COMO SIEMPRE LO HACE ENCAPILLADO
Y DECLARANDO EL FANATICO DE HUMALA QUE ES
MENTIURA (MIII)
AHÍ LO DECIDE MI AMIGO FIDEL CASTRO QUE QUIERE
SU IMPERIO DESDE 1950
Kuczynski denuncia que Venezuela financió campaña de Humala
COMO SIEMPRE LO HACE, lo hizo y
lo hará ENCAPILLADO
Y DECLARANDO EL FANATICO DE HUMALA QUE ES
MENTIRA (MIII)
ESO Por karma de América latina por ser tan bolsas ye ignorantes
LO DECIDE desde 1950 MI AMIGO FIDEL CASTRO QUE QUIERE
SU IMPERIO DESDE 1950 a consta de lo que sea.
a
…Para eso hay hombres como éstos,inubicables en su COI
(Coeficiente intelectual) y
en su dignidad personal, porque Fidel los ha usado, usa y usará
como papel toillette cubano igual que a tantos a lo largo de
60 años , Allende, Gaitán, su mujer "amada"Celia Sánchez,
Abel y Haydée Santamaría, Dorticós, Camilo Cienfuegos,
el Che Guevara, Orlando Ochoa, el héroe que se batió
por él sin importarle la vida, sólo la del "Comandante".
Karma diabólico de América Latina, compañero, Vaya, a cosa
grande Fidel y su maldición a los sudamericanos...Buena palera la
que lo amamantó en Birán.
LIMA, 13 abril 2011 (AFP) – El excandidato presidencial de la conservadora Alianza por el Gran Cambio, Pedro Pablo Kuczynski, tercero en la elección, dijo el miércoles tener información de que el postulante vencedor de la primera vuelta Ollanta Humala financió su campaña con dinero de Venezuela.
“Yo tengo información de que su campaña ha sido financiada en gran parte por dinero de Venezuela. Todo esto de Brasil que son asesores, es una distracción. La verdadera base viene de Caracas”, dijo Kuczynski a la radio RPP.
El ex candidato aseguró que “uno (de los candidatos) tiene sin duda alguna vínculos estrechísimos con Chávez”, en tácita alusión a Ollanta Humala quien ganó el domingo la primera vuelta con 31,7% de los votos escrutados al 95%.
“Miren lo que pasa en Venezuela y eso genera gran temor de que pueda pasar aquí en un tiempo”, agregó al comentar la caída de la bolsa limeña que acumuló un retroceso de más del 9,5% las últimas 48 horas.
Durante la campaña Humala se distanció de Chávez, al que pidió no meterse en la elección de Perú, aunque aceptó tener asesoría de brasileños ligados al Partido de los Trabajadores del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
Humala, un ex militar de izquierda, obtiene 31,7% de los votos válidos al 95,7% de las actas electorales contabilizadas, seguido de Keiko Fujimori con 23,5% y Kuczynski 18,5% en la primera vuelta de las elecciones.
La segunda vuelta entre Humala y Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori condenado a 25 años por violación a los derechos humanos, está prevista para el 5 de junio.
En las elecciones de 2006, Humala contó con el apoyo directo de Hugo Chávez. El ex militar peruano perdió en segunda vuelta contra Alan García en gran parte por la intervención del presidente venezolano en la campaña.
| 15 Abril, 2011 |
Entrevista a Ollanta Humala
15 Abril, 2011
La novel periodista social-demócrata, ULRIKE BAADER, de padre alemán y madre peruana, hizo una increíble entrevista en Berlín, Alemania, a Ollanta Humala, el autodenominado “Gigante de los Andes”, hace 6 meses, previa a la campaña presidencial del 2011 en el Perú. Es la transcripción de la entrevista: “Gespräche mit Anden-Führer”, Berlin, Oktober 2010, 32-36. (Nota: En la entrevista el político peruano hace uso de algunos barbarismos, a los que se ha colocado, entre paréntesis, el significado, en correcto idioma castellano.)
Ulrique Baader: Comandante, cuéntenos acerca de su formación personal.
Ollanta Humala: Ollanta Humala no es otra cosa más que un hombre de acción, no un tipo de esos especulativos, que se les pasea el alma mirando las musarañas. Como lo dije, Ollanta Humala actúa primero, la reflexión y el análisis vienen después. Y así es el comandante Ollanta Humala siempre, los otros al final dicen: “pasu machu”. ¿Usted entiende eso? ¿El “pasu machu”?
UB: Sí, más o menos, es un término muy andino, ¿no?
OH: En efecto, es la expresión del que se admira ante las proezas realizadas por otro. “Pasu machu”, qué grande, qué fuerte, qué valiente, qué audaz. Lo que hay que hacer en el Perú es restaurar la cultura del “pasu machu”. Que se nos admire, que se nos respete. Por eso Ollanta Humala primero es actuante, luego analítico y reflexionante (reflexivo), el análisis es para los políticos y para la prensa, que maquillan los hechos de los grandes hombres, Bolívar, Fidel Castro, Hugo Chávez, mi general Juan Velasco Alvarado, y por último, Fujimori en sus comienzos que defenestró de manera ejemplar al zanganismo (desidia) político, a los chupa sangres (vividores), a los “comechados”.
UB: ¿Qué quiere decir “comechado”? ¿Podría explicárnoslo?
OH: Comechado es eso, el que come echado, así como uno de esos árabes haraganes que viven tirados panza arriba y todo lo hacen echados. Por definición, el costeño es un “comechado”, todo sibarita y afeminado, que no sabe lo que es el hambre y el frío. Por eso es que propugno una renovación total del GEP (Glorioso Ejército Peruano). La instrucción tiene que regir el cuartel y se manifiesta en la disciplina, en el sacrificio. Nuestros soldados son valientes, pero lo que los malogra moralmente es el clima de la costa, es por el “pendejismo” (tontera), la liviandad, los “pastrulos” (adictos a drogas), todas esas cosas. Con esos males hay que acabar de raíz.
UB: Pero no nos ha contado acerca de su formación…
OH: Mi formación es algo que no termina. Nadie forma sin ser formado él mismo. Lo que le puede decir Ollanta Humala es que todo lo que sabe se lo debe a su padre, Isaac, que fue su único maestro, su único modelo, la única autoridad que conoce y reconoce. Mi padre nos enseñó la disciplina, nos enseñó la dureza. Le prohibió a nuestra madre que nos acariñase (acaricie) cuando niños, para que aprendiéramos a ser bien machos, bien firmes y constantes. El pensaba, ahora ya no tanto, porque con la edad uno se suaviza, él pensaba que si en las familias peruanas hubiera más disciplina, no seríamos tan “huevas tristes” (pusilánimes) de dejamos pisar por los chilenos. Es la verdad, señorita, Ollanta Humala piensa que los peruanos necesitan una “carajeada” (amonestación) bien dada, meterlos a todos sin excepción al cuartel, militarizar la familia.
UB: Pero en el Perú las familias son en su mayoría semi-familias, piense usted en el porcentaje altísimo de madres solteras que serían separadas de sus hijos.
OH: Ollanta Humala lo sabe, pero por eso mismo, hay que obligar a los hombres a reconocer a sus cachorros de inmediato, y a las mujeres, cinturón de castidad, carajo, hasta el matrimonio. Es un escándalo que ninguna llegue “pita” (virgen) al matrimonio, llegan con la mercadería estropeada o baboseada. Por eso es que el hombre se va. Mi madre les decía a mis hermanas: los hombres con las mañosas se divierten, con las decentes se casan.
Ulrike Baade: Pero eso significaría un control mayor en áreas íntimas, personales, restricciones.
OH: Esa es la traba de la Constitución y la sensiblería “politicosa” (política). Las cosas hay que hacerlas bien claras. Como fue en Esparta o en la misma Alemania de ese gran líder que fue Adolfo Hitler, si el Perú quiere la hegemonía, si el Perú quiere dejar de pisar huevos y dejar de navegar en la miseria, hay que ajustar la correa. No me gusta ponerme como modelo, pero mire usted nomás a mi familia, a fuerza de disciplina y esfuerzo en el curso de sólo diez años nos hemos levantado. Así es. Y es posible que el Perú de la misma manera se levante. Pero eso sólo es posible mediante la primacía del GEP (Ejército del Perú).
UB: ¿Pero lo que usted dice, no es algo que nos lleva a repetir la experiencia del nazismo de Alemania?
OH: El error de Adolfo Hitler fue confiarse demasiado en los burócratas de su partido. Si se hubiera compenetrado más con sus Fuerzas Armadas, hoy Alemania sería la mayor potencia del mundo. Hitler acabó con la mafia de los empresarios judíos que clavaron a Alemania una puñalada por la espalda en la Primera Guerra Mundial, acabó con la corrupción, con la locura parlamentaria y con el librepensamiento francmasón y cucufato. Hitler inauguró una nueva época en la historia de Alemania, y habría fundado un imperio de más de mil años si sus burócratas y diplomáticos amariconados y derrotistas no se lo llevan abajo, porque fue culpa de ellos todo eso.
De esos políticos cobardes y comechados y también de los Estados Unidos, que le dieron con todo a Alemania. Esa devastación debilitó a Alemania en su potencia militar. Y es que Estados Unidos no permite que nadie se levante con dignidad. Mire si no a Cuba, ahí no más les quebró el espinazo. Son como cincuenta buitres acechando al cadáver. Y eso no es justo. Esa no fue la idea de Bolívar, que nos advirtió claramente, pero nosotros tenemos la culpa de ser las víctimas de la historia.
UB: Pero Bolívar se comportó de manera autoritaria en el Perú.
OH: ¿Y qué iba a hacer, señorita? Por un lado estaban los criollos que jodían (obstaculizaban) y querían permanecer con sus privilegios, por otro lado, una masa ignorante y pobrísima. Con eso no se puede hacer nada, por eso él quiso ordenar las cosas, como un nuevo Pachacútec (Emperador Inca), él quiso ordenar los Andes, pero no se lo permitieron. Ya desde esa época los ingleses se compraron a los ricos del Perú para que expulsaran a Bolívar, al que les dio la libertad.
UB: ¿Quiere usted decir que los peruanos son ingratos?
OH: Sí, ahora que usted lo dice, sí. No se acuerdan del que les dio la libertad, escupen en la mano que les da de comer. Si no, yo no me explicaría por qué hay tanta gente que quiere el libre mercado en el Perú. ¿Será porque son brutos? No, es que son rastreros, es que son comechados. Toda la costa del Perú es así, gente muelle, vagos, pastrulos, indefinidos sexualmente de tanto pollo inyectado con hormonas que comen.
UB: ¿Usted se definiría entonces como un político antisistema?
OH: No, Ollanta Humala no se define así nomás. Es difícil definirse.
UB ¿Podría usted definirse?
OH: No, es difícil. Pero lo que sí puedo decir es que los criollos y mestizos de este país aún no han pagado por las felonías cometidas contra la población cobriza desde la conquista y hasta ahora mismo con la represión a los movimientos sociales. Ya una Comisión le echó tierrita al asunto, pero la verdad es que esa gente la va a pagar muy caro. Todo sale a flote, nos decía mi padre, y esa verdad se me ha quedado grabada en mi intelecto filosofal.
UB: ¿Está usted hablando de persecuciones étnicas en su país en pleno siglo XXI?
OH: Claro pues. ¿Qué cree que significa si no el etno-cacerismo, es lo que su mismo nombre indica: cacería étnica contra los traidores, comechados y homosexuales que tánto daño le han hecho a nuestra patria.
UB: ¿Pero si usted mismo ha sido acusado de violación de derechos humanos cuando era miembro de las Fuerzas Armadas de su país, durante el gobierno de Fujimori?
OH: Esa es otra cosa, Señorita, mire, yo no soy fujimorista, nunca lo he sido, si mal no recuerdo. Ollanta Humala sólo tenía amor por su tropa, y en esa época no le interesaba la política. Sólo quería saber si sus clases y subordinados tenían su rancho, si les daban franco o la propina era suficiente para sus necesidades inmediatas. Pero aun en medio de ese amor que consumía a Ollanta Humala por su tropa, me di cuenta de Fujimori: este hombre, es un hombre. Y lo único que yo lamentaba, era que Fujimori no fuera cobrizo, sino así como quien dice, un chino de cuarta. Pero por lo demás, bien hecho, carajo.
Enderezó la economía, puso en vereda a los leguleyos, defendió al país contra el enemigo. Yo por eso, no soy su partidario, pero como hombre, lo respeto. Y todos los peruanos también debieran hacerlo, ¿o ya se han olvidado cómo quedó el Perú después del primer gobierno de Alan García? Una mierda, con perdón de la palabra, no había ni uniformes para la oficialidad, menos para el generalazgo, y eso no es posible, ni balas teníamos.
UB: ¿Odia usted al Presidente, Alan Garcia?
OH: No, señorita, Ollanta Humala no se define por odios o negaciones. Yo soy peruanófilo, yo soy Manco Capac, yo soy Tupac Amaru, yo soy “cuenta conmigo Perú”. Pero si tanto insiste, se lo digo, lo que hizo el gobierno de Alan en sus dos gobiernos, con sus ministros de saqueo y latrocinio, Rómulo León Alegría, el tío George, Quimper, Garrido Lecca, toda esa gente, es razón suficiente para que les hagamos consejo de guerra y los fusilemos con familia y todo y hasta mascotas incluidas. Yo si alguna vez llego al poder por la vía democrática, o sin ella, será una de las primeras medidas que tomaré, como carácter simbólico: así terminan los rateros, carajo. Y para que la gente de mi gobierno sepa que yo no ando así como un “huevas tristes”, gallina que come huevo, aunque le quemes el pico, así quede una vez, de frente al paredón.
UB: Pero algo así se prestaría al abuso.
OH: No, porque allí estará Ollanta Humala vigilante, junto con su hermano Antauro, al cual indultaré apenas tome el poder y nombraré como mi Ministro de Interior.
UB: Eso significaría la disolución del Poder Judicial.
OH: Disolución, disolución, no. Lo que hay que hacer es poner las cosas en su sitio. Y eso va a través del duro cuestionamiento de la institución. Fíjese usted no más en lo efectivo que funciona un tribunal castrense, en un dos por tres un consejo de guerra, listo. Por gusto tenemos las cárceles llenas, los procesos demorándose una eternidad. Para cualquier criminal de bala y cuchillo, por violación o secuestro: la pena de muerte. Eso soluciona el asunto en tres meses. Y ya no tenemos el problema de mantener a tanto zángano malnacido en las cárceles. Una solución intermedia, para los condenados por delitos medianos, serátrabajos forzados en las canteras de roca de nuestra serranía.
UB: ¿Esa no sería una forma subrepticia de introducir la esclavitud en Perú?
OH: Usted dígame; ¿Quién es libre? “El trabajo os hará libres” (Arbeit macht frei); ¿No es lo que ponían sus parientes alemanes como cartel en la entrada de los campos de concentración en la época de Adolfo Hitler, esa también es mi divisa porque soy nacionalista y también socialista, es casi lo mismo pero andinizado.
UB: ¿O sea que quien afirma que usted quiere reinstalar el Imperio Incaico, no está lejos de la realidad?
OH: ¿Y por qué no? Está probado que los peruanos nunca han sido tan felices como antes de la llegada de Pizarro. Hay que reinstaurar el imperio del agro, y las leyes de nuestros antepasados: ama-sua, ama-yuya, ama-quella, no seas ladrón, no seas mentiroso, no seas pajero (onanista). Y quien atente contra estos principios, mano dura.
UB: ¿En el caso que estuviera en su poder decidirlo, el español seguiría siendo la lengua oficial del Perú?
OH: De ninguna manera. Será el quechua, para confundir al enemigo, para desinformarlo. Yo no recurriré a ningún parlamento, sino a un Consejo de Antiguos, de Yayas, extraídos de la realidad comunera del Ayllu, para que me asesoren en las decisiones que competen al Perú profundo.
UB: ¿Con sueldo asignado del Estado?
OH: ¿Usted qué cree, señorita? Ustedes, los occidentales, me hacen acordar al amariconado de Vargas Llosa, que todo lo ve Euro o Dólar. Usted piensa que ese Consejo de Yayas va a recibir un sueldazo en dólares ó euros? “manan” (negación en idioma quechua), señorita. Ellos con servir a la patria y sus hojitas de coca, contentos no más. Así es la cosa.
UB: Pero eso sería el retroceso económico a prácticamente una etapa pre-mercantilista, a una economía del trueque.
OH: Precisamente ése es uno de mis grandes objetivos, señorita. El dinero lo ensucia todo. Eso lo supieron bien los españoles, que adrede contaminaron la pureza de nuestra raza del Incario.
UB: Eso quiere decir que los grupos de poder económico tendrían los días contados…
OH: No. Se los expropiará, claro, para hacer justicia a los trabajadores y campesinos explotados durante siglos de siglos, en una especie de desagravio cultural, de revancha para apagar los resentimientos y rencores que tienen en vilo al Perú desde que es Perú. Pero su infraestructura productiva debe servirnos para aumentar el volumen de las exportaciones. Si el Perú quiere armarse, nadie le va a cambiar una cuadrilla caza-bombarderos por diez toneladas de cobre, ni de cocaína, tiene que ser con un pago en dólares contantes y sonantes. En la primera etapa de mi gobierno es necesario consolidar el ejército y la infraestructura bélica, instalación de radares, compra de aviones, modernización antiaérea total. Una vez que haya pasado esta etapa, que calculo entre cinco y diez años, viene lo que he decidido llamar la Reinstauración de los Cuatro Suyos. Por favor, no se confunda con la Marcha de los Cuatro Suyos, que organizó ese auquénido de Harvard traidor que ahora quiere gobernar de nuevo. La reinstauración de los cuatro suyos implica la recuperación del Collasuyo, que iba hasta Tucumán en Argentina y el río Maule en Chile, Bolivia incluida. Luego viene la reinstauración del Chinchaysuyo, que iba hasta el río Ancasmayo en el sur de la actual Colombia.
UB: Pero, ¿eso significa guerra contra casi todos los países sudamericanos? Además, ¿cree usted que el Brasil permanecería neutral ante tantas atrocidades ?
OH: Se ve que usted no conoce casi nada de la historia, señorita. Vamos a hacer un tremendo “pachacuti” (revolución) en el continente de América del Sur, lo que se dice “tacu-tacu” (arreglo geopolítico). Un pacto de no agresión y un tratado de libre comercio suscrito entre el Imperio Quechua del Perú y la Federación do Brasil será el primer paso antes de la operación Collasuyo.
UB: ¿Y usted realmente cree que algo así es factible?
OH: Bolivia saludará el ingreso protector del Ejército Liberador Quechua y con el beneplácito del Presidente Hugo Chávez de Venezuela. Neutralizar a Chile y Argentina es nuestro objetivo. Argentina ha demostrado ser inoperativa en los Andes. En lo que respecta a Chile, luego de una ola de atentados terroristas en Santiago, Valparaíso y Concepción, donde está su más grande central eléctrica, nuestro primer objetivo será recuperar el Apu Licáncabur (nevado al sur de Chile) para realizar ofrendas adeudadas. Solo la toma de Chuquicamata significaría la semiparalización de todo el aparato de producción de Chile. Y además liberaríamos al pueblo cautivo de los aymaras.
UB: Pero eso que usted nos describe casi se iguala a un escenario apocalíptico.
OH: En la cosmovisión andina, un apocalipsis precede a un nuevo renacer. Renacerá con brillo el Imperio del Tahuantinsuyo, firme y feliz por la fe del pueblo en su líder supremo, su Apu-Inca, su führer cobrizo.
UB: ¿Y en el aspecto religioso que sucedería?
OH: Fusilar a todos los curas, incluidos los pastores evangélicos, fusilar a Cipriani, al chino Lay, a Rafael Rey, a Dionisio Romero y a todos sus secuaces.
UB: ¿Se da usted cuenta de lo que está diciendo? Esto ya no es ideología, sino puro totalitarismo. No se puede decidir sobra la vida y la muerte de sus semejantes así no más, eso atenta contra la dignidad humana.
OH: Señorita, perdone que le abra los ojos, pero así es la triste realidad. Los ricos atentan todo el tiempo contra la vida humana, y nadie se queja, porque son ricos, tienen lobby, la derecha siempre tiene plata. ¿No se ha preguntado por qué?
UB: Pero la plata no compra electores, en materia democrática.
OH: A Dios gracias, aunque con Dios o sin él, la derecha en América Latina ha firmado su condena a muerte, ya no tiene nada que buscar. Ningún candidato de derechas tiene perspectiva, lo digo yo, sin equivocarme y sin hacer alarde de ello. Eso es lo que ha probado el actual presidente del Perú, mire semejante ballena que nos está gobernando por segunda vez. Yo no creo que en estas próximas elecciones un derechista tenga alguna posibilidad, ni mucho menos que Castañeda ni Keiko Sofía. ¿Usted se imagina el chongo (desbarajuste) que sería una mujer gobernando un país de hombres? Es imposible. Una mujer, a mi juicio y por más hija de Fujimori que sea, debe quedarse en casa, traer hijos al mundo y cuidar de la familia. Es por su bien.
UB: ¿Y que opina de la candidatura del escritor, Jaime Bayly?
OH: Ese pervertido es el típico resultado de la decadencia de la clase criolla de este país, no sabe lo ni lo que es, si mujer, si hombre, si ambas cosas, un día habla mal de su tío millonario, al otro día le pide perdón, todo ese amariconamiento es porque en su casa no supieron darle la disciplina necesaria. Con seguridad la mamá le escondía todas las chivaterías (debilidades) al papá y mire usted los resultados…
UB: ¿Pero él propugna por la apertura de derechos civiles y la mejora de la calidad de la educación?
OH: ¿De qué derechos civiles estamos hablando? Pretende legalizar el matrimonio entre rosquetes (gente del mismo sexo). ¿Se imagina acaso un tremendo “zambrano” (afrodescendiente), llegando al altar en vestido de novia con cola y todo? Eso no lo permitiremos de ninguna forma en el sagrado territorio del Imperio Quechua del Perú.
UB: ¿Ha pensado en hacer ajusticiar también al señor Bayly?
OH: No, ajusticiarlo no, a pesar que mi hermano, Antauro le tiene su rencor, a él lo reeducaremos en un campo etnocacerista con una terapia a punta de patadas y trabajo viril en las canteras de la puna, alimentación sana y mucho alcanfor para que no lo tienten esos pensamientos contranaturales.
UB: ¿Comandante, tiene algo que agregar para concluir esta entrevista?
OH: Ollanta Humala sólo quiere decir para terminar que en estas próximas elecciones arrasaremos por la buena, ó por la mala y bajo mi comando, refundaremos la nación para darnos el sitial que nos corresponde, si eso va a costar "sangre, sudor y lágrimas", bien pagada estará la ofrenda…
NOTA: NO mancille el lugar común en que han convertido la frase de Winston Churchill
que si fue dicha en un momentoi arrecho.pues tenía a Hitler invadiendo Inglaterrra y
no lo alimentaba el fanatismo el odio y el resentimiento que a Ud. le metió su papá
en una preparación llena de realismo mágico sudamericano...
Las mentiras de Ollanta Humala
Como siempre, a los electores peruanos les emociona caminar por el borde del abismo y mirar de frente al despeñadero en donde podrían terminar sus ilusiones. No les atrae la seguridad de los candidatos que proponen democracia y estabilidad. Prefieren la excitación de la incertidumbre, el vértigo de la caída, la búsqueda de la nada.
Hace una década que en el Perú se viene aplicando un modelo que ha permitido que los índices de crecimiento económico sean positivos y hasta sorprendentes, incluso en plena crisis financiera mundial. El mundo entero observa al país con admiración. Todos hablan del “milagro peruano”. Los índices de pobreza disminuyen. Las pequeñas y las medianas empresas florecen como rosas por todo el país. La clase media mira el futuro con optimismo.
Sin embargo, existe un grupo grande de millones de peruanos en Lima y en el interior del país para quienes ese crecimiento económico no se traduce en una mejora en la calidad de vida. Para ellos, las cifras macroeconómicas son una mala broma. Se preguntan con un gesto de rabia cómo al presidente y a sus ministros les resulta tan fácil sonreír y hablar de un crecimiento económico mensual de 10% si ellos no tienen agua, desagüe, electricidad, nada. Se sienten burlados. Experimentan rabia. Claman venganza.
Entonces surge la figura de ese seudo líder inescrupuloso llamado Ollanta Humala y se dirige a esos millones de peruanos que en estos años de crecimiento económico y optimismo jamás experimentaron ninguna mejoría en su calidad de vida y que se fueron llenando de ira, rencor, odio.
Y Humala les miente. Se burla de ellos. Se aprovecha de sus legítimos reclamos por un progreso que solo vieron pasar de lejos. Sin despegar la vista de los papeles que sus asesores le escribieron, habla de respetar la Constitución y la democracia.
Este seudo líder inescrupuloso llamado Ollanta Humala, en el 2006, con el puño en alto y el ceño fruncido, embutido en un polo rojo y unos jeans desgastados, les habló de comunismo, de revancha social, de fundar una nueva patria solo para los peruanos de piel “cobriza”, de fusilar maricones y de echar del país a los ricos.
La gente que lo escucha con esperanza parece no recordar que Humala irrumpió en la escena nacional encabezando un seudo levantamiento contra el gobierno dictatorial de Alberto Fujimori. No lo hizo en 1992, cuando Fujimori cerró el Congreso; ni en 1995, cuando se reeligió por primera vez; ni en el 2000, cuando le arrebató la presidencia a Alejandro Toledo. No.
Valiente y noble como el Chapulín Colorado, Humala se “levantó” en Locumba (engañando, además, a sus soldados, que no sabían con qué fines los sacaba del cuartel) el 29 de octubre del 2000, cuando el régimen de Fujimori se encontraba en escombros luego del golpe mortal que significó el video de Kouri y Montesinos y el mismo día en que el ex asesor presidencial escapaba en el velero Karisma.
Es decir, Humala no solamente no arriesgó un pelo en el “levantamiento de Locumba”, sino que además inventó una cortina de humo para que Montesinos escapase con comodidad. Carente de ideas como una ameba, es razonable suponer que no fue a él a quien se le ocurrió la jugada, sino al ex asesor, que no escatimaba dineros ajenos cuando se trataba de pagar favores.
En el 2006, este seudo líder inescrupuloso llamado Ollanta Humala se fotografiaba abrazado con Chávez en Venezuela, elogiaba a Fidel Castro en donde pudiera y hablaba con admiración de Velasco frente a su tumba, sabiendo que todos ellos habían sido o eran dictadores que empobrecieron, envilecieron y recortaron las libertades de las naciones que tuvieron la mala suerte de ser gobernadas por ellos.
Ese año, Humala perdió las elecciones por poco. Para la campaña del 2011, sus flamantes asesores brasileños (pagados por Chávez) lo convencieron de que debía moderar su discurso y presentarse a los electores como un candidato responsable y maduro, ubicado en la centro izquierda.
Le aconsejaron reemplazar el polo rojo por un saco y una corbata, reducir los decibeles en los discursos, congelar la sonrisa y dejarse fotografiar con rosarios en las manos. Ese seudo líder nacionalista llamado Ollanta Humala que se rodeaba de brasileños y venezolanos obedeció como un escolar aplicado.
Además, le enseñaron a mentir bastante bien. En los mítines, en las entrevistas y en los debates, Humala asegura que respetará los TLC y las concesiones, que no aplicará una política estatista, que no instaurará una nueva Constitución y que respetará la independencia de los medios de comunicación.
Pero en su plan de gobierno, Humala propone instaurar una nueva Constitución, estatizar las actividades estratégicas, renegociar los TLC y los contratos de concesión y establecer leyes restrictivas para el manejo de los medios masivos de comunicación con el fin de “repartirlos equitativamente”, que no quiere decir otra cosa que entregárselos a personajes igual de inescrupulosos que hagan lo que mejor le convenga al régimen.
Le envía decir a Hugo Chávez que mejor se mantenga callado porque ya en el 2006 le aguó la fiesta, pero, eso sí, que no se olvide de mandar la plata para pagar a los brasileños. Del mismo modo, esconde a papá Isaac, ese viejo loco que, hace cinco años, parecía dispuesto a empuñar los fusiles él mismo para ultimar a todos los homosexuales del Perú.
Ese seudo líder inescrupuloso llamado Ollanta Humala, igual que muchos dictadores que en el mundo han sido, pretende usar la democracia para llegar al poder, pero es fácil prever que, ya en Palacio de Gobierno, una de las primeras cosas que hará, imitando a Chávez, será cambiar la Constitución (como figura en su plan de gobierno) para quedarse ahí varios años, hasta su muerte, hasta que el país colapse o hasta que la gente lo saque.
Cómo olvidar que hace un par de años, Ollanta se atrevió a decir que el fundador de la agrupación terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso, era un “preso político”. “En los primeros años, Sendero Luminoso entra como un Robin Hood porque va a solucionar un tema: en muchos lugares del interior del país no había (presencia del) Estado. Eran espacios vacíos que Sendero los cubrió y Sendero normaba la justicia y establecía la vida en comunidad”, indicó Humala en aquella ocasión.
Ese seudo líder inescrupuloso no despierta miedo, como quieren hacer creer sus seguidores. Provoca bostezos, risas y sin duda una auténtica preocupación entre millones de personas, no porque crea en Chávez o en Castro o en Velasco. Las personas son libres de ejercer su propia estupidez y Humala es libre de admirar a los dictadores que le dicte su raciocinio o que convenga a sus intereses. La preocupación surge de la constatación de que Humala miente.
Humala miente cuando dice que no tiene nada que ver con Chávez ni con el proyecto expansivo y autoritario del presidente venezolano. Humala miente cuando lee una cosa en los debates pero figura otra cosa completamente distinta en su plan de gobierno.
Humala miente cuando afirma que respetará la libertad de los medios de comunicación, porque sabe, como sabían Velasco y Castro y como sabe Chávez, que para controlar a un país, además de manejar el Congreso, las Fuerzas Armadas y el capital, resulta indispensable mantener amordazados o domesticados a los medios de comunicación.
Humala miente cuando se pone un saco y una corbata. Humala miente cuando dice que respetará los acuerdos internacionales y la libre empresa, pero lleva en su lista de candidatos al Congreso a lo más raleado de la izquierda marxista y maoísta que, en los ochentas, defendía, admiraba y envidiaba a los integrantes de Sendero Luminoso porque sí habían sido capaces de llevar a cabo esa quimera con que todos ellos soñaban: la guerra popular.
Humala le miente a la gente. Dice que va a luchar por los más desfavorecidos, por sacarlos de la pobreza, por darles oportunidades de progreso. Humala miente, porque en realidad lo único que quiere es saciar su hambre de poder. Lo verdaderamente lamentable es que quienes sufrirán con mayor fuerza los estragos que derivarían de sus políticas estatistas son los millones de personas de buena fe que van a votar por él y que solo quieren participar del evidente crecimiento económico de los últimos años.
Millones de estas personas no se darán cuenta hasta que sea demasiado tarde. Y entonces se verán todavía más empobrecidos, sin ninguna esperanza para salir del agujero negro y se darán cuenta de que habrán perdido un bien invaluable para el ser humano: la libertad. Y será demasiado tarde.
Pero todavía no es tarde. Las elecciones son el 10 de abril. Dicen que cualquier cosa puede suceder.
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