29 abril 2011
Por está razón la investigadora lo enmarcó desde el enfoque de la psicología positiva, cuyos teóricos identificaron las principales fortalezas del ser humano para desarrollar potencialidades frente al trauma y la adversidad.
Esto determinó que se evaluara a través de la Escala Multidimensional de Autoconcepto AF5 de García y Musitu (2007), Escala de resiliencia de Wagnild y Young (1999), y el Inventario de experiencias y respuesta sexual en la discapacidad de Torices y Bonilla (2003), a un grupo de 50 personas, con y sin pareja, de ambos sexos y distintos subtipos de discapacidad.
El diseño corresponde a un estudio de campo, transversal y de corte correlacional, el cual constó de tres fases: diagnóstico, medición y análisis de los resultados, utilizando la Prueba Correlacional Múltiple, como técnica de análisis y el programa informático SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) versión 17 para Windows.
Los resultados obtenidos luego de cumplir todos los pasos de la investigación fueron los siguientes: la relación entre el autoconcepto, los factores resilientes y la sexualidad; en el coeficiente de correlación múltiple fue de R=0,320 y en el coeficiente de determinación R2 =84. Concluyendo que el 84% de la sexualidad de la persona con discapacidad física o sensorial, se relaciona positivamente con el autoconcepto y los factores resilientes.
Por lo tanto, el sujeto que puntuó alto en el autoconcepto físico, obtuvo la misma puntuación en la confianza en sí mismo, ecuanimidad, perseverancia, satisfacción con la vida, aumentando sus niveles de sociabilidad, logrando mayores relaciones interpersonales que le permiten disfrutar de su sexualidad en relaciones de pareja.
De los resultados obtenidos en este estudio, se desprende la existencia de una relación positiva débil entre el autoconcepto, los factores resilientes de la personalidad y la sexualidad en la persona con discapacidad física y sensorial.
Esta circunstancia hizo que se hiciera necesario ampliar la muestra, clasificando a los sujetos en función de su grado de discapacidad e incluyendo otras variables, como: momento vital de la adquisición de la discapacidad, la sobreprotección familiar y la existencia de tratamiento psicológico para afrontar tal vivencia.
Existen indicativos de que la persona que se inserta en el área laboral, logra alcanzar un nivel de pertenencia social, originada de la aceptación de sus compañeros de trabajo, lo que permite desarrollar confianza en sí mismo y autoaceptación física así como la percepción positiva de aceptación familiar.
En algunos casos, al sentirse aceptado, se siente útil y valorado en su entorno inmediato, aumentando en cierta medida su sentido de deseabilidad sexual, sin alcanzar las experiencias sexuales compartidas en pleno. Lo que implica que en la persona con discapacidad física y/o sensorial el ingreso al área laboral no determina definitivamente, que se establezcan relaciones de pareja.
Sin embargo, los resultados explican que la persona con discapacidad física o sensorial, que se percibe físicamente agradable, cuida su imagen, lo que la hace socialmente atrayente.
En el área académica - laboral es estimada y aceptada por los compañeros, ya que además tiene una percepción positiva del cumplimiento de su rol debido a las cualidades específicas valoradas en ese contexto, donde asume proyectos difíciles y los termina con mínimas quejas y buen humor.
Modera sus respuestas extremas ante la adversidad. Siendo el área laboral en donde se lleva a cabo la mayor socialización con pares del género opuesto, y por ende donde se realizan la mayor parte de los procesos de formación de pareja.
Las personas desarrollan fortalezas frente al trauma y la adversidad
El objetivo fundamental de la presente investigación fue determinar si existía relación entre los niveles de autoconcepto y los factores resilientes de la personalidad con la sexualidad de las personas con discapacidad física y/o sensorial.Por está razón la investigadora lo enmarcó desde el enfoque de la psicología positiva, cuyos teóricos identificaron las principales fortalezas del ser humano para desarrollar potencialidades frente al trauma y la adversidad.
Esto determinó que se evaluara a través de la Escala Multidimensional de Autoconcepto AF5 de García y Musitu (2007), Escala de resiliencia de Wagnild y Young (1999), y el Inventario de experiencias y respuesta sexual en la discapacidad de Torices y Bonilla (2003), a un grupo de 50 personas, con y sin pareja, de ambos sexos y distintos subtipos de discapacidad.
El diseño corresponde a un estudio de campo, transversal y de corte correlacional, el cual constó de tres fases: diagnóstico, medición y análisis de los resultados, utilizando la Prueba Correlacional Múltiple, como técnica de análisis y el programa informático SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) versión 17 para Windows.
Los resultados obtenidos luego de cumplir todos los pasos de la investigación fueron los siguientes: la relación entre el autoconcepto, los factores resilientes y la sexualidad; en el coeficiente de correlación múltiple fue de R=0,320 y en el coeficiente de determinación R2 =84. Concluyendo que el 84% de la sexualidad de la persona con discapacidad física o sensorial, se relaciona positivamente con el autoconcepto y los factores resilientes.
Por lo tanto, el sujeto que puntuó alto en el autoconcepto físico, obtuvo la misma puntuación en la confianza en sí mismo, ecuanimidad, perseverancia, satisfacción con la vida, aumentando sus niveles de sociabilidad, logrando mayores relaciones interpersonales que le permiten disfrutar de su sexualidad en relaciones de pareja.
De los resultados obtenidos en este estudio, se desprende la existencia de una relación positiva débil entre el autoconcepto, los factores resilientes de la personalidad y la sexualidad en la persona con discapacidad física y sensorial.
Esta circunstancia hizo que se hiciera necesario ampliar la muestra, clasificando a los sujetos en función de su grado de discapacidad e incluyendo otras variables, como: momento vital de la adquisición de la discapacidad, la sobreprotección familiar y la existencia de tratamiento psicológico para afrontar tal vivencia.
Existen indicativos de que la persona que se inserta en el área laboral, logra alcanzar un nivel de pertenencia social, originada de la aceptación de sus compañeros de trabajo, lo que permite desarrollar confianza en sí mismo y autoaceptación física así como la percepción positiva de aceptación familiar.
En algunos casos, al sentirse aceptado, se siente útil y valorado en su entorno inmediato, aumentando en cierta medida su sentido de deseabilidad sexual, sin alcanzar las experiencias sexuales compartidas en pleno. Lo que implica que en la persona con discapacidad física y/o sensorial el ingreso al área laboral no determina definitivamente, que se establezcan relaciones de pareja.
Sin embargo, los resultados explican que la persona con discapacidad física o sensorial, que se percibe físicamente agradable, cuida su imagen, lo que la hace socialmente atrayente.
En el área académica - laboral es estimada y aceptada por los compañeros, ya que además tiene una percepción positiva del cumplimiento de su rol debido a las cualidades específicas valoradas en ese contexto, donde asume proyectos difíciles y los termina con mínimas quejas y buen humor.
Modera sus respuestas extremas ante la adversidad. Siendo el área laboral en donde se lleva a cabo la mayor socialización con pares del género opuesto, y por ende donde se realizan la mayor parte de los procesos de formación de pareja.
1 comentario:
Buenas tardes. Soy la Lic. Milagro Mendoza, autora e investigadora que efectùo el estudio sobre los factores que influyen en la sexualidad de las personas con discapacidad fìsica y sensorial. Ignoro porque no me identifica, por lo tanto no `se de donde tomo la informaciòn de mi tesis. Por lo que le agradecerìa, indicarà la autorìa. Ya que es uno de los motivos, por los cuales, muchos cientificos de marchan de Venezuela, por el plagio.
Gracias
Lic. Milagro Mendoza. Psicólogo. Universidad Arturo Michelena
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