imposible, cuyos familiares carecen de recursos, esa que pudiera ser otra Venezuela que hace pocos años se disfrutaban en parajes cercanos a las ciudades ahora atiborradas de muchedumbre desesperadas donde los niños son los que más sufren porque pareciera que todo aliento de superación les fuera negado.
Esa Venezuela bucólica, soñada por el niño, fue arrasada por concentrarse en ella el ochenta por ciento de la población del país aparejando con ello la destrucción de bosques y ríos y el desplazamiento de la fauna hacia remotos lugares. Así que el niño del cuento, Juan, Pedro o como quiera llamársele, un día desapareció. Con su mochila de sueños, se fue a la conquista de esa otra Venezuela.
ANTONIO ECARRI BOLIVAR ||
Ay qué dolor qué pena ¿mambrú se va a la guerra?
Cuando el Duque de Marlborough, ancestro de Winston Churchill, anunció que se iba a la guerra, los humoristas hispanos de aquella lejana época le compusieron una cancioncita burlona, que se hizo famosa, cuyo estribillo decía - españolizando el Marlborough como “mambrú” - “Ay, qué dolor, qué pena “mambrú” se fue a la guerra montado en una perra, la perra iba ladrando y “mambrú” disparando”.
Si este gobierno no cometiera tantos atropellos, si los actuales mandatarios no aspiraran torcer el camino democrático e instaurar una dictadura a la cubana, si no fuesen tan exageradamente piratas en la conducción del Estado, si no hubiese tanta corrupción y no existiera la malhadada Resolución del Ministerio de la Defensa que le otorga facultades a la milicia bolivariana para intervenir en los pensa de estudios de la educación venezolana - desde la básica hasta la universitaria - podríamos gozar un “puyero” permanente con las payasadas que a diario comete el régimen y su gran timonel.
Aunque no debemos llamarnos a engaño: todas las intentonas de este fatídico régimen para intentar militarizar la educación, para instaurar milicias, comprar armas y empatarse en una absurda carrera armamentista no es contra el “imperio”, ni contra los colombianos, es contra una sociedad que ya no aguanta más atropello, por lo que imaginan una confrontación a la que le tienen terror y por eso quieren andar como el guapo de barrio con un revólver al cinto.
¿Ustedes pueden creer que se están preparando para una guerra asimétrica contra el “imperio” norteamericano? Un solo dato es como para inhibir cualquier ilusión de enfrentar a los gringos: su fuerza aérea está compuesta de más de 5.778 aviones en servicio, 2.402 son cazas y 1,245 de estos son variantes del F-16, mientras que “los guapos” de aquí sólo tienen seis F16 que no están operativos y los demás son 20 Sukhoys comprados a los rusos y unos avioncitos entrenadores medios K-8 Karakorum adquiridos a los chinos para cubrir la fallida adquisición de los Súpertucanos a Brasil a causa del veto impuesto por Estados Unidos, ya que el Súpertucano posee componentes fabricados en la sede del imperio.
Ahora, pensar que nos estamos armando para una confrontación con Colombia es otra necedad, pues recuerdo que cuando en el gobierno de Lusinchi estuvimos al borde de una confrontación con Colombia, a raíz del disparate colombiano del “Caldas”, un General venezolano - de los de verdad - me decía que nunca debíamos imaginar siquiera una guerra con el hermano país, no sólo por razones humanitarias sino también porque, viéndolo con la óptica del pragmatismo militar, mientras nosotros no tenemos nada que bombardear allá, ellos podrían en cambio con dos incursiones aéreas acabar con los pozos petroleros, las refinerías, además del Guri, viniéndose toda nuestra energía al suelo, por lo que pasarían muchísimos años para poder recuperarnos de esas cuantiosísimas pérdidas materiales, sin hablar de las terribles consecuencias en bajas humanas.
Así que esta nueva intentona del gobierno por contrabandearnos una Resolución del Ministerio de la Defensa para “milicianizar” a nuestros niños, no es más que la impertinencia de un gobierno desesperado que cree poder controlar la mente de una juventud que jamás tolerará el pensamiento único para darle estabilidad a un megalómano que quiere perpetuarse en el poder.
Con mucha seriedad y responsabilidad los diputados de la MUD, en sinergia con la sociedad civil representada por el “Consenso Educativo”, desde la sede de la Fundación Arturo Uslar Pietri, exigieron al Ministro de la Defensa derogar ese adefesio jurídico dictado por esa institución que le entrega a las “milicias bolivarianas” la educación para militarizar a nuestros hijos.
Las declaraciones del Ministro de la Defensa, quien parecía un hombre serio y nada talibán, ahora permite que lo pongan a hacer el ridículo diciendo que eso que aparece en Gaceta Oficial no es lo que ellos quisieron decir.
Que sólo pretendían darles clases a los muchachos de historia militar y de tecnología de punta. Con razón el Presidente de la Fundación Uslar le leyó al Ministro su Resolución y le pidió, que si era cierto lo dicho por él, simplemente procediera a derogar el esperpento “legal” que viola la Constitución y las normas supra constitucionales de defensa de los más elementales Derechos Humanos, consagrados en todos los tratados sobre la materia, suscritos por Venezuela y por ende leyes de la República.
Esta nueva intentona contra la educación y formación de nuestros hijos es tan irracional y tragicómica que provoca, más que hacer un serio y sesudo análisis de pedagogía o estrategia militar, imitar la picaresca española y en vez de recordar a “Mambrú”, deberíamos traer en nuestro auxilio la guaracha puertorriqueña que tiene una dialéctica más o menos parecida a la lógica del Ministro de la Defensa y que dice así: ¿por qué fue que Songo le dio a Borondongo? porque Borondongo le dio a Bernabé.
Por qué Borondongo le dio a Bernabé? porque Bernabé le pegó a Muchilanga. ¿Por qué Bernabé le pegó a Muchilanga? porque Muchilanga le echó a Burundanga. Por qué Muchilanga le echó a Burundanga? Porque a Burundanga se le hinchan los píes.
Ministro usted es un hombre serio, no deje que la guaracha de los piratas instalados en Miraflores lo ponga a hacer el papel de Borondongo o...¿es el de Muchilanga?
FERNANDO FACCHIN B. ||
Objeción de conciencia y militarización del futuro
Las escuelas van a ser utilizadas como trincheras del grupo paramilitar denominado “Milicias” para adiestrar en las hostilidades políticas del régimen contra la sociedad civil, desconociendo el gobierno que los niños y adolescentes tienen la condición de bien protegido por la Constitución, la LOPNA y los tratados internacionales, situándolos en grave riesgo al convertirlos en objetivo militar.
Internacionalmente, el único garante en materia de derechos humanos es el Estado, la afirmación según la cual los actos de los grupos paramilitares pueden catalogarse como una violación a los mismos, se fundamenta en la responsabilidad por acción y omisión de éste respecto de su respeto, fortalecimiento y consolidación. Las “Milicias”, grupo paramilitar inconstitucional, actuarán en los colegios, más como mafia oficialista, que como un componente regular de la FANB, lo que no son ni serán.
Además de los impactos negativos a los derechos de los niños y adolescentes, la militarización de las escuelas trae consigo modificaciones en la manera de actuar de los niños y adolescentes, quienes crecerán incorporando dinámicas guerreristas a sus códigos de conducta y asimilándolas como normales, imitación a los “misioneros”, a quienes consideraran un ejemplo de autoridad, posteriormente, terminan vinculándose a grupos de delincuencia común o siendo reclutados por otras fuerzas irregulares.
Esto exige la reflexión y la organización de la sociedad para oponerse a tal aberración político-ideológica, agudizada por la decadencia social y política del gobierno. El objetivo es implantar un mecanismo arbitrario de control social.
La militarización es un recurso indispensable de los gobiernos ilegítimos y de las ofertas políticas que carecen de contenidos genuinos. Mano dura, cámaras de vigilancia, delación, tolerancia cero, ideologización infantil y juvenil, es lo único que el gobierno está dispuesto a ofrecer.
Por eso invierten enormes sumas de dinero en su propaganda del miedo, para eso promueven la desconfianza, la delación, el desgarramiento del tejido social mediante la penetración de paramilitares en la educación, estrategia psicológica que es inaceptable por la sociedad civil, no podemos permitir que el miedo se apodere de nuestras vidas.
Este proceso de militarización de nuestros escolares sólo se detendrá si denunciamos abiertamente que la abominable estrategia oficialista desprecia la vida humana y nos desensibiliza con la violencia.
Este es el momento de presentar nuestra “Objeción de Conciencia” para oponernos, por razones éticas, a la militarización escolar, debemos imponer la ley de la conciencia humana por encima de la ley pretoriana e inconstitucional, la “Objeción de Conciencia” es un derecho humano fundamental que tiene por finalidad socavar toda la farsa seudo democrática del régimen.
Con ocasión de la promulgación de ese adefesio jurídico denominado LOFANB y su grotesco texto, hemos podido apreciar a diferentes personajes de gris trayectoria, convertidos en tartufos, vacíos de intelecto, genuflexos del poder, con un desequilibrio intelectual inocultable defienden la ley, donde más que servilismo, hay un entreguismo absoluto ante un pragmático sin doctrina cuya única obsesión es el poder, sólo tenemos entreguismo y celestinaje servil.
La defensa a la oprobiosa LOFANB es producto de una ciega y codiciosa obsecuencia. Sólo la bajeza humana tolera semejante degradación de la condición política, producto de la conveniencia y el oportunismo, síntoma de descomposición moral, de allí que hoy, el país no pasa de ser el remedo de una República Bananera, donde se ha puesto bajo sospecha el comportamiento individual caracterizado por una conducta anómala y una incomprensible falta de autoconciencia. Sin dignidad nada es posible.
En 2012 milicias podrían superar en número a las FANB
(Foto José Félix Lara)
Luis Carías / redaccion@el-carabobeno.com
Crear la sensación de un millón de hombres en armas transitando en las calles. Esa es la misión que se propone el Gobierno para el año 2012 con la finalidad de dar un mensaje al país: aunque la revolución es pacífica, está armada, lista para defender el proceso revolucionario y a su líder, el presidente de la República, Hugo Chávez.
El vicealmirante en situación de retiro, Rafael Huizi Clavier, dice tener en su poder documentos que establecen un plan de desarrollo, según el cual para este año se prevé que la milicia tenga en pie de fuerza, es decir, tiempos de paz, al menos 500 mil integrantes, una cantidad que supera con creces a los integrantes activos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
En entrevista para El Foro de los Lunes, Huizi Clavier explica que en la historia, el cuerpo castrense nunca ha pasado de 150 mil hombres. "Más bien, se tenía una política de disminuir el número por razones presupuestarias, pero mejorando la calidad".
En el plan está escrito que para el próximo 13 de abril cuando celebre un aniversario más de su vuelta al poder, el presidente Chávez juramentará, al igual que el año pasado, a nuevos milicianos que desfilarán con fusiles en manos, lanzacohetes y estrenarán un nuevo uniforme color caqui, "asemejando a su icono: Ezequiel Zamora que simboliza al civil armado".
La cifra de un millón de milicianos, sin embargo se presenta como "inimaginable". A su juicio, es un mensaje que se daría a la opinión pública, "irreal e inviable, pero que no se puede descartar, porque las milicias estarían conformadas por cuerpos combatientes que en el concepto son los empleados de las empresas públicas o privadas que voluntariamente se incorporen".
Pero ¿qué motivaría ese estratégico movimiento? Recuerda el ex director del Gabinete del Ministerio de Defensa que el próximo año se celebrarán elecciones presidenciales. "Su popularidad (Chávez) está menguando y debe apurar el paso en la militarización de la sociedad".
Socialismo en la escuela
Referente al Plan Integral de Educación Militar, relata que durante los 40 años -denominados ahora como la cuarta república-, se impartía en los liceos de educación secundaria la instrucción premilitar para buscar "un acercamiento entre los jóvenes y la FANB para que la gente se interesara, pero jamás orientado a una ideologización sobre un proyecto político".
Tampoco se prestaba a confusión lo que son ahora los artículos 322 y 326 de la Constitución que establecen la corresponsabilidad de la sociedad con la defensa de la nación, "pero las milicias están basadas en el pueblo en armas". Ese concepto, distancia quien otrora ejerciera la vocería oficial del Ministerio de la Defensa, no quiere decir que los ciudadanos empuñarán un arma, "porque eso está al margen de la Carta Magna".
"Penetrar" las escuelas. Ese sería el objetivo del Plan Integral, "para comprometer a ciudadanos con un proyecto político: el socialismo del siglo XXI". ¿La prueba? Si se revisa la página Web de las milicias se puede observar con claridad la relación directa del partido de Gobierno con los cuerpos paramilitares, "que sustituirían con el tiempo a la FANB", afirma.
Paralelismo peligroso
Para llevar adelante ese proceso "totalitario" de penetración en la sociedad es necesaria una resistencia nula. "A pesar de ser golpeada y destruida en sentido profesional, la FANB aún mantiene un sector importante bajo un esquema institucional y el Presidente no confía en ella al 100%, por lo que debe hacer un órgano paralelo, que siga con fervor su proceso y así afinar la revolución".
El ex director de la Escuela Naval de Venezuela compara a las milicias con los cuerpos paramilitares de algunos gobiernos de Oriente Medio. "En el caso de Mubarak (Egipto), era un caso de militar de carrera que nunca desvirtuó el sentido institucional y los militares le pidieron la renuncia para evitar una guerra civil".
Muy diferente a la versión Libia donde se creó una especie de guardia pretoriana romana que defendía únicamente a su líder: Muammar Gaddafi y atacaba a su pueblo, "eso es lo que se persigue, pese a que eso fue rechazado en la reforma constitucional del 2 de diciembre de 2007. Una institución armada que defenderá al presidente y su proceso revolucionario". Es decir, mientras en Oriente Medio muere, en Venezuela nace.
Lo peor es que en el momento en que fallan defendiendo el proceso político que juran enaltecer "a un dictador", corren el riesgo de ir a las montañas y convertirse en guerrillas. Asegura que sea de derecha o izquierda, las milicias son creadas por gobiernos con tendencias monárquicas. "Benito Mussolini es un ejemplo de derecha".
Veneno interno
Cuando el general Henry Rangel Silva declaró que la FANB juró su amor a la revolución, "se comenzaron a caer procesos de institucionalidad que tenían más de 40 años en construcción".
Eso es muestra, a juicio de Clavier, que se necesita debilitar a la institución. "Para destruirla se comienza por dentro, metiendo veneno, inyectando medidas como es el caso de los milicianos que podrían llegar a generales sin estudiar o cuando el mando se centraliza en el Presidente de la República" y Comandante en Jefe, "como un componente militar privado".
Como se sabe que para ascender de grado debe estarse "de buenas" con la persona que tiene ese poder, ser leal y obediente, se abren dos caminos: o se rompe la integridad militar y la dignidad o la persona abandona el cuerpo castrense "que ha pasado en repetidos casos durante los últimos años".
Es entonces cuando el Presidente introduce elementos distorsionadores, como la obediencia, disciplina para buscar lealtades, "así es como se desprestigia y desmoraliza a la FANB".
Se pretende cambiar la meritocracia por lealtad
Desvirtuar su misión, Crear división y desmoralizar al cuerpo castrense. Eso es lo que se busca, a juicio de quien ejerciera la Jefatura de Personal de la Armada cuando se sustituye la meritocracia por la lealtad. "Se destruye la carrera militar cuando se introduce al oficial de milicia como un cargo válido, sin ninguna preparación previa, lo cual es un irrespeto a la institución y la dignidad de sus miembros".
Se desmoronan entonces los viejos patrones y se crean unos nuevos, ahora politizados: calidad revolucionaria, socialismo y refundación de la nación. "Los militares deben aceptarlo, no les queda otro camino y deben ver que al final, podrían enfrentarse con las milicias como ocurrió en Libia".
Cuando llegó Chávez al poder se centró en el tema militar, "se tenía desde entonces la idea de desprestigiar, desmoralizar y provocar al cuerpo castrense". Afirma que se planeaba "destruir a la FANB" y sobre la marcha "construir otra cosa" y el 11 de abril del año 2002, fue una respuesta a eso, "porque había militares del pasado que creían en la democracia y la institucionalidad y reaccionaron ante la implementación del Plan Avila".
Fue entonces cuando comenzó la "corrupción" en la FANB, al reemplazar la meritocracia por la obediencia, "incluso hay militares ahora que no hacen nada, pero están comprometidos con el Presidente y el proyecto político que adelanta".
Militarización de la sociedad
Otros puntos de gravedad comenta quien fuera jefe de la Casa Militar, durante el segundo período de Carlos Andrés Pérez. En la última Ley de Alistamiento Militar la inscripción en el registro es de carácter obligatorio, cuestión que generó polémica el año pasado, "eso puede llevar a terrenos peligrosos, porque primero es eso, pero luego cualquier ciudadano es elegible para prestar servicio militar, pues está en la reserva de la nación".
Sólo con la implementación de ese mecanismo "se militariza a la sociedad", porque todos pasan a ser reservistas. En ese caso los funcionarios del Gobierno van mucho más allá de las milicias, observa con preocupación.
El presidente del Frente Institucional Militar precisa respecto al sistema jurídico militar que la última reforma decreto con rango, valor y fuerza a la Ley Orgánica de la FANB define al Presidente como la máxima autoridad, por encima de los Tribunales Militares, la Fiscalía, Defensoría o los Tribunales Auxiliares, "o sea, cualquier ciudadano pudiera ser juzgado allí al pertenecer a la reserva por un capricho o retaliación política".
Además, al imponerse un grado militar no se sabe si al terminar su mandato, Chávez también se desprenderá de ese cargo, "puede ocurrir como con Augusto Pinochet que perdió el poder, pero era comandante y por ende, podía entrar en los cuarteles", advierte.
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